sábado, 12 de noviembre de 2022
viernes, 11 de noviembre de 2022
OPORTUNIDADES
Somos lo que hacemos, y no lo que la suerte nos ofrece. Quien sea que parta en la vida con la idea «llegaré», llega irremediablemente, porque hace todo lo necesario para llegar.
Si una sola oportunidad pasa cerca de él, él la vislumbra por un mínimo rastro, y la agarra por ese mínimo rastro que la oportunidad tiene. Además, hace nacer con frecuencia, inconscientemente o no, los eventos propicios a su idea.
Aquel que, por el contrario, duda siempre de sí mismo, jamás llega a nada. Puede nadar en un océano de oportunidades provistas de caballeros absalonianos, y no las verá, no agarrará ni una sola, mientras que bastaría con extender la mano y hacerla, hacer la oportunidad. Y si hace nacer eventos, serán siempre nocivos. No acusen entonces a la suerte, no se juzguen sino a ustedes mismos.
Émile Coué
Extracto del libro:
365 semillas de conciencia para una vida plena
Fotografías tomadas de Internet
miércoles, 9 de noviembre de 2022
EL EGO SE AFERRA A LO CONOCIDO, EL SER REQUIERE EXPLORAR
El ego se aferra a lo conocido porque eso le proporciona seguridad y afirma su identidad (ambas ilusorias, por supuesto). En cambio, cuando uno vive a nivel del Ser quiere explorar y descubrir lo que todavía no conoce. No es una búsqueda de novedad que provenga de la necesidad de llenado, ni una búsqueda de placer o de excitación exterior poco duradera. Es una voluntad de descubrir lo desconocido, un deseo de saber más, de comprender mejor, una motivación que empuja a la personalidad a ampliar su percepción y su comprensión de las cosas.
En particular, el mecanismo de querer tener razón se diluye en la energía del alma.
Así como el ego se aferra a lo conocido queriendo tener razón y tratando de imponer su punto de vista, así a nivel del Ser se interesa uno por los puntos de vista de los demás e intenta ampliar el suyo propio. Cuando uno se alimenta de la fuente del Ser, siempre está aprendiendo. Su espíritu está atento, sabe escuchar, está abierto y siempre presto a ampliar su manera de percibir las cosas tras haber observado y reflexionado. Esta actitud supone un cambio importante en la consciencia y es evidente que conlleva una gran calidad en las relaciones humanas.
Un espíritu saturado de conocimientos, encerrado en los hechos, ¿es acaso susceptible de aceptar lo nuevo, lo repentino, lo espontáneo? Si el espíritu está lleno de lo conocido, ¿queda sitio en él para lo desconocido?
La apertura al aprendizaje implica la apertura al cambio, incluso en las cosas más pequeñas de la vida. Cuando uno vive en la consciencia del Ser, tiene una gran flexibilidad y una enorme capacidad de adaptación que puede parecer debilidad a los ojos ignorantes, pero en realidad aporta mucho poder y eficacia a la acción. Es una flexibilidad adecuada y correcta que procede de la adaptación inteligente a los acontecimientos.
Annie Marquier
Extracto del libro:
365 semillas de conciencia para una vida plena
Fotografías tomadas de Internet
martes, 8 de noviembre de 2022
LA VERDADERA NATURALEZA DE DIOS (CONTINUACIÓN)
En marzo de 2007 impartí en Tokio un satsang en el que debatí la verdadera identidad de Dios. Al principio del programa había descrito a Dios de la manera siguiente:
«Dios no es un Ser Superior que está en el Cielo y que tiene las mismas tendencias y necesidades emocionales que los seres humanos, entre ellas la necesidad de amor y de venganza. Dios es la Energía Esencial de la vida.
Podríamos llamar a esta energía Inteligencia Pura.
»A la Inteligencia le da igual que tú creas en Ella o no. Le da igual que la utilices a propósito o no. Si la utilizas a propósito, también le da igual el cómo.
No hace juicios de valor respecto de nada de esto. De hecho, no hace juicios de valor respecto de nada en absoluto.
»La Inteligencia Pura no desea nada, no necesita nada, no busca nada.
Simplemente, Es. Existe de una manera tal que se permite a sí misma ser usada.
Hace esto, permite esto, hace posible esto, a base de ponerse a sí misma dentro de Todo.
»Mires donde mires, encontrarás Inteligencia Pura. Se encuentra en la base de todas las cosas que existen. En los copos de nieve se refleja la Inteligencia Pura. En los átomos más minúsculos se refleja la Inteligencia Pura. En las amplias regiones del firmamento se refleja la Inteligencia Pura. La Inteligencia Pura se refleja en el proceso mismo de la vida, a cualquier nivel que lo examinemos.
»La energía que llamo aquí Inteligencia Pura la puede utilizar, la está utilizando, la Vida Misma a todos los niveles de la vida. Tú estás utilizando esta energía, tú estás enfocando esta energía, en cada segundo de cada minuto de cada hora de cada día... normalmente, sin saberlo.
»La existencia de esta energía, y el modo de enfocarla para utilizarla en beneficio propio, es lo que han llamado «el secreto». El año pasado se estrenó una película de este mismo título que ahora se está viendo en todo el mundo.
»La energía a la que llamo Inteligencia Pura, y que os digo que es otra manera de llamar a Dios, no alberga opiniones acerca de nada. Esto es así porque no necesita nada. Carece notablemente de necesidades, por el sencillo motivo de que es todo lo que existe bajo cualquier forma. En esto no sólo se incluyen las cosas físicas sino también las metafísicas. Se incluyen todas las cosas espirituales y cualquier otra cosa, de cualquier forma, que simplemente ES... incluso los pensamientos, las emociones, los sentimientos, las ideas y, sí, los agujeros negros del espacio.
»Pensadlo. Si Dios es, verdaderamente, todo lo que existe bajo cualquier forma, ¿qué podría Dios querer, necesitar o requerir? ¿Por qué nos iba a castigar Dios por no darle lo que imaginamos que quiere, que necesita o que requiere?
»La respuesta a estas preguntas es evidente. No hará falta debatirla con gran detalle, pues la lógica más sencilla nos desvela claramente cómo hemos caído en poder de las mitologías de nuestra propia cultura y de su pasado.
»La oportunidad que tenemos delante, y que tienen delante todos los seres sensibles, es aprovechar la Energía Esencial de la Inteligencia Pura dándole el empleo para el que fue diseñada.
No todas las cosas que existen en el universo pueden utilizar conscientemente esta Energía Esencial. Es decir, no la pueden utilizar con conciencia e intención plenas. Sólo pueden utilizarla los elementos de la Vida Misma que son autoconscientes, es decir, conscientes de sí mismos.
»Debo enmendar esto último. Ni siquiera todos los elementos de la vida que son autoconscientes pueden utilizar conscientemente la Energía Esencial. No es sólo una cuestión de ser conscientes; también es una cuestión del nivel de consciencia que ha alcanzado un ser o una especie. Por ejemplo, aunque un perro es un ser muy inteligente, no tiene (que nosotros sepamos) la autoconsciencia suficiente para poder utilizar la Energía Esencial de manera intencionada.
»Los seres humanos no sólo son conscientes de sí mismos, sino que son conscientes de que son conscientes; por ello, han ascendido al menos al segundo nivel de la consciencia. Este nivel de la consciencia permite a los seres sensibles advertirse a sí mismos, e incluso advertir que se advierten a sí mismos. Es decir, podemos situarnos «fuera de nosotros mismos» y observarnos hacer lo que hacemos y pensar lo que pensamos y decir lo que decimos.
»Hasta podemos observar cómo nos observamos. Podemos salir al pasillo de la consciencia y asomarnos a las puertas que tenemos por delante y por detrás; y, según dicen algunos, llegar a ver y a vivir nuestro Yo Divino y Sagrado.»
Cuando terminé de hacer estos comentarios, me pareció que había hecho una definición de Dios bastante «prudente» (dejé para más adelante el tema de que Dios y nosotros somos Uno); por eso me sorprendió que mi descripción sumiera en la desesperación a un miembro del público; pero ahora me doy cuenta de que debería habérmelo esperado.
Del libro:
Dios es felicidad
Convierte tu vida en una experiencia extraordinaria
Neale Donald Walsh
Foto tomada de internet
lunes, 7 de noviembre de 2022
13. AMOR Y DIOS
Cierta tarde, el diálogo fue iniciado por un joven canadiense que vestía a la usanza hindú. Dijo que tenía veintitrés años, pero parecía salir apenas de su adolescencia. De su cuello pendía una delicada cadena con una cruz de plata pequeña y elegante. Mencionó que había encontrado el libro Yo soy Eso en una librería de Bombay hacía un par de días y que una mirada rápida a algunas de las páginas lo había inducido a querer ver personalmente a Maharaj. Había examinado ya el libro en detalle leyéndolo casi de corrido, durante toda la tarde y también la noche, y había terminado de leer ambos volúmenes hacía unas cuantas horas.
Maharaj: Eres muy joven. Me pregunto desde qué edad has estado interesado en la búsqueda espiritual.
Visitante: Señor, desde que yo recuerdo he tenido un profundo interés en el amor y en Dios; y he sentido con intensidad que no son diferentes. Cuando me pongo a meditar, a menudo...
Espera un momento. ¿Qué entiendes exactamente por meditación?
No lo sé en realidad. Lo que hago es simplemente sentarme con las piernas cruzadas, cierro los ojos y me quedo tranquilo por completo. Siento a mi cuerpo relajarse, casi desvanecerse, y que mi alma, mi ser, o como quiera que se le llame, se funde en el espacio mientras poco a poco se suspende la sucesión de pensamientos.
Esto está bien. Continúa por favor.
Muy a menudo, durante la meditación, surge en mi interior una abrumadora sensación de amor extático junto con una efusión de bienestar. No sé lo que es. Fue durante uno de estos momentos de embeleso que me sentí inspirado para visitar la India, y aquí estoy.
¿Cuánto tiempo permanecerás en Bombay?
No lo sé en realidad. Rara vez hago planes. Tengo dinero suficiente para vivir modestamente durante unos quince días y tengo ya mi boleto de regreso.
Ahora dime, ¿qué es exactamente lo que quieres saber? ¿Tienes alguna pregunta?
Cuando llegué a Bombay era un hombre muy confundido. Casi sentí que iba a perder el juicio. En realidad no sé qué me llevó a la librería, pues no suelo leer mucho. Al momento de tomar el primer volumen de Yo soy Eso, experimenté la misma sensación abrumadora que tuve durante mi meditación. Conforme fui leyendo el libro parecía como si me quitara un peso de encima, y ahora que estoy sentado frente a ti, siento como si hablara conmigo mismo.
Y lo que me estoy diciendo a mí mismo parece una blasfemia. Estaba convencido de que Dios es amor.
Pero ahora pienso que el amor ciertamente es un concepto y si el amor es un concepto, Dios debe de ser también un concepto.
¿Y qué hay de malo en ello?
(Riendo): Bueno, lo dices como si no hubiera culpabilidad alguna en transformar a Dios en un concepto.
En realidad tú dijiste que Dios es amor. ¿A qué te refieres con la palabra amor? ¿Quieres dar a entender amor como lo opuesto de odio? ¿O quieres decir algo más? Aunque, claro está, ninguna palabra puede ser adecuada para describir a Dios.
No, no. Con la palabra amor ciertamente no me refiero a lo opuesto a odio. Me refiero al amor como abstención de discriminar entre "mí" y lo "otro".
En otras palabras, ¿a la unidad del ser?
Sí, en efecto. ¿Qué es entonces "Dios", a quien se suponía yo debía orar?
Hablemos más tarde sobre la oración. ¿Qué es, entonces, exactamente este "Dios" del que estás hablando? ¿No es la conciencia misma -el sentido de "ser" que tenemos-, en virtud de la cual puedes hacer preguntas? "Yo soy" es en sí mismo Dios. ¿Qué es lo que más amas? ¿No es acaso ese "yo soy", la presencia conciente, aquello que deseas preservar a cualquier costo? La búsqueda en sí misma es Dios. Al indagar descubres que "tú" eres independiente de este complejo cuerpo-mente. ¿Existiría el mundo para ti si no fueras conciente? ¿Habría alguna idea de un Dios? Y, ¿acaso son diferentes la conciencia en ti y la conciencia en mí? Son independientes sólo en tanto conceptos, que buscan la unidad no concebida, y ¿no es ésta amor?
Ahora entiendo lo que quiere decir "Dios está más cerca de mí de lo que estoy yo de mí mismo".
Recuerda también que no puede haber ninguna prueba de la Realidad que no sea serla. De hecho tú eres ella y siempre lo has sido. La conciencia se marcha con el final del cuerpo (y está, por lo tanto, sujeta al tiempo) y con ella se marcha la dualidad que es la base de la conciencia y de la manifestación. ¿Qué es entonces la oración y cuál es su propósito?
La oración, según se la entiende comúnmente, no es más que pedir algo. Pero en realidad, la oración significa comunión, unión, yoga.
Todo es muy claro ahora, como si de pronto se hubiese eliminado de mi sistema un montón de escombros, como si hubiesen perdido realidad.
¿Quieres decir que ahora todo te parece claro?
¡No, no "parece"! Ahora es claro, tan claro que estoy asombrado de no haberlo visto antes. Varias frases que he leído en la Biblia, que parecían importantes pero me eran incomprensibles, ahora son diáfanas, frases como: Antes de que Abraham fuera, Yo soy; Yo y mi padre somos uno; Soy lo que soy.
Bien. Ahora que lo has comprendido, ¿qué sadhana seguirás para lograr liberarte de tu "esclavitud"?
¡Ah, Maharaj! Seguramente te ríes de mí. ¿O me estás poniendo a prueba? Sin duda es eso, ahora estoy seguro de que he comprendido quejo soy eso; soy lo que siempre he sido y lo que seré siempre. ¿Qué queda por hacer? ¿O deshacer? ¿Y quién va a hacerlo? ¿Con qué finalidad?
¡Excelente! Sólo sé. Sin duda lo haré.
Así pues, el joven canadiense se postró ante Maharaj con los ojos llenos de lágrimas de gratitud y gozo.
Maharaj le preguntó si volvería y el muchacho le dijo: "Honestamente, no lo sé".
Cuando se marchó, Maharaj se sentó un momento con los ojos cerrados y la más dulce de las sonrisas en los labios. Y dijo entonces muy suavemente: "Alguien excepcional"; yo apenas pude entender sus palabras.
Nunca volví a ver al joven canadiense y a menudo me pregunto qué fue de él.
Tomado del libro:
El buscador es lo buscado
Puntos clave de la enseñanza de Nisargadatta Maharaj
Ramesh Balsekar
Imágenes de Internet
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