sábado, 8 de enero de 2022
¿SER OVEJA O LEÓN?
Y ahora viene la última historia. Había un león que creció en un rebaño de ovejas y no tenía conciencia de que era un león. Balaba como una oveja y comía pasto como una oveja. Un día en que las ovejas deambulaban por el borde de una gran selva, un león grande y poderoso soltó un rugido y salió corriendo de la espesura, dirigiéndose directamente al centro del rebaño. Todas las ovejas se desbandaron y huyeron. Cuál no sería la sorpresa del león de la selva cuando vio al otro león, allí, entre las ovejas. Entonces las corrió y las agarró. Y allí estaba el pobre león, encogido frente al rey de la selva. Y éste le preguntó:
-¿Qué haces aquí?
Y el otro dijo:
-¡Perdón, ten piedad de mí; no me comas, ten piedad de mí!
Pero el rey de la selva lo arrastró consigo. Lo llevó a un lago y le dijo:
-¡Mira!
Entonces el león que creía ser una oveja miró y, por primera vez, vio su reflejo, vio su imagen. Luego miró al otro león, y volvió a mirar, y soltó un poderoso rugido.
Nunca más volvió a ser una oveja. Le había llevado un minuto. Bien, quizás, en el transcurso de toda mi exposición, habrás mirado y visto a través de toda esta red de mentiras, condicionamientos y programaciones a los que estamos sujetos, y habrás adquirido alguna noción acerca de quién eres. Si es así, la lectura habrá valido la pena.
Extracto del libro:
Redescubrir la vida
Anthony de Mello
Fotografías tomadas de Internet
viernes, 7 de enero de 2022
CUENTO SIN U
Allí estaba el imponente espejo de mano, al costado del sendero, como esperándolo.
Se acercó, lo alzó y se miró en él.
Se vio bien.
No se vio tan joven, pero los años habían sido bondadosos con él.
Sin embargo, había algo desagradable en la imagen de sí mismo.
Cierta rigidez en los gestos lo conectaba con los aspectos más agrios de la propia historia:
La bronca,
el desprecio,
la agresión,
el abandono,
la soledad.
Sintió la tentación de llevárselo, pero rápidamente desechó esa idea.
Ya había bastantes cosas desagradables en el planeta para cargar con otra más.
Decidió irse y olvidar para siempre ese camino y ese espejo insolente.
Caminó por horas tratando de vencer la tentación de volver atrás hacia el espejo. Ese misterioso objeto lo atraía como los imanes a los metales.
Resistió y aceleró el paso.
Tarareaba canciones infantiles para no pensar en esa imagen horrible de sí mismo.
Corriendo, llegó a la casa donde había vivido desde siempre, se metió vestido en la cama y se tapó la cabeza con las sábanas.
Ya no veía el exterior, ni el sendero, ni el espejo, ni la imagen de él mismo reflejada en el espejo; pero no podía evitar la memoria de esa imagen:
la del resentimiento,
la del dolor,
la de la soledad,
la del desamor,
la del miedo,
la del menosprecio.
Había ciertas cosas indecibles e impensables...
... Pero él sabía donde había empezado todo esto.
Empezó esa tarde, hacía treinta y tantos años...
El niño estaba tendido, llorando frente al lago el dolor del maltrato de otros.
Esa tarde, el niño decidió borrar, para siempre, la letra del alfabeto.
Esa letra.
Esa.
La letra necesaria para nombrar al otro si está presente.
La letra imprescindible para hablarle a los demás, al dirigirles la palabra.
Sin manera de nombrarlos dejarían de ser deseados...
y entonces no habría motivo para sentirlos necesarios...
y sin motivo ni forma de invocarlos,
se sentiría, por fin, libre...
EPÍLOGO:
Escribiendo sin "U"
puedo hablar hasta el cansancio de mí,
de lo mío, del yo,
de lo que tengo,
de lo que me pertenece...
Hasta puedo escribir de él,
de ellos
y de los otros.
Pero sin "U"
no puedo hablar de ustedes,
del tú,
de lo vuestro.
No puedo hablar de lo suyo,
de lo tuyo,
ni siquiera de lo nuestro.
Así me pasa...
A veces pierdo la "U"...
y dejo de poder hablarte,
pensarte, amarte, decirte.
Sin "U", yo me quedo pero tú desapareces...
Y sin poder nombrarte,
¿cómo podría disfrutarte?.
Como en el cuento... si tú no existes,
me condeno a ver lo peor de mí mismo
reflejándose eternamente,
en el mismo
mismísimo
estúpido
espejo.
Extracto del libro:
Cuentos para pensar
Jorge Bucay
Fotografía de Internet
jueves, 6 de enero de 2022
CUESTIONAR LA INDIFERENCIA
P: He tenido muchas decepciones este último año y perdí mi empleo, pero no siento nada. He estado indiferente por un tiempo, no logro entender si es porque he alcanzado un nivel de consciencia donde estoy en control de mis pensamientos o es un mecanismo de defensa. A veces tengo pensamientos tristes por no tener un empleo, pero estas ideas son reemplazadas por otras: "No lo causaste. ¿Estás haciendo lo que puedes para cambiar las cosas?. ¿Cuál es el punto? Estoy cansado de luchar," luego me siento entumecido.
Respuesta: Solamente usted puede saber si el entumecimiento es un mecanismo de defensa. La verdad sobre esto y todo lo demás es aquello que abre su Corazón y calma su mente. ¿Se siente su corazón abierto cuando nota la indiferencia? ¿Se silencia su mente? Si es así, entonces puede descansar en su Corazón.
Si sucede lo contrario (su consciencia se contrae y su mente se torna ocupada), esa es la señal de que esta evitando algo. Eso no es malo. Dele gracias a Dios por todos sus mecanismos de defensa. ¡Ninguno de nosotros habría sobrevivido hasta este punto sin ellos!
Si la sensación de estar indiferencia es evitación, entonces es una oportunidad para ser curioso al respecto. ¿Cómo es usted cuando está entumecido? ¿Cuáles son las sensaciones del “entumecimiento”? Las sensaciones ¿son malas o solo son sensaciones? ¿Qué sucede si enfoca su consciencia en la sensación de indiferencia sin intentar eliminarla o cambiarla de ningún modo? Indagar de este modo puede revelar gradualmente lo que está sucediendo de modo más claro. De nuevo, no hay nada de malo con los mecanismos de defensa, pero como está sucediendo, entonces debe indagar lo más que pueda.
También le invito a ser muy curioso cuando surge la sensación de entumecimiento. Surge con el pensamiento, "Usted no lo causó". ¿Está haciendo lo que puede para cambiar las cosas? ¿O viene acompañado con el pensamiento, "De qué sirve?" También, fíjese en lo que sucede en su Corazón cuando no está pensando sobre su vida y solo perciba el momento tal cual es.
La verdad es aquello que abre, relaja y suaviza su sensación de Ser, su corazón. Cada momento es una nueva oportunidad para descubrir más acerca de la verdad. Un sentimiento contraído y entumecido le dice algo sobre su experiencia. Cuando su corazón se contrae, está trabajando de manera perfecta para decirle que su pensamiento, sentimiento o deseo actual no es muy real ni importante.
Extracto del libro:
Eso es eso
aka Nirmala
Fotografía tomada de internet
miércoles, 5 de enero de 2022
30.EL MUNDO EN EL QUE VIVIMOS, NO EXISTE I.
El lector pone cara de sorpresa, y sonríe preguntándose si estará soñando. La respuesta es que sí, que está participando de un montaje, una interpretación del mundo, de los fenómenos, de las cosas, las situaciones. Está traduciendo según ha sido adiestrado por la cultura (lenguaje-pensamiento-sentimiento-costumbres…) que ha aceptado sin criterio ni reflexión racional alguna.
¿Entonces significa que todo está equivocado? Por un lado, nada de lo que parece obvio e indiscutible existe por sí, independientemente. Yo digo que esta mesa no es una mesa. Es madera. El libro no es papel, es madera, la escultura no es escultura, es madera, y el tronco, la casa, el carro, el banco… Todos son madera. Pero la madera es árbol y el árbol tampoco lo es, sino una sabia y natural combinación irrepetible de tierra, agua, sal, bacterias, lluvia…
Resumiendo: nos hemos ido tragando nombres, conceptos, significados… por imitación, repetición, aprendizaje y no vemos el origen de las cosas “tal como son”, en su talidad. Es un sistema económico pero engañoso. Es la superficie.
Nada existe por sí mismo y aislado sino por interdependencia, todo es familia porque todo es una misma cosa, naturaleza, diversificada en millones de manifestaciones o seres. Carbono.
Bibliografía:
La luciérnaga ciega: Soko Daido Ubalde
Fotografía tomada de internet
martes, 4 de enero de 2022
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