martes, 28 de abril de 2020

LA INFINITA LISTA MENTAL DE COSAS-POR-HACER


La mente tiende a etiquetar todo como malo o un problema. Si nos despertamos tiesos en la mañana, la mente lo etiqueta como algo malo y luego se preocupa por el envejecimiento. Si nos enteramos de que seremos despedidos de nuestro empleo, la mente inmediatamente concluye lo peor y se preocupa por el futuro. Incluso si algo bueno sucede, la mente busca la posible desventaja o se preocupa por perder lo recién obtenido.

La mente considera que su trabajo es rechazar los sucesos del presente con el fin de sacar lo mejor del futuro. La lógica es que si estamos felices en el ahora, no haremos nada para alcanzar cosas mejores. Así que buscamos lo negativo para poder determinar qué pasos tomar para mejorar. Esto mantiene la mente muy ocupada y nos deja con una sensación permanente de carencia y de no estar completos. Debido a que siempre hay algo sucediendo que podría ser etiquetado como malo, siempre hay algo de arreglar o mejorar. Como resultado, llevamos en nuestra mente una siempre-creciente lista de cosas por hacer. Sentimos la necesidad de mejorar nuestras dietas, nuestra apariencia, nuestras finanzas, salud, relaciones y nuestra carrera. De modo más inmediato, tenemos la necesidad de cambiar como nos sentimos cuando experimentamos una fuerte emoción o sensación.

Incluso tenemos una lista de cosas por hacer para lograr ser mejores espiritualmente: Debo ser más consciente o presente. Necesito ser menos crítico. Necesito encontrar un propósito en mi vida. Debo ser más intuitivo y más compasivo. Necesito tener una experiencia más profunda de Plenitud. Las enseñanzas espirituales son primordialmente descripciones de nuestra verdadera naturaleza y afirman que ya somos lo que buscamos; aun así los buscadores espirituales muchas veces recurren a tales enseñanzas en espera de hallar prescripciones para alcanzar una mejor realidad. Los buscadores espirituales no necesariamente buscan la verdad, sino una lista más espiritual de cosas-por-hacer. Incluso cuando se les dice que la consciencia es todo lo que existe y que la vida ya es amorosa y perfecta, ellos quieren una lista de pasos a seguir para sentir ese amor y perfección con más frecuencia.

Una pregunta sencilla puede modificar esta tendencia de sentir que necesitamos arreglar o mejorar el momento: ¿En realidad es tan malo este momento? ¿Hay algo realmente presente ahora mismo que sea un problema? ¿Qué tal si sentirme tieso en la mañana no es tan malo, sino solamente una sensación particular? ¿Qué tal si sentirme tieso está bien? Podemos hacer la misma pregunta sobre cualquier vivencia: ¿Es la tristeza una mala sensación? ¿Es la confusión una mala sensación? ¿Es la falta de dinero realmente un problema en este momento? ¿Es la pérdida de un empleo o una relación realmente un problema en este momento? 

En este momento, nunca existe en realidad un problema, solo ideas e historias sobre un problema. 
 
Este tipo de cuestionamiento produce un efecto contrario al de añadir cosas a nuestra lista de pendientes. Puede reducir la sensación de tener que actuar en reacción a la actualidad. Incluso cuando necesita hacer algo pendiente, cuestionar las conclusiones mentales puede poner en perspectiva la necesidad de hacer. Además reducirá la sensación de estar abrumado, creada por la infinita letanía de problemas imaginarios y la infinita lista mental de cosas que pensamos debemos hacer en relación a ellos.

Más importante aún, preguntar qué es real sobre este momento preciso puede ponernos en contacto con la belleza y el milagro que están siempre presentes en este misterio llamado vida. No hay nada problemático o malo en el aquí y ahora, al contrario hay una profundidad y riqueza infinita por descubrir en el momento presente. Todo lo que en realidad importa, como la paz, alegría, satisfacción, conexión y el amor, lo encuentra en el aquí y ahora, solamente en este instante. Para sentir esta plenitud y maravilla, solo debemos poner en duda la idea de que la paz, alegría, satisfacción y el amor no estén ya aquí y ahora, luego observar a ver si lo están. ¿Hay paz presente en éste momento? ¿Hay algo de amor en este momento? ¿Cómo se siente esa paz? ¿Cuál es la naturaleza de ese amor que está aquí ahora? Hacer este tipo de preguntas es lo único que necesita para ponerse en contacto con la maravillosa riqueza del momento presente. Y no hay nada que debemos “hacer” sobre ello.



Extracto del libro:
Eso es eso
aka Nirmala
Fotografía tomada de internet

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