La calidad de vida no es negociable, como tampoco lo son tus principios. Para negociar se necesitan dos que quieran hacerlo. Respeto y ganas. Según la ética discursiva que propone el filósofo alemán Jürgen Habermas, para que exista diálogo, el lenguaje de los involucrados debe ser entendible, sincero y verdadero. Si alguna de las partes no es veraz, se está perdiendo el tiempo. Un diálogo en serio implica pasar del "yo quiero" al "nosotros argumentamos". No pierdas el tiempo con quien: no está interesado; no te toma en serio; no dice lo que piensa y siente; esconde alguna mala intención; no te escucha con el interés necesario, o todas las anteriores.
Extracto del libro:
Los límites del amor
Walter Riso
Fotografías tomadas de Internet
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