jueves, 29 de noviembre de 2012

LA COMPRENSIÓN MÍSTICA


La comprensión mística de la verdad no es la percepción o la cognición. De ahí que se 
afirme que puedes alcanzar la fuente original aquietando la mente, por eso se llama el estado 
iluminado del ser en su estado original, la independiente y suprema liberación.

Nan-ch'uan (748-834)

BEBES DEPENDIENTES

Habla Jorge Bucay sobre el origen de la dependencia del hombre y en relación a como otros seres vivos no dependen de sus padres en su desarrollo.....La solución que la naturaleza encontró para resolver esta dependencia absoluta de los humanos fue crear una relación donde difícilmente los padres puedan abandonar a los hijos. 

El instinto o el amor (prefiero pensar como decidir renunciar a una parte de nuestro propio cuerpo.

Esto protege a los bebés humanos recién nacidos del abandono de los padres y asegura que haya alguien a su cuidado.

Pero este mecanismo no sólo aporta seguridad, también genera problemas.

Cuando un hombre y una mujer deciden transformarse en una familia teniendo un hijo, están estableciendo una responsabilidad respecto de lo que sigue, pero además están generando un irremediable conflicto que deberán resolver.

Están decidiendo traer al mundo un ser vivo al que sentirán como si fuera una prolongación suya, literalmente, sabiendo a la vez que esa cría será un ser íntegro y separado del vínculo de la pareja que prepara desde su nacimiento su partida.

A los padres esto no nos resulta nada fácil. Porque nunca es fácil ser el carcelero y el libertador. No se quiere a un hijo como se quiere a los otros. Con Claudia me pasan cosas que con el resto de las personas no me pasan. No sólo la quiero más que a nadie en el mundo, sino que la quiero de una manera diferente, como si fuera una parte de mí.

Los hijos son en muchos sentidos una excepción.

Esta sensación de que el otro es una prolongación mía puede ser muy buena para ese bebé en los 
primeros tiempos, motivándome a cuidarlo y protegerlo; porque en realidad el hijo fue concebido desde los 
deseos de los padres y por lo tanto la decisión es producto de una vivencia bastante autorreferencial.

Un día, a los trece años, el otro de mis amores, mi hijo Demián, pesca en casa un libro de psicología y se 
pone a leerlo. Entonces viene y me dice:

“Papi, ¿es verdad que los hijos somos producto de una insatisfacción de los padres?”...

Cuando Demián me hizo esta pregunta, yo me di cuenta que el libro tenía razón. Porque si uno estuviera 
totalmente satisfecho con su vida, si todo lo que tiene fuera suficiente, si uno no sintiera el deseo de trascender 
teniendo hijos o el deseo de realizarse como padre y como familia, si uno no tuviera ese deseo personal...
entonces, no tendría hijos.

Es este deseo insatisfecho —educado, pautado cultural o personalmente— lo que nos motiva a tener 
hijos.

Los hijos nacen por una decisión y un deseo nuestros, no por un deseo de ellos. Por eso, cuando los 
adolescentes se enojan y nos dicen: “Yo no te pedí nacer”, parece una estupidez, pero es la verdad.

La vivencia de ser uno con los hijos puede, como dije, tener una función positiva para ellos durante los 
primeros años de vida, pero es nefasta para su futuro. Porque el niño recibe esto, percibe que es tratado como 
si fuera un pedazo de otro, pero no siente que lo sea.

JORGE BUCAY
El Camino de la Autodependencia


LA HORA DE LA VERDAD


FRACASO

No puedes ser un fracaso; la vida no permite ningún fracaso. Y como no hay un objetivo, no puedes verte frustrado.

Si te sientes frustrado es por el objetivo mental que has impuesto sobre la vida. Cuando has alcanzado dicho objetivo, la vida lo ha abandonado... de los ideales y objetivos solo queda un caparazón vacío y de nuevo te  ves frustrados. La frustración la creas tú.

Cuando comprendes que la vida jamás estará confinada ni orientada a un objetivo, entonces fluirás sin temor en todas las direcciones. Como no hay fracaso, tampoco hay éxito... ni frustración. Cada momento se convierte en un momento intrínseco en sí mismo, no conduce a ninguna parte, no ha de ser empleado como un medio para alcanzar un fin... posee un valor intrínseco. 

Cada momento es un diamante, y pasas de un diamante a otro... pero nada tiene un final. La vida permanece viva... no hay muerte. El final significa muerte, la perfección significa muerte, alcanzar un objetivo significa muerte. La vida no conoce la muerte... no deja de cambiar de formas. Es un infinito, pero sin objetivo.

OSHO
Día a Día
Día 49

LA TERNURA Y EL AMOR


miércoles, 28 de noviembre de 2012

CRISTALES SUCIOS


La primera mañana en la casa, mientras tomaba café, la mujer vió a través de la ventana, que una vecina colgaba sábanas en el tendedero y dijo:

- ¡Que sábanas tan sucias cuelga la vecina en el tendedero!
- ¿Quizás necesita un jabón nuevo?
- Me agradaría ayudarla a lavar las sábanas.
El marido miró y quedó callado. Y así, cada dos o tres días, la mujer repetía su discurso, mientras la vecina tendía sus ropas al sol y el viento. Al mes, la mujer se sorprendió al ver a la vecina tendiendo las sábanas limpias, y dijo al marido:
- Mira, por fin la vecina ha aprendido a lavar la ropa …
- ¡Qué bien!
El marido le respondió:
- Mmm … no es lo que piensas.
- Hoy me he levantado más temprano y he lavado los vidrios de nuestra ventana.
Todo depende del estado de la ventana a través de la cual observamos los hechos. Antes de criticar, conviene que averiguamos si hemos limpiado el corazón para poder ver más claro.

Tomado del Blog de Joan
http://blocjoanpi.blogspot.mx/

DESEOS


Hay un deseo común, que es el cumplimiento de lo que se cree que va a dar felicidad al yo, al ego. Ese deseo es apego, porque ponemos en él la seguridad, la certeza de la felicidad. 

Es el miedo el que nos hace desear agarrar con las manos la felicidad, y ella no se deja agarrar. Ella es. Esto sólo lo descubrimos observando, bien despiertos, viendo cuándo nos mueven los miedos y cuándo nuestras motivaciones son reales. Si nos aferramos a los deseos, es señal de que hay apego. 

El apego habrá perdido la batalla cuando lo descubras, y ya no tendrá el poder que la inconciencia le daba. Tú mandarás sobre él. 

La aprobación, el éxito, la alabanza, la valoración, son las drogas con las que nos ha hecho drogadictos la sociedad, y al no tenerlas siempre, el sufrimiento es terrible. 

El día en que entres de pleno en tu realidad, el día en que ya no te resistas a ver las cosas como son, se te irán deshaciendo tus ceguedades. Puede que aún sigas teniendo deseos y apegos, pero ya no te engañarás. 

La base del sufrimiento es el apego, el deseo. En cuanto deseas una cosa compulsivamente y pones todas tus ansias de felicidad en ella, te expones a la desilusión de no conseguirla. El estar despierto y mirar sin engaños no quiere decir que desaparezca tu programación, sino que allí estará, pero la verás claramente, y al apego lo llamarás apego, y a lo que creías amor lo llamarás egoísmo.

Del libro:
Lo Mejor de Anthony de Mello
Anthony de Mello

PERDONANDO A NUESTROS PADRES

Lo más difícil del mundo es poder relacionarse con los propios padres. Perdonarlos es una de las cosas más complicadas, porque te han traído al mundo... ¿cómo los podrás perdonar?

A menos que empieces a amarte, a menos que alcances un estado en el que estés encantado con tu ser..., ¿cómo podrías darles las gracias antes? Estarás furioso... te trajeron al mundo y ni siquiera te consultaron. Han creado a esa persona horrible, a ese ser nauseabundo. Pero tú odias. ¿Por qué deberías sufrir porque ellos decidieron dar a luz a un bebé? Tú no tuviste nada que ver en el asunto. ¿Por qué te han arrastrado al mundo? Por eso la furia. 

Si llegas al punto en el que eres capaz de amarte, en el que te sientas extático por ser, donde tu gratitud no conoce limites, entonces, de pronto, sientes que surge un gran amor por tus padres. Han sido las puertas por las que has entrado en la existencia. 

De lo contrario, ese éxtasis no habría sido posible... ellos lo han hecho posible. 

Solo entonces hay una relación nueva. Si no, cada sociedad del mundo ha estado entrenando a los niños para ser respetuosos con los padres, porque todas las sociedades saben que si los niños no son condicionados para ser respetuosos, ¡matarían a sus padres! 

Pero si puedes celebrar tu ser -y ese es todo el objetivo de mi trabajo, ayudarte a celebrar tu ser-, entonces podrás sentir gratitud por los padres, por su compasión y amor. Y así no podrás únicamente perdonarlos, sino que además te puedes sentir tremendamente agradecido.

OSHO 
Día a Día
Día 48

martes, 27 de noviembre de 2012

DAR EL CORAZÓN A LA VIDA

La polución propagandística no favorece la paz soñada, que brota, como fruto maduro, de los caminos auténticos de la vida. Nuestro mundo actual rebosa de estímulos engañosos, que golpean dolorosamente a los incautos y engañan hasta a los bien intencionados. Seduce a las personas con el espejismo de quimeras inconsistentes y de dudoso contenido. Las desvía del centro dinámico de su interioridad y las sacia con bocados azucarados de escaso valor alimenticio. Y la persona, lejos de encontrarse con los anhelos profundos de su mundo más verdadero, se pierde en las arenas movedizas y atormentadas de su propio yo.  

Allí, ávidamente, goza de los dividendos fáciles de conquistas deslumbrantes, pero acaba arrastrándose y haciéndose sorda a las llamadas más íntimas que le vienen de su mundo más hondo. En vez de responder a ellas y de vivir lo que es, se contenta con la careta que le hace tan sólo parecer que es. Vive pendiente de la última moda, vagabundeando, sin una orientación personalizada, sin un compromiso engrandecedor, esclavizada por las propagandas consumistas que sólo la satisfacen por el momento, sin darle un rumbo claro y seguro. 

Pero nosotros somos realmente más, mucho más que esas lentejuelas con que el mundo nos reviste. Deseamos más, mucho más que esta posición social a que nos aferramos y que se nos reconoce. Somos un reino infinitamente rico y di­vinamente fascinante, que todavía está por conquistar. Para ello es preciso armarse de coraje y atreverse a ser grande, enfrentándose con las mentiras tentadoras que impiden el acceso a la intimidad del corazón. 

Y, principalmente, es preciso darle el corazón a la vida, en vez de pretender el corazón de ella. Fuimos hechos y existimos, no para aprisionar corazones, sino para liberar el nuestro. 

Bernard Shaw dijo, en cierta ocasión, que todos somos re­yes, con la desgracia de que vivimos fuera de nuestro reino. Porque no somos dueños de nuestro corazón, no podemos dárselo a nadie. Y ésta es la más trágica de las pobrezas y la más lamentable de las desgracias. 

Neylor J. Tonin 
autor de “Historias de Sabiduría y Sabiduría de la A a la Z”
Anthony de Mello
Lo Mejor de Anthony de Mello

EL ORIGEN DE LA DEPENDENCIA


Dice Bucay respecto a como se origina la dependencia de humano:

....El bebé humano recién nacido es el ser vivo más frágil, dependiente y vulnerable que existe en la creación. Cualquier otra criatura viva, desde los unicelulares hasta los animales más avanzados, tiene una pequeña posibilidad de sobrevida cuando nace si no está la mamá o el papá para hacerse cargo.

Desde los insectos, que son absolutamente autodependientes cuando nacen, hasta los mamíferos más desarrollados, que a las pocas horas de nacer pueden ponerse en pie y buscar la teta de la propia madre o caminar hasta encontrar otra, todos tienen una posibilidad, aunque sea una en mil.

Las tortugas de mar desovan fuera del agua. Las madres recorren con enorme dificultad y torpeza doscientos metros por la playa, ponen centenares de huevos entre la arena y se van. Cuando las tortuguitas nacen, muchas se pierden intentando llegar hasta el agua, son devoradas por las aves y los reptiles o se calcinan al sol... Sólo una o dos de cada mil sobrevive.

Un bebé humano no tiene ni siquiera una posibilidad en un millón, es absolutamente dependiente.

La solución que la naturaleza encontró para resolver esta dependencia absoluta de los humanos fue crear una relación donde difícilmente los padres puedan abandonar a los hijos. El instinto o el amor (prefiero pensar en el amor) nos lleva a sentir a estos “cachorros” como parte de nosotros; dejarlos sería una mutilación, sería como decidir renunciar a una parte de nuestro propio cuerpo.

Esto protege a los bebés humanos recién nacidos del abandono de los padres y asegura que haya alguien a su cuidado.

Pero este mecanismo no sólo aporta seguridad, también genera problemas.

JORGE BUCAY
El Camino de la Autodependecia
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