Hay que dejar de juzgar Es una enfermedad y jamás os permitirá tener paz. Es un diablo.
Cuando juzgas, jamás puedes estar en el presente: siempre comparando, siempre adelantando o retrocediendo, pero jamás en el aquí y el ahora. Porque el aquí y el ahora está simplemente ahí; no es bueno ni malo. Y no hay manera de decir si es mejor, porque no hay nada con qué compararlo. Simplemente está ahí en toda su belleza.
Pero la misma idea de evaluar posee algo del ego. Este es un gran mejorador; vive de la mejora. No cesa de torturarte: «¡Mejora, mejora!». Y no hay nada que mejorar.
Siempre que surja un juicio, abandónalo inmediatamente. Prescinde de él. Es un hábito. No te tortures de forma innecesaria. Disfruta.
Del libro:
DÍA A DÍA
Osho
Día 154
DÍA A DÍA
Osho
Día 154
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