Una buena manera de comprender las diferencias entre las mentalidades cerradas y abiertas es analizar sus respectivas polaridades. En los siguientes temas confrontaré las características de las mentes rígidas y las de las mentes flexibles y analizaré sus consecuencias en la vida cotidiana. Utilizaré las aportaciones de la literatura científica más reciente sobre el tema29 y tendré en cuenta sus implicaciones en áreas afines, como es el caso de la resistencia al cambio.30
Cuando estudiamos la estructura interna de una mente rígida, encontramos una serie de esquemas o rasgos relativamente estables que la definen. Señalaré los más signficativos:
- Dogmatismo
- Solemnidad/amargura
- Normatividad
- Prejuicio
- Simplicidad
- Autoritarismo
En consecuencia, el pensamiento rígido que se desprende de ellas será: dogmático (quiere imponer su doctrina), solemne (amargado y circunspecto), normativo (conformista y apegado a las reglas), con prejuicios (odio y discriminación), simple (superficial) y autoritario (abuso del poder).
Por el contrario, la estructura interna de una mente flexible estará definida por esquemas o rasgos opuestos a los señalados para una mente rígida:
- Análisis crítico
- Humorismo/lúdica
- Inconformismo
- Imparcialidad
- Complejidad
- Pluralismo
En consecuencia, el pensamiento flexible que se desprende de ellas será: crítico, lúdico, inconformista, imparcial, complejo (holístico) y pluralista.
Como veremos en los post siguientes, es posible construir un pensamiento flexible y contribuir a que nuestras mentes sean menos dogmáticas.
29. Schultz, P. W. y Searleman, A. (2002). Genetic, Social and General Psychology Monographs, 128, 165-207.
30. Oreg, S. (2003). «Resistance to change: Developing an individual differences measure.» Journal of Applied Psychology, 88, 680-693.
Extracto del libro:
El arte de ser flexible
Walter Riso
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