viernes, 19 de enero de 2018
jueves, 18 de enero de 2018
¿DEPREDADOR O JARDINERO?
Un requisito para la riqueza es tener una visión generosa, amplia, positiva, nunca depredadora. El depredador devora, el jardinero siembra.
Si queremos crear un paraíso de plenitud y prosperidad debemos ejercer de jardineros, lo cual significa:
- Amar, cuidar y respetar lo que hacemos.
- Dar a cada persona lo que realmente necesita.
- Ser humildes y agradecidos.
- Invertir y ahorrar con criterio.
- Tener claros los objetivos.
- Trabajar sin miedo.
- Tener voluntad de aprendizaje continuo.
- Alimentar el esfuerzo con ilusión, pasión y determinación.
- Tener voluntad de ser útil.
- Mirar siempre el mundo con ojos nuevos y con esperanza.
Sobre esto último, el secreto de algunas personas prósperas es que miran su realidad con la curiosidad de un niño y con atención, y descubren cosas que a la mayoría de los adultos se les escapan.
Para tener ideas que resulten exitosas, los buscadores de tesoros deben adquirir un conocimiento diferenciado, por lo que es preciso formarse, adquirir aptitudes y desarrollar actitudes para hacer realidad la utopía: trabajo, visión, propósito, longanimidad y, finalmente, la voluntad de compartir la riqueza para generar más riqueza.
miércoles, 17 de enero de 2018
LA MADERA DE SÁNDALO
Era un hombre que había oído hablar mucho de la preciosa y aromática madera de sándalo, pero que nunca había tenido ocasión de verla. Había surgido en él un fuerte deseo por conocer la apreciada madera de sándalo. Para satisfacer su propósito, decidió escribir a todos sus amigos y solicitarles un trozo de madera de esta clase. Pensó que alguno tendría la bondad de enviársela. Así, comenzó a escribir cartas y cartas, durante varios días, siempre con el mismo ruego: “Por favor, enviadme madera de sándalo”. Pero un día, de súbito, mientras estaba ante el papel, pensativo, mordisqueó el lápiz con el que tantas cartas escribiera, y de repente olió la madera del lápiz y descubrió que era de sándalo.
***
El Maestro dice: Si la percepción está embotada, se estrella en las apariencias de las cosas.
LO QUE CREES ES LO QUE CREAS
Vale la pena ser conscientes de cómo miramos al mundo y ser cuidadosos con nuestra mirada, porque el mundo acaba siendo como lo miramos. En realidad, nuestras creencias acaban deviniendo realidades, es decir, lo que creemos tiende a ser lo que creamos. Si somos capaces de ver el mundo como un lugar de posibilidades extraordinarias donde hay muchas cosas por hacer, un universo lleno de oportunidades que se pueden traducir en soluciones que mejoren la vida de miles de millones de personas que tanto lo necesitan, y trabajamos con buen criterio y eficacia para aplicar tales soluciones de una manera distinta, que aporte valor añadido diferencial y beneficio para todos, la prosperidad tiene muchas posibilidades de materializarse.
Cada uno de nosotros construye la realidad en la que cree, y es que la realidad no es lo que ocurre en el exterior, sino lo que ocurre dentro de nosotros y, en definitiva, para cada uno de nosotros solo es posible lo que somos capaces de imaginar. Conviene prestar atención a cómo miramos al mundo, porque será exactamente como lo miremos. Este es un punto de partida muy importante que debe tener en cuenta cualquiera que salga en busca de su tesoro.
martes, 16 de enero de 2018
LA VENTOLERA
Aquella mañana Diego López cumplía cuatro años y le brincaba en el pecho la alegría, la alegría era una pulga saltando sobre una rana saltando sobre un canguro saltando sobre un resorte, mientras las calles de Montevideo volaban al viento y el viento batía las ventanas de la casa. Y Diego abrazó a su abuela Gloria y en secreto, al oído, le ordenó:
—Vamos a entrar en el viento.
Y la arrancó de la casa.
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