En la enseñanza mahayana*1 hay un lema que dice:
«Dirige toda la culpa hacia ti mismo.» La esencia del lema es: «Si algo me duele mucho es porque me estoy aferrando muy intensamente.» No quiere decir que debamos golpearnos a nosotros mismos, no aboga por el martirio. Lo que el lema indica es que el dolor procede del apego a hacer las cosas a nuestro modo, y que cuando nos sentimos incómodos porque estamos en un lugar o situación en la que no queremos estar, una de las principales salidas que tomamos es culpar a alguien o algo.

Este lema es de gran ayuda pues nos proporciona la interesante sugerencia de que podríamos comenzar a cambiar esa tendencia tan antigua, habitual y profundamente asentada en nosotros que consiste en pretender tenerlo todo en nuestros propios términos. La manera de comenzar a cambiarla es, en primer lugar, que tan pronto sintamos la tendencia a culpar, intentemos entrar en contacto con la sensación que nos produce el estar tan estrechamente aferrados a nosotros mismos:
¿Cómo se siente el culpar? ¿Cómo se siente el rechazar?
¿Cómo se siente el odiar? ¿Cómo se siente el estar justamente indignado?
1 El «gran vehículo», que presenta una visión basada en la vacuidad, la compasión y el reconocimiento de la universalidad de la naturaleza de Buda.
Extracto del libro:
Cuando Todo Se Derrumba
Pema Chödron
Fotografía de Internet
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
¡aho! Gracias comentar.