viernes, 1 de mayo de 2020

LOS DEBERÍAS


DORMIR Y DESPERTAR


EL GRAN SECRETO A VOCES


El Maestro chan Tsu Hsin y el poeta Huang Shan Ku eran buenos amigos. En cierta ocasión, el poeta pidió a Tsu Hsin que lo iniciase en el secreto más misterioso del Camino.

-¿No has oído el viejo dicho de Confucio: «No me preocupa el que los adivinos predigan mi verdadero futuro o no ... Sólo estoy seguro de algo y es de que mi destino se desarrollará según su propia voluntad»? Dime, ¿qué piensas de esto?  -preguntó el Maestro. 

Cuando el poeta Huang estaba a punto de responder, fue detenido por un gran grito «¡no!», que lo dejó un poco confuso. 

Poco después, durante la estación de floración de las moreras, los amigos estaban paseando en medio de las montañas. 

-¿No hueles la fragancia de las moreras en flor?
-preguntó Tsu Hsin. 

-Por supuesto que sí. 
-Ya ves, no te oculto nada. 

Al oír esto, el poeta comprendió por sí mismo y empezó a expresar su agradecimiento al Maestro. 

-Oh, Maestro, tu corazón es tan amoroso como el de un abuelo ... 


Sonriendo, Tsu Hsin hizo la siguiente observación: 
-Deseo que vuelvas a casa. 

Comentario: El Maestro deja que su amigo el poeta Huang Shan Ku «vuelva a casa», y «casa» quería decir la naturaleza original del verdadero yo. En la tradición chan, dichos como «un viejo anfitrión» o «los verdaderos ojos de la paz y del silencio» tienen el mismo significado que «casa» y «naturaleza del verdadero yo». Los ríos y las montañas están ante los ojos allí donde miremos. No hay lugar alguno en el que no se exprese el Camino. Éste es el gran secreto a voces del universo, nada es inexplicable. Sin embargo, el poeta Huang no lo veía. Buscaba la llave para abrir para siempre la puerta de la naturaleza del verdadero yo. Utilizando la parábola de la floración, el Maestro le mostró el Camino exacto hacia la naturaleza primigenia del ser. Le señaló el Camino de regreso a casa que, por su constante errar, Huang Shan Ku había abandonado hacía tiempo. 



Extracto tomado del libro:
100 Koans del budismo Chan
Alexander Holstein
Imágenes tomadas del Internet

jueves, 30 de abril de 2020

UN SIMPLE MAL ENTENDIDO


EL ORIGEN DEL ORIGEN


Un enamorado estaba relatando a su amada todo lo que había hecho por ella: 

«He hecho muchas cosas por ti. Por culpa tuya he sido blanco de muchas flechas. Mis bienes han volado y mi dignidad al mismo tiempo. ¡Ah, cuánto he sufrido por tu amor! Ya no hay noche ni día que me traiga una sonrisa». 

Así enumeraba la lista de los amargos brebajes que había tenido que absorber. No hacía esto con el fin de culpabilizar a su amada, sino, más bien, para probarle su sinceridad. Pues la sed de los enamorados no colma ningún instinto. Describía sus penas sin cansarse. ¿Cómo podría un pez cansarse del agua? 

Cuando había terminado de hablar de sus desengaños, añadía: 

«¡Y aún no te he dicho nada!». 

Era como la candela que ignora su llama y se funde en lágrimas. 

Su amada le respondió: 

«Es verdad, has hecho todo eso por mí. Pero ahora préstame atención y escucha esto: ¡tú no has ido hasta el origen del origen del amor y todo lo que has hecho es aún poca cosa! 

—Dime ¿cuál es, pues, ese origen? 

—Es la muerte, la desaparición, la inexistencia. ¡Has hecho todo para probar tu amor, salvo morir!». 

En aquel mismo instante, el enamorado rindió el alma en la alegría y esta alegría le quedó, eternamente.



150 Cuentos sufíes
Maulana Jalāl al-Dīn Rūmī
Fotografía tomada de internet

miércoles, 29 de abril de 2020

8.EL PERSONAJE.


EL Personaje es nuestro Ego, el protagonista. Funcionamos viéndonos, haciendo coincidir la escena interior con la exterior creada. Así nos gustamos. Se trata de un montaje teatral. También intentamos seducir y convencer. Esta construcción nos produce el placer y la seguridad de creer que estamos manejando el ambiente, la situación, la “realidad”.

A esto se refiere la autoimagen. Luego quedan los retoques, las quejas, las críticas… y en este juego buscamos una autoestima sostenida por alfileres. Escena tras escena, transcurre la existencia… aunque nada tenga que ver con la vida.



Bibliografía: 
La luciérnaga ciega: Soko Daido Ubalde
Fotografía tomada de internet

EL FOCO DE LA ATENCIÓN CONSCIENTE


DAÑOS COLATERALES


martes, 28 de abril de 2020

LA INFINITA LISTA MENTAL DE COSAS-POR-HACER


La mente tiende a etiquetar todo como malo o un problema. Si nos despertamos tiesos en la mañana, la mente lo etiqueta como algo malo y luego se preocupa por el envejecimiento. Si nos enteramos de que seremos despedidos de nuestro empleo, la mente inmediatamente concluye lo peor y se preocupa por el futuro. Incluso si algo bueno sucede, la mente busca la posible desventaja o se preocupa por perder lo recién obtenido.

La mente considera que su trabajo es rechazar los sucesos del presente con el fin de sacar lo mejor del futuro. La lógica es que si estamos felices en el ahora, no haremos nada para alcanzar cosas mejores. Así que buscamos lo negativo para poder determinar qué pasos tomar para mejorar. Esto mantiene la mente muy ocupada y nos deja con una sensación permanente de carencia y de no estar completos. Debido a que siempre hay algo sucediendo que podría ser etiquetado como malo, siempre hay algo de arreglar o mejorar. Como resultado, llevamos en nuestra mente una siempre-creciente lista de cosas por hacer. Sentimos la necesidad de mejorar nuestras dietas, nuestra apariencia, nuestras finanzas, salud, relaciones y nuestra carrera. De modo más inmediato, tenemos la necesidad de cambiar como nos sentimos cuando experimentamos una fuerte emoción o sensación.

Incluso tenemos una lista de cosas por hacer para lograr ser mejores espiritualmente: Debo ser más consciente o presente. Necesito ser menos crítico. Necesito encontrar un propósito en mi vida. Debo ser más intuitivo y más compasivo. Necesito tener una experiencia más profunda de Plenitud. Las enseñanzas espirituales son primordialmente descripciones de nuestra verdadera naturaleza y afirman que ya somos lo que buscamos; aun así los buscadores espirituales muchas veces recurren a tales enseñanzas en espera de hallar prescripciones para alcanzar una mejor realidad. Los buscadores espirituales no necesariamente buscan la verdad, sino una lista más espiritual de cosas-por-hacer. Incluso cuando se les dice que la consciencia es todo lo que existe y que la vida ya es amorosa y perfecta, ellos quieren una lista de pasos a seguir para sentir ese amor y perfección con más frecuencia.

Una pregunta sencilla puede modificar esta tendencia de sentir que necesitamos arreglar o mejorar el momento: ¿En realidad es tan malo este momento? ¿Hay algo realmente presente ahora mismo que sea un problema? ¿Qué tal si sentirme tieso en la mañana no es tan malo, sino solamente una sensación particular? ¿Qué tal si sentirme tieso está bien? Podemos hacer la misma pregunta sobre cualquier vivencia: ¿Es la tristeza una mala sensación? ¿Es la confusión una mala sensación? ¿Es la falta de dinero realmente un problema en este momento? ¿Es la pérdida de un empleo o una relación realmente un problema en este momento? 

En este momento, nunca existe en realidad un problema, solo ideas e historias sobre un problema. 
 
Este tipo de cuestionamiento produce un efecto contrario al de añadir cosas a nuestra lista de pendientes. Puede reducir la sensación de tener que actuar en reacción a la actualidad. Incluso cuando necesita hacer algo pendiente, cuestionar las conclusiones mentales puede poner en perspectiva la necesidad de hacer. Además reducirá la sensación de estar abrumado, creada por la infinita letanía de problemas imaginarios y la infinita lista mental de cosas que pensamos debemos hacer en relación a ellos.

Más importante aún, preguntar qué es real sobre este momento preciso puede ponernos en contacto con la belleza y el milagro que están siempre presentes en este misterio llamado vida. No hay nada problemático o malo en el aquí y ahora, al contrario hay una profundidad y riqueza infinita por descubrir en el momento presente. Todo lo que en realidad importa, como la paz, alegría, satisfacción, conexión y el amor, lo encuentra en el aquí y ahora, solamente en este instante. Para sentir esta plenitud y maravilla, solo debemos poner en duda la idea de que la paz, alegría, satisfacción y el amor no estén ya aquí y ahora, luego observar a ver si lo están. ¿Hay paz presente en éste momento? ¿Hay algo de amor en este momento? ¿Cómo se siente esa paz? ¿Cuál es la naturaleza de ese amor que está aquí ahora? Hacer este tipo de preguntas es lo único que necesita para ponerse en contacto con la maravillosa riqueza del momento presente. Y no hay nada que debemos “hacer” sobre ello.



Extracto del libro:
Eso es eso
aka Nirmala
Fotografía tomada de internet

ABRIR Y CERRAR DE OJOS


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