sábado, 14 de julio de 2018

DESOBEDECER


DEPENDE DE QUIEN PROCEDA LA ORDEN



Estaban amigablemente departiendo el monarca y uno de sus ministros. El ministro estaba muy interesado por la evolución espiritual y practicaba asiduamente el mantra. Hablaban sobre el tema. 

--¿Puedo yo elegir mi propio mantra y tendrá el mismo poder que tiene el que te ha entregado tu mentor? -preguntó el monarca. 

--No -aseveró el ministro-. El mantra que proporciona el gurú es más poderoso. 

--Sinceramente -declaró el rey-, no veo en absoluto ninguna razón para ello. 

Entonces el ministro se volvió hacia el jefe de la guardia y le ordenó: 

--Detengan a su majestad. 

El jefe de la guardia no hizo el menor caso de la orden; pero el monarca, indignado ante tal atrevimiento, ordenó: 

--¡Detengan a este hombre y encarcélenlo! 

El jefe de la guardia mandó a sus hombres prender al ministro. Iba a ser llevado a prisión, cuando dijo: 

--Señor, ¿os dais cuenta? Depende de quien proceda la orden. 

***

El Maestro dice:

jueves, 12 de julio de 2018

¡DISFRUTA DE UNA SOLA A LA VEZ!


Comer es un acto sagrado. Comer siendo consciente de ello es una práctica muy profunda y agradable que resulta fácil de aprender. Al hacerla, la felicidad de la familia y la sociedad aumenta.

Patatas, magdalenas, leche... comemos esos productos a diario, pero sin conocer su naturaleza, su origen o el proceso de fabricación que han seguido hasta llegar a nuestra mesa. Antes de comer, podemos pensar de dónde procede la leche, cuál es su naturaleza, la situación que su producción tiene en el mundo. Esto nos hará descubrir muchas cosas, ya que a menudo la consumimos sin saber lo que es, ignoramos su origen, así como la felicidad o el sufrimiento que ha supuesto su producción.

Antes de compartir una comida es una buena idea hacer durante unos minutos una meditación colectiva. En la tradición cristiana se bendice la mesa, pero en la tradición budista antes de comer hacemos la práctica de respirar conscientemente y de observar con atención la comida que hay en la mesa. Inspiramos y espiramos tres veces y damos las gracias a la luz del sol, al trigal, y a la nube que nos han ofrecido la maravillosa comida que vamos a tomar hoy.

Supón que vas a comerte un helado de cucurocho. El helado existe en el momento presente, si perteneciera al pasado no podrías comértelo. Y si perteneciera al futuro, ¿cómo podrías saborearlo? el helado sólo existe en el momento presente. Si tu mente está pensando en el pasado 0 en el futuro, no estarás saboreando realmente el helado. Vuelve al aquí y al ahora y cómete el helado. Cómetelo con todo tu ser: con el cuerpo, el corazón y la mente. Cuando te lo comes de ese modo, saboreas y disfrutas de verdad el helado.

El secreto de la práctica consiste en hacer una sola cosa a la vez. Si comes un helado, come sólo un helado y nada más. Si al comértelo estás excitado, estarás comiendo tu excitación y ni siquiera te fijarás en él. Y si estás enojado, estarás comiendo tu enfado y ni siquiera te gustará su sabor. Al tomarte el helado, come sólo el helado y nada más.

Comer en silencio nos ayuda a valorar los alimentos y a reconocer su presencia. Durante los cinco primeros minutos comemos en silencio para concentramos en la comida.

Intenta comer en silencio durante los cinco primeros minutos. Come muy despacio y disfruta de la comida. Come con todo tu ser para saborearla a fondo. Sabes que si comes un helado poco a poco, siendo consciente de él, te sabrá mucho mejor y te sentirás más feliz. Es así de sencillo.

EXPULSAR LA OSCURIDAD


miércoles, 11 de julio de 2018

CEDER


Cuanto más trate usted de cambiar, peor puede ser. ¿Significa esto que cierto grado de pasividad está bien? Si, cuanto más resista usted algo, tanto más poder le está concediendo. Creo que ése es el significado de las palabras de Jesús: "Cuando alguien te golpea en la mejilla derecha, ofrécele también la izquierda". Siempre se les da poder a los demonios con los que se lucha. eso es muy oriental. Pero si se fluye con el enemigo, se derrota al enemigo. ¿Cómo afrontar el mal? no luchando contra él, sino comprendiéndolo. Al comprenderlo, desaparece. ¿Cómo enfrentarse a la oscuridad? No con el puño cerrado. No se expulsa a la oscuridad de una habitación con una escoba, sino encendiendo la luz. 

Cuanto más luche usted contra la oscuridad, tanto más real será ésta para usted, y tanto más le fatigará. Pero cuando se enciende la luz de la consciencia, la oscuridad desaparece. Digamos que este pedazo de papel es un cheque de mil millones de dólares. Ah, el evangelio dice que debo renunciar a él, debo renunciar si quiero la vida eterna. ¿Usted va a cambiar la avaricia - una avaricia espiritual- por otra avaricia? Antes, usted tenia un ego mundano, y ahora tiene un ego espiritual, pero de todas maneras tiene un ego, un ego más refinado y más difícil de controlar. Cuando renuncio a alguna cosa, quedo atado a ella, pero si en lugar de renunciar a ella, la miro y le digo: "Esto no es un cheque por mil millones de dólares, esto es un pedazo de papel", no tendré que luchar contra nada. No tendré que renunciar a nada.

CRUZAR UN RÍO DE AGUA HELADA


lunes, 9 de julio de 2018

ACTITUD DE RENUNCIA


Ésta es la historia de dos sadhus.

Uno de ellos había sido enormemente rico y, aun después de haber cortado con sus lazos familiares y sociales y renunciar a sus negocios, su familia cuidaba de él y disponía de varios criados para que le atendieran. El otro sadhu era muy pobre, vivía de la caridad pública y sólo era dueño de una escudilla y una piel de antílope sobre la que meditar. Con frecuencia, el sadhu pobre se jactaba de su pobreza y criticaba y ridiculizaba al sadhu rico. Solía hacer el siguiente comentario: “Se ve que era demasiado viejo para seguir con los negocios de la familia y entonces se ha hecho renunciante, pero sin renunciar a todos sus lujos”. El sadhu pobre no perdía ocasión para importunar al sadhu rico y mofarse de él. Se le acercaba y le decía: “Mi renuncia sí que es valiosa y no la tuya, que en realidad no representa renuncia de ningún tipo, porque sigues llevando una vida cómoda y fácil”. Un día, de repente, el sadhu rico, cuando el sadhu pobre le habló así, dijo tajantemente:

--Ahora mismo, tú y yo nos vamos de peregrinación a las fuentes del Ganges, como dos sadhus errantes.

El sadhu pobre se sorprendió, pero, a fin de poder mantener su imagen, tuvo que acceder a hacer una peregrinación que en verdad le apetecía muy poco. Ambos sadhus se pusieron en marcha. Unos momentos después, súbitamente, el sadhu pobre se detuvo y, alarmado, exclamó:

--¡Dios mío!, tengo que regresar rápidamente.

CUANDO HACEMOS CAMBIOS


domingo, 8 de julio de 2018

ACCIÓN-CAMBIO


Los seres humanos necesitan acción a cualquier precio.
(Albert Einstein)

Todo proyecto ambicioso nos obliga a salir de la zona de confort. El mundo está cambiando constantemente y debemos adaptarnos. Los líderes de los nuevos tiempos son aquellos que, en vez de quejarse, buscan soluciones, ofrecen alternativas y actúan.

Y sin embargo, las alteraciones en la rutina, en el mundo conocido, nos dan miedo.

Sobre esto, Joe Dispenza, neurocientífico y ensayista, comenta que cuando cruzamos el río del cambio nos enfrentamos a dos peligros:

1. Los demás. A la gente no le gusta que cambiemos, aunque sea una cuestión de supervivencia. Se han acostumbrado a que seamos de determinada manera y les inquieta no tenernos «controlados» tal como nos conocen. Por eso cuando empezamos a nadar hacia la otra orilla nos gritarán que volvamos. Así que: nunca escuches a los demás cuando te has decidido a cambiar.

2. Nuestros propios temores. Dispenza afirma que el cambio es como cruzar un río de agua gélida. Muchos se tiran al agua y al llegar a la mitad del río dicen «¡está fría!», y regresan a donde estaban, a su zona de confort.

Nadie nos dijo que el cambio sería incómodo. Por lo tanto, la segunda ley sería: nunca escuches tus miedos cuando te has decidido a cambiar.
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