martes, 31 de mayo de 2022

LA ACEPTACIÓN Y LA ENTREGA


 

¿NADIE ES REPONSABLE DE LO QUE HACE?


Mientras su mente con sus patrones condicionados dirijan su vida, mientras usted sea su mente ¿qué elección tiene? Ninguna. Usted ni siquiera está ahí. El estado de identificación con la mente es gravemente disfuncional. Es una forma de locura. Casi todo el mundo sufre de esa enfermedad en grados diferentes. En el momento en que se dé cuenta de eso; no puede haber más resentimiento. ¿Cómo puede resentirse con la enfermedad de alguien? La única respuesta apropiada es la compasión.

¿Entonces eso significa que nadie es responsable de lo que hace? No me gusta esa idea.

Eckhart Tolle:
Si usted es manejado por su mente, aunque no tiene elección aún sufrirá las consecuencias de su inconsciencia y creará un sufrimiento mayor. Usted llevará el peso del miedo, el conflicto, los problemas y el dolor. Eventualmente el sufrimiento creado así lo obligará a salir de su estado inconsciente.

Lo que usted dice sobre la elección también se refiere al perdón, supongo. Usted necesita estar completamente consciente y entregarse antes de poder perdonar.

Eckhart Tolle:
"Perdón" es un término que se ha usado durante dos mil años, pero la mayoría de las personas tiene una visión muy limitada de lo que significa. Usted no puede perdonarse verdaderamente, o perdonar a los demás, mientras derive su sentido de sí mismo del pasado. Sólo accediendo al poder del Ahora, que es su propio poder, puede haber verdadero perdón. Esto hace impotente al pasado y usted comprende profundamente que nada de lo que haya hecho o que le hayan hecho pudo siquiera tocar en lo más mínimo la esencia radiante de quien usted es. Todo el concepto de perdón se vuelve entonces innecesario.

¿Y cómo llego a este punto de realización?

Eckhart Tolle:
Cuando se entrega a lo que es y así se vuelve completamente presente, el pasado deja de tener poder alguno. No lo necesita ya. La presencia es la clave. El Ahora es la clave.

¿Cómo sabré cuándo me he entregado?

Eckhart Tolle:
Cuando ya no necesite hacer esa pregunta.


Del libro:
El Poder del Ahora
Eckhart Tolle
Imagen tomada del internet

lunes, 30 de mayo de 2022

POR AMOR A APRENDER


 

LA AUTOACEPTACIÓN ES LA CONDICIÓN PREVIA DEL CAMBIO


La autoaceptación pide que enfoquemos nuestra experiencia con una actitud que haga 
irrelevantes los conceptos de aprobación o desaprobación: el deseo de ver, de saber, de conocer. Ahora bien, aceptarnos a nosotros mismos no significa carecer del afán de cambiar, mejorar o evolucionar. 

Lo cierto es que la autoaceptación es la condición previa del cambio. Si aceptamos lo que sentimos y lo que somos en cualquier momento de nuestra existencia, podemos permitirnos ser conscientes de la naturaleza de nuestras elecciones y acciones, y nuestro desarrollo no se bloquea.

Nathaniel Branden



Extracto del libro:
365 semillas de conciencia para una vida plena
Fotografías tomadas de Internet

domingo, 29 de mayo de 2022

EN LUGAR DE QUEJAS, AGRADECER


 

EL PATITO


El santón sufí Shams-e Tabrizi cuenta acerca de sí mismo la siguiente historia:

Desde que era niño se me ha considerado un inadaptado. Nadie parecía entenderme. Mi propio padre me dijo en cierta ocasión: «No estás lo suficientemente loco como para encerrarte en un manicomio ni eres lo bastante introvertido como para meterte en un monasterio. No sé qué hacer contigo».

Yo le respondí: «Una vez pusieron un huevo de pata a que lo incubara una gallina. Cuando rompió el cascarón, el patito se puso a caminar junto a la gallina madre, hasta que llegaron a un estanque. El patito se fue derecho al agua, mientras la gallina se quedaba en la orilla cloqueando angustiadamente. Pues bien, querido padre, yo me he metido en el océano y he encontrado en él mi hogar. Pero tú no puedes echarme la culpa de haberte quedado en la orilla».



Del libro:
Anthony de Mello
El Canto del Pájaro
Fotografía tomada del internet

sábado, 28 de mayo de 2022

DEMASIADO


 

LA AUTOACEPTACIÓN


La autoaceptación no es nada más que un cambio en la conciencia. Solo exige un cambio 
de mentalidad. Si se te cae el cabello, tienes la alternativa de disimularlo, preocuparte o aceptarlo. La aceptación significa que, en realidad, no tienes que hacer nada al respecto.

Simplemente, respetas tu cuerpo y la inteligencia divina que está obrando sobre ti.

Cuando algún otro te indica que tienes un problema porque se está cayendo el pelo, ni siquiera te preocupas por la observación. La aceptación elimina de un plumazo la etiqueta de «problema».

No se trata aquí de una actitud fingida. Lo que haces es, simplemente, apartar al ego de tus valoraciones internas, centradas en la aprobación de los demás. Gracias a la autoaceptación, puedes decir honestamente: «Soy lo que soy y lo acepto». Una vez que hayas instalado firmemente esta actitud, desde una postura de honestidad contigo mismo, la certeza de que mereces recibir los dones del universo estará alineada con ese divino poder.

El autorechazo, en cambio, provoca un desajuste en la alineación con tu divinidad.

Solo tú puedes efectuar ese cambio. Se trata simplemente de cambiar tu percepción interna.


Wayne W. Dyer



Extracto del libro:
365 semillas de conciencia para una vida plena
Fotografías tomadas de Internet

viernes, 27 de mayo de 2022

WALTER RISO. DERECHO HUMANOS Y LA PAREJA. ART. 20(1)


 

39. ¿PARA QUIÉN ES EL ZEN?


Puesto que es un método que ensancha la percepción y reacondiciona la mente, 
es básicamente útil para toda persona que no esté conforme con su manera de ser, su personal manera de interpretarse a sí mismo y al mundo.

Como consecuencia, sufre y hace sufrir. No sabe pedir ayuda, ni siquiera sabe que la necesita o en qué pudiera consistir. Si le interesa ayudar a otros, ¿cómo hacerlo sin antes ayudarse a sí mismo?

Quizás con una corta casuística logre dar a entender el sentido de lo que trato de trasmitir.

Por ejemplo: para los desilusionados que creyeron que las cosas eran o podían ser de otra manera, así lo deseaban y resultaron de otra dolorosa.

Por ejemplo: para los que han observado que la vida no tiene sentido alguno ya para ellos y en consecuencia no aspiran a nada que hacer.

Por ejemplo: para los que repiten maneras que conducen al fracaso y al sufrimiento.

Por ejemplo: los que han llegado al límite de su resistencia ante pérdidas continuadas.

Por ejemplo: los agobiados por la falta de libertad en los medios en los que se desenvuelven tales como la familia, el trabajo, deudas, enfermedades, cárcel, política, religión…

Por ejemplo: para los que cargan con una conciencia moral culpable por hechos graves.

Por ejemplo: cobardes, traidores, engañados, de destruir los asuntos, que se desprecian a sí mismos o son despreciados o perseguidos.

Por ejemplo: los que no han sido pagados como se merecían; una y otra vez explotados.

Por ejemplo: los que han participado en acciones violentas obligados por circunstancias políticas, profesionales, delictivas…

Por ejemplo: los pasivos que no han participado, hecho, emprendido, creado,…nada y se sienten inútiles, como los que lo hicieron y han sido retirados.

Por ejemplo: los que por causas diversas desean desaparecer, morir o suicidarse.

Hay una pequeña proporción de personas que perciben intuitivamente y sin formación especial, que la vida no puede ser lo que se ve. Que tiene que ser otra cosa. También perciben una llamada natural o bien, que todo es impermanente, todo pasa y se deshace como si jamás hubiera existido. Así por millones de años, cambiando.

Algunos piensan o saben que sufren sin real motivo, sólo porque se han acostumbrado a interpretar las cosas en una sola dirección que es la acostumbrada.



Bibliografía:
La luciérnaga ciega: Soko Daido Ubalde
Fotografía tomada de internet

jueves, 26 de mayo de 2022

PERMÍTELE A LA VIDA MOVERSE


El Gran Camino no es difícil...Tú lo haces difícil, tú eres difícil. El Gran Camino es fácil... ...para aquellos que no tienen preferencias.

No prefieras; simplemente permítele a la vida moverse. No digas a la vida: "Muévete de esta forma, ve hacia el norte, o ve hacia el sur". No lo digas; simplemente fluye con la vida. No luches contra la corriente, hazte uno con ella.

... para aquellos que no tienen preferencias.

El Gran Camino es fácil para aquellos que no tienen preferencias. Y tú tienes preferencias ¡acerca de todas las cosas! En todo pones tu mente. Dices: "Me gusta, no me gusta. Prefiero esto y no aquello".

Cuando ambos, amor y odio, están ausentes...

Cuando no tienes preferencias..., cuando todas las actitudes "a favor" y "en contra" están ausentes, ambos, amor y odio, están ausentes, a ti ni te gusta ni te disgusta algo, simplemente permites que todo ocurra...

...todo se vuelve claro y diáfano.
Sin embargo, haz la mínima distinción,
y el cielo y la tierra se distancian infinitamente.

Pero tu mente dirá: "Si no tienes preferencias te convertirás en un animal. Si no eliges, ¿cuál es la diferencia entre tú y un árbol?". Hay una diferencia, una gran diferencia; pero no la diferencia que trae la mente sino una que viene a través de la consciencia. El árbol vive sin elección, inconscientemente. Tú vivirás sin elección, conscientemente. Esto es lo que significa consciencia sin elección, y la mayor diferencia es que serás consciente de que no estás eligiendo.

Y esta consciencia te da una paz tan profunda..., te conviertes en un buda, un "Sosan", un "Chuang Tzu". El árbol no puede convertirse en un Chuang Tzu. Chuang Tzu es como un árbol, y algo más. Es como el árbol en lo que respecta a la elección, pero es absolutamente distinto del árbol en lo concerniente a la consciencia; es absolutamente consciente de que no elige.




Del libro:
Hsin Hsin Ming: El libro de la nada
Osho
Fotografía tomada del internet

CON Y SIN LOS DEMÁS


 

miércoles, 25 de mayo de 2022

WALTER RISO. DERECHO HUMANOS Y LA PAREJA. ART. 18


 

NO PUEDES ALCANZAR LA FELICIDAD NEGÁNDOTE A TI MISMO


Reprimir no es cambiar, es ocultar, para que te acepten tal y como no eres. Es hacerte 
daño por miedo a que no te quieran. Piensas que tienes una carencia, pero tu única falta es la falta de amor propio. De ti depende, lo que sientes te puede abrasar o tú lo puedes abrazar, es cuestión de una letra. «No puedes alcanzar la felicidad negándote a ti mismo.»

Sagar Prakash Khatnani




Extracto del libro:
365 semillas de conciencia para una vida plena
Fotografías tomadas de Internet

martes, 24 de mayo de 2022

WALTER RISO. DERECHO HUMANOS Y LA PAREJA. ART. 16


 

SE LLAMA CALMA Y ME COSTÓ MUCHAS TORMENTAS OBTENERLA


Se llama calma y me costó muchas tormentas.

Se llama calma y cuando desaparece…. salgo otra vez a su búsqueda.
Se llama calma y me enseña a respirar, a pensar y repensar.

Se llama calma y cuando la locura la tienta se desatan vientos bravos que cuestan dominar.

Se llama calma y llega con los años cuando la ambición de joven, la lengua suelta y la panza fría dan lugar a más silencios y más sabiduría.

Se llama calma cuando se aprende bien a amar, cuando el egoísmo da lugar al dar y el inconformismo se desvanece para abrir corazón y alma entregándose enteros a quien quiera recibir y dar.

Se llama calma cuando la amistad es tan sincera que se caen todas las máscaras y todo se puede contar.

Se llama calma y el mundo la evade, la ignora, inventando guerras que nunca nadie va a ganar.

Se llama calma cuando el silencio se disfruta, cuando los ruidos no son solo música y locura sino el viento, los pájaros, la buena compañía o el ruido del mar.

Se llama calma y con nada se paga, no hay moneda de ningún color que pueda cubrir su valor cuando se hace realidad.

Se llama calma y me costó muchas tormentas y las transitaría mil veces más hasta volverla a encontrar.

Se llama calma, la disfruto, la respeto y no la quiero soltar…


Dalái Lama

lunes, 23 de mayo de 2022

ENTENDIENDO EL SUFRIMIENTO DEL MUNDO






 

LA SANGHA DEL BUDA


Después de iluminarse al pie del árbol Bodhi, lo primero que hizo el Buda fue buscar los elementos que le permitiesen construir una sangha. El Buda sabía, como el doctor Martin Luther King más de veinticinco siglos después, que, en ausencia de sangha, no podría realizar su sueño y completar su trayectoria como buda. A falta de comunidad, de sangha, no son muchas las cosas que un buda puede hacer. Es como el músico que carece de instrumento. El Buda fue un excelente constructor de la sangha. En muy poco tiempo, estableció una sangha monástica compuesta por 1.250 personas. No siempre resultó fácil, pero fue aprendiendo sobre la marcha. También nosotros debemos aprender a crear una sangha.

Todos somos conscientes del sufrimiento que nos embarga y que embarga también al mundo que nos rodea. Queremos hacer algo que contribuya a reducir un sufrimiento cuya magnitud nos hace sentir impotentes. No parece que de forma aislada podamos hacer mucho para aliviar un sufrimiento que nos desborda y sume, en consecuencia, en la depresión y la enfermedad. Ese fue el sentimiento que el Buda experimentó siendo muy joven. Vio todo el sufrimiento que le rodeaba y se dio cuenta de que esa era una situación que ni siquiera un rey podía cambiar. Por ello decidió no convertirse en rey y emprender otro camino. Lo que le motivó a convertirse en monje y entregarse a la práctica fue en suma, su profundo deseo de ayudar a reducir el sufrimiento de la gente.

Monjas, monjes y practicantes laicos se sienten motivados por el mismo deseo que albergó el Buda de hacer algo que pueda aliviar el sufrimiento en el mundo y en nosotros mismos. El sufrimiento que hay en nuestro interior es un reflejo del sufrimiento del mundo. Por ello, cuando entendamos nuestro propio sufrimiento, entenderemos también el sufrimiento del mundo. Y cuando podamos transformar nuestro sufrimiento, podremos transformar también el sufrimiento del mundo. Eso fue precisamente lo que hizo el Buda.

Cuando yo era un joven monje en Vietnam, durante los años de la guerra, el sufrimiento era extraordinario. Murieron millones de personas, no solo soldados sino también civiles y no solo adultos sino también niños. El sufrimiento nos desbordaba y queríamos hacer algo que pusiera fin a la guerra. Entonces vimos con toda claridad que actuando aisladamente no podríamos hacer gran cosa y que si nos reuníamos como una sangha conseguiríamos mucho más.

Todo el mundo siente lo mismo. Nuestro planeta se ve desbordado por el odio. El mundo está saturado de violencia y sufrimiento. Si te dejas desbordar por la plaga de la impotencia, acabarás alienándote. Queremos hacer algo: primero sobrevivir y luego contribuir a reducir el sufrimiento. Y, como el Buda, vemos que, en ausencia de sangha, poco podremos hacer. Así es como nos unimos a la sangha y nos aferramos a ella, conscientes de que sin ella no hay forma de salir de la situación.

Comparado con el sufrimiento del mundo, es evidente que nuestro sufrimiento interior es insignificante. Esa comprensión relativiza y reduce de inmediato nuestro sufrimiento. Permanecer en contacto con el sufrimiento no solo nos hace sentir menos aislados, sino que atenúa también nuestro propio dolor. Al reunirnos como sangha, tenemos una aspiración común y también una energía, un deseo y una voluntad conjunta. Ese es el tipo de energía que nos ayuda a entender lo mucho que podemos hacer colectivamente. En mi opinión, el próximo buda no será un individuo, sino una sangha, porque ya no basta con un buda aislado. Tenemos que convertirnos en sangha.

Podemos reunirnos de un modo que alimente nuestra alegría, así como nuestra sensación de humanidad común. Sentimos alegría cuando hacemos cosas como sangha, sonriendo, cantando y trabajando juntos. Durante los periodos que pasamos juntos, desarrollamos nuestra felicidad, nuestra purificación y nuestra aspiración. En la medida en que nuestra aspiración crece, podemos afrontar mayores dificultades y emprender juntos algún tipo de acción que contribuya a reducir el sufrimiento del mundo.

Cuando trabajamos unidos como sangha, podemos generar mucha alegría, un tipo de alegría que no solo resulta individualmente curativa, sino que también contribuye a curar el mundo. En ausencia de la alegría proporcionada por la fraternidad, no llegaremos muy lejos. El amor-bondad no es amor romántico, sino solidaridad, comprensión, cuidado y protección. El llamado amor romántico es insuficiente porque tiene una vida muy breve, pero el amor derivado de la fraternidad es más permanente y capaz de sostenernos y ayudarnos a realizar nuestro propósito.

No podemos olvidar que, en ausencia de sangha y de auténtica unión, no podremos contribuir a transformar el sufrimiento y el miedo del mundo. Para liberar nuestra tensión y abrazar nuestros sentimientos dolorosos, tenemos que aprender a inspirar y espirar.

Cuando experimentamos sentimientos de miedo, enfado o desesperación, tenemos que saber cómo afrontarlos. Y cuando aparezca un conflicto, debemos saber cómo aplicar la escucha profunda y compasiva y el habla amable para restablecer la comunicación. Eso es algo que solo podremos hacer si sabemos cómo practicar. Nuestra práctica nos ayuda a transformar el sufrimiento del mundo, de nuestra comunidad, de nuestra familia y de nosotros mismos. En ausencia de sangha, sin embargo, la práctica no será sencilla.




Extracto del libro:
Miedo
Thich Nhat Hanh
Fotografía tomada de internet

domingo, 22 de mayo de 2022

ESTAFAS EMOCIONALES


 

EL ÁGUILA REAL


Un hombre se encontró un huevo de águila. Se lo llevó y lo colocó en el nido de una gallina de corral. El aguilucho fue incubado y creció con la nidada de pollos.

Durante toda su vida, el águila hizo lo mismo que hacían los pollos, pensando que era un pollo. Escarbaba la tierra en busca de gusanos e insectos, piando y cacareando. Incluso sacudía las alas y volaba unos metros por el aire, al igual que los pollos. Después de todo, ¿no es así como vuelan los pollos?

Pasaron los años y el águila se hizo vieja. Un día divisó muy por encima de ella, en el límpido cielo, una magnífica ave que flotaba elegante y majestuosamente por entre las corrientes de aire, moviendo apenas sus poderosas alas doradas.

La vieja águila miraba asombrada hacia arriba «¿Qué es eso?», preguntó a una gallina que estaba junto a ella.

«Es el águila, el rey de las aves», respondió la gallina. «Pero no pienses en ello. Tú y yo somos diferentes de él».

De manera que el águila no volvió a pensar en ello. Y murió creyendo que era una gallina de corral.



Del libro:
Anthony de Mello
El Canto del Pájaro
Fotografía tomada del internet

sábado, 21 de mayo de 2022

FISCALIZACIÓN DE LA PAREJA


 

ACEPTAR LA IMPERFECCIÓN


De nosotros mismos solo conocemos las mismas cosas, halagüeñas o dolorosas, a las que 
volvemos incansablemente. Creemos reflexionar, pero a menudo no hacemos sino escuchar el confuso murmullo de nuestra alma, y a veces nos extraviamos en los caminos de la violencia o la complacencia hacia nosotros mismos. 

Esta relación con nuestro yo es extraña: adoración y más tarde odio, calma aparente ante los demás y febril inquietud ante nosotros... ¿Cómo nos juzgamos para ayudarnos y no para violentarnos o castigarnos? ¿Cómo vivir siendo simplemente amigos de nosotros mismos? ¿Cómo encontrar el justo equilibrio entre exigencia y benevolencia que caracteriza una relación amistosa? Aceptándonos, aunque seamos imperfectos. Aceptarse para cambiar y evolucionar. Para nacer en nosotros mismos.

Christophe André



Extracto del libro:
365 semillas de conciencia para una vida plena
Fotografías tomadas de Internet

viernes, 20 de mayo de 2022

AMA MÁS Y SERÁS MÁS


 

¿QUIÉN LO HARA POR TI?


 

LOS HIJOS MUERTOS EN SUEÑOS



Un humilde pescador y su mujer tuvieron un hijo al cabo de muchos años de matrimonio. El niño era el orgullo y la alegría de sus padres. Pero un buen día cayó gravemente enfermo. Los padres gastaron una fortuna en médicos y en medicinas.

Pero el niño murió.

La madre quedó absolutamente destrozada por la pena. El padre, por el contrario, no derramó una sola lágrima.

Cuando, después del funeral, la mujer reprochó al marido su total falta de aflicción, el pescador le dijo: «Déjame que te diga por qué no he llorado. Verás: la otra noche soñé que era un rey, padre orgulloso de ocho hijos. ¡Qué feliz era…!

Pero entonces desperté.

Y ahora estoy enormemente desconcertado. No sé si debo llorar por aquellos ocho hijos o por este otro»



Del libro:
Anthony de Mello
El Canto del Pájaro
Fotografía tomada del internet

jueves, 19 de mayo de 2022

WALTER RISO. DERECHO HUMANOS Y LA PAREJA. ART. 5


 

RECONOCERSE A UNO MISMO


Si uno no se siente aceptado y reconocido, necesitará buscar fuera aquello de lo que 
carece. Si es preciso lo mendigará hasta sentirse más rechazado y menos valorado aún.

Hasta que no decida recuperar su poder personal y retirarlo de aquellos que hasta ahora ostentaban una figura de autoridad no encontrará sus alas para volar. Aceptarse a uno mismo es el paso para mejorar aprendiendo de los errores, es la vía del desarrollo.

Reconocerse a uno mismo es saberse grande, con plenos potenciales y capacidades, es la vía del crecimiento y la transformación.

Arancha Merino



Extracto del libro:
365 semillas de conciencia para una vida plena
Fotografías tomadas de Internet

miércoles, 18 de mayo de 2022

TEMOR A LOS DIOSES


 

38.SUPERSTICIONES II.


Unos pocos ejemplos sobre:

Bostezo: hacer la señal de la cruz sobre la boca para que el diablo no entre.

Escupir: es un contrahechizo a las culebras.

Saliva: protege contra el mal en los ojos y a los recién nacidos.

Picor de oídos y orejas rojas: si es la izquierda hablan mal de uno; derecha, bien.

Bizcos: traen mala suerte porque las brujas con la mirada causan desgracias.

“No mirar bien” es parecido. Protegen, el ajo, la herradura, el oro y el cuerno.

Cerrar los ojos a los muertos. Si no se hace, otro morirá pronto.

Estornudar: se dice “salud” o “Jesús”, para evitar enfermedades que avisan así.

Puño con pulgar dentro: es un contrahechizo.

El cordón umbilical debe ser quemado. Si lo come un perro o un gato, el niño será delincuente.

Sal: echarla por encima del hombro izquierdo para cegar al diablo y los malos espíritus.

Agua bendita para rociar las cuatro esquinas de la habitación de un enfermo.

Buen pronóstico de enfermedades: echar tres gotas de cera en agua y que se junten.

Pan: malo ponerlo del revés, quemarlo, tostarlo o tirarlo. Se le clava alfileres para provocar un mal.

Huevo: se alarga la vida si comes el primer huevo de una gallina negra. Los de dos yemas, buena suerte.

Perejil: crece más rápidamente si le planta una mujer. Esta se queda embarazada, pero si lo come, no.

Ajo: en la ropa quita el mal de ojo, ahuyenta a las víboras, malos espíritus y vampiros.

Manzana: si la pelas entera sin romper la piel, te casas. Si la tiras hacia atrás, hará la inicial del que te ama.

El luto hacía menos visibles a las viudas durante siete años para que el muerto no volviera y las convirtiera en vampiros.

El muerto ha de salir con los pies por delante porque nace de cabeza. Al revés los operados y los toreros.

Tocar madera da buena suerte como ver a un cojo con pata de palo.

Puertas, poner amuletos como muérdago, herradura, tijeras, clavos.

Escoba invertida detrás de la puerta espanta a las visitas.

Cama, levantarse por la derecha y pisar con el pié derecho para la buena suerte.

Búho, su ulular provoca el mal.



Bibliografía:
La luciérnaga ciega: Soko Daido Ubalde
Fotografía tomada de internet

martes, 17 de mayo de 2022

WALTER RISO. DERECHO HUMANOS Y LA PAREJA. ART. 4


 

EL DERECHO A SER AMANDO CON DIGNIDAD


Cuando se ha doblegado al otro bajo el yugo de la dominación psicológica, la víctima pierde el "no", accede por miedo o por apego. La confusión interior es tal, que el sujeto vapuleado puede llegar a justificar al agresor para tratar de explicar lo inexplicable y buscar razones donde no las hay. Dejar sentado quién es el más fuerte y quién tiene el control suele ser la meta de quien maltrata al otro: "¡Yo soy la autoridad, yo soy el poderoso, el que decide y ahí les dejo el precedente!"

Hace poco, pude observar por la televisión española uno de estos depredadores, que había asesinado a su mujer, aunque no recuerdo el motivo. Lo que me quedó grabado fue su expresión cuando la policía lo llevaba esposado.

Realmente me impresionó. Su rostro no mostraba ningún rasgo de arrepentimiento o de culpa, sino la expresión típica del "deber cumplido". Su mirada dejaba en claro que ella se lo merecía. La idea del "castigo merecido" es la demostración más evidente de la dominancia y el abuso del poder.

El abuso psicológico muchas veces es el preludio o el anuncio del maltrato físico. Recuerdo el caso de una mujer brillante profesionalmente, casada hacía cinco años, a quien su marido no le perdonaba el éxito que tenía.

Siempre trataba de menospreciarla, pero frente a los demás halagaba su desempeño y decía sentirse muy orgulloso. Esta doble faz le daba la coartada perfecta.

Cuando ella les comentó a sus hermanos del maltrato psicológico al cual era sometida, nadie le creyó. Un día llegó a mi cita con los ojos morados y otras lesiones: "¡A lo que hemos llegado!", me dijo entre lágrimas y sollozos.

"¡Pero, esto se acabó, ya pasó el límite!" Y así fue. Sin embargo, algunas preguntas quedaron en el aire: ¿Hubo que esperar cinco años de maltrato para actuar? ¿Por qué unos golpes tienen más significación que cinco años de desprecio y menoscabo? La dignidad no tiene matices, no hay violaciones al derecho de primer y segundo grado.

Simplemente, ningún tipo de maltrato debe ser tolerable.

Los derechos humanos son universales, inalienables (forman parte de tu esencia) y están concebidos para todas las personas. Destacan la autonomía individual y el desarrollo de la libre personalidad del individuo (libertad de expresión de ideas, de tener una vida privada y de tener iniciativa), así como la inviolabilidad de la condición humana. No tienes que hacer ningún curso especial para ser adjudicatario de tales derechos, te corresponden en tanto estés vivo. Los límites del poder en general y del amor de pareja en particular se configuran precisamente en los derechos humanos, no importa cuánto ames. Bienvenido al mundo real. Tenías un tesoro que no sabías, un baluarte que no utilizabas.

Un breve repaso y extensión de la Declaración Universal de los Derechos Humanos a los vínculos afectivos nos muestra que muchos de estos derechos se violan sistemáticamente en las relaciones de pareja y que simplemente lo aceptamos porque están amparados por el manto sagrado del amor. Veamos:

Artículo 3: Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona. Es evidente: ninguna restricción a tu libertad ni riesgos para tu vida, así sea en el nombre del amor, es válida. La base segura no es negociable en ninguna relación. Debes tener la certeza de que no te lastimarán intencionalmente. Si deseas entregarte en alma y vida a tu pareja, que sea en pleno uso de tus facultades, sin presiones, culpa, miedo o apego. El altruismo no riñe con este artículo, si tú decides.

Artículo 4: Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre: la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas las formas. ¡Se prohíbe la esclavitud y la servidumbre! "Toda forma de esclavitud", incluso aquella ¿fue se ampara en un supuesto amor. Aunque no lo creas, mucha gente establece relaciones de pareja sin someterse. Si bien durante el enamoramiento una forma de esclavitud bioquímica, socialmente aceptada y glorificada por la cultura, hace su aparición, la naturaleza te libera al cabo de dos o tres años. La esclavitud se fundamenta en la idea macabra de que unos tienen más derechos o son esencialmente más valiosos que otros. ¿Habrá mayor dicha que amar de igual a igual, sin miedos y sin estratagemas, a corazón abierto? Eres esclava o esclavo cuando tu libertad no te pertenece. ¿Cuál es su consecuencia? La explotación.

Artículo 5: Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. Las páginas de este libro están llenas de ejemplos de relaciones de pareja en las que se viola este artículo. Las palabras "cruel", "inhumano" o "degradante", no son sinónimos de silla eléctrica o cámara de gas. Menospreciar, ignorar o burlarse sistemáticamente de la pareja es inhumano. Desprestigiar a la persona que amas o denigrar de ella indica que no la amas sanamente o que no la amas. ¿Quién no ha levantado la voz o ha ofendido alguna vez a alguien en una discusión? ¿Y quién no se ha arrepentido luego? No hablo de esos brotes esporádicos que se dan al calor de una disputa (aunque no los justifico y reconozco que pueden llegar a ser peligrosos), me refiero a la tortura consistente, sistemática y a mansalva, cuyo fin es provocar deliberadamente el dolor ajeno. Recuerdo la película Durmiendo con el enemigo, que cuenta la historia de un hombre que se dedica obsesivamente a encontrarle errores y defectos a su mujer.

Artículo 12: Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en la vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o su reputación. Tienes derecho a la intimidad ¿Qué implica esto? Mantener tus espacios, tu territorialidad, tu microcosmos, sin que te invadan tu privacidad o te asalten en tu buen nombre. Los ataques a tu honra son una forma de discriminación y de maltrato psicológico. ¿Hay que contarle todo a la pareja o debe haber algunos secretos en una relación? Pues si te adscribes a la modalidad de fusión/ comunión, de ser una unidad, habría una sola mente y los pensamientos de tu pareja y los tuyos estarían entremezclados en un gran enredo informacional; cada quién tendría acceso libre y directo a todos los aspectos de la vida psicológica, afectiva y comportamental del otro. Tu soberanía personal quedaría al descubierto. Algunas personas piensan que "estar enamorados" y/o casados les da autorización para ejercer el papel de fiscal o de auditor permanente. Investigar al otro, revisar su base de datos, expropiar la vida privada sin ningún tipo de consideración: "Lo tuyo es mío", o peor: "Si no me das carta abierta para estar en cada rincón de tu mente y de tu corazón, tienes algo que esconder o no me amas". Paranoia y simbiosis. ¿De dónde sacamos que el vínculo afectivo justifica el "examen" y la fiscalización de la reserva personal? Sólo podemos llegar hasta donde la dignidad de nuestra pareja lo permita. Y si no nos gusta esa zona de exclusión, debemos revisar la relación que hemos establecido con ella. Es evidente que los miembros de una pareja, así haya amor, deben mantener cierta privacidad: mis ideas, mis sueños, mis amigos y nuestras ideas, nuestros sueños, nuestros amigos. El autoritarismo y el totalitarismo, siempre y sin excepción, se oponen al amor respetuoso.

Artículo 16: Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derechos, sin restricción alguna por motivo de raza, nacionalidad o religión, a casarse y a fundar una familia, y disfrutarán de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del matrimonio. Derecho al matrimonio y a prescindir de él. Nada obliga al matrimonio ni a la soltería, tan válidos ambos como cualquier otra decisión. O mejor: derecho a no perder los derechos en ningún caso, sea cual sea el vínculo. Derecho a casarse y a separarse. Iguales privilegios, dentro y fuera de la relación. Nadie debe ser castigado por querer disolver un matrimonio o por permanecer en él.

Artículo 18: Todas las personas tienen derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual o colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia. Puedes creer en lo que quieras, si no violas el derecho de nadie. No tienes por qué esconder o disimular tus creencias, si a tu pareja no le gustan. Recuerdo el caso de una señora que mantuvo en secreto por años su adhesión a una congregación cristiana porque el marido era ateo y no le daba permiso para creer en Jesucristo. Su culto debía ser ejercido a escondidas, como si se tratara de un grupo terrorista. Cuando finalmente sacó el coraje para decirle la verdad, el ofendido señor se fue de la casa. La libertad de conciencia significa poder actuar de acuerdo con los propios códigos éticos y negarse a ir en contra de la propia fe, sea cual fuere. No niego que las parejas que profesan cultos religiosos distintos puedan llegar a tener problemas, pero lo que sostengo es que los valores, cuando son verdaderos y legítimos para quien los vive y siente, no son negociables. En el caso que acabo de señalar, la señora acumuló angustia y dolor durante años porque, al mejor estilo estalinista, le era "prohibido" ejercer libremente su religión. En una cita me dijo: "Nunca he sido tan feliz, puedo ir a mi parroquia y participar en los festejos cuando quiera. Es una sensación extraña, como si me hubiera liberado de una cárcel. Mi vida ha adquirido un nuevo sentido. Pero a veces me siento culpable conmigo misma por haber sido tan sumisa. Cuando decidí contarle todo a mi marido me sirvió mucho saber que estaba defendiendo un derecho universal y que no sólo era un capricho mío...". Si en el nombre del amor afectan tu libertad de opinión y expresión, sencillamente eres víctima de un amor dictatorial: es decir, no te aman.

Artículo 20 (1): Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas. Parece sencillo, pero no lo es. Cualquier persona que mantenga una relación de pareja con alguien celoso o controlador sabe a qué me refiero: "No quiero que salgas con tus amigas o amigos" o "¿Dónde vas, con quién vas, a qué hora vuelves?" Amor policivo, el FBI en casa. El hombre dice:"¡Qué estupidez! ¡Sólo a ti se te ocurre meterte con ese grupo de locas! "Ella responde: "No son locas, son mujeres que trabajan en un voluntariado". Él indignado, replica:"¡Tu deber es no descuidar a tu familia, además, debes contar conmigo cuando tomas esas decisiones!" Ella, dice: "No estoy de acuerdo. No puedes impedirme que me reúna con la gente que quiero. Además, la familia es tanto responsabilidad tuya como mía". El marido tira la puerta con furia, sin antes expresar con indignación: "¡Vaya uno a saber quién te está llenado la cabeza de estupideces!" La mujer, que no necesita ayuda profesional ni consejos porque hace uso de sus derechos, se viste y sin una pizca de culpa o ansiedad sale para la reunión de los jueves, con la clara convicción de que la separación es cuestión de tiempo. En la mentalidad machista típica, el derecho a reunirse y a asociarse es poco menos que un trastorno psicológico o una desviación de la conducta normal. En el amor maduro y bien estructurado, nadie es de nadie. Algunas "posesiones amorosas" necesitan más de un exorcista que de un psicólogo.

Artículo 23 (2): Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual. Es el derecho a un trabajo digno. Yo agregaría a iguales privilegios por un trabajo similar en esfuerzo y entrega. Tal como dije antes, la división del trabajo en la pareja debe ser consensuado y equilibrado, si no queremos que se vayan acumulando rencores. El amor no escapa a la justicia, a la equidad fundamental que surge de considerar al otro como un sujeto válido que merece ser respetado en su condición. ¿Cuántas mujeres son discriminadas en su trabajo gracias a una tradición excluyente, tan irracional como milenaria? Si hay amor, hay igualdad en los derechos. Por eso, es importante buscar un balance costo/beneficio entre lo que se entrega y recibe. Descanso, uso del tiempo libre, disfrute, duración de las tareas, en fin, no permitir jamás que la filosofía del workaholic entre al hogar. ¿Cómo negociar el derecho a la intimidad, a la cultura, a la educación, a la libre expresión, a comportarte de acuerdo con las creencias religiosas, el derecho a la libre movilidad y asociación? ¿Cómo amar en paz, si debo hacer a un lado mi propia identidad? Renunciar a lo inalienable y a lo intransferible, a la esencia vital que te determina, así sea por amor, te pone en la cuerda floja. Eres el único o la única que puede saber si se justifica o no tal entrega. No obstante, el buen amor abre otras puertas. ¿Quién no daría la vida por un hijo o incluso por la persona que amamos limpiamente y con la cual hemos compartido una vida bien llevada? En muchos matrimonios felices, la muerte de uno de los cónyuges suele conducir rápidamente al fallecimiento del que sobrevive. Una relación sólidamente estructurada, cuyo vínculo está guiado por un propósito determinante, requiere de la buena distribución de eros, philia y ágape. Amor justo y digno, bajo los auspicios del erotismo y la ternura, tan honesto como alegre, tan respetuoso como arrebatador. Un amor sensible, compasivo y seguro que se mueva dentro de los derechos humanos, sin vestigios de esclavitud o servilismo, es una de las experiencias más maravillosas que nos puede ofrecer la vida. Y lo opuesto, la entrega enfermiza y el sometimiento decadente en nombre de un amor descabellado es una de las formas más tristes de autodestrucción. Depende de cada uno de nosotros elegir el camino.



Extracto del libro:
Los límites del amor
Walter Riso
Fotografías tomadas de Internet
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