La primera mañana en la casa, mientras tomaba café, la mujer vió a través de la ventana, que una vecina colgaba sábanas en el tendedero y dijo:
El marido miró y quedó callado. Y así, cada dos o tres días, la mujer repetía su discurso, mientras la vecina tendía sus ropas al sol y el viento. Al mes, la mujer se sorprendió al ver a la vecina tendiendo las sábanas limpias, y dijo al marido:- ¡Que sábanas tan sucias cuelga la vecina en el tendedero!- ¿Quizás necesita un jabón nuevo?- Me agradaría ayudarla a lavar las sábanas.
Todo depende del estado de la ventana a través de la cual observamos los hechos. Antes de criticar, conviene que averiguamos si hemos limpiado el corazón para poder ver más claro.- Mira, por fin la vecina ha aprendido a lavar la ropa …- ¡Qué bien!El marido le respondió:- Mmm … no es lo que piensas.- Hoy me he levantado más temprano y he lavado los vidrios de nuestra ventana.
Tomado del Blog de Joan
http://blocjoanpi.blogspot.mx/
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