viernes, 31 de diciembre de 2021

ABRIENDO LOS OJOS


Si ves muy negro el futuro
Que tu camino está oscuro
Pues con los ojos cerrados
No creo que puedas mirar bien las piedras

La estrella de la mañana
Me fue mostrando un camino
Y el filo de mi garganta
No se rindió ni ante el más duro destino

La voz de un viejo profeta
Que no ha callado jamás
Se me ha pegado en el alma
Y canta a una tierra que no aguanta más

Abrigos de piel de nutria
Zapatos de cocodrilo
Jabón de humildes ballenas
Ruego a Dios no hagan lo mismo contigo

La voz de un viejo profeta
Que no ha callado jamás
Se me ha pegado en el alma
Y canta a una tierra que no aguanta más

Abrigos de piel de nutria
Zapatos de cocodrilo
Jabón de humildes ballenas
Ruego a Dios no hagan lo mismo contigo

Alonso del Río
https://youtu.be/X2ZQdshTdo4 

LA VIDA NO SIEMPRE SE AJUSTA A NUESTROS PLANES


 

ESTAR SOLO, NO SOLITARIO


Cuando tomas contacto con este planteo por primera vez, es aterrorizante, 
¿sabes? Porque de repente te quedas solo, ¡no solitario! Solo. Es una sensación extraña.

De repente comprendes lo que habías sido a lo largo de toda tu vida, pero en lo que nunca habías reparado. Y de repente te das cuenta de lo encantador que resulta estar solo, no necesitar emocionalmente a los demás. Y, por primera vez, comprendes que puedes amar a la gente. No necesitas sobornarlos, manipularlos, impresionarlos, apaciguarlos. Finalmente, puedes amar. Y, por primera vez en tu vida, serás incapaz de sentirte solitario. Nunca más podrás sentirte solitario.

¿Sabes qué significa sentirse solitario? Significa tener una necesidad desesperada de los demás, hasta el punto de ser infeliz sin ellos. El sentirse solitario no se cura con compañía humana; se cura con el contacto con la realidad, comprendiendo que no necesitamos a los demás, que no los necesitamos. En última instancia, podrás disfrutarlos, porque no los necesitas. El resultado es que ya no hay tensión. ¿Sabes qué significa estar con los demás y no tener ninguna tensión? Porque no te importa si los demás te quieren o no, ni qué piensan de ti. ¿Sabes qué significa eso? ¡Oh, qué felicidad, qué dicha! Los demás podrían pensar lo que quisieran, podrían decir lo que quisieran, sin problema. Tú no te sentirías afectado, pues te sacaron la droga del "sistema". Sí, lo sé, estás aún en el mundo, pero ya no le perteneces. Ya no pueden controlarte. Y, de repente, no tienes una cama donde apoyar tu cabeza. "Los zorros tienen sus cuevas, las aves del cielo sus nidos...", pero tú no apoyas tu cabeza en ningún lugar. No lo necesitas, porque no te aferras más. Allí es donde comienza el amor.



Extracto del libro:
Redescubrir la vida
Anthony de Mello
Fotografías tomadas de Internet

jueves, 30 de diciembre de 2021

MIENTRAS ESTÁ VIVO, EL AMOR ESTÁ SIEMPRE AL BORDE DE LA DERROTA


 

NADA ES PROPIO


Un hombre se fue fuera de la cuidad al volver encontró que su casa se estaba incendiando. Era una de las casas más bonitas en la cuidad, él amaba su casa. Mucha gente estaban listas de pagar el doble de precio por su casa pero el nunca estuvo de acuerdo con ningún precio, y ahora se está quemando ante sus ojos. Miles de personas se han reunido, pero nada se puede hacer.

El fuego se había esparcido tan lejos que si tratabas de apagarlo nada sería salvado, Entonces se entristeció. Su hijo vino corriendo y le susurró algo en el oído: "No te preocupes. Yo la vendí ayer, y a un buen precio ― tres veces más... La oferta era tan buena que no te podía esperar. Perdóname."

Pero el papá dijo, "Bueno, si la has vendido por tres veces más el precio de la casa." En ese momento el papá es un observador. Sólo un momento antes no era un observador, él estaba identificado. Es la misma casa, el mismo fuego, todo es lo mismo ― pero ahora no le concierne. Él lo está disfrutando como todos los demás lo están disfrutando.

Después el segundo hijo viene corriendo, y le dice al padre, "¿Qué estás haciendo? Tú estás sonriendo ― y la casa se está incendiando?"
El papá dijo, "Tú no sabes, tu hermano la vendió."
Él dijo, El ha hablado de venderla, pero nada ha sido arreglado todavía y el hombre no la va a comprar ahora. Otra vez, todo cambió. Lágrimas que habían desaparecido, volvieron a los ojos del padre, su sonrisa no está más allí, su corazón está latiendo rápido. El observador se ha ido. Está otra vez identificado.

Después el tercer hijo vino, y dijo, "Ese hombre es un hombre de palabra. Yo vengo de donde él. Él dijo, no importa si la casa está quemada o no, es mía. Voy a pagar el precio que se había establecido. Ni ustedes sabían ni yo sabía que la casa podría incendiarse." Otra vez el padre es un observador. La identidad no está allí. Realmente nada ha cambiado; Sólo la idea de "Yo soy el dueño, me estoy identificando de alguna manera con la casa," hace toda la diferencia. En el momento siguiente siente,"Yo no estoy identificado. Alguien la ha comprado, no tengo nada que ver con ella, deje que la casa se queme."

Este simple método de observar la mente, de que no tienes nada que ver con ella....La mayoría de los pensamientos no son tuyos pero son de tus padres, tus maestros, tus amigos, los libros, las películas, la televisión, el periódico. Sólo cuenta cuantos pensamientos son tuyos, y te sorprenderás de que ningún pensamiento es tuyo. Todos son de otras fuentes, todos son prestados ― descargados sobre ti por otros o tontamente tú mismo te los descargas, pero no son tuyos.

La mente está allí, funcionando como un computador, literalmente es un computador biológico, tu no te identificarás con un computador. Si el computador se calienta, tú no te calientas. Si el computador se pone bravo y empieza a dar señales en palabra de cuatro letras (malas palabras), tú no estarás preocupado, verás que está mal, cuando algo está mal. Pero permaneces separado.



FUENTE: OSHO: ‘De la Inconsciencia a la Conciencia’, capítulo 19, de la dirección internet www.oshogulaab.com

miércoles, 29 de diciembre de 2021

ANTES DE QUE VINIERAN A CIVILIZARNOS


"Antes de que nuestros hermanos blancos vinieran a “civilizarnos”, no teníamos cárceles. 
Por eso no teníamos criminales.
No puedes tener criminales sin una cárcel.
No teníamos cerraduras ni llaves, por lo que no teníamos ladrones.

Si un hombre era tan pobre que no tenía tipi o manta, alguien le daba estas cosas. 
Estábamos incivilizados para dar mucho valor a las pertenencias personales...
Queríamos tener cosas solo para regalarlas. 

No teníamos dinero y, por lo tanto, el valor de un hombre no podía medirse con él.

No teníamos leyes escritas, ni abogados, ni políticos, por lo que no podíamos hacer trampa.

Realmente estábamos mal antes de que llegaran los hombres blancos, y no sé cómo nos las arreglamos para vivir sin estas cosas básicas que, según se nos dice, son absolutamente necesarias para hacer una sociedad civilizada".


Halcón Rojo [Red Hawk]

LA MUERTE


 

EL SUFRIMIENTO ES INHERENTE A NUESTRA GUERRA CON LA VIDA TAL COMO ES


 

SANAR


Tuve que alejarme de muchas cosas para sanarme, porque eso es lo que hacemos los valientes, "SANAR".!!

Sanar para no repetir los mismos errores.
Sanar para no matar mundos ajenos.
Sanar para no ensuciar otros corazones.
Sanar para no lastimar.
Sanar para no dar medio amor.
Sanar para no ser conformista.
Sanar para darse cuenta de que las flores crecen en jardines y no en el desierto.
Sanar para no autodestruirme.
Sanar para limpiarme.

Y aunque en mi garganta llevaba a miles de nosotros.
Y aunque me pareció casi imposible abandonar los viejos hábitos, quería sanar, porque eso es lo que los valientes hacen.

Perdonar,
Soltar,
Amar,
Curar.

Me falta mucho, el universo lo sabe, que todavía me falta, pero un día a la vez, voy removiendo de mi piel aquello que me hizo sufrir.

Lo estoy haciendo, lo hago.

Sigo sanándome para la persona más importante de mi vida, sigo sanando por mí y para Mí.

martes, 28 de diciembre de 2021

LA RESPUESTA A LAS CIRCUNSTANCIAS


 

EL MÉTODO GRUDJIEFF


Cuando enseñaba en la Universidad, un alumno estaba muy interesado en Gurdjieff, así que me dijo: No me pregunto si Gurdjieff estaba en lo correcto o equivocado, sólo explíqueme el método que usaba y como puedo usarlo.

El método es simple: haga cualquier cosa, por ejemplo correr. Hay un momento en que Ud. creerá que no puede más. Ahora, en ese momento, tiene que correr más. Y de repente se sorprenderá porque si sigue corriendo liberará una nueva energía... cuando Ud. pensaba que era imposible correr nunca más.

Hay tres capas de energía. Una: la ordinaria, común, que usan en su vida diaria: comer, caminar, trabajar, escribir, esto y aquello. Sólo superficialmente. Más allá está la capa con más cantidad de energía. Si uno, haciendo cualquier cosa, llega al punto en que se termina, eso no significa que la energía de uno se acaba, sólo que la capa se acaba, entonces el segundo esfuerzo le dice: ’Un momento, no pares, continúa.’’ Así la segunda capa se abre y se hace disponible. ¡Ud. pensaba que no podían más correr y ahora puede correr por horas!

Entonces de nuevo llega al punto en que Ud. siente: ‘’Si sigo corriendo un poco más, me desmayaré y moriré’ No sólo es cansancio... es casi fallecer. Al principio era cansancio, ahora es casi morir. Es la tercera capa en uno, la cual es enorme. Si Ud. continúa y dice: ‘bien, si viene la muerte, está bien, pero seguiré sin parar” la tercera capa se abre y nunca se verá energía mayor en Ud.

Lo que accidentalmente les sucede a ustedes: están cansados, todo el día trabajando y todo eso... y de repente, su casa está en llamas. Usted había pensado que lo único que quería era tumbarse a la cama y olvidarse del mundo, y ahora su casa en llamas!

Usted se olvida del cansancio y, de repente, está fresco y joven... tanto como jamás lo ha estado. Corre de aquí para allá, hace toda clase de cosas... tal vez tome toda la noche apagar el fuego. Y usted lo hará y no se cansará.

¿Qué pasó? Lo mismo que Gurdjieff estaba tratando de hacer metódicamente. Pero, una vez que uno se da cuenta de estas tres capas, con cada capa se integra un nuevo poder.

Fue entonces cuando le dije que trabajara método y él comenzó a hacerlo. Era hijo de un cortador de leña, así es que le dije: Vaya con su padre y corte toda la madera que pueda y cuando sienta que se va a desmayar, que ya no puede levantar el hacha, en ese momento es cuando tiene que hacerlo de nuevo. Y ese es el momento exacto para empezar a trabajar. El cansancio anterior era sólo superficial. Allí comienza Gurdjieff.





FUENTE: OSHO: ‘De la Inconsciencia a la Conciencia’, capítulo 19, de la dirección internet www.oshogulaab.com

lunes, 27 de diciembre de 2021

AMANTES INSEGUROS


 

HEMOS PERDIDO LA CAPACIDAD DE AMAR


Ahora bien, ¿sabes que, como resultado de esto, has perdido tu capacidad de 
amar? Porque cuando necesitas a alguien, no puedes amar a esa persona. ¿Sabes por qué? Porque ya no puedes comprenderla. Cuando un político necesita votos, deja de comprender a la gente. Cuando una mujer o un hombre de negocios enloquecen por el dinero, dejan de comprender a la gente.

Cuando quiero algo de ti, no te estoy comprendiendo; quiero obtener algo de ti... Y tú sabes que esta situación es tan grave que, durante las veinticuatro horas del día, consciente o inconscientemente, queremos algo de las personas que nos rodean; queremos su aprobación, tememos su desaprobación. Tememos que nos rechacen; tenemos miedo de lo que puedan pensar de nosotros. ¿Cómo podrías amar a las personas de esta manera, cuando dependes tanto de ellas emocionalmente?

-¡Oh, tenemos que depender unos de otros! - les dirán con grandilocuencia.

Por supuesto que tenemos que depender unos de otros. Así es como se construye nuestra sociedad; compartimos nuestro trabajo, compartimos nuestro catecismo; ¡eso es maravilloso! No tengo nada en contra de esta clase de dependencia. Lo malo es depender de otro para tu felicidad. Depender de otro para aprender, para adquirir habilidades técnicas, para alimentarse, está muy bien. Para la cooperación dentro del mundo, la dependencia es necesaria. Lo malo es depender de otros para tu felicidad.

Pues entonces no puedes amar. Piensa en esto cuando tengas tiempo y puedas dedicarte al ocio. Hasta que ceses de depender de los demás, hasta que mueras a la necesidad de depender de la gente.



Extracto del libro:
Redescubrir la vida
Anthony de Mello
Fotografías tomadas de Internet

LO MALO ES DEPENDER DE OTROS PARA TU FELICIDAD


 

A VECES MUERES AUNQUE ESTÉS RESPIRANDO


 

viernes, 24 de diciembre de 2021

CADA OLA ES UNA EXPRESIÓN ÚNICA DEL OCÉANO


 

EL SOL Y LA OSCURIDAD


Un día la oscuridad se acercó a Dios y le dijo: ‘’Nunca le he hecho daño al sol, pero sigue torturándome. Donde voy, me alcanza y tengo que huir de ahí. Ni siquiera puedo descansar. No es que me esté quejando, pero ya es suficiente. Hasta cuando deberé soportarlo? Y soy absolutamente inocente, nada he hecho en contra del sol y nunca he dicho nada en contra del sol. Es la primera vez que hable de esto.’’

Dios inmediatamente llamó al sol.

El sol estaba callado y Él le preguntó: “Por qué torturas y molestas a la oscuridad?”

El sol dijo: ‘’De qué me hablas? Nunca me he encontrado con nadie que se llame oscuridad’’.

Y Dios miró alrededor y no vio a nadie. Dónde se había ido la oscuridad? Había desaparecido. El sol dijo:

-Cuando quieras, trae a la oscuridad frente a mí y me disculparé o como Tú digas. Pero, no lo sé, tal vez sin darme cuenta, inconscientemente la he herido, por lo menos déjame ver a esa persona... la persona que se queja de mí.

La historia dice que el archivo de este caso en contra del sol todavía está pendiente pues Dios no ha podido traer a las dos partes frente a El. Algunas veces la oscuridad viene, otras el sol llega, pero no ha podido juntarlos a ambos y a menos que las dos partes estén presentes este caso no puede ser resuelto.


FUENTE: OSHO: ‘De la Inconsciencia a la Conciencia’, capítulo 19, de la dirección internet www.oshogulaab.com

jueves, 23 de diciembre de 2021

CUANDO SE SUFRE EN OCASIONES COMENZAMOS A ESCUCHAR LA VIDA


 

SÓLO HAY UN PECADO Y SÓLO UNA VIRTUD


Los escritos tibetanos dicen: ‘Se debe tomar al menos una vez al año, un baño’. Cuando el Dalai Lama y su gente escaparon del Tíbet a la India, muchos vinieron a verme. Los hábitos son difíciles de dejar. No se bañaban o duchaban, aún en India seguían usando la misma ropa que en el Tíbet. Tuve que decirles:

-Soy muy alérgico a los olores, así que siéntense en la otra esquina de la sala, a menos que aprendan a limpiar su cuerpo y cambiar sus ropas diariamente.

Ellos respondieron:

-Diariamente! Pero, si las escrituras religiosas dicen que una vez al año es suficiente!



FUENTE: OSHO: ‘De la Inconsciencia a la Conciencia’, capítulo 19, de la dirección internet www.oshogulaab.com

miércoles, 22 de diciembre de 2021

BESAR LA TIERRA (LA LUNA) Kiss the Earth (La Luna)


BESAR LA TIERRA (LA LUNA) 
#Kiss the Earth (La luna) 
Créditos totales para #Ajeet Kaur 

Walk quietly my love 
Let’s kiss this earth we walk upon 
With our steps 
The moon she shines 
In the silence of your mind 
Close your eyes 
YaYa La Luna 
What is the sound 
Of the song in your heart Listen 
Close Dance wildly my love 
Let’s throw our songs into the wind and let them echo echo 
YaYa La Luna 
La Luna Illumina 
Grandmother Moon illuminates

¿DÓNDE TERMINA EL DOLOR?


 

TEN MIEDO A NO VIVIR, NO A LA MUERTE


 

EL MIEDO A LA MUERTE ES EL MÁS INJUSTIFICADO


El miedo a la muerte es el más injustificado 
de los miedos, ya que no hay riesgo de sufrir un accidente cuando estás muerto. 
(Albert Einstein)

Desde que el ser humano tiene uso de razón, ha sufrido todo tipo de miedos, pero el más común siempre ha sido enfrentarse a la muerte.

Quizá solo los antiguos samuráis, siguiendo su código de conducta llamado bushido, aprendieron a aceptar la muerte como una consecuencia lógica de su propia vida.

Prácticamente todo el mundo teme el momento de la propia muerte, o la de sus seres queridos, llegando incluso a suponer un importante trauma para aquellos a quienes el concepto los supera.

Según los expertos, es de vital importancia aceptar la muerte como un paso más, dedicando la vida a disfrutar de los seres queridos que merecen toda la atención. Debe aprovecharse el presente sin tener en cuenta el futuro, dado que solo en el ahora uno puede llegar a experimentar la felicidad.

Al mismo tiempo, es muy importante reconocer que la vida es limitada y que, por lo tanto, no hay tiempo que perder.

El miedo a la muerte se denomina tanatofobia, y toda la población lo sufre en mayor o menor medida. Quizá por ello siempre se recomienda hablar sobre ese asunto con amigos o allegados de confianza, para conocer de qué forma afrontan ellos ese temor.

Lo esencial es aceptar su existencia y pensar que todos pasamos por ese momento. De un modo u otro, todos seremos recordados por quiénes éramos y por quiénes nos han rodeado en nuestra vida. Debe considerarse, por tanto, que la muerte no borra nuestra presencia por completo, sino que la traslada a un plano más etéreo.

Marco Aurelio afirmaba que «no hay que temer a la muerte sino a no haber vivido», y Jim Morrison —el líder de The Doors— decía lo siguiente: «La gente tiene más temor a la muerte que al dolor. Es extraño que ellos teman a la muerte. La vida duele mucho más que la muerte. Cuando la muerte llega, el dolor termina».



Tomado del libro:
Einstein para despistados
Allan Percy
Fotografía de Internet

martes, 21 de diciembre de 2021

LA DEPRESIÓN TE INDICA EL CAMINO DE VUELTA A CASA


 

CUANTO TIEMPO CUESTIONAR LOS SENTIMIENTOS


Pregunta
: Siento que me estoy adaptando a estar con el miedo, la ira y otras emociones 
difíciles. Es como un ardor, y he estado notando el pensamiento o historia asociado con el sentimiento, luego dejo ir el pensamiento y lo dejo arder. Cuando lo hago, encuentro que la emoción difícil, en realidad es solamente energía, y cuando la permito, es estimulante.

Mi pregunta es ¿cómo sé cuánto tiempo permanecer con el sentimiento? A veces se convierte en energía pura y desvanece. Otras veces, las emociones más profundamente arraigadas, no desvanecen. Cuando no se van, ¿debo intentar dedicar horas a lidiar estar con el sentimiento? A veces permanezco con un sentimiento durante un rato, pero a veces tengo que ir a trabajar o atender otras cuestiones rutinarias. Puedo permitir el sentimiento pero es más difícil concentrarme y permitirlo de lleno mientras suceden otras cosas.

Respuesta:
Cada experiencia es única. Cuando permaneces con ella, o la cuestionas, un sentimiento o a veces la energía del mismo, libera o disuelve, y un nivel o dimensión más profunda de su experiencia interna es revelado.

O podría encontrar una cualidad esencial, tal como paz y alegría.

Otras veces, encontrará otro sentimiento bajo aquel que esta liberando.

O quizá no suceda nada. En todo caso, el cuestionamiento está funcionando de forma perfecta. Hay una inteligencia profunda dentro de su Ser que sabe exactamente como desarrollar cada pregunta. Mientras más tiempo pueda permanecer con eso que está sucediendo en el cuestionamiento y dejar ir cualquier idea o expectativa sobre lo que debe suceder, más podrá trabajar esta inteligencia interna.

Cuando cuestione, le invito a seguir lo que se siente verdadero en cuanto al tiempo de permanecer con este proceso y cómo balancearlo con otras demandas de su vida. Recuerde: La verdad es aquello que abra su Corazón, expanda su ser y calle su mente. Así que solo note si se siente real permanecer con el sentimiento por un rato más o si se siente más real seguir adelante con otra actividad. Y por supuesto, siempre puede mantener parte de su consciencia en sus experiencias internas incluso cuando se involucra en otras actividades.

El verdadero valor de permanecer con y cuestionar los sentimientos no está en los resultados. Tampoco resolverlos ni eliminarlos, aunque el cuestionamiento abierto podría tener ese efecto. El verdadero propósito de esta práctica es reconocer el poderoso misterio de la consciencia.

¿Qué es esto que puede notar y observar un sentimiento? ¿Qué significa que usted pueda escoger permanecer con un sentimiento? ¿Qué es la consciencia? ¿Qué es consciente?

Quienes buscan la espiritualidad muchas veces están tan ocupados buscando un tesoro escondido imaginario, que no se dan cuenta que la pala con la que excavan (consciencia) está cubierta con grandes diamantes y rubíes. ¡El tesoro ya está en sus manos! La atención que utiliza para permanecer con un sentimiento es un milagro. No pase por alto el inmenso valor de la consciencia que ya está presente en cada momento.


Extracto del libro:
Eso es eso
aka Nirmala
Fotografía tomada de internet

lunes, 20 de diciembre de 2021

EN EL RESPLANDOR DEL YO



RAMAN MAHARSHI


Raman Maharshi fue un místico de la calidad más elevada, pero un maestro de la calidad más baja. Y tienes que entender que ser un místico es una cosa y ser un maestro es totalmente diferente.

De mil místicos, quizás uno es un maestro. Novecientos noventa y nueve deciden permanecer en silencio, viendo la dificultad que cualquier cosa que ellos han comprendido es imposible comunicarla de cualquier manera posible a otros, y que no sólo es difícil de comunicarla; se presta también a ser mal interpretada.

Naturalmente, uno que ha llegado a la última cima de la consciencia decidirá probablemente ya no preocuparse por el mundo. Ha sufrido durante centenares de vidas viviendo con esta gente miserable, sumido en todo tipo de equivocaciones, a tientas en la oscuridad sin hallar nada. Y estas personas ciegas que nunca han visto la luz creen que ellos saben qué es la luz.

Desde la antigüedad, un filósofo se ha definido como un hombre que es ciego, en una casa que está completamente oscuras y en busca de un gato negro que no está allí. Y la búsqueda sigue.

Después de una larga jornada, larga, tediosa, alguien ha alcanzado la cumbre de la relajación; por primera vez está a gusto con la existencia, y decide no involucrarse con las personas ciegas, personas prejuiciadas, personas sordas que van a entenderlo mal, que van a interpretarlo mal, que van a crucificarlo, que van a envenenarlo, que van a hacer todas las estupideces posibles en su contra. ¿Por qué molestarse?

No puedes culpar a esos novecientos noventa y nueve místicos que deciden permanecer callados. No es su responsabilidad, no es su compromiso. No deben nada al mundo; ¿por qué deben entrar innecesariamente en el enredo, en el manicomio, que es el mundo?

Raman Maharshi permaneció en su cueva en las montañas de Arunachala su vida entera, indiferente con el mundo. Estaba absolutamente cansado de él. Naturalmente, nadie estaba contra él.

Él nunca dijo algo contra ninguna superstición, contra ninguna creencia que esté basada en mentiras. Él nunca criticó a ninguna religión, a ninguna política. Él no era un revolucionario. Él no estaba interesado en transformar a los seres humanos y crear una sociedad mejor. Él no estaba interesado en compartir ni tan solo una pizca de su experiencia.

Él era como un pozo -si estás sediento, tendrás que encontrar la manera, tendrás que encontrar un cubo, tendrás que encontrar una soga, tendrás que alcanzar el agua. El agua no está interesada en ti o en tu sed.

Naturalmente no hay nadie que criticará a Raman Maharshi. Él vivió silenciosamente, apaciblemente, no contra intereses creados sin proponer en forma alguna a un nuevo hombre, a una nueva humanidad. Él está realizado y contento; él terminó con el mundo.



FUENTE: OSHO: ‘Sobre Zorba el Budha’, tomado de ‘Sermones sobre las Piedras’, Capítulo 1, de la dirección internet www.oshogulaab.com/

sábado, 18 de diciembre de 2021

Y LO IMPORTANTE...ES LA VIDA


 

ANIMARSE A VOLAR


Para Ioshúa que se animó a correr el riesgo y voló...
(publicado originalmente en Recuentos para Demián. 1991)

...Y cuando se hizo grande, su padre le dijo:

- Hijo mío, no todos nacen con alas. Y si bien es cierto que no tienes obligación de volar, opino que sería penoso que te limitaras a caminar teniendo las alas que el buen Dios te ha dado.

- Pero yo no sé volar - contestó el hijo.

- Ven - dijo el padre.

Lo tomó de la mano y caminando lo llevó al borde del abismo en la montaña.

- Ves hijo, este es el vacío. Cuando quieras podrás volar. Sólo debes pararte aquí, respirar profundo, y saltar al abismo. Una vez en el aire extenderás las alas y volarás...

El hijo dudó.

- ¿Y si me caigo?

- Aunque te caigas no morirás, sólo algunos machucones que te harán más fuerte para el siguiente intento - contestó el padre.

El hijo volvió al pueblo, a sus amigos, a sus pares, a sus compañeros con los que había caminado toda su vida.

Los más pequeños de mente dijeron:

- ¿Estás loco?

- ¿Para qué?

- Tu padre está delirando...

- ¿Qué vas a buscar volando?

- ¿Por qué no te dejas de pavadas?

- Y además, ¿quién necesita volar?

Los más lúcidos también sentían miedo:

- ¿Será cierto?

- ¿No será peligroso?

- ¿Por qué no empiezas despacio?

- En todo caso, prueba tirarte desde una escalera.

- ...O desde la copa de un árbol, pero... ¿desde la cima?

El joven escuchó el consejo de quienes lo querían.

Subió a la copa de un árbol y con coraje saltó...

Desplegó sus alas.

Las agitó en el aire con todas sus fuerzas...

pero igual... se precipitó a tierra...

Con un gran chichón en la frente se cruzó con su padre:

- ¡Me mentiste! No puedo volar. Probé, y ¡mira el golpe que me di!. No soy como tú. Miralas son de adorno... - lloriqueó.

- Hijo mío - dijo el padre - Para volar hay que crear el espacio de aire libre necesario para que las alas se desplieguen.

Es como tirarse en un paracaídas... necesitas cierta altura antes de saltar.

Para aprender a volar siempre hay que empezar corriendo un riesgo.

Si uno quiere correr riesgos, lo mejor será resignarse y seguir caminando como siempre...



Extracto del libro:
Cuentos para pensar
Jorge Bucay
Fotografía de Internet

viernes, 17 de diciembre de 2021

PASAR DEL SER DE A ESTAR CON


 

¿POR QUÉ SUFRIMOS? RESISTENCIA AL SUFRIMIENTO


El sufrimiento humano puede parecer tan insondable, incontrolable, impenetrable..., un problema demasiado descomunal para poder remediarlo. A veces parece tan sin sentido, tan inexplicable o tan fortuito y repentino que lo único que uno puede decir es: «¿Qué me pasa? ¿Qué es lo que estoy haciendo mal?», «¡Debe de ser por mí, por mi forma de ser!», «Será que es mi sino sufrir así», «Seguro que es la genética, o algún desequilibrio químico del cerebro».

Yo no creo que haya nadie fundamentalmente incapacitado para la vida, que nadie tenga que sufrir, que haya ninguna desdicha predestinada o inherente a nosotros en modo alguno.

Lo que sí veo es que mucha gente busca, intentando escapar de lo que piensan y sienten en el momento. Oponen una resistencia férrea a la experiencia presente, pero no se dan cuenta de que es eso lo que hacen, y tienen así la sensación de que el sufrimiento les invade, casi como si les llegara del exterior y fueran víctimas de él. Si se dieran cuenta de la magnitud de su resistencia al momento, no tendrían que seguir recurriendo a todo tipo de extrañas teorías para explicar o justificar su sufrimiento. Dejarían de culpar de su sufrimiento a la vida, dejarían de culparse a sí mismos, a los demás o a las circunstancias; dejarían de culpar a la alineación de los planetas o de las estrellas, a las fuerzas electromagnéticas o las energías cósmicas, a su karma, a su gurú, a Dios o al diablo, y serían responsables en el auténtico sentido de la palabra: capaces de responder a la vida tal como es en este mismo instante, y no a la vida como imaginan que es o que debería ser.

Todo mi sufrimiento resultó ser un regalo, no una maldición. La depresión apareció para hacerme ver —de la manera más dramática que cabe— hasta qué punto me había desconectado de la vida. Visto así, el sufrimiento siempre es una señal que nos indica el camino de vuelta a la integridad.

Con frecuencia, solo cuando empezamos a sufrir comenzamos a escuchar a la vida. Así que, de algún modo, a todos se nos provee de la cantidad de sufrimiento exacta que necesitamos para reconocer quiénes somos realmente.

Cada ola es una expresión única del océano, y cada ola sufrirá de una manera distinta. Tu sufrimiento es tu imitación sin par a que retornes al océano.

Mi depresión apuntaba directamente al despertar espiritual. Mi depresión indicaba el camino de vuelta a quien soy realmente, que está siempre en profundo reposo; era una invitación a soltar la carga de mi pesado relato sobre el pasado y el futuro, y a descansar profundamente en la experiencia presente; era una invitación a despertar del sueño de la separación. Solo que tardé cierto tiempo en aceptarla.

Comprender que nada exterior a nosotros provoca en realidad nuestro sufrimiento es la clave de una increíble libertad. Las circunstancias nunca pueden ser realmente la causa de nuestro sufrimiento; es siempre la respuesta que damos a las circunstancias la que nos hace sufrir. Sufrimos solo cuando buscamos la forma de escapar de ciertos aspectos de nuestra experiencia presente y, al hacerlo, nos separamos de la vida y entramos en guerra con nosotros mismos y con los demás —a veces de manera obvia y a veces de manera muy sutil—. Nuestro sufrimiento tiene sus raíces en la negativa a sentir lo que sentimos, a experimentar lo que experimentamos ahora mismo. El sufrimiento es inherente a nuestra guerra con la vida tal como es, inherente a la ceguera que nos impide ver que todo lo que sucede en el momento está siempre aceptado, en el sentido más profundo.

Existe mucha confusión en torno a la palabra «aceptación», así que, antes de que sigamos adelante, quiero explicar algo sobre ella. Una de las primeras reacciones que me llegan de la gente que tiene su primer contacto con este mensaje es: «¿Qué quieres decir, Jeff, que tenemos que aceptarlo todo..., sentarnos cómodamente, sin hacer nada, asumiendo que no hay posibilidad de lograr ningún cambio? Si nos limitamos a aceptar todo lo que ocurre, ¿no conduce eso a la pasividad, la apatía, la inacción y la impotencia?».

Aceptación no significa que deberíamos renunciar a toda tentativa de impedir que suceda aquello que no deseamos —como si eso fuera posible—. No estoy diciendo que deberíamos sentarnos tranquilamente y dejar que todo ocurra si podemos hacer algo al respecto. Nadie quiere que enfermen sus seres queridos, nadie quiere perder todos sus bienes o tener un accidente de coche, nadie quiere que su pareja le deje de improviso, ni que le agredan físicamente, pero son cosas que pasan. La vida no siempre se ajusta a nuestros planes. Incluso cuando tenemos la mejor de las intenciones; incluso cuando hacemos planes con la base mas solida posible, apelamos al pensamiento positivo, practicamos la oración e intentamos de buena fe manifestar nuestro destino; incluso cuando seguimos un camino espiritual y trabajamos en nuestra evolución, ocurren cosas que no habríamos elegido que ocurrieran, y se hace patente, una y otra vez, que, en última instancia, no tenemos control sobre esto a lo que llamamos vida. Incluso las personas a las que se ha considerado más iluminadas han terminado en una cama de hospital, con dolores terribles a causa de un tumor, pidiendo más morfina.

Lo que trato de decir es que, si queremos ser verdaderamente libres, debemos hacer frente a esta realidad con los ojos bien abiertos. Debemos dejar de engañarnos, debemos apartarnos de las ensoñaciones y la esperanza, y decir la verdad sobre la vida tal como es. La gran libertad reside en admitir la verdad de este momento, por mucho que choque con nuestras esperanzas, nuestros sueños y nuestros planes.

Lo que intento que entiendas es que, en definitiva, la propia realidad —no lo que nosotros pensamos sobre ella— es la que manda. Aceptación significa ver la realidad, ver las cosas como son realmente, y no como esperamos o deseamos que sean. Y, desde ese lugar de alineamiento total con lo que es, toda acción creativa, afable e inteligente fluye con naturalidad.

Juzgamos la vida constantemente. Suceden cosas, y a continuación las aprobamos o las desaprobamos. Las aceptamos o las rechazamos. Decimos: «No debería haber sucedido esto». Decimos: «La vida es mala», «La vida es buena», «La vida no tiene sentido» o «La vida es cruel». Decimos: «La vida siempre se porta bien conmigo» o: «La vida nunca me da lo que quiero». Pero la vida en sí llega antes que todas las etiquetas que le pongamos; llega antes que todos nuestros juicios sobre ella. La vida no puede ser buena ni mala. La vida es simplemente la vida, que toma la apariencia de todo cuanto hay, de lo que llamamos positivo y de lo que llamamos negativo. La vida «hace que el sol brille sobre los buenos y los malos por igual», como dice la Biblia. La vida hace que el sol brille, y la vida es el sol que brilla y todo aquello sobre lo que brilla el sol, incluido aquello sobre lo que preferiríamos que el sol no brillara.

Más adelante, hablaré mucho más sobre la verdadera naturaleza de la aceptación en este sentido auténticamente profundo. Pero, por ahora, digamos simplemente que, desde un lugar de profunda aceptación de la manera en que son las cosas —por haber visto la perfección inherente a la vida en sí—, seguimos siendo totalmente libres de hacer lo que sintamos el impulso de hacer: de ayudar a cambiar las cosas, a hacer del mundo un lugar más humano. La diferencia estriba en que nuestras acciones ya no provendrán de la suposición básica de que la realidad está estropeada y es necesario arreglarla, y, por debajo de eso, de la suposición de que cada uno de nosotros está separado de la vida. Cualquier movimiento que proceda del supuesto de que la vida es defectuosa no hará sino perpetuar la enfermedad que promete curar.

Este libro no habla de sentarse cómodamente alejados de la vida y no hacer nada; eso es desapego, que es otra forma de separación. Este libro habla sobre la relación íntima con la vida, con la vida toda, que podríamos decir que es la muerte del desapego. Es imposible tener una actitud pasiva hacia la vida cuando te das cuenta de que eres la vida misma.

El despertar no es el final del compromiso con la vida...; es solo el principio. Paradójicamente, cuando comprendemos lo perfecta que es la vida, cómo todo sucede exactamente cómo ha de suceder, nos sentimos más libres que nunca de salir al mundo y cambiar las cosas para mejor. Al ver lo perfecto que es alguien exactamente como es, eres más libre que nunca de ayudarle a ver con claridad lo que a sus ojos es imperfección. Tu acción ya no proviene del supuesto básico de que esa persona es una entidad defectuosa que es necesario reparar; ves que ya es un ser íntegro y, desde las profundidades de esa comprensión, le señalas el camino de vuelta a su integridad inherente. Enraizado en la integridad, eres libre de participar plenamente en la danza de la separación aparente.

Cuando ya no intentas arreglar la vida, quizá puedas serle de gran ayuda a la vida. Cuando ya no intentas arreglar a los demás, quizá puedas ser para ellos una gran bendición. Tal vez la verdadera sanación se produce cuando dejas de interferir.

Posiblemente lo que la vida necesite más que ninguna otra cosa sean personas que ya no ven problemas, sino que ven la inseparabilidad de sí mismos y el mundo, y que se implican plenamente en el mundo desde ese lugar de la más profunda aceptación. La más profunda aceptación de las cosas tal como son y el compromiso valiente con la vida son uno, por muy paradójico que le suene a la mente racional.



Extracto del libro:
La más profunda aceptación
Jeff Foster
Fotografías tomadas de Internet
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