lunes, 8 de agosto de 2022
EL CORAJE DE CAMBIAR TU VIDA
Deseamos el cambio, pero ¿estamos dispuestos a realizar esa travesía por el desierto incómoda y a veces desesperante que requiere un proceso de transformación personal que nos aporte mayor equilibrio y bienestar? Sí, deseamos el cambio, pero sin movernos del sofá, como si las inercias y las creencias que nos han llevado durante años hasta la encrucijada en la que nos encontramos pudieran mutar con tan solo un chasquido de nuestros dedos. Cambiar esas inercias requerirá de nuestra atención y de nuestra dedicación. Puede que el proceso que debamos atravesar sea largo y doloroso y ello, por tanto, requiere valentía, la valentía de conectar con nuestra vulnerabilidad y a pesar de ello continuar caminando, incluso cuando nuestro entramado de falsas verdades vaya derrumbándose.
Un proceso de desarrollo personal y espiritual implica necesariamente adentrarnos en esas zonas de nosotros mismos que más nos incomodan, que más nos aterran, significa cuestionar aquellas bases sobre las que hemos construido nuestra identidad y nuestra vida, supone en ocasiones quedar suspendidos en el vacío, significa perder por algún tiempo nuestras referencias para construirnos de nuevo con mayor autenticidad. Y eso es aterrador, perder las referencias, cuestionar la propia identidad, conectar con emociones dolorosas que están enquistadas a un nivel muy profundo, darse cuenta de que el propio yo es una mera construcción mental y que somos muchísimo más que una idea flotando en nuestra mente. Sin embargo, si somos capaces de transitar a corto plazo por esa incomodidad, por ese miedo, esa incertidumbre, esa oscuridad, a medio y largo plazo obtendremos unos frutos muy valiosos, se ampliará inevitablemente nuestra conciencia y, por ende, se ampliará la imagen de lo que somos, de lo que es el mundo y podremos arrojar luz sobre circunstancias que antes aparecían envueltas en sombras.
Los cambios no se dan por arte de magia, no hay fórmulas milagrosas, para que la semilla de la transformación crezca en nosotros es preciso desear el cambio, pero este debe ir acompañado de un compromiso férreo que se concrete a través de la acción. Sin una acción continuada y sin perseverancia esa semilla no da frutos.
Daniel Ramos Autó
Extracto del libro:
365 semillas de conciencia para una vida plena
Fotografías tomadas de Internet
domingo, 7 de agosto de 2022
sábado, 6 de agosto de 2022
viernes, 5 de agosto de 2022
AL ENCUENTRO DE NUESTRO PODER CREADOR Y NUESTRA LIBERTAD
A veces empezamos la búsqueda interior porque parece que la vida se nos cae a pedazos: todo va mal; en nuestras relaciones, que son cada vez más difíciles (con los compañeros de trabajo, con el cónyuge, con la familia); en el trabajo, que parece no tener sentido (desde luego no puede uno sentirse satisfecho de un trabajo que solo sirve para ganar el sustento); en el propio cuerpo físico, que pierde energía y se pone enfermo. A veces es solo una crisis en una parcela concreta de nuestra vida; otras, parece derrumbarse todo al mismo tiempo. Esos momentos de tensión no tienen por qué ser mala señal, ni mucho menos. Con frecuencia son advertencias que nos da el alma para hacernos despertar, es decir, para hacernos salir del entorpecimiento relativamente cómodo del mundo materialista que hace de nosotros unas máquinas, a fin de que podamos volver a encontrar nuestro poder creador y nuestra libertad.
En cuanto el alma despierta, no puede tolerar que vivamos la vida como si fuéramos robots, entumecidos en los mecanismos y manipulados por los poderes establecidos. El alma quiere que volvamos a encontrar nuestro poder y nuestra libertad. Y, si no nos despertamos de buen grado, lo haremos a la fuerza, gracias a las crisis que el alma nos envía, que son auténticas bendiciones, aunque puedan resultar muy dolorosas en el momento. Es importante considerar las cosas desde esa óptica para no bloquear el proceso intentando adormecerse otra vez en la vida ordinaria. Porque es difícil resistir a la fuerza de evolución que, actualmente, es cada vez más intensa en el seno de la humanidad. Por eso es cada vez mayor el número de personas que buscan en su interior algunas respuestas que den sentido y armonía a su vida a fin de poder hacer de ella una experiencia auténtica.
Otras veces no es necesario que haya crisis; solo se busca la transformación interior porque la vida ordinaria ya no es satisfactoria. Parece faltar algo fundamental incluso si, y sobre todo si, materialmente parece ir todo bien. Pues, de hecho, la verdadera búsqueda comienza cuando la vida ordinaria está suficientemente dominada, porque es entonces cuando de verdad nos damos cuenta de que la verdadera felicidad y la auténtica libertad están por encima de una vida material relativamente cómoda, y se empieza a tener la sensación de que no se ha alcanzado lo esencial de la vida. Ese sentimiento de insatisfacción es muy positivo y favorable, porque empuja a salir de la hipnosis colectiva en la que el mundo materialista mantiene atrapados a los individuos. Y entonces se empieza a buscar lo esencial.
Annie Marquier
Extracto del libro:
365 semillas de conciencia para una vida plena
Fotografías tomadas de Internet
jueves, 4 de agosto de 2022
CLARO Y DIÁFANO
La mente tiene que amar y odiar, y la mente tiene que luchar continuamente entre estas dos cosas. Si no amas ni odias, vas más allá de la mente. ¿Dónde está la mente entonces? Dentro de ti, cuando la elección desaparece la mente desaparece. Aunque digas: "Me gustaría estar en silencio", nunca estarás en silencio porque tienes una preferencia. Este es el problema. La gente viene y me dice: "Me gustaría estar en silencio, no quiero tener más estas tensiones". Me dan lástima; lástima porque lo que dicen es estúpido. Al no querer más tensiones crearás otras nuevas, porque este no-querer creará una nueva tensión. Y si deseas mucho el silencio, si lo persigues demasiado, el propio silencio se convertirá en tensión. Debido a ello sentirás más inquietud aún.
¿Qué es el silencio? El silencio es un profundo entendimiento; un entendimiento de que el fenómeno de elegir te causa tensión. Aunque lo que prefieras sea el silencio, te pondrás tenso.
Entiéndelo, siéntelo; siempre que prefieres algo, te pones tenso; cuando no prefieres, no hay tensión, estás relajado. Y cuando estás relajado, tus ojos poseen cierta claridad; no están velados por nubes y sueños. No se mueven pensamientos en la mente; puedes ver a través de ella. Y cuando puedes ver la verdad, ello te libera. La verdad libera.
Sin embargo, haz la más mínima distinción, y el cielo y la tierra se distancian infinitamente.
Haz la más mínima distinción, la más mínima elección, y estarás dividido. Entonces tendrás un cielo y un infierno, y entre ellos dos serás aplastado.
Si quieres ver la verdad, no mantengas ninguna opinión a favor o en contra.
Vive sin opiniones. Vive desnudo, sin ropa alguna, sin opiniones acerca de la verdad, porque la verdad detesta todas las opiniones. ¡Abandona todas tus filosofías, teorías, doctrinas, escrituras! ¡Abandona toda esa basura! Vive en silencio, sin elegir, con los ojos simplemente dispuestos a ver lo que hay, de ninguna manera esperando ver tus deseos realizados. No cargues con deseos. Se dice que el camino del infierno está completamente lleno de deseos, de buena voluntad, de esperanzas, de sueños, de arco iris, de ideales. El camino del cielo está absolutamente vacío.
¡Despréndete de todas las cargas! Cuanto más alto quieras llegar, más ligero tendrás que ir. Si quieres ir a los Himalayas tendrás que dejar toda la carga. Al final, cuando llegues al Gurisankar, al Everest, tendrás que dejarlo todo. Tendrás que ir completamente desnudo, porque cuanto más alto llegues, más ligero necesitarás estar. Y todas las opiniones son cargas. No alas. Sin opiniones, sin ninguna preferencia...
Si quieres ver la verdad, no mantengas ninguna opinión a favor o en contra.
Si quieres saber la verdad no seas ni creyente ni ateo. No digas: "Dios existe", ni: "Dios no existe", porque lo que sea que digas se convertirá en un deseo profundo. Y proyectarás todo lo que haya oculto tras el deseo.
Si quieres ver a Dios como un Krishna con una flauta en sus labios, algún día lo verás; no porque Krishna esté ahí, sino tan sólo porque tienes una semilla de deseo que proyectas en la pantalla del mundo.
Si quieres ver a Jesús crucificado, lo verás. Lo que quieras se proyectará, pero es sólo un mundo de sueños; no te estás acercando a la verdad. No plantes ninguna semilla en tu interior: vive sin opinión, sin ningún pensamiento a favor o en contra, sin filosofía. Simplemente ve lo que hay. No lleves contigo ninguna mente. Vive sin mente.
Del libro:
Hsin Hsin Ming: El libro de la nada
Osho
Fotografía tomada del internet
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