domingo, 31 de enero de 2021

SEGUIR EL CAMINO


 

SIN ERRORES


Quien nunca ha cometido un error nunca ha 
probado algo nuevo.
(Albert Einstein)

El método de prueba y error es fundamental en la ciencia, así como en el aprendizaje. Sin cometer errores, sin enfrentarnos a lo desconocido, es imposible la evolución. El emprendedor y fundador de Microsoft, Bill Gates, dijo: «De los errores se aprende más que de los éxitos. Está bien celebrar el éxito, pero es más importante prestar atención a las lecciones del fracaso».

Según explicaba en una entrevista, el fracaso es un motor de la creatividad, porque te obliga a ir más allá de lo que habías pensado para solucionar las cosas.

El escritor y publicista Gabriel García de Oro nos explica en su libro Matrícula de error que la aceptación positiva de los errores y la capacidad de asumirlos nos da la posibilidad de mejorar las cosas. En palabras de este autor: «El camino del error es el más frecuente, por suerte, dicho sea de paso; desde los orígenes, ya lo escogieron Adán y Eva comiéndose la manzana, y con ello avanzaron y salieron a un nuevo mundo en el que aprendieron que el error se paga y es el que nos han legado. En definitiva, una búsqueda del acierto a través del error y la superación del “errorterror” que no nos deja ir más allá por el miedo al fracaso del que no podemos separarnos, porque en gran medida es cultural. Sin embargo, conseguirlo no solo nos hace más libres, porque nos ayuda a luchar por nuestras ilusiones y nuestros sueños, sino que en muchos casos es la verdadera opción de dar con lo tantas veces deseado».


Tomado del libro:
Einstein para despistados
Allan Percy
Fotografía de Internet

sábado, 30 de enero de 2021

MI SIMPLE RELIGIÓN


 

EL JUGADOR


Aquél no era un domingo cualquiera del año 67. Era un domingo de clásico. El club Santafé definía el campeonato contra el Millonarios, y toda la ciudad de Bogotá estaba en las tribunas del estadio. Fuera del estadio, no había nadie que no fuera paralítico o ciego.

Ya el partido estaba terminando en empate, cuando en el minuto 88 un delantero del Santafé, Omar Lorenzo Devanni, cayó en el área, y el arbitro pitó penal. Devanni se levantó, perplejo: aquello era un error, nadie lo había tocado, él había caído porque había tropezado.

Los jugadores del Santafé llevaron a Devanni en andas hasta el tiro penal. Entre los tres palos, palos de horca, el arquero aguardaba la ejecución. El estadio rugía, se venía abajo.

Y entonces Devanni colocó la pelota sobre el punto blanco, tomó impulso y con todas sus fuerzas disparó muy afuera, bien lejos del arco.



Tomado de:
Cuentos de Galeano en la Jornada
Eduardo Galeano
Fotografía de internet

viernes, 29 de enero de 2021

EL TESTIGO INTERIOR


 

YO NO ESTOY PERDIDO


Jones paró su automóvil grande y caro en una carretera rural y miró confundido a su alrededor. Vio de lejos a un joven peón de granja recostado en una cerca y le gritó: ‘iHola! ¿Qué tan lejos estoy de Nueva York?’

El joven lo pensó y le contestó: ‘No lo sé’.

‘Bueno, entonces, ¿cuál es el mejor camino para llegar allá?’

De nuevo el joven granjero lo pensó y respondió: ‘No lo sé’.

‘Bueno, entonces, dónde es la gasolinera más cercana para conseguir un mapa?’

El joven pensó por más tiempo y de nuevo dijo: ‘No sé’.

El hombre del auto le dijo con desprecio: ‘No sabes mucho, no?

Y el joven le contestó: ‘Yo no estoy perdido’.👀



FUENTE: OSHO: ‘El Hombre que Amaba las Gaviotas y Otros Relatos’, Grupo Editorial Norma, Bogotá, 2003, ISBN 958-04-7279-3, Pag. 251

jueves, 28 de enero de 2021

SOMBRAS


 

OPRESIÓN


El Maestro siempre permitía que cada cual creciera a su propio ritmo. Que se sepa, nunca 
pretendió "presionar" a nadie. Y él mismo lo explicaba con la siguiente parábola.

"Una vez, al observar un hombre como una mariposa
luchaba por salir de su capullo, con demasiada lentitud 
para su gusto, trató de ayudarla soplando delicadamente.
Y en efecto, el calor de su aliento sirvió para acelerar el proceso.
Pero lo que salió del capullo no fue una mariposa, sino una criatura con las alas destrozadas.

Cuando se trata de crecer, concluyó el Maestro, no se puede acelerar el proceso, porque lo único que puede conseguirse es abortarlo.



Anthony de Mello
Fotografía tomada del internet

miércoles, 27 de enero de 2021

MOMENTOS DE LUZ Y OSCURIDAD


 

LA PERCEPCIÓN DEL MUNDO


Si la creencia en la muerte crea el cuerpo ¿por qué un animal tiene cuerpo? Un animal no tiene un ego y no cree en la muerte...

Eckhart Tolle
Pero a pesar de ello, muere, o eso parece.

Recuerde que su percepción del mundo es un reflejo de su estado de conciencia. Usted no está separado de él y no hay mundo objetivo allá afuera. En cada momento, su conciencia crea el mundo que usted habita. Una de las grandes comprensiones que ha surgido de la física moderna es la de la unidad entre el observador y lo observado: la persona que dirige el experimento -la conciencia observadora- no puede separarse de los fenómenos observados, y una forma diferente de mirar hace que los fenómenos observados se comporten de modo diferente. Si usted cree, en un nivel profundo, en la separación y la lucha por la supervivencia, entonces ve esta creencia reflejada alrededor de usted y sus percepciones son gobernadas por el miedo. Usted habita un mundo de muerte y de cuerpos que luchan, matan, y se devoran unos a otros.

Nada es lo que parece ser. El mundo que usted crea y ve a través de la mente egotista puede parecer un lugar muy imperfecto, incluso un valle de lágrimas. Pero cualquier cosa que usted perciba es solamente una especie de símbolo, como una imagen en un sueño. Es la forma en que su conciencia interpreta e interactúa con la danza de energía molecular del universo. Esta energía es la materia prima de la "llamada" realidad física. Usted la ve como cuerpos y nacimiento y muerte, o como lucha por la supervivencia. Es posible y de hecho existe, un número infinito de interpretaciones completamente diferentes, de mundos completamente diferentes, según la conciencia que los percibe. Cada ser es un punto focal de conciencia y cada punto focal crea su propio mundo, aunque todos los mundos están interconectados. Hay un mundo humano, un mundo de las hormigas, un mundo de los delfines, etcétera. Hay innumerables seres cuya frecuencia de conciencia es tan diferente de la suya, que probablemente usted es inconsciente de su existencia, como ellos lo son de la suya. Los seres altamente conscientes, que se dan cuenta de su conexión con la Fuente y con los demás, habitarían un mundo que parecería un reino celestial; y sin embargo todos los mundos son finalmente uno.

Nuestro mundo humano colectivo se crea en gran medida por medio del nivel de conciencia que llamamos mente. Incluso dentro del mundo colectivo humano hay grandes diferencias, muchos "submundos" diferentes, dependiendo de los que perciben o crean sus mundos respectivos. Puesto que todos los mundos están in­terconectados, cuando la conciencia colectiva humana se transforme, la naturaleza y el reino animal reflejarán esa transformación. De ahí la frase de la Biblia que dice que en los tiempos venideros "El león descansará con el cordero". Esto señala la posibilidad de un orden de realidad completamente diferente.



Del libro:
El Poder del Ahora
Eckhart Tolle
Imagen tomada del internet

martes, 26 de enero de 2021

LA NATURALEZA


 

LA PUERTA


A Carlos, que después de esta historia, ya en plena democracia, volvió a prisión por el delito de ser periodista.

En una barraca, por pura casualidad, Carlos Fasano encontró la puerta de la celda donde había estado preso

Durante la dictadura militar uruguaya, él había pasado seis años conversando con un ratón y con esa puerta de la celda número 282. El ratón se escabullía y volvía cuando quería, pero la puerta estaba siempre. Carlos la conocía mejor que la palma de su mano. No bien la vio, reconoció los tajos que él había cavado con la cuchara, y las manchas, las viejas manchas de la madera, que eran los mapas de los países secretos adonde él había viajado a lo largo de cada día de encierro.

Esa puerta y las puertas de todas las otras celdas fueron a parar a la barraca que las compró, cuando la cárcel se convirtió en shopping center. El centro de reclusión pasó a ser un centro de consumo y ya sus prisiones no encerraban gente, sino trajes de Armani, perfumes de Dior y videos de Panasonic.

Cuando Carlos descubrió su puerta, decidió quedársela. Pero las puertas de las celdas se habían puesto de moda en Punta del Este, y el dueño de la barraca exigió un precio imposible. Carlos regateó y regateó hasta que por fin, con la ayuda de algunos amigos, pudo pagarla. Y con la ayuda de otros amigos, pudo llevarla: más de un musculoso fue necesario para acarrear aquella mole de madera y hierro, invulnerable a los años y a las fugas, hasta la casa de Carlos, en las quebradas de Cuchilla Pereira.

Allí se alza, ahora, la puerta. Está clavada en lo alto de una loma verde, rodeada de verderías, de cara al sol. Cada mañana el sol ilumina la puerta, y en la puerta el cartel que dice: Prohibido cerrar.



Tomado de:
Cuentos de Galeano en la Jornada
Eduardo Galeano
Fotografía de internet

lunes, 25 de enero de 2021

RESPONSABLES


 

LA CÉLULA DE CÁNCER


Una pequeña célula embrionaria, una célula embrionaria de cáncer, se encontró con otra célula embrionaria de cáncer en el torrente sanguíneo de un cuerpo donde ambas nadaban. La primera le preguntó a la segunda:

-No te ves bien. Estás enferma o algo?

Y la otra le respondió:

-Creo que he contraído penicilina’.




FUENTE: OSHO: ‘El Hombre que Amaba las Gaviotas y Otros Relatos’, Grupo Editorial Norma, Bogotá, 2003, ISBN 958-04-7279-3, Pag. 249

domingo, 24 de enero de 2021

LA VERDADERA COMPASIÓN


 

GRANDEZA


Lo malo de este mundo, dijo el Maestro tras suspirar hondamente, es que los seres humanos 
se resisten a crecer. ¿Cuándo puede decirse de una persona que ha crecido?, preguntó un discípulo. El día en que no haga falta mentirle acerca de nada en absoluto.



Anthony de Mello
Fotografía tomada del internet

viernes, 22 de enero de 2021

LEJANIAS


 

LA EXTRAORDINARIA PARTIDA DEL MAESTRO FUGAI


El maestro Fugai, monje japonés del siglo 16, era un excelente pintor. Se le consideraba sabio y generoso, pero también era muy severo consigo mismo y con sus discípulos.

Se dice que Fugai llegó a su fin de una manera extraordinaria. Sintiendo que su último día había llegado, rápidamente hizo que cavaran un hoyo, se metió en él y le pidió al sepulturero que lo cubriera de tierra. El hombre, asombrado, se fue corriendo.

Cuando regresó al lugar encontró al maestro parado en el hoyo, muerto con gran dignidad.




FUENTE: OSHO: ‘El Hombre que Amaba las Gaviotas y Otros Relatos’, Grupo Editorial Norma, Bogotá, 2003, ISBN 958-04-7279-3, Pag. 235

jueves, 21 de enero de 2021

NADA QUE FUERA REAL MURIÓ NUNCA


 

PRETENTER


Por naturaleza somos criaturas fantasiosas. Así como una ardilla esconde 
sus nueces, los humanos desarrollan creencias. Así añadimos significado a nuestras vidas, organizamos y definimos nuestra historia personal.

Cada uno de nosotros es un novelista o guionista para nuestra historia propia, y pretendemos que aquello que pensamos sobre nuestra vida es la verdad total.

Sin embargo, es imposible darnos cuenta que aunque este proceso de definir nuestra realidad es muy creativo, retador e incluso divertido, nunca está completo ni es del todo preciso. Nuestras creencias dejan fuera un gran trozo de la realidad de la situación. Por ejemplo, si creemos que alguien es una buena persona, hemos obviado la parte obscura de esa persona. Si pensamos que alguien es un cretino, hemos obviado alguna de sus buenas cualidades. La naturaleza limitada de las creencias aplica no solo a nuestras creencias sobre otras personas, sino también a nuestras creencias sobre nosotros mismos. Tenemos una identidad compuesta por las creencias sobre nosotros mismos y esa identidad es, por tanto, tan fluida, cambiable e incompleta como cualquier otro grupo de creencias.

Esto no es un problema, incluso es un proceso muy creativo. Sin embargo, muchas veces olvidamos que estamos pretendiendo algo. Pretendemos que somos buenas personas, o mejores que otros y luego olvidamos que esto es solamente la mitad de la verdad. Es como ver una película, olvidar que es ficticia, y luego sentirnos enojados por las acciones de los personajes incluso varias horas o días luego de terminada la película. Los actores recibieron un pago para actuar como malas personas, pero olvidamos que todo fue inventado.

Por tanto, aunque no haya nada mal con nuestro sistema de creencias e identidades, puede causarnos sufrimiento cuando olvidamos que son fantasías. Si nos aferramos a ellas de modo rígido y las defendemos de toda contradicción, pueden limitar nuestra consciencia y acciones.

Estamos atrapados en una película de fantasía creada por nuestra propia mente y olvidamos que podemos cambiar el libreto en cualquier momento. Saber que la realidad no es como la imagina, no necesariamente cambie su experiencia. Pero puede permitirle disfrutar el momento tal cual es, así como saber que está viendo una película puede permitirle disfrutar las payasadas de un superhéroe o los actos de desesperación de un corazón roto junto a una amante, sin enojarse demasiado.

Olvidar que las interpretaciones de su propia vida son inventadas, puede significar que en lugar de disfrutar la riqueza de cada experiencia usted está ocupado tratando de cambiar las cosas para resolver problemas creados por su sistema de creencias.

¿Qué significa ser rico o estar arrancado? ¿Cómo es usted cuando le han convertido en el blanco de una broma? ¿Cómo se siente cuando su carrera es un éxito o fracasa? ¿Quién piensa que es en realidad? A usted le corresponde formular las respuestas a todas estas preguntas y a millones más. En medio de este proceso increíblemente creativo de crear el cuento de su existencia, también tiene la oportunidad de ver más allá de la historia para percibir que más hay allí. ¿Qué cosas están presentes ahora mismo que no son parte de sus creencias? ¿Cuál es la verdadera realidad detrás de nuestra realidad imaginada? ¿Qué crea el mundo físico?

¿Qué creó la mente que está formulando sus creencias? No hay necesidad de hallar respuestas definitivas, ya que solo serian más creencias.

En su lugar, puede jugar con un sin fin de nuevas posibles respuestas y así descubrir el potencial ilimitado de su verdadera naturaleza.

¡Imagine que divertido es!



Extracto del libro:
Eso es eso
aka Nirmala
Fotografía tomada de internet

miércoles, 20 de enero de 2021

LA MORTALIDAD DE LAS FORMAS FÍSICAS


 

CUARENTA MONEDAS DE PLATA


Un hombre poseía cuarenta monedas de plata y, todos los días, echaba una de ellas al mar para penitencia de su ego. Este hombre era un gran guerrero y no conocía el miedo frente al enemigo. Cuando recibía una herida se la vendaba y volvía al combate. Durante una guerra, después de haber recibido una veintena de lanzazos y otras tantas flechas, perdió sus fuerzas y cayó a tierra. Su alma se reunió entonces con la de los fieles.

No consideres esta muerte como formal. Pues el cuerpo es como un instrumento para el espíritu. Cuando su caballo ha muerto, ya no puede avanzar. Mucha gente ha vertido su sangre en apariencia, pero se ha reunido en el otro mundo con su ego muy vivo. La herramienta está rota, pero el bandido sigue viviendo. El cuerpo está ensangrentado, pero el ego irradia salud.

Muchos egos de mártires han muerto en este mundo y se pasean, sin embargo, vivos. El espíritu ha atacado, pero el cuerpo carecía de espada. La espada es desde luego, la misma espada, pero el hombre no es el mismo hombre y esta apariencia es lo asombroso. Cuando cambias tu ego, sabe que la espada del cuerpo está en la mano de Dios.


150 Cuentos sufíes
Maulana Jalāl al-Dīn Rūmī
Fotografía tomada de internet

martes, 19 de enero de 2021

LA AUSENCIA DE LA COMPARACIÓN


 

PENSAMIENTOS Y CREENCIAS


 

22.LA REPUTACIÓN.


La gente depende de la opinión de los demás, de la apreciación de su imagen, 
de su fama buena o mala, de su prestigio en la escala social.

Este prejuicio y sus abundantes sinónimos y equivalencias alcanzan al honor y al valor.

En la antigua Grecia se ignoraba a los cobardes. En Esparta un juicio negativo podía condenar al ostracismo, a ser ignorados, a no hablarle. Se significaban porque tenían que dejarse la barba larga y toda su familia se avergonzaba. Las hijas no encontraban marido y hasta se les podía pegar. Muchos se suicidaban.

En cuanto a los soldados, las mujeres decían que habrían de volver de la guerra o con el escudo, como vencedores o sobre él como muertos. Esta idea del honor hidalgo, se ha desarrollado en las épocas feudales donde todos los parientes conformaban un solo clan del que dependía la supervivencia del grupo y cualquier traición o cobardía podía traer consecuencias para la vida y el honor de todos. Así el deshonor en el Japón hasta mediados del siglo veinte en que el Emperador lo prohibió tras perder la guerra, sólo podía salvarse por el SEPUKU, el suicidio ritual.

Muchos países africanos y asiáticos conservan este tipo de creencias mágicas sobre el castigo por la ruptura de reglas intocables, tabú, que se pagan con la muerte por autosugestión VUDÚ. Saben que tienen que morir y mueren sin que nadie conozca su falta. En nuestras sociedades occidentales ha cumplido esa función represora el miedo a la condenación eterna de carácter igualmente mágico y medieval.



Bibliografía:
La luciérnaga ciega: Soko Daido Ubalde
Fotografía tomada de internet

lunes, 18 de enero de 2021

EL BAILE DE LA VIDA


 

NADA FRACASA TANTO COMO EL ÉXITO


Se dice de Alejandro Magno que el día que se convirtió en conquistador del mundo cerró las puertas de su habitación y se puso a sollozar. 

Sus generales estaban muy molestos. ¿Qué había sucedido? Nunca habían visto a Alejandro llorar. No era esa clase de hombre, era un gran guerrero. Lo habían visto en tremendas dificultades, en situaciones en que su vida corría grave peligro, en que la muerte era inminente, y no habían visto salir de sus ojos ni una sola lágrima. Nunca lo habían visto en un momento de desesperanza. ¿Qué le estaba ocurriendo ahora, ahora que tenía éxito, ahora que era el conquistador del mundo? 

Golpearon a su puerta, entraron y le preguntaron: ¿Qué le sucede? ¿Por qué llora como un niño? Y él respondió: Ahora que he tenido éxito, sé que todo ha sido un fracaso. Ahora sé que estoy parado exactamente en el mismo lugar donde estaba antes de comenzar con estas tonterías de conquistar el mundo. Y esto me ha quedado claro ahora que no hay otro mundo que conquistar. Ya no hay ningún otro mundo que conquistar, no hay nada más que hacer, y de repente me siento abandonado a mi suerte. 



FUENTE: OSHO: ‘El Hombre que Amaba las Gaviotas y Otros Relatos’, Grupo Editorial Norma, Bogotá, 2003, ISBN 958-04-7279-3, Pag. 173

domingo, 17 de enero de 2021

ABRIR O CERRAR


 

OPOSICIÓN


A un individuo dotado de auténtico espíritu emprendedor, pero al que desalentaban las 
frecuentes críticas que se le hacían, le dijo el Maestro: Escucha las palabras del crítico, que te revelarán lo que tus amigos tratan de ocultarte. Y añadió: Pero no te dejes abrumar por lo que el crítico diga. Nunca se ha erigido una estatua en homenaje a un crítico. Las estatuas son para los criticados.



Anthony de Mello 
Fotografía tomada del internet

sábado, 16 de enero de 2021

COMUNICACIÓN DIGITAL


 

LAS MISERIAS DEL HOMBRE


 

HACIA UN ORDEN DE REALIDAD DIFERENTE


No estoy de acuerdo en que el cuerpo tiene que morir. Estoy convencido de que podemos lograr la inmortalidad física. Creemos en la muerte y por eso el cuerpo muere. 

Eckhart Tolle:
El cuerpo no muere porque usted cree en la muerte. El cuerpo existe, o parece existir, porque usted cree en la muerte. El cuerpo y la muerte son parte de la misma ilusión, creada por el modo de conciencia egotista, que no tiene conciencia de la Fuente de la vida y se ve a sí mismo como separado y bajo una constante amenaza. Así pues, crea la ilusión de que usted es un cuerpo, un denso vehículo físico que está constantemente bajo amenaza. 

Percibirse a sí mismo como un cuerpo vulnerable que nació y un poco más tarde muere, es una ilusión. Cuerpo y muerte: una ilusión. Usted no puede tener uno sin la otra. Usted quiere conservar una cara de la ilusión y librarse de la otra, pero eso es imposible. O lo conserva todo o renuncia a todo. 

Sin embargo, no puede escapar del cuerpo, ni tiene que hacerlo. El cuerpo es una increíble percepción falsa de su verdadera naturaleza. Pero su verdadera naturaleza está escondida en alguna parte dentro de esa ilusión, no fuera de ella, así que el cuerpo es todavía el único punto de acceso a ella. 

Si usted viera un ángel, pero lo confundiera con una estatua de piedra, todo lo que tendría que hacer sería ajustar su visión y mirar más de cerca la "estatua de piedra", no empezar a mirar a otra parte. Entonces descubriría que nunca hubo una estatua de piedra.



Del libro:
El Poder del Ahora
Eckhart Tolle
Imagen tomada del internet

viernes, 15 de enero de 2021

HUIR DEL PRESENTE

 


LA VIDA ES UNA BÚSQUEDA CONSTANTE


La vida es una búsqueda, una búsqueda constante, una búsqueda desesperada y desesperanzada... una búsqueda de algo que no sabemos qué es. Hay un deseo profundo de buscar pero uno no sabe qué busca. 

Y hay un estado mental en que nada que obtengas te aportará satisfacción. La frustración parece ser el destino de la humanidad, pues todo lo que obtienes pierde sentido en el momento mismo en que lo obtienes. Entonces comienzas a buscar otra vez. 

La búsqueda sigue, ya sea que obtengas algo o no. Parece no importar lo que obtengas o no obtengas, la búsqueda sigue de todas maneras. Los pobres están buscando, los ricos están buscando, los enfermos están buscando, los sanos están buscando, los poderosos están buscando, los indefensos están buscando, los estúpidos están buscando, los sabios están buscando, y nadie sabe exactamente qué. 

Hay que entender esta búsqueda, qué es y por qué ocurre. Parece haber una brecha en el ser humano, en la mente humana, en la estructura misma de la conciencia humana parece haber un hueco, un hueco negro. Sigues arrojando cosas al hueco y siguen desapareciendo. Nada parece llenarlo, nada parece contribuir a la satisfacción. Es una búsqueda afiebrada. Lo buscas en este mundo, lo buscas en el otro mundo; a veces lo buscas en el dinero, en el poder, en el prestigio y a veces lo buscas en Dios, en la dicha, en el amor, en la meditación, en la oración, pero la búsqueda continúa. El ser humano parece haber contraído la enfermedad de la búsqueda. 

La búsqueda no te permite estar aquí y ahora porque siempre te conduce a otro lugar. La búsqueda es una proyección, es un deseo: que lo que necesitas está en otro lugar; que existe, pero existe en otra parte y no donde tú estás. Ciertamente existe, pero no en este momento en el tiempo; no ahora, sino en otro lugar. Existe allá y, entonces, nunca aquí ni ahora. Sigue importunándote, sigue arrastrándote, empujándote, sigue arrojándote a una locura cada vez mayor. Te vuelve loco y nunca se satisface. 

Alguna vez has intentado averiguar qué es lo que estás buscando?. No lo has definido. Hay algo que sí sabes: que tienes que buscar. Es una necesidad profunda pero no sabes lo que estás buscando. 

Pero, a menos que sepas lo que buscas, ¿cómo puedes encontrarlo? Es algo difuso, crees que es el dinero, el poder, el prestigio, la respetabilidad. Pero cuando ves personas respetables, personas poderosas, ellas también están buscando y cuando ves personas enormemente ricas, ellas también están buscando. Buscan hasta el final de la vida. El dinero no ayuda, el poder no ayuda. La búsqueda continúa a pesar de lo que tienes. 

La búsqueda tiene que ser por otra cosa. Esos nombres, esas etiquetas -dinero, poder, prestigio- sólo sirven para satisfacer tu mente. Sirven sólo para darte la sensación de que estás buscando algo. Ese algo es indefinido, es una sensación muy difusa. 

La primera cosa que debe hacer el que realmente busca, aquél que se ha vuelto un poco más alerta, más consciente, es definir la búsqueda, formular un concepto claro de lo que es. Inmediatamente comienza a producirse una transformación. Si comienzas a definir tu búsqueda, comienzas a perder tu interés en la búsqueda. Mientras más definida, menos presente. Una vez que se sabe claramente qué es, de repente desaparece. Existe sólo cuando no estás alerta. La búsqueda existe sólo cuando estás adormecido. la búsqueda existe sólo cuando no estás consciente; la búsqueda existe sólo en tu ausencia de conciencia. La ausencia de conciencia genera la búsqueda. 

Todos nuestros sentidos son extravertidos. Los ojos se abren hacia afuera, la manos se mueven y se extienden hacia afuera, las piernas se mueven para afuera, los oídos escuchan los ruidos y sonidos de. afuera. Todo lo que tienes a tu disposición se abre hacia afuera; todos los cinco sentidos se mueven de manera extravertida. Comienzas a buscar allí donde ves, sientes, tocas, la luz de los sentidos se irradia afuera ¡y el que busca está adentro! 

Hay que comprender esta dicotomía. El que busca está adentro; pero, puesto que la luz está afuera, el que busca avanza con un propósito, intentando encontrar algo satisfactorio afuera. Eso no va a ocurrir nunca. No ha ocurrido nunca. A menos que llegues a conocer quién eres, toda tu búsqueda es infructuosa porque no conoces al que busca. 

Lo que estabas buscando en algún lugar exterior siempre ha estado en ti, en tu interior. Estabas buscando en la dirección errada, es todo. 




FUENTE: OSHO: ‘El Hombre que Amaba las Gaviotas y Otros Relatos’, Grupo Editorial Norma, Bogotá, 2003, ISBN 958-04-7279-3, Pag. 168

jueves, 14 de enero de 2021

SI QUIERES SER FELIZ




 

CONFIAR EN EL DESTINO


 

ESQUEMA DE "INAMABILIDAD" O DEPENDENCIA EMOCIONAL (APEGO)


PENSAMIENTOS NEGATIVOS FRENTE A UNO MISMO:

Los pensamientos negativos frente a uno mismo que pueden alterar las relaciones afectivas y propiciar un amor irracional surgen de esquemas o estructuras profundas que han sido adquiridas durante la infancia. Los pensamientos negativos auto-rreferenciales explican en gran medida por qué las personas son incapaces de ponerle límites al amor cuando deben hacerlo y defender sus derechos. También explican el surgimiento de un sinnúmero de miedos irracionales.

Para explicar lo anterior, presentaré seis esquemas maladaptativos con sus respectivos pensamientos negativos.

#2 Esquema de "inamabilidad" o dependencia emocional (apego) 

Lo qué define el apego no es el deseo en sí, sino la incapacidad de renunciar al deseo cuando debe hacerse, y debe hacerse cuando alguna de las tres condiciones ya mencionadas están presentes (no te aman, detienen tu crecimiento y/o vulneran tus principios). El sujeto se siente fusionado y profundamente identificado con la persona amada y su estado emocional corresponde al del enamoramiento en su fase de mayor frenesí. Estas personas no se sienten queribles y en consecuencia crean una marcada necesidad de ser amados. Dos miedos básicos hacen que se entreguen sin miramientos, así el costo sea la destrucción del propio "yo": primero, el miedo a perder el amor del otro o a no ser correspondido y, segundo, el miedo a que si se rompe la relación, nadie más las volverá a amar. En este caso, la dependencia no está ocasionada por la percepción de debilidad, sino por un proceso anómalo de pura identificación afectiva donde la razón interfiere poco o no interfiere. La distorsión de este esquema es a magnificación e idealización del otro. En ocasiones, el apego se asocia con una historia de deprivación emocional (es decir, privación de afecto), maltrato o abuso.

En este esquema, los pensamientos negativos frente a uno mismo son: "Existo por él o ella", "No soy nada sin él o ella", No soy querible, "No soy deseable".

Entonces, la conclusión es: "Sin su amor, mi vida no tiene sentido", "Si mi pareja no me quiere, nadie lo hará".


Extracto del libro:
Los límites del amor
Walter Riso
Fotografías tomadas de Internet

miércoles, 13 de enero de 2021

martes, 12 de enero de 2021

EL CAMINO HACIA EL MAR

 


EL SUSPIRO DEL AIRE


PREFERENCIAS


Por lo que a mí respecta, prefiero el vicio 
silencioso a la virtud ostentosa.
(Albert Einstein)

Un relato tradicional de Oriente señala las limitaciones del lenguaje para definir la realidad, motivo por el que muchos genios se entregan a un silencio que contiene, como embriones, todas las respuestas.

Cuenta que dos monjes paseaban por el jardín de su monasterio, conversando sobre asuntos intrascendentales, cuando uno de ellos paró el pie un segundo antes de aplastar a un hermoso caracol que cruzaba por el húmedo sendero. Con delicada precisión tomó al desorientado animalito entre el pulgar y el índice y lo miró tiernamente. El monje se sentía feliz de no haber interrumpido el ciclo de vida y muerte de ese pequeño destino. Delicadamente, lo colocó encima de una fresca lechuga.

Sonriente, miró a su compañero buscando su complacencia, pero se encontró un rostro frío que arqueaba una ceja.

—¡Inconsciente! —le recriminó este—. Ahora, salvando a ese insignificante caracol, pones en peligro el huerto de lechugas que nuestro jardinero cultiva con tanto esmero.

Ambos monjes discutieron acaloradamente bajo la mirada curiosa de otro que se acercó a arbitrar la disputa. Como no conseguían ponerse de acuerdo, este último propuso contar lo sucedido al gran sacerdote. Él sería lo bastante sabio para decidir cuál de los dos tenía razón.

Se dirigieron, pues, los tres a ver al anciano, y el primer monje expuso el caso.

—Has hecho bien. Era lo que convenía hacer —contestó el sacerdote.

El segundo monje dio un brinco.

—¿Cómo? —exclamó—. ¿Salvar a un devorador de ensaladas?¿Eso es lo que convenía hacer? Deberíamos haber proseguido nuestro camino sin importarnos si aplastábamos aquel minúsculo caracol. Eso habría protegido el trabajo del jardinero, gracias al cual tenemos todos los días buenos alimentos para comer.

El gran sacerdote escuchó, movió pensativo la cabeza y dijo:

—Es verdad. Es lo que convendría haber hecho. Tienes razón.

El tercer monje, que había permanecido en silencio hasta entonces, se adelantó.

—Pero ¡si sus puntos de vista son diametralmente opuestos! —dijo—. ¿Cómo pueden tener razón los dos?

El gran sacerdote miró largamente al tercer interlocutor.

Reflexionó, movió la cabeza y con una cálida sonrisa en su rostro sentenció:

—Es verdad. También tú tienes razón.



Tomado del libro:
Einstein para despistados
Allan Percy
Fotografía de Internet
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