Supongo que se necesitan dos para hacer de una relación una práctica espiritual, como usted sugiere. Por ejemplo, mi pareja todavía actúa según los viejos patrones de celos y control. Le he señalado eso muchas veces, pero es incapaz de verlo.
¿Cuántas persona se necesitan para hacer de su vida una práctica espiritual? No importa si su pareja no quiere cooperar. La salud mental -la conciencia- sólo puede llegar a este mundo a través de usted. Usted no necesita esperar a que el mundo se vuelva cuerdo, o a que otro se vuelva consciente, para ser usted un iluminado. Podría llegar a esperar por siempre. No acuse a los demás de ser inconscientes. En el momento en que usted comienza a discutir, se ha identificado con una posición mental y está defendiendo no sólo esa posición sino también su sentido de sí mismo. El ego entra a la carga. Usted se ha vuelto inconsciente. A veces puede ser apropiado señalar ciertos aspectos de la conducta de su cónyuge. Si usted está muy alerta, muy presente, puede hacer eso sin involucrar el ego, sin culpar, acusar o hacer daño al otro. Cuando su compañero actúa inconscientemente, abandone todo juicio. El juicio es, o bien confundir la conducta de alguien con quien es esa persona o proyectar la propia inconsciencia en otra persona y confundir eso con lo que es ella. Abandonar el juicio no significa que usted no reconozca la disfunción y la inconsciencia cuando la vea. Significa ser "el que conoce" en lugar de "ser la reacción" y el juez. Entonces, o bien usted estará totalmente libre de reacción o reaccionará y aún será el que conoce, el espacio en el que la reacción se observa y se le permite ser. En lugar de luchar contra la oscuridad, usted trae la luz. En lugar de reaccionar al error, usted lo ve y sin embargo al mismo tiempo mira a través de él. Ser el que conoce crea un espacio claro de presencia amorosa que permite a todas las cosas y a todas las personas ser como son. No existe mayor catalizador para la transformación. Si usted practica esto, su compañero no puede quedarse con usted y permanecer inconsciente.
Si ambos están de acuerdo en que la relación será su práctica espiritual, mucho mejor. Entonces pueden expresar sus pensamientos y sentimientos mutuamente tan pronto como ocurran, o tan pronto como una reacción surja, de modo que no crean una brecha de tiempo en la que una emoción o una queja se encone y crezca. Aprenda a dar expresión a lo que siente sin acusar. Aprenda a escuchar a su compañero en una forma abierta, no defensiva. Déle espacio para expresarse. Esté presente. Acusar, defenderse, atacar, todos esos patrones diseñados para fortalecer o proteger el ego o para llenar sus necesidades se volverán inoficiosos. Dar espacio a los demás -y a usted mismo- es vital. El amor no puede florecer sin ello. Cuando usted ha suprimido los dos factores que destruyen las relaciones, cuando el cuerpo del dolor se ha transmutado y usted ya no está identificado con la mente y con las posiciones mentales, y si su pareja ha hecho lo mismo, usted experimentará la felicidad del florecimiento de la relación. En lugar de reflejar el uno en el otro su sufrimiento y su inconsciencia, en lugar de satisfacer sus mutuas necesidades adictivas del ego, reflejarán mutuamente el amor que sienten en lo profundo de ustedes, el amor que viene con la comprensión de su unidad con todo lo que es. Ese es el amor que no tiene contrario.
Del libro:
El Poder del Ahora
Eckhart Tolle
El Poder del Ahora
Eckhart Tolle
Imagen tomada del internet
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