miércoles, 14 de diciembre de 2016

ENCONTRAR SU REALIDAD INVISIBLE E INDESTRUCTIBLE


Usted dijo que la identificación con nuestra forma física es parte de la ilusión, así pues ¿cómo puede el cuerpo, la forma física, llevar al descubrimiento del Ser?


Eckhart Tolle:
El cuerpo que usted puede ver y tocar no puede llevarlo al Ser. Pero este cuerpo visible y tangible es sólo nuestra cáscara exterior, o más bien una percepción limitada y distorsionada de una realidad más profunda. En su estado natural de unión con el Ser, esta realidad más profunda puede sentirse en todo momento como el cuerpo interior, la presencia animadora que hay en su interior. Así pues, "habitar el cuerpo" es sentir el cuerpo desde adentro, sentir la vida dentro del cuerpo y por lo tanto llegar a saber que usted existe más allá de la forma externa.

Pero esto es sólo el comienzo de un viaje interior que lo llevará aún más profundamente a un reino de gran quietud y paz, pero al mismo tiempo de gran poder y vida vibrante. Al principio, usted puede tener sólo destellos fugaces de ello, pero por medio de ellos empezará a darse cuenta de que no es solamente un frag­mento insignificante en un universo ajeno, suspendido brevemente entre el nacimiento y la muerte, con la posibilidad sólo de breves placeres seguidos de dolor y por último de la aniquilación. Bajo su forma exterior, usted está conectado con algo tan vasto, tan inconmensurable y sagrado que no puede concebirse ni expresarse, sin embargo estoy hablando de ello ahora. Estoy hablando de ello, no para darle algo en que creer sino para mostrarle cómo puede usted conocerlo por sí mismo.

GRATITUD




Tomado del libro:
El Librito Que Fortalece
Proverbios reconfortantesy máximas motivadora
Lucia Canovi
Fotografía extraída de internet

martes, 13 de diciembre de 2016

EL PODER DEL PENSAMIENTO LÚDICO


Sin el pensamiento lúdico viviríamos atrapados en la desdicha. El humor obra como un agente de cambio de alto poder porque nos permite satirizar la vida y ver el lado tragicómico de nuestra existencia. Se opone a la solemnidad, la amargura, lo sombrío, lo sesudo, lo aburrido, lo circunspecto, lo encapsulado, lo perfeccionista, lo monótono, lo severo, es decir, a cualquier estilo de vida basado en la formalidad extrema. El pensamiento lúdico es una virtud alegre que siempre acompaña a la sabiduría. 

El pensamiento lúdico te permite: 

  • No tomarte tan en serio a ti mismo y ser menos engreído.
  • Vivir más, potenciar tu salud y mejorar tu calidad de vida.
  • No caer en la amargura y la monotonía. 
  • Fomentar tus procesos creativos. 
  • Incrementar tu curiosidad. 
  • Disminuir los «debería» y cualquier otra palabra que denote obligación y que te impida vivir alegremente.

¡PAJA!


lunes, 12 de diciembre de 2016

EL MORIBUNDO


Cuentan las crónicas este ritual de la agonía. Hace dos siglos, en la ciudad de Salvador de Bahía, las familias copetudas convocaban a cuantos médicos pudieran pagar, nunca menos de tres o cuatro, y a veces más, en torno al lecho del moribundo. Numeroso público se apiñaba en el dormitorio para escuchar a los galenos.

Después de examinar al enfermo, cada médico pronunciaba una conferencia sobre el caso. Eran discursos solemnes, que el público, a viva voz, iba comentando:

-¡Apoyado! 
-¡No! ¡No! 
-¡Muy bien! 
-¡Se equivoca el doctor! 
-¡De acuerdo! 
-¡Qué disparate! 

Culminada la primera ronda, los facultativos volvían a exponer sus puntos de vista en nuevos discursos.

NO NECESITA ESTAR ENAMORADO


domingo, 11 de diciembre de 2016

TAO TE KING: PRINCIPIO 13


El favor es tan humillante como el miedo.
El honor es un mal tan grande como el de ser un
individuo.
«El favor es tan humillante como el miedo»,
¿qué quiere decir esto?
Los favores son algo inferior.
Cuando nos los otorgan, estamos como atemorizados.
Al perderlos, estamos como atemorizados.
Eso es lo que significa.

«El honor es un mal tan grande como el de ser un
individuo»,
¿qué quiere decir esto?
Si sufro grandes males
se debe a que soy y tengo una persona.
Si no fuese un individuo,
¿qué males podrían ocurrirme?

¿SUMAR O RESTAR?


sábado, 10 de diciembre de 2016

AUTOINCONCIENCIA


Dios 
Conciencia 
Unidad 
Dualidad

La ira está allí; si te das cuenta, desapare­ce. El amor está allí; si te das cuenta, se cristaliza más. Entonces, el amor es parte de la existencia, y la ira, parte del sueño. Si no tienes conciencia, existes; si tomas conciencia, te di­suelves, ya no estás allí; entonces Dios existe. Y ambos no pueden existir juntos: es tú o Dios. No hay alternativa y no hay compromiso posi­ble. No puedes decir: "Cincuenta y cincuenta; un poco yo y un poco Dios." No; no es posible. A ti no se te encuentra fácilmente, y a Dios sí. Entonces, autoconciencia no es la expresión correcta, pues en ella se emplea la palabra "conciencia" y se trata de un estado muy inconsciente. Sería mejor, si me permites, llamar a la autoconciencia, autoinconciencia. Cuando sientes que estás, algo está mal.

Dice Chuang Tzu: "Si el zapato no te entra, tomas conciencia del pie. Si el zapato te entra, te olvidas del pie." Por un dolor de cabeza, ad­quieres conciencia de la cabeza. Si desaparece el dolor de cabeza, ¿dónde está la cabeza? jun­to con el dolor de cabeza, desaparece también la cabeza. Cuando algo no anda bien, se vuelve como una herida. Cuando estás enfermo, existe la así llamada autoconciencia. Cuando todo an­da bien, hay armonía y no hay discordia (el za­pato no te aprieta, todo está perfectamente bien), no se produce la autoconciencia. Entonces, existes. De hecho, existes por primera vez; pero no hay autoconciencia. Por ejemplo: cada vez que estás enfermo, tomas concien­cia del cuerpo. Estás débil, tienes fiebre, algo anda mal en el cuerpo: adquieres conciencia del cuerpo. Duele: tienes conciencia corporal. Cuando el cuerpo está absolutamente bien, saludable, en estado de bienestar, no tienes conciencia de él. No es que no sepas que estás sano, pero no es necesaria autoconciencia alguna. Simplemente, estás sano. Te ro­dea un estado de bienestar.

Pero en este estado no hay división entre el estado y quien lo conoce. Eres uno con él. No es que sientas el bienestar: eres el bienestar; entonces, ¿quién sería consciente de él? No hay división: ¿quién tomaría conocimiento de él? Sólo en la enfermedad ingresa la división. Eres uno absoluta­mente con el cuerpo cuando éste está sano. Cuando el cuer­po está enfermo, se abre una fisura; te rompes en pedazos y ya no eres uno con el cuerpo. El cuerpo existe por un lado, y tú, por otro.

En la meditación, eres uno con tu conciencia; entonces, ésta no funciona y existe como una mente. Eres uno con ella, no hay división. Cuando no hay división y aparece la unidad, toda la autoconcien­cia desaparece. Déjame que lo repita, porque puedes malinterpretarlo: no es que desaparece el yo; sólo desaparece la autoconciencia.


Referencia:
El dios de todos (Osho)
Un camino espiritual para descubrir a Dios
Fotografía tomada de internet

DEJE DE TRATAR DE CAMBIAR LA REALIDAD


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