EL Personaje es nuestro Ego, el protagonista. Funcionamos viéndonos, haciendo coincidir la escena interior con la exterior creada. Así nos gustamos. Se trata de un montaje teatral. También intentamos seducir y convencer. Esta construcción nos produce el placer y la seguridad de creer que estamos manejando el ambiente, la situación, la “realidad”.
A esto se refiere la autoimagen. Luego quedan los retoques, las quejas, las críticas… y en este juego buscamos una autoestima sostenida por alfileres. Escena tras escena, transcurre la existencia… aunque nada tenga que ver con la vida.
Bibliografía:
La luciérnaga ciega: Soko Daido Ubalde
Fotografía tomada de internet
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