lunes, 31 de mayo de 2021

INSTRUCCIONES EQUIVOCADAS


 

NO HAY DESARMONÍA EN LA NATURALEZA


En la naturaleza existe una unidad fundamental, una armonía. Las obstrucciones, los aparentes obstáculos que se ven en la naturaleza, son desafíos para despertar la energía: cumplen la función de toques de clarinete que despiertan aquello que se halla latente en el interior. No existe desarmonía en la naturaleza.

Cuando sembramos una semilla, parece ser que la capa de tierra que se halla sobre la semilla la está presionando, le está impidiendo crecer. Es así como parece ser; pero en realidad, esa capa de tierra no constituye una obstrucción. Sin esa capa, la semilla no puede germinar: la tierra presiona a la semilla a fin de ablandarla, desintegrarla y transformarla en un árbol joven. Aparentemente, la tierra está sofocando a la semilla, pero la tierra sólo está realizando la labor de un amigo.

Si una semilla no se transforma en una planta pensamos que la tierra puede no ser la apropiada o que la semilla no ha tenido suficiente agua o suficiente luz solar. No culpamos a la semilla. Sin embargo, si no se producen flores en la vida del hombre, afirmamos que el hombre es el responsable de ello. Nadie piensa en abonos de mala calidad, en una falta o de agua o de luz solar, y hace algo en consecuencia. En este caso, todo se limita a acusar al hombre de ‘maligno’. Y el hecho es que la planta del hombre se ha quedado subdesarrollada, ha sido reprimida por una actitud hostil, no ha logrado alcanzar el estado de florecimiento.



FUENTE: OSHO: Del libro ‘Del Sexo a la Superconsciencia’, Capítulo 1, tomado de la dirección internet www.oshogulaab.com/OSHO/TEXTOS/delsexo1.htm, Bogotá, nov-03

domingo, 30 de mayo de 2021

PREGUNTAS SIGNIFICANTES


 

LOS 10 PRINCIPIOS DE LA FELICIDAD


LA POSIBILIDAD DE SER FELIZ
Maestra Kwan Yin

Libro: “Los 10 Principios de la Felicidad”

Todos los seres humanos aspiran llegar a la felicidad, pero siempre sitúan esta felicidad más allá de lo que tienen en ese momento, la ven como si fuera algo que tuviera que alcanzarse, como si fuera algo por lo que tuvieran que luchar, como si fuera algo que llegara justo en el momento en que ellos consiguen hacer determinadas cosas, pero esta forma de ver a la felicidad, en realidad los aleja de ella. Pensar que la felicidad se encuentra en algún futuro indeterminado, implica que ese futuro nunca se va a hacer presente, pues siempre estará más allá de lo que el propio individuo ha conseguido; sin embargo, la felicidad se encuentra presente en todo momento alrededor de las personas.

LOS DIEZ PRINCIPIOS DE LA FELICIDAD

l.- Nadie va a darme la felicidad, sólo yo puedo conseguirla. En este primer pensamiento, el ser humano toma la responsabilidad de su vida e inicia una búsqueda y un esfuerzo por encontrar eso que tanto busca.

2.- Yo soy un ser único en toda la tierra, nadie me comprende mejor que yo, y nadie sabe lo que yo necesito mejor que yo. En este segundo principio se dan las bases para eliminar cualquier ofensa que las personas reciban de parte de otras; cualquier comentario que deprima a una persona podrá ser nulificado bajo este principio, ya que la persona reconoce que nadie puede opinar acerca de ella, puesto que nadie la conoce mejor que ella misma.

3.- Lo que recibo ahora es lo que sembré ayer, y lo que siembre ahora será lo que reciba mañana. Este tercer principio permite al ser humano reconocer que los problemas actuales son resultado de acciones incorrectas del pasado, pero que, por lo mismo, el momento presente es el indicado para ir sembrando un futuro.

4.- Ni el pasado ni el futuro pueden lastimarme, sólo el presente tiene valor en mi vida. Entendiendo este cuarto principio, la persona le dará todo el valor que tiene su momento presente y le restará importancia a los hechos pasados que le causan remordimientos, y a los hechos futuros que le causan angustia.

5.- Sólo yo decido lo que debo hacer en este momento. Es decir, el ser humano entiende que las influencias ajenas son tan sólo eso, influencias, y él es el único que puede decidir qué hacer en ese instante.

6.- Sólo en el amor y en la paz interior puedo tomar las decisiones correctas. Es decir, si hemos de actuar en el tiempo presente, tendremos que hacerlo en paz y con amor, pues de esta manera, las acciones que tomemos estarán inspiradas en nuestra más alta capacidad tanto de servicio como de inteligencia.

7.- En mis decisiones tomaré siempre en cuenta el beneficio de los demás. Es decir, tomaré aquellas decisiones que beneficien a la mayor cantidad de personas; de esta forma, mi vida se estará encaminando hacia la más alta gloria que es la de recibir la compensación por el servicio prestado a los demás.

8.- Mi cara es el reflejo de mi estado interior. Es decir, cuidemos siempre el aspecto de nuestro rostro, adornémoslo siempre con la sonrisa, y que los ojos se encuentren siempre prestos a mandar una mirada de amor, porque de esta forma estaremos reflejando la serena armonía de quien ha aprendido a caminar en el sendero de la felicidad.

9.- Soy un hombre al servicio de la humanidad. Es decir, todo lo que yo haga, todo lo que yo diga, todo lo que yo piense o sienta, servirá para gloria de la humanidad, o bien, para perdición de ella.

10.- Yo tengo una misión en la vida, ser feliz y hacer feliz a los demás. Este último principio da sentido a nuestra existencia, y, a la vez, orienta nuestros esfuerzos hacia el beneficio de toda la humanidad.



Tomado de:
Sabiduría de los Maestros Orientales
“Cuentos, Frases y Pensamientos"
Janc Reiki Ho Ryu
Fotografía tomada de internet

sábado, 29 de mayo de 2021

LO QUE USTED ES EN REALIDAD


 

LA ELECCIÓN ES TUYA


Después de siglos de contar la historia de la separación de Dios, parece que 
esa narración no ha sido elegida por nadie. Aparenta eso, pero no es así.

Simplemente has seguido escogiendo el relato trasmitido por tus antepasados, por tus vidas pasadas, por tus errores y deseos anteriores. Pero lo que tú eres es aquello que está más allá de cualquier elección.

La elección reside en nuestra capacidad mental de negar esta verdad o aceptar. Esta elección es el libre albedrío: la libertad de elegir. No tienes libre albedrío con respecto a quién eres. Eres eso plena y completamente.

Pero tienes libre albedrío con relación a los poderes de la mente y de la imaginación. Puedes actuar como si no fueras quien eres. Puedes actuar como si casi lo fueras, pero no del todo. Puedes llevar a cabo todo tipo de variaciones y permutaciones al elegir o negar quien eres.

Has jugado a esto durante siglos y, por fin, acabas cansándote de jugar, porque este juego es limitado. A pesar de todo su despliegue, a pesar de toda su belleza, a pesar de todo su dolor, el juego es limitado porque se basa en la suposición de que, de algún modo, estás separado de la Verdad, de la comprensión, del amor, de Dios. Todo el juego se basa en la suposición de la separación, y esta presunción raras veces se investiga. Se cree que esta hipótesis es real, y a partir de ese momento el juego se complica mucho.

Te invito a ver quién está jugando en realidad.

De manera natural, tú eres conciencia. Lo que llamamos "Dios" es conciencia suprema. Eres uno con Dios de manera natural. Eres la Verdad de manera natural. Todo el resto no natural. Es posible que sea normal, pero no natural. Puede que sea habitual, pero no es natural. Incluso el juego tiene su propósito, porque al creer en el juego y en la normalidad no natural que lo caracteriza, cabe la oportunidad de que te imagines perdido, de que experimentes el dolor y el sufrimiento de estar extraviado, de estar expulsado, de estar separado de Dios. Entonces, esa imaginación, ese juego con todo su dolor, puede generar el anhelo de reunirse con la Verdad en toda su gloria.

Si descubres que das por sentada la verdad de que eres conciencia, de que eres uno con Dios, de que eres la Verdad, ese dar por sentado es una especie de trance o estado de sueño en el que un día imaginarás que estás separado, que estás perdido, y la búsqueda comenzará de nuevo.

En la invitación que extiende Ramana, la llamada a la autoindagación directa, tienes la oportunidad de averiguar quién está perdido, quién se siente separado. No encontrarás a nadie. Nadie está perdido. La persona perdida fue fabricada en la mente para que comenzara el juego. Si has tomado la resolución de investigar intensamente de manera fresca y completa, en lugar de seguir durmiendo y creyendo en la supuesta separación, entonces te encontrarás a ti mismo como esa misma conciencia en la que jugador, buscador, unión y separación aparecen y desaparecen.



Extracto del libro:
Libertad y resolución
Gangaji
Imágenes tomadas de internet

viernes, 28 de mayo de 2021

¿QUÉ ES LO QUE AMA?

 


EL VERDADERO PROGRESO


Esto es lo adecuado para el llamado progreso" . Digo "llamado" porque para mí no es 
progreso, no es un verdadero progreso.

- Usted dice que no es un progreso, cuando tenemos aviones Jumbo y naves espaciales...

-¡Muy inteligente! Te diré qué es el progreso: el corazón es progreso, el amor es progreso, la felicidad es progreso. ¿Tienes estas cosas?

- Lamentablemente, no las tengo.

Puedes quedarte con lo demás, ¿para qué sirve? Dime, ¿para qué sirve trasladarse en aviones, con un corazón lleno de sufrimiento y vacío? ¡Dime! Preferiría vivir sobre la tierra, en una selva, y ser plenamente feliz, estar bailando todo el día; ¿tú no? quizás tú no; no lo sé. ¿Te das cuenta? Estás enfrentado, realmente, con la elección entre la vida y la muerte. Y aquello que las personas llaman "vida" es frecuentemente muerte, ... y no lo saben. ¡Y hay quienes me dicen que si tienen apegos pueden amar . . . ! ¡El mayor enemigo del amor es el apego, el deseo, en el sentido de apego!

¿Sabes por qué? Porque:

- Si te deseo . . . , si te deseo de esta manera, deseo poseerte, no puedo dejarte libre, tengo que atraparte; tengo que manipularte para poder atraparte. Voy a manipularme a mí mismo para poder engañarte y, así, atraparte.

¿Sigues lo que estoy diciendo? ¿Está suficientemente claro? ¡Oh, sí! Estás comprendiendo... ¡correcto!, ¡maravilloso!

- ... Por eso siento temor.

¿A esto le llaman "amor"? Opino que quienes piensan así no tienen inteligencia.

-¡No, por Dios! No los voy a dejar libres; no me voy a dejar libre. Estoy manipulándolos; estoy manipulándome a mí mismo..., y tratando por todos los medios atraparlos. Y..., y hay temor.



Extracto del libro:
Redescubrir la vida
Anthony de Mello
Fotografías tomadas de Internet

jueves, 27 de mayo de 2021

¿CÓMO FUNCIONA EL CONDICIONAMIENTO SOCIOCULTURAL?


 

¿CÓMO FUNCIONA EL SUPEREGO?


 

CUENTO ZEN: "PERLAS DE SABIDURÍA"


Había una vez en el lejano Oriente un hombre considerado muy sabio. Un joven viajero decidió visitarle para aprender de él.

-Maestro, me gustaría saber cómo llegar a ser tan sabio como usted.

-Es realmente sencillo, -le dijo- yo solo me dedico a descubrir perlas de sabiduría. ¿Ves aquel gran baúl de perlas?

-Sí.

-Son todas las que he acumulado durante mi vida.

-Sí pero... ¿dónde puedo encontrarlas?

-Están en todas partes. Es cuestión de aprender a discernirlas. La sabiduría siempre está preparada para quien esté dispuesto a tomarla. Es como una planta que nace dentro del hombre, evoluciona dentro de él, se nutre de otros hombres y da frutos que alimentan a otros hombres.

-Aaahhh, ya, ya.... Lo que me está diciendo es que tengo que ir descubriendo lo que hay de sabio en cada persona para crear mi propia sabiduría y compartirla con los demás...

En aquel momento, las palabras de aquel joven parecía como si se fueran formando una pequeña nube de vapor de agua que se condensaba hasta solidificarse en una pequeña perla. Inmediatamente el maestro la recogió para ponerla junto al resto de perlas.

El maestro le dijo:

-Realmente, mi única sabiduría es recopilar estas perlas para después saber utilizarlas en el momento oportuno.



Tomado de:
Sabiduría de los Maestros Orientales
“Cuentos, Frases y Pensamientos"
Janc Reiki Ho Ryu
Fotografía tomada de internet

miércoles, 26 de mayo de 2021

EL DESCONOCIMIENTO


 

EL ORIGEN DE TODOS LOS CONFLICTOS


¿De dónde crees que provienen todos los conflictos? De los apegos. ¿De dónde crees 
que proviene el sufrimiento? De los apegos. ¿De dónde crees que proviene la soledad? De los apegos. ¿De dónde crees que proviene el vacío? Tú lo sabes: el origen es el mismo. ¿De dónde crees que provienen los temores? También de los apegos. Sin apego no hay temor. ¿Lo pensaste alguna vez? Sin apego no hay temor:

-¡Te quitaré la vida!
-¡Adelante, sin titubear!

Estar libre de todo apego a la vida significa estar feliz de vivir y estar feliz de abandonar la vida. ¿Crees que es posible? ¿Sabes una cosa? Hay personas que lo han logrado, de modo que es posible. ¿Quieres lograrlo tú mismo?

- ¡Uh!

Apego. Hay apego.

Lo siento, señor, usted tiene sida; le quedan sólo seis meses de vida.

-¿Sólo seis meses? Chico, es mucho tiempo de vida. ¡Es maravilloso!

¡Qué felicidad! Esta persona no tiene ningún apego.

Entras en un restaurante. Piensas: Vamos a comer sopa esta noche. Y preguntas:

-¿Qué clase de sopa tienen? ¿Tienen sopa de tomates?

-¡No hay sopa de tomates!

-¡Por Dios! ¿Qué clase de restaurante es este?

Vamos, gente, vamos a otra parte.

¿Se dan cuenta?: "Si no hay sopa de tomates, no puedo cenar." ¡Apego! en cambio, distinto sería si preguntaras:

-¿Qué clase de sopa tienen? ¿Sopa de tomates?

- Sopa de tomates no.

-¿Qué tienen?

- Bueno, tenemos... de maíz dulce..., tenemos... eh, ... sopa de champignones...; tenemos sopa de pollo, ...tenemos...

-¡Muy bien, me gustan todas! ¿Qué tal, por ejemplo, sopa de hongos?

Voy a hacerle una mala pasada al viejo Buda, ahora mismo, y a revelarte otro pequeño secreto. Si disfrutas del aroma de un millar de flores, no te sentirás demasiado mal por la falta de una. Nadie te dijo esto jamás en tu cultura, ¿no es verdad? A mí tampoco me lo dijeron. Si disfrutas del gusto de un millar de platos, no te sentirás mal por la falta de uno. ¿Recuerdas haber sido educado para gozar de un millar de platos, de modo que nada te perturbe, porque "si pierdes aquello, tienes esto. . . "? ¿Qué te parece?

-¡Oh, no, no, no! ¡Tienes que conseguir esto!

Para eso tu cultura y la mía nos han preparado. Tenemos instrucciones equivocadas. No les importa para nada si tú y yo somos felices o no. Quieren que tengamos éxito, quieren que produzcamos. Eso es lo que quieren, aunque seamos desdichados esclavos e infelices. Así, por ejemplo, si has perdido un amigo y te ofrecen millones de amigos, dirás:

-¡No, lo quiero de ese tipo! Quiero un amigo personal, único e insustituible, para que, si me rechaza, yo sea desdichado por el resto de mi vida...

-¡Buena suerte! ¡Adiós! A este cerdo no hay que enseñarle a cantar . . .

Es demasiado peligroso. Pero ésa es la forma en que nos educaron. Así fue durante miles de años: "Debes tener deseos de cuya satisfacción dependa tu felicidad."



Extracto del libro:
Redescubrir la vida
Anthony de Mello
Fotografías tomadas de Internet

martes, 25 de mayo de 2021

ALGUNAS COSAS PASAN CON O SIN SABIDURÍA


 

ESTRATEGIAS DEL SUPEREGO


EL EGO Y SU COMPAÑERO, el superego, son voces mentales internas 
que parecen determinar quién eres. El pensamiento yo soy este cuerpo (ego) determina tu realidad individual, y los pensamientos que determinan cómo le va a tu ego, cómo podría mejorar, o por qué nunca mejorará son la voz de tu superego. Tu ego es una simulación, una realidad virtual del yo soy basada en la percepción, en las experiencias sensoriales y en el aprendizaje. Tu superego es una simulación de autoridad diseñada para controlar a tu ego. Se basa en la retroalimentación (feedback) con quienes te rodean.

Tanto el ego como su desarrollo posterior, el superego, son fenómenos maravillosos. No hay nada intrínsecamente malo en ellos. Ambos tienen un extraordinario papel que desempeñar en el teatro de la conciencia humana.

El desarrollo del ego es milagroso, y la formación del superego es quizá aún más sorprendente. El problema surge cuando monopolizan la mayor parte de tu atención y de tu fuerza vital. Entonces la atención a esta guerra interna pasa a primer plano y no nos permite experimentar la vida de forma espontánea y auténtica; unas voces afirman: «soy esto o aquello», y las opuestas dicen: «tú no eres suficientemente bueno en esto o lo otro».

Algunas voces dicen que eres bueno, precioso y bondadoso, y otras que eres horrible, feo y miserable.

Un ejemplo simple: si te golpeas la cabeza accidentalmente, después de la sensación inicial de conmoción y dolor, ¿qué voces mentales escuchas?

¿Tienen que ver con la culpa? Si es así, ¿te culpan a ti, a otra persona, o a algún objeto? Estas voces surgen del intento de superego de afirmar su control, generalmente a través del castigo verbal, para que no te vuelvas a golpear la cabeza. El superego es la autoridad que has interiorizado; una parte de tu ego se divide y se llama a sí misma «Dios» o «madre», o «padre» o «gurú». Cuando reconoces esta división, se produce una gran batalla interna, especialmente cuando estás en el «camino» espiritual, en el que el superego quiere librarse del ego. Sólo el superego desea librarse del ego. Librarse del ego es el control último. Sólo tu superego necesita la guerra. Estos pensamientos en guerra se reflejan, por supuesto, en nuestro mundo colectivo, y también en nuestro mundo individual. Sin embargo, de cara a nuestros propósitos actuales, presta atención a lo que está ocurriendo en tu realidad egoica, no porque deba o no deba suceder, sino simplemente para descubrir lo que consideras que es real.

Podemos atesorar las libertades que nos garantizan la familia, la cultura y el Estado, pero, en último término, son insignificantes si nos sentimos aprisionados internamente por una simulación de autoridad. La confianza en el superego se basa en nuestro miedo a lo que podría ocurrimos sin él.

En resumen, generalmente desconfiamos de nuestro yo esencial. En realidad desconfiamos de la libertad que anhelamos.

La pregunta es: ¿puedes reconocer un error (golpearte la cabeza) y distinguir entre lo que está bien o mal (los actos que requieren elección moral o de conciencia) sin recurrir a una autoridad fabricada que te premie o te castigue? Independientemente de las funciones que fueran apropiadas para el ego/superego en el pasado, en este momento, ¿estás dispuesto a confiar en lo aprendido? Y algo aún más radical: ¿estás dispuesto a confiar en la integridad de tu esencia? Si tienes la ambición de librarte del ego, ten cuidado, se activa la alerta roja. ¿Qué está mal en el ego? ¿Quién tiene un problema con el ego? ¿Tiene la conciencia un problema con el ego? Sólo el superego tiene un problema con el ego, y es un problema enorme. El superego quiere controlar al ego.

Cuando reconoces la tendencia del superego a dominar al ego, y sin tener que establecer a continuación un super-superego, puedes dar la bienvenida al ego con todas sus ambiciones y necesidades. En este momento, puedes recibir a todos —ego, superego, ilusión interna y externa— en la conciencia ilimitada que realmente eres. Entonces puedes experimentarte como un ser humano muy limitado, con inquietudes limitadas.

Otro de los arietes que el superego emplea comúnmente es la idea de «no valer nada», y esto ocurre especialmente en los círculos espirituales, donde suele haber mucho miedo a la arrogancia. Pero la arrogancia y el menosprecio son las dos caras de la misma moneda egoica. Ninguna de estas dos experiencias tiene que ser evitada. Ambas pueden ser afrontadas de maneras simples e investigadas directamente. Si te permites ser plena y completamente arrogante por un segundo, verás el absurdo de la arrogancia, sus posturas, su vaciedad. Exactamente lo mismo ocurre con la subvaloración. Si experimentas plena y totalmente un segundo de verdadero y completo menosprecio, éste se convierte en nada. Se revela como otra arma más del superego, que no tiene nada que ver con la verdad de quien eres. Si huyes de la arrogancia, de la minusvaloración, o de cualquier otra experiencia, estás constriñendo la fuerza vital. Estás intentando desesperadamente ser lo que crees que deberías ser, al tiempo que te sientes perseguido por lo que crees ser.

Otro aspecto interesante en el reconocimiento del superego es que si se enzarza en una batalla con el ego, sin duda la ganará. Está diseñado para vencer porque tiene a «Dios» de su lado. Es la autoridad. Cualesquiera que sean los pequeños argumentos que pueda esgrimir el ego, el superego ganará; caso cerrado. El impulso de escuchar y dejarse golpear por el superego es muy intenso, pero la voluntad de detenerse y ver qué hay debajo revelará la realidad del espacio que está más allá de todas las facetas del superego. Entonces verás que el superego no es más que sudo y furia, es decir, no es otra cosa que aprendizaje condicionado. Pero así es como nuestros padres, las culturas y las religiones nos enseñan a los animales humanos, y llevamos sus voces grabadas muy dentro.

La estrategia fundamental del superego consiste en un sistema de premios y castigos. Es muy primitiva, pero funciona. Tienes que ver cómo te hablas a ti mismo internamente, y cómo hablas a los demás en términos de premio o castigo. De otro modo, esta forma-pensamiento llamada «superego», que dice «yo soy la autoridad, yo sé lo que está bien y lo que está mal», continúa operando subconscientemente.

No hay nada malo en los premios y castigos. Son unas herramientas de aprendizaje muy eficaces. Pueden ser muy apropiadas para educar a los niños, a los animales domésticos, a los alumnos o a los compañeros de trabajo. Pueden ser válidas para según qué ámbitos. Pero cuando abordas el anhelo y el deseo de verdad, las estrategias de premio o castigo distraen la mente. La mente sigue asumiendo el control como «verdadero juez». Sin embargo, la verdad está más allá de la mente. Es incontrolablemente libre.

No puede ser castigada ni premiada.

Para investigar cómo funciona el superego dentro de tu propia mente, puedes plantearte preguntas, y dejar que las respuestas afloren libremente desde el inconsciente. Plantéate estas preguntas: ¿cómo castigo? y ¿cómo premio? No hagas distinciones entre los premios y castigos internos o externos.

Cuando concluyes que has hecho algo bien, ¿qué tipo de elogios te dedicas? ¿Alguna invitación especial? ¿Tiernas palabras de amor? Y si concluyes que has hecho las cosas mal, ¿cómo te castigas?: ¿palabras duras? ¿Ira? ¿Odio?

Al principio, tus respuestas pueden parecer obvias, cosas que ya sabes.

Pero después puede que te sorprendan, y ésa es la verdadera clave para la autoindagación: estar suficientemente abierto como para descubrir cosas de las que antes no eras consciente, cosas desconocidas y no examinadas; en este caso, descubrir cómo se manifiesta el superego dentro de tu propia mente. Que las respuestas sean espirituales o terrenales, iluminadas o mundanas, es totalmente irrelevante.

Ve, siente y experimenta en tu mente lo que esta indagación revela. Es posible que tengas muchas más estrategias de premio que de castigo. Tal vez se den de forma equilibrada. Quizá te castigues ahora por haberte castigado antes. La clave está en estar dispuesto a ver cómo funciona tu propia mente sin juicio, sin incrementar el poder de las estrategias. Mira si al sacar a la luz las estrategias surge una llama interna. Si hay una llama y no la evitas, sino que te rindes a ella, ¿qué revela?

Cuando la mente empiece a reactivarse, permítete durante un momento abandonar todas las estrategias, descubrir qué está debajo de todo, antes de todo, después de todo, lo que está siempre aquí, lo que no puede ser revocado ni otorgado.



Extracto del libro:
El Diamante en tu bolsillo: Descubre tu verdadero resplandor
Gangaji
Imágenes tomadas de internet

lunes, 24 de mayo de 2021

VERDADERAS DEMOCRACIAS


 

EL AMOR ESTÁ EN EL INTERIOR DEL HOMBRE


Un escultor se hallaba tallando una roca. Alguien que había ido a ver cómo se hacía una estatua, observó que no había indicio alguno de una estatua. Sólo había una roca que era tallada aquí y allá con cincel y martillo.

El hombre preguntó: ‘¿Qué estás haciendo? ¿No vas a hacer una estatua? He venido a ver cómo se hace una estatua, pero veo que estás cincelando una roca’.

El artista respondió: ‘La estatua se halla oculta en su interior. No es necesario hacerla. Sólo hay que quitar el volumen de piedra inútil que la cubre y la estatua aparecerá. Una estatua no se fabrica: es descubierta. Es develada, es traída a la luz’.

El amor se halla encerrado en el interior del hombre: sólo hay que liberarlo. No es necesario importarlo desde el exterior. No es una mercancía que debamos adquirir en algún mercado. Está allí, como la fragancia de la vida. Está en el interior de todo el mundo. No se trata de producirlo: hay que descubrirlo. Sin embargo, ¿con qué nos hemos cubierto, qué es lo que le impide salir?

El amor se halla en nuestro interior. El amor es nuestra naturaleza intrínseca. Es un completo error pedirle al hombre que dé amor. El problema no consiste en crear amor, sino en indagar y descubrir los motivos por los cuales no logra manifestarse


FUENTE: OSHO: Del libro ‘Del Sexo a la Superconsciencia’, Capítulo 1, tomado de la dirección internet www.oshogulaab.com/OSHO/TEXTOS/delsexo1.htm, Bogotá, nov-03

domingo, 23 de mayo de 2021

EL ESPACIO DEL DESCONOCIMIENTO


 

EL SUFRIMIENTO Y EL APEGO


Yo no creo que Buda fuera tan necio como para pensar que no deberíamos tener deseos.

¡Por Dios! Yo no estaría diciendo esto si no tuviera el deseo de hacerlo. Tú no me escucharías si no tuvieras el deseo de saber lo que digo. Por lo tanto, te daré la mejor versión de la fórmula: "El mundo está lleno de sufrimiento; la raíz del sufrimiento es el apego; la supresión del sufrimiento significa la eliminación, el abandono, de los apegos."

Bien sabes que existen deseos de cuya satisfacción no depende mi felicidad. Tienes cantidades de deseos de cuya satisfacción no depende tu felicidad. Si así no fuera, estarías trepándote por las paredes, serías el rey de los neuróticos. Todos tenemos deseos; deseamos toda clase de cosas y nos sentimos felices de obtenerlas. Hay una clase de deseos que, si no los satisfacemos, no por eso nos entristecemos. Pero hay otros deseos frente a los cuales nos decimos:

-¡Santo Dios, si no conseguimos esto, vamos a ser desdichados... !

A los deseos de este tipo Buda los llama apegos .


Extracto del libro:
Redescubrir la vida
Anthony de Mello
Fotografías tomadas de Internet

sábado, 22 de mayo de 2021

EL PUENTE QUE UNE DOS LEYENDAS


 

EL VERDADERO PODER


Un hombre de corazón endurecido decidió hacerse discípulo de un sabio con fama de 
tener mucho conocimiento y poder. En realidad, lo que deseaba era llegar a convertirse en maestro él mismo y reunir miles de discípulos que lo venerasen y satisfacieran todos sus caprichos. Pero el sabio, leyendo el corazón de aquel hombre, lo rechazó como discípulo. No obstante, no se dio por vencido. Corría el rumor de que el maestro poseía un talismán mágico que era la fuente de su poder y sabiduría, por lo que decidió averiguar si era cierto, y llegado el caso, robarlo. Por fin, una noche, después de mucho esperar y acechar, logró hacerse con el talismán. Pero aquel individuo, por más que manipulaba y estudiaba el talismán, no era capaz de adquirir un ápice de conocimiento ni poder aunque, no obstante, llegó a tener algunas centenas de pobres discípulos a los que enseñaba. Confiaba en que antes o después el talismán le relevase todos sus secretos.

Pero una noche, de repente, apareció en su estancia el maestro.

-Eres un pobre desgraciado que no conoce las consecuencia de sus actos -le espetó-. Haces creer a esos pobres desgraciados que eres un maestro, y en realidad estás manipulando sus emociones y anhelos. Nadie te dio la potestad de enseñar. Esta potestad sólo puede otorgarla un hombre de conocimiento como yo. Y ni yo, ni nadie como yo te la dará jamás. Ahora devuélveme el talismán que me robaste .

Aquel hombre, sintiéndose atrapado, contestó lleno de ira:

-Está bien, tal vez yo no logre nunca el conocimiento y el poder, pero tú lo has perdido y por eso vienes a buscar el talismán mágico que otorga esos dones. Pues has de saber que no te lo devolveré nunca, antes te mataré o tendrás tú que matarme.

-Pobre desgraciado -dijo el maestro-, no te das cuenta de tu estupidez. ¡Yo soy un maestro y puedo hacer otro talismán! ¡Tú con el talismán no puedes ser un maestro.


Del libro:
Los 120 mejores cuentos
de las tradiciones espirituales de oriente
Recopilación de Ramiro Calle y Sebastián Vázquez
Fotografía tomada de internet

jueves, 20 de mayo de 2021

DISCÍPULOS IMITADORES Y SEGUIDORES DE RUTINAS


 

MANTRA PARA RECONOCER A LA PERSONA AMADA


El segundo mantra dice: «Querido, saber que estás aquí me hace muy feliz».

Si el primer paso consiste en estar disponible para la otra persona, el segundo consiste en reconocer su presencia. Como estás completamente presente, reconoces también lo preciosa que es la presencia de la persona amada. Cuando abrazas con atención plena a la persona amada, esta se abre como una flor. Ser amado significa, por encima de todo, ver reconocida la propia existencia.

Estos dos primeros mantras pueden aportar felicidad de inmediato. Aunque la persona amada no se halle físicamente presente, siempre puedes utilizar el teléfono o un correo electrónico que diga:

«Querido, saber que estás ahí me hace muy feliz». Esa es una auténtica meditación, una meditación llena de amor, compasión, alegría y libertad, los cuatro componentes del amor descritos por el Buda.


Extracto del libro:
Miedo
Thich Nhat Hanh
Fotografía tomada de internet

miércoles, 19 de mayo de 2021

MUTILANTES DE NUESTRA SINGULARIDAD


 

PENSAMIENTOS CATASTRÓFICOS ANTE EL FUTURO


CAPÍTULO 6
Pensamientos catastróficos ante el futuro

El miedo al futuro y la incertidumbre ante lo que vendrá hacen que muchas personas se paralicen y no sean capaces de tomar decisiones acertadas. ¿Por qué cuando traspasamos los límites del amor maduro y entramos en una relación enfermiza, aun a sabiendas de lo que ocurre, no hacemos nada al respecto? Una de las razones es el miedo al futuro; a lo desconocido, a equivocarse, a sentir culpa, a arrepentirse y a la soledad afectiva. La expectativa de un porvenir incierto hace que se prefiera lo malo a lo posible.

Defender los propios derechos de la pareja, tratar de modificar o acabar una relación enfermiza o reestructurar las relaciones de poder con la persona que queremos, genera estrés e inseguridad en grandes cantidades; sería ingenuo pensar lo contrario. Pero una cosa es ser realista frente al futuro y preparase para cualquier eventualidad y otra muy distinta generar un trastorno de ansiedad anticipatoria y preocuparse irracionalmente.

A continuación, señalaré cuatro pensamientos negativos frente al futuro que nos impiden ponerle límites al amor inmaduro y dañino.

¿Y si me arrepiento? Este miedo a cometer un error irreparable adquiere dos facetas: la primera es querer regresar a la relación y que nos digan que no y/o, la segunda, dudar que hayamos hecho lo humanamente posible para salvar la relación.

Para no sentirnos mal y abrumados con estos pensamientos, necesitamos tener la conciencia tranquila y la convicción profunda de que hicimos todo lo que estaba a nuestro alcance. El problema es que para algunos, "lo humanamente posible" es definitivamente ilimitado.

Una de mis pacientes logró, después de muchos tires y aflojes, irse a vivir donde su madre porque su marido era un hombre totalmente celoso y asfixiante: le prohibía hablar por teléfono, no la dejaba usar faldas ni maquillarse y no la dejaba tener "amigas separadas" ni salir sola. Cuando llegaba de la calle le olía la ropa interior y vigilaba constantemente su actitud durante las relaciones sexuales.

En cierta ocasión, ella se animó a besarlo de una manera más efusiva de como solía hacerlo y de inmediato el hombre entró en furia: "¿Quién te ha enseñado a besar así?", le preguntó indignado. La vida para mi paciente era poco menos que un calvario.

Presa del desespero, la mujer intentó por todos los medios que él aceptara ir a terapia de pareja (en realidad, era él quien necesitaba tratamiento por su marcada celotipia), pero el esposo jamás aceptó. También quiso hacerlo entrar en razón con argumentos lógicos, pero no obtuvo resultados. Al fin, cansada y deprimida, decidió irse. Sin embargo, cuando se instaló en la casa de su madre, las dudas comenzaron a torturarla: "¿Habré hecho todo lo posible?", "¿Me habrá faltado paciencia?" Preguntas que no partían de un análisis objetivo de o que había sido en verdad la relación. ¡Qué más podía pedírsele a mi paciente! Incluso podría pensarse que aguantó demasiado. Pero, influenciada por su familia y la idea del "cumplimiento del deber", todavía dudaba.

El delirio celotípico necesita ayuda profesional y no son casos fáciles de resolver. El argumento que más la mortificaba era el siguiente: "Si él está enfermo, lo que necesita es ayuda y no abandono. ¿Por qué no seguir intentándolo hasta convencerlo?" Porque el marido no era una santa paloma y cada vez se volvía más peligroso. Una cosa es la explicación de por qué el hombre se comportaba de esa forma (describir los hechos) y otra la justificación ética de tal o cual comportamiento. La enfermedad del esposo de mi paciente, sin duda, podía explicar en parte la conducta obsesiva, pero no había ningún tipo de justificación para el maltrato psicológico. Hitler también estaba enfermo y muchos asesinos en serie lo están, ¿que no es lo mismo? Pues, en esencia, son parecidos. Los que han vivido bajo un régimen de tortura psicológica saben de lo que hablo. La enfermedad de los celos no exime de responsabilidad a quien la padece, porque muchas de estas personas saben que necesitan ayuda y no quieren aceptarla. ¿Acaso un crimen pasional motivado por los celos debe quedar exonerado moralmente? En el caso de mi paciente, el cuestionamiento era obvio: ¿arrepentirse de qué? Había que salvarse, ésa era su primera obligación: "el ser para sí". Pero aun con la evidencia a favor y la cruda realidad del maltrato, una duda continuaba mortificándola: "¿Y si le hubiera dado otra oportunidad?" Olvidaba que la "última oportunidad" venía dándose todos los días desde hacía casi dos años.

Precisamente, poner un límite racional, amparado en la dignidad u otros derechos, es lo que nos garantiza no entrar en el ciclo interminable de disculpas y disculpados.

No niego que haya ocasiones en que la pareja psicológicamente enferma acepte un tratamiento profesional y se produzca una cura significativa, como suele ocurrir en muchos casos de depresión. Sin embargo, para que este proceso se lleve a cabo exitosamente deben darse al menos dos condiciones: primero, pedir ayuda lo antes posible para evitar dañar al otro y, segundo, la persona con el trastorno debe aceptar el tratamiento de manera comprometida y seria.

Cuando le pregunté a mi paciente qué extrañaba de su relación, me dijo: "Los momentos buenos". Entonces le pedí que hiciéramos una lista de los "momentos buenos" y los "momentos malos" en los últimos cuatro meses. Los primeros quedaron consignados en media página y los segundos en nueve tamaño carta. Perdemos el norte fácilmente, la mente nos traiciona e inventamos situaciones que no existen o magnificamos e idealizamos aquéllas que fueron satisfactorias. En una cita, al verla con tantas dudas, le pregunté:"¿Piensas volver con él?" Su respuesta fue: "Por ahora no, quizás más adelante, cuando se tranquilice todo" ¿Qué hace ante la testarudez afectiva? Realismo en cantidades industriales, ver la que es, ser valiente, aguantar el dolor. y. no dejar que la mente caiga en uña desviación optimista.

Dos arrepentimientos típicos anticipados que pueden presentarse son:

"¿Y sí lo extraño?” Vas a romper tu relación porque no te conviene, no porque lo dejaste de querer. Duele, pero no mata. Al cabo de un tiempo, el corazón se estabiliza. Hasta las relaciones afectivas más terribles tienen "algo" bueno, así que es normal extrañar alguna cosa de la relación. Sin embargo, es más importante el inventario costo/beneficio que los hechos puntuales agradables. Como dije antes, las cosas buenas no tapan las malas, sobre todo si estas últimas afectan los principios y la autorrealización.

"¿Y si me siento culpable?” Piensa bien cómo es tu relación, toda la relación y no sólo pedazos aislados. Escribe lo que hiciste y lo que dejaste de hacer. Vuelve a los hechos. Nunca olvides que el límite es el autoréspeto.

Hay que enfrentar la culpa: ¿Violaste algún derecho de tu pareja intencionalmente? Si es así, remordimiento y reparación, pero si no, a vivir de nuevo y mejor.

Siempre hay posibilidades de que te arrepientas, por eso, cualquier decisión que tomes debe ser reflexionada y razonable. Deliberación seria y profunda, pro y contra, sin autocompasión ni autoengaño. Eso es lo que se requiere.



Extracto del libro:
Los límites del amor
Walter Riso
Fotografías tomadas de Internet
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