Divinidad
Búsqueda
Revelación
El yo
Lo divino está aquí, y nunca lo encuentras. Quien busca nunca encuentra.
Eso no quiere decir que no debas buscar. Deberás hacerlo en un comienzo; no hay otra vía. Al comienzo, debes buscar; debes buscar y hacer todos los esfuerzos que puedas. Sólo haciendo todos los esfuerzos y transformándote en un fanático buscador, llegarás a darte cuenta de que sólo se producirá cuando tengas una mentalidad de no búsqueda.
A veces, mientras descanses, vendrá a ti. A veces, mientras duermas, se te presentará. A veces, mientras camines por la calle, allí estará. A veces, mientras contemples el amanecer (sin hacer nada más que estar en una pasiva observación), mientras mires el sol que se asoma o la luna que brilla en el lago en una noche fría, o una flor que abre sus pétalos, y tú no eres más que una conciencia pasiva... No es necesario nada de tu parte. Cuando una flor se abre, no necesita que la ayudes.
Hay gente tonta que tratará de ayudar. Destruirán toda la belleza de la flor, y además la flor nunca se abrirá realmente. Aun si la fuerzas para que se abra, será una flor cerrada. No se produjo su florecimiento; fue algo forzado. Nunca florece algo a la fuerza. No es necesario que ayudes a que salga el sol. Hay gente que cree que se necesita su colaboración. Es gente que hace mucho daño, mucho daño, por suponer que su ayuda es necesaria en todas partes.









