sábado, 10 de septiembre de 2022

SOMOS UNA EXPRESIÓN DE AMOR PERFECTO


 

MÁS VALE MALO POR CONOCIDO QUE BUENO POR CONOCER


«Más vale malo conocido que bueno por conocer» es una sentencia que no me parece 
muy razonable porque nos ancla en la resignación y el inmovilismo. 

Todos tenemos derecho a buscar lo que intuimos mejor para nuestras vidas, aunque de entrada nuestra realidad no se manifieste como habíamos imaginado al programar ciertos cambios. Si hay algo que nos produce malestar, que nos hunde, que nos hace vivir una vida carente de sentido y orientación es muy legítimo intentar cambiarlo, siendo conscientes de que parte de ese cambio exterior pasa por nuestra propia transformación interior.

Daniel Ramos Autó


Extracto del libro:
365 semillas de conciencia para una vida plena
Fotografías tomadas de Internet

viernes, 9 de septiembre de 2022

SOMOS EL OCÉANO


 

LA BUENA NOTICIA


Esta es la Buena Noticia proclamada por Nuestro Señor Jesucristo:

Jesús enseñaba a sus discípulos en parábolas. Y les decía:

El Reino de los cielos es semejante a dos hermanos que vivían felices y contentos, hasta que recibieron la llamada de Dios a hacerse discípulos.

El de más edad respondió con generosidad a la llamada, aunque tuvo que ver cómo se desgarraba su corazón al separarse de su familia y de la muchacha a la que amaba y con la que soñaba casarse. Pero, al fin, se marchó a un país lejano, donde gastó su propia vida al servicio de los más pobres de entre los pobres. Se desató en aquel país una persecución, de resultas de la cual fue detenido, falsamente acusado, torturado y condenado a muerte.

Y el Señor le dijo: «Muy bien, siervo fiel y cumplidor. Me has servido por el valor de mil talentos. Voy a recompensarte con mil millones de talentos. ¡Entra en el gozo de tu Señor!».

La respuesta del más joven fue mucho menos generosa. Decidió ignorar la llamada, seguir su camino y casarse con la muchacha a la que amaba. Disfrutó de un feliz matrimonio, le fue bien en los negocios y llegó a ser rico y próspero. De vez en cuando daba una limosna a algún mendigo o se mostraba bondadoso con su mujer y sus hijos. También de vez en cuando enviaba una pequeña suma de dinero a su hermano mayor, que se hallaba en un remoto país, adjuntándole una nota en la que decía: «Tal vez con esto puedas ayudar mejor a aquellos pobres diablos».

Cuando le llegó la hora, el Señor le dijo: «Muy bien, siervo fiel y cumplidor. Me has servido por valor de diez talentos. Voy a recompensarte con mil millones de talentos. ¡Entra en el gozo de tu Señor!».

El hermano mayor se sorprendió al oír que su hermano iba a recibir la misma recompensa que él. Pero le agradó sobremanera. Y dijo: «Señor, aun sabiendo esto, si tuviera que nacer de nuevo y volver a vivir, haría por ti exactamente lo mismo que he hecho».

Esta sí que es una Buena Noticia: un Señor generoso y un discípulo que le sirve por el mero gozo de servir con amor.



Del libro:
Anthony de Mello
El Canto del Pájaro
Fotografía tomada del internet

jueves, 8 de septiembre de 2022

SI DE VERDAD FUERA INSOPORTABLE


 

ECONOMÍA


Sókai era tan pobre que no poseía más ropa 
que una sola túnica, que llevaba a lo largo de todo el año, en toda estación. 

Un día de verano, Sókai lavó su túnica y la colgó en un árbol para secarla. Entre tanto, mientras estaba esperando a que su túnica se secase, fue a sentarse en el cementerio que se hallaba detrás del templo, tal como vino al mundo.

Dio la casualidad de que el señor de la provincia estaba visitando la tumba de su padre, en el mismo cementerio, el mismo día. No es necesario decir que quedó totalmente desconcertado al ver a un monje desnudo sentado allí entre las tumbas.

Cuando el señor le preguntó qué estaba haciendo, Sókai le explicó sinceramente la situación. Enternecido por su candor, el señor hizo que le cosieran un juego de ropa. Más adelante, cuando Sókai ya se había convertido en un instructor zen, el señor se hizo su discípulo.



Extracto del libro:
Antología Zen
Cien historias de iluminación
Versión de Thomas Cleary
Fotografías tomadas de Internet

miércoles, 7 de septiembre de 2022

LA FUENTE DE LA EXISTENCIA


 

¿QUÉ HAY DE MALO EN SER COMO ERES?


Pocos se dan cuenta de que nuestra atención debe recaer sobre la fuente de la existencia y no sobre la pequeña anécdota del cómo existo.

Somos una expresión de amor perfecto que se encuentra dentro de unas coordenadas humanas que son temporales. Dentro de estas coordenadas nos encanta ser un «yo», verlo evolucionar, vivir sus procesos y sobre todo que sea lo más personal posible. Curiosamente detrás de ese «yo» al que tanto adoramos y atendemos existe una belleza indescriptible y que todos añoramos desde lo más íntimo de nuestro corazón. Esta belleza se recuerda cuando te permites ser tú mismo.

Cuando un ser humano se permite ser él mismo, ha pasado de antemano por asumir sus miedos, sus sombras, sus errores, sus recuerdos insatisfechos y sus soledades no acompañadas. Todo eso forma parte de esa belleza invisible.

Ahora, permíteme preguntarte quién te ha dicho a ti que tienes que ser de otra manera. Y más interesante todavía, ¿por qué te has creído que tienes que ser de otra manera?

Los seres humanos actualmente vivimos dentro de un mundo fabricado por imágenes mentales a las que hemos llamado historias y éstas, a su vez, viven en conflicto entre sí dentro de nuestra cabeza.

Ahora atento, que aquí viene el making of (o cómo se hizo) de la película. Primero construimos una imagen de nosotros mismos basada en nuestros recuerdos y creencias acerca de cómo creemos que somos. A esta imagen mental la llamamos «yo soy así», y una vez que ya está imaginada, le otorgamos un estatus de realidad. Simultáneamente, creamos otra imagen de cómo creemos que deberíamos ser. Esta segunda imagen también es imaginada en base a las mismas creencias y recuerdos con los que hemos imaginado la imagen anterior, pero a esta nueva la llamamos «yo quisiera ser así». A esta segunda imaginación también la elevamos al ámbito de los hechos, pero en este caso es un hecho condicionado, porque aquí el hecho es que cuando sea como deseo ser, sí que seré feliz.

Pocas personas son conscientes de que los dos «hechos» son espejismos, y que por lo tanto no son distintos entre sí. Es decir, que la imagen «yo soy así» y la imagen «yo quisiera ser así» son la misma en esencia. Las vemos distintas porque las juzgamos de diferente manera. A la primera la juzgamos como una imagen actual e insatisfactoria o en algunos casos indeseable, y a la segunda como una imagen futura satisfactoria y deseable. Sin embargo, honestamente, las dos coexisten dentro de la misma cabeza y las dos son imaginadas simultáneamente en el mismo momento presente.

Hasta aquí puede parecer un proceso de autodesprecio bastante elaborado, pero este proceso de fabricación de ficciones mentales no se termina aquí. Ahora viene el toque magistral. El proceso termina cuando nosotros mismos otorgamos la sensación de realidad a las dos imágenes mentales. ¿Cómo hacemos eso? Poniéndolas en conflicto entre sí. ¿Cómo? No queriendo ser la que sí creo ser yo y sí queriendo ser la que no creo ser yo aún. Loquísimo, ¿verdad?

Cuando les damos utilidad y un sentido de acción a las imaginaciones, éstas pasan a parecer definitivamente reales. Este último movimiento mental es el que nos impide salir con facilidad de estas dinámicas de las que parecemos ser víctimas, cuando en realidad somos su causa.

Llegado a este lugar de la mente, si indagas con valentía, descubrirás que para querer ser mejor persona y alcanzar los ideales sociomorales de hoy en día, primero tienes que menospreciar tu presencia juzgándote como inapropiado, y luego, querer alcanzar en un futuro una imagen que piensas que es mejor. Quizá haya llegado el momento de no hacerlo más y liberarnos de nuestras propias fantasías mentales.

Solemos contarnos la atroz historia de que debemos mejorar o ser de otra manera distinta sin tener en cuenta de dónde provienen esas ganas de cambio. Por regla general el grado de autoescucha no es suficientemente profundo como para darnos cuenta del autorrechazo que esconde dicho deber.

Esta idea de mejora suele nacer de un no quiero ser así y este no quiero ser así encierra mucho miedo, culpa, soledad y dolor. Es desde este autorrechazo y automenosprecio desde donde solemos diseñar nuestros deseos más anhelados, en aras del progreso y la mejora. Detrás de la gran mayoría de nuestras buenas intenciones de mejorar, escondemos nuestro deseo de evadirnos de todo este escenario interior que hemos descrito.

Si en verdad queremos vivir una transformación y no un cambio anecdótico que nos lleve a más de lo mismo, debemos empezar a atender a la conciencia. Ella contiene el potencial de transformar todo aquello de lo que uno es consciente. Eso implica que nos abramos a aceptar aquello que vemos en nosotros para que la conciencia pueda «tocar» esa imagen. Sin embargo, lo impedimos con el hábito de autorrechazarnos.

Y ¿qué ocurre cuando somos conscientes de algo de lo que no queremos ser conscientes? Pues que nos convertimos en nuestro propio obstáculo ante un proceso natural que lo único que busca es ofrecernos una imagen real de nosotros mismos enmarcada dentro de un contexto universal. Cuando no queremos ser conscientes de algo, sin darnos cuenta nos oponemos al universo entero.

Vemos cómo reaccionamos ante ciertas situaciones cotidianas, cómo sufrimos por tonterías o cómo nos enfadamos por cosas que no son importantes, y no queremos ser así. Incluso ni siquiera queremos equivocarnos mientras aprendemos. Llegamos, en algunas ocasiones, a pensar que somos unos desgraciados y tampoco queremos serlo. Al no querer ser así, decidimos retirar la conciencia de ello para no vivirlo y de esta forma impedimos la transformación natural de esa imagen mental que veíamos y, al retirar nuestra conciencia, ampliamos nuestro campo de inconsciencia.

Imagina el estado mental y emocional de un ser vivo que, siendo consciente de sí mismo, usara esa conciencia para rechazarse. No queremos ser de la manera que creemos que somos. Tampoco queremos cuestionar ni por un instante la veracidad de nuestra imagen personal. Nos asusta darnos cuenta de que no somos como pensamos que somos.

¿Qué hay de malo en ser como eres si eso que crees ser es sólo una imagen en tu mente? ¿Estás dispuesto a dejar de luchar con sombras para centrarte en conocer tu verdadera identidad universal?



Extracto del libro:
¿Me acompañas?
Sergi Torres
Fotografía de Internet

martes, 6 de septiembre de 2022

YA TOLERAS LO QUE ESTÁ OCURRIENDO...; DE LO CONTRARIO, NO ESTARÍA OCURRIENDO


 

El AMO Y EL CRIADO


Tenía un criado mucho que sufrir con el carácter original de su 
amo. Volvió un día este señor a casa de muy mal humor, se sentó a la mesa para comer; pero hallando la sopa fría, y cediendo a la cólera, cogió el plato y lo arrojó por la ventana. Ocurrióle entonces al criado ir echando tras la sopa la carne que había puesto en la mesa, luego el pan, el vino y en fin los manteles.

-¿Qué haces, temerario? -dijo el amo irritado, levantándose furioso.

-Perdóneme usted, señor -respondió con seriedad el criado-, si no he comprendido bien su intención. He creído que usted quería comer hoy en el patio. ¡El aire es tan apacible!, ¡el cielo está tan sereno! Mire usted el manzano ¡cuan hermoso está en flor y con qué gusto buscan las abejas su alimento en él!

El amo reconoció su falta, corrigióse de ella, y dio gracias interiormente al criado por la lección que acababa de darle.



Extracto del libro:
Recopilaciones "Cuentos y Fábulas del Buda"
Sri Deva Fénix
Fotografía de internet
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...