martes, 8 de noviembre de 2022

INTELIGENCIA PURA (DIOS)


 

LA VERDADERA NATURALEZA DE DIOS (CONTINUACIÓN)


En marzo de 2007 impartí en Tokio un satsang en el que debatí la 
verdadera identidad de Dios. Al principio del programa había descrito a Dios de la manera siguiente:

«Dios no es un Ser Superior que está en el Cielo y que tiene las mismas tendencias y necesidades emocionales que los seres humanos, entre ellas la necesidad de amor y de venganza. Dios es la Energía Esencial de la vida.

Podríamos llamar a esta energía Inteligencia Pura.

»A la Inteligencia le da igual que tú creas en Ella o no. Le da igual que la utilices a propósito o no. Si la utilizas a propósito, también le da igual el cómo.

No hace juicios de valor respecto de nada de esto. De hecho, no hace juicios de valor respecto de nada en absoluto.

»La Inteligencia Pura no desea nada, no necesita nada, no busca nada.

Simplemente, Es. Existe de una manera tal que se permite a sí misma ser usada.

Hace esto, permite esto, hace posible esto, a base de ponerse a sí misma dentro de Todo.

»Mires donde mires, encontrarás Inteligencia Pura. Se encuentra en la base de todas las cosas que existen. En los copos de nieve se refleja la Inteligencia Pura. En los átomos más minúsculos se refleja la Inteligencia Pura. En las amplias regiones del firmamento se refleja la Inteligencia Pura. La Inteligencia Pura se refleja en el proceso mismo de la vida, a cualquier nivel que lo examinemos.

»La energía que llamo aquí Inteligencia Pura la puede utilizar, la está utilizando, la Vida Misma a todos los niveles de la vida. Tú estás utilizando esta energía, tú estás enfocando esta energía, en cada segundo de cada minuto de cada hora de cada día... normalmente, sin saberlo.

»La existencia de esta energía, y el modo de enfocarla para utilizarla en beneficio propio, es lo que han llamado «el secreto». El año pasado se estrenó una película de este mismo título que ahora se está viendo en todo el mundo.

»La energía a la que llamo Inteligencia Pura, y que os digo que es otra manera de llamar a Dios, no alberga opiniones acerca de nada. Esto es así porque no necesita nada. Carece notablemente de necesidades, por el sencillo motivo de que es todo lo que existe bajo cualquier forma. En esto no sólo se incluyen las cosas físicas sino también las metafísicas. Se incluyen todas las cosas espirituales y cualquier otra cosa, de cualquier forma, que simplemente ES... incluso los pensamientos, las emociones, los sentimientos, las ideas y, sí, los agujeros negros del espacio.

»Pensadlo. Si Dios es, verdaderamente, todo lo que existe bajo cualquier forma, ¿qué podría Dios querer, necesitar o requerir? ¿Por qué nos iba a castigar Dios por no darle lo que imaginamos que quiere, que necesita o que requiere?

»La respuesta a estas preguntas es evidente. No hará falta debatirla con gran detalle, pues la lógica más sencilla nos desvela claramente cómo hemos caído en poder de las mitologías de nuestra propia cultura y de su pasado.

»La oportunidad que tenemos delante, y que tienen delante todos los seres sensibles, es aprovechar la Energía Esencial de la Inteligencia Pura dándole el empleo para el que fue diseñada.

No todas las cosas que existen en el universo pueden utilizar conscientemente esta Energía Esencial. Es decir, no la pueden utilizar con conciencia e intención plenas. Sólo pueden utilizarla los elementos de la Vida Misma que son autoconscientes, es decir, conscientes de sí mismos.

»Debo enmendar esto último. Ni siquiera todos los elementos de la vida que son autoconscientes pueden utilizar conscientemente la Energía Esencial. No es sólo una cuestión de ser conscientes; también es una cuestión del nivel de consciencia que ha alcanzado un ser o una especie. Por ejemplo, aunque un perro es un ser muy inteligente, no tiene (que nosotros sepamos) la autoconsciencia suficiente para poder utilizar la Energía Esencial de manera intencionada.

»Los seres humanos no sólo son conscientes de sí mismos, sino que son conscientes de que son conscientes; por ello, han ascendido al menos al segundo nivel de la consciencia. Este nivel de la consciencia permite a los seres sensibles advertirse a sí mismos, e incluso advertir que se advierten a sí mismos. Es decir, podemos situarnos «fuera de nosotros mismos» y observarnos hacer lo que hacemos y pensar lo que pensamos y decir lo que decimos.

»Hasta podemos observar cómo nos observamos. Podemos salir al pasillo de la consciencia y asomarnos a las puertas que tenemos por delante y por detrás; y, según dicen algunos, llegar a ver y a vivir nuestro Yo Divino y Sagrado.»

Cuando terminé de hacer estos comentarios, me pareció que había hecho una definición de Dios bastante «prudente» (dejé para más adelante el tema de que Dios y nosotros somos Uno); por eso me sorprendió que mi descripción sumiera en la desesperación a un miembro del público; pero ahora me doy cuenta de que debería habérmelo esperado.



Del libro:
Dios es felicidad
Convierte tu vida en una experiencia extraordinaria
Neale Donald Walsh
Foto tomada de internet

lunes, 7 de noviembre de 2022

AQUÍ ESTOY EN ESTE MOMENTO, RESPIRANDO


 

13. AMOR Y DIOS


Cierta tarde, el diálogo fue iniciado por un joven canadiense que vestía a la usanza hindú. Dijo que tenía 
veintitrés años, pero parecía salir apenas de su adolescencia. De su cuello pendía una delicada cadena con una cruz de plata pequeña y elegante. Mencionó que había encontrado el libro Yo soy Eso en una librería de Bombay hacía un par de días y que una mirada rápida a algunas de las páginas lo había inducido a querer ver personalmente a Maharaj. Había examinado ya el libro en detalle leyéndolo casi de corrido, durante toda la tarde y también la noche, y había terminado de leer ambos volúmenes hacía unas cuantas horas.

Maharaj: Eres muy joven. Me pregunto desde qué edad has estado interesado en la búsqueda espiritual. 

Visitante: Señor, desde que yo recuerdo he tenido un profundo interés en el amor y en Dios; y he sentido con intensidad que no son diferentes. Cuando me pongo a meditar, a menudo...

Espera un momento. ¿Qué entiendes exactamente por meditación?

No lo sé en realidad. Lo que hago es simplemente sentarme con las piernas cruzadas, cierro los ojos y me quedo tranquilo por completo. Siento a mi cuerpo relajarse, casi desvanecerse, y que mi alma, mi ser, o como quiera que se le llame, se funde en el espacio mientras poco a poco se suspende la sucesión de pensamientos.

Esto está bien. Continúa por favor.

Muy a menudo, durante la meditación, surge en mi interior una abrumadora sensación de amor extático junto con una efusión de bienestar. No sé lo que es. Fue durante uno de estos momentos de embeleso que me sentí inspirado para visitar la India, y aquí estoy.

¿Cuánto tiempo permanecerás en Bombay?

No lo sé en realidad. Rara vez hago planes. Tengo dinero suficiente para vivir modestamente durante unos quince días y tengo ya mi boleto de regreso.

Ahora dime, ¿qué es exactamente lo que quieres saber? ¿Tienes alguna pregunta?

Cuando llegué a Bombay era un hombre muy confundido. Casi sentí que iba a perder el juicio. En realidad no sé qué me llevó a la librería, pues no suelo leer mucho. Al momento de tomar el primer volumen de Yo soy Eso, experimenté la misma sensación abrumadora que tuve durante mi meditación. Conforme fui leyendo el libro parecía como si me quitara un peso de encima, y ahora que estoy sentado frente a ti, siento como si hablara conmigo mismo.

Y lo que me estoy diciendo a mí mismo parece una blasfemia. Estaba convencido de que Dios es amor. 

Pero ahora pienso que el amor ciertamente es un concepto y si el amor es un concepto, Dios debe de ser también un concepto.

¿Y qué hay de malo en ello?

(Riendo): Bueno, lo dices como si no hubiera culpabilidad alguna en transformar a Dios en un concepto.

En realidad tú dijiste que Dios es amor. ¿A qué te refieres con la palabra amor? ¿Quieres dar a entender amor como lo opuesto de odio? ¿O quieres decir algo más? Aunque, claro está, ninguna palabra puede ser adecuada para describir a Dios.

No, no. Con la palabra amor ciertamente no me refiero a lo opuesto a odio. Me refiero al amor como abstención de discriminar entre "mí" y lo "otro".

En otras palabras, ¿a la unidad del ser?

Sí, en efecto. ¿Qué es entonces "Dios", a quien se suponía yo debía orar?

Hablemos más tarde sobre la oración. ¿Qué es, entonces, exactamente este "Dios" del que estás hablando? ¿No es la conciencia misma -el sentido de "ser" que tenemos-, en virtud de la cual puedes hacer preguntas? "Yo soy" es en sí mismo Dios. ¿Qué es lo que más amas? ¿No es acaso ese "yo soy", la presencia conciente, aquello que deseas preservar a cualquier costo? La búsqueda en sí misma es Dios. Al indagar descubres que "tú" eres independiente de este complejo cuerpo-mente. ¿Existiría el mundo para ti si no fueras conciente? ¿Habría alguna idea de un Dios? Y, ¿acaso son diferentes la conciencia en ti y la conciencia en mí? Son independientes sólo en tanto conceptos, que buscan la unidad no concebida, y ¿no es ésta amor?

Ahora entiendo lo que quiere decir "Dios está más cerca de mí de lo que estoy yo de mí mismo".

Recuerda también que no puede haber ninguna prueba de la Realidad que no sea serla. De hecho tú eres ella y siempre lo has sido. La conciencia se marcha con el final del cuerpo (y está, por lo tanto, sujeta al tiempo) y con ella se marcha la dualidad que es la base de la conciencia y de la manifestación. ¿Qué es entonces la oración y cuál es su propósito?

La oración, según se la entiende comúnmente, no es más que pedir algo. Pero en realidad, la oración significa comunión, unión, yoga.

Todo es muy claro ahora, como si de pronto se hubiese eliminado de mi sistema un montón de escombros, como si hubiesen perdido realidad.

¿Quieres decir que ahora todo te parece claro?

¡No, no "parece"! Ahora es claro, tan claro que estoy asombrado de no haberlo visto antes. Varias frases que he leído en la Biblia, que parecían importantes pero me eran incomprensibles, ahora son diáfanas, frases como: Antes de que Abraham fuera, Yo soy; Yo y mi padre somos uno; Soy lo que soy.

Bien. Ahora que lo has comprendido, ¿qué sadhana seguirás para lograr liberarte de tu "esclavitud"? 

¡Ah, Maharaj! Seguramente te ríes de mí. ¿O me estás poniendo a prueba? Sin duda es eso, ahora estoy seguro de que he comprendido quejo soy eso; soy lo que siempre he sido y lo que seré siempre. ¿Qué queda por hacer? ¿O deshacer? ¿Y quién va a hacerlo? ¿Con qué finalidad?

¡Excelente! Sólo sé. Sin duda lo haré.

Así pues, el joven canadiense se postró ante Maharaj con los ojos llenos de lágrimas de gratitud y gozo. 

Maharaj le preguntó si volvería y el muchacho le dijo: "Honestamente, no lo sé".

Cuando se marchó, Maharaj se sentó un momento con los ojos cerrados y la más dulce de las sonrisas en los labios. Y dijo entonces muy suavemente: "Alguien excepcional"; yo apenas pude entender sus palabras.

Nunca volví a ver al joven canadiense y a menudo me pregunto qué fue de él.



Tomado del libro:
El buscador es lo buscado
Puntos clave de la enseñanza de Nisargadatta Maharaj
Ramesh Balsekar
Imágenes de Internet

sábado, 5 de noviembre de 2022

SUFRIR CONSCIENTEMENTE


 

CUANDO NADA ES ALGO


Recientemente tuve una conversación con alguien que había 
pasado por un periodo de sufrimiento. Varias veces, durante nuestros encuentros, esa persona dijo: "Pero ya sé que no es nada. Entiendo que no es nada". Esa es la verdad, no es nada, pero estaba claro que esa persona no había tomado verdadera conciencia de ello. Para evitar ese descubrimiento directo estaba usando este mantra: Ya sé que no es nada, que no importa; realmente no es nada, en realidad no está pasando nada. Éste es el peligro, tomar la verdad y filtrarla a través de la mente hasta que se convierta en otro mecanismo de defensa. Esto es algo que cabe esperar, de modo que mantente alerta a este peligro. Decir que el sufrimiento no es nada, o incluso recordar una experiencia en la que se reveló que no era nada, es inútil.

Asume que es algo, asume que es real y después mira: ¿qué es?

La manera habitual de lidiar con la incomodidad, desde la más leve hasta la más extrema, es intentar esconderse o escapar de ella. Ese escape asume muchas formas distintas. Conoces bien esas formas. Generalmente hay un culpar. Culpas a otros por tus faltas, o por las faltas de otro, o por las del mundo. Hay justificación. Te inventas excusas por regodearte en el sufrimiento y en la negatividad. Das peso, preeminencia e importancia a la excusa. Hay una negación del sufrimiento.

Actúas como si no pasara nada, entras en una especie de trance disociado y vas caminando por ahí como una piedra diciendo: "No me pasa nada".

Todas estas estrategias tienen su lugar en el desarrollo de la conciencia individual. A una mente inmadura le pueden ocurrir cosas que sean demasiado grandes para poder manejarlas y por eso se inventa estrategias para sobrellevarlas. No hay nada malo en ello. Son apropiadas en ciertos momentos y lugares. Pero cuando un individuo llega a un nivel de madurez particular, surge el deseo de conocer la verdad. El ansia de ver con claridad muestra la futilidad de todas las estrategias. La madurez descubre que no es posible escaparse encubriendo, negando, expresando desconsoladamente o culpando. Uno reconoce que el sufrimiento evitado mediante las estrategias no hace sino agrandarse, porque intervienen más pensamientos, más historias y más emociones. En ese momento uno puede desilusionarse y sentirse incapaz de huir. Esta decepción es el comienzo del potencial que tiene la mente para abrirse y descubrir que es posible afrontar el sufrimiento plena y directamente.

Si el padecimiento vuelve a aparecer, el reto consiste en afrontarlo sin recordar lo ocurrido en el último encuentro con él. Afrontar el sufrimiento con mente abierta es sufrir conscientemente. Y ello es liberarse de la reacción de escapar.

Cuando te liberas de la tendencia a huir, puedes darte cuenta, finalmente, de qué es realmente el sufrimiento.

En un verdadero encuentro se produce una explosión de amor, claridad y verdad. La esencia de uno mismo se revela de profesor a alumno, de amigo a amigo, de amante a amante, de padre a hijo, de mente a sufrimiento. Si empiezas a imaginarte qué te traerá el próximo encuentro, el verdadero encuentro se pierde, porque ahora es propiedad del pasado y la tendencia a evitar el sufrimiento empieza a enraizarse de nuevo. Al principio puede ser sutil y después, a medida que es fertilizada por la negación, la justificación, la culpa o la conceptualización de que no es nada, el sufrimiento se intensifica.

Este es el filo. Mientras haya un cuerpo funcionando y existiendo en este mundo aparente, habrá mente. No puede haber un cuerpo sin mente. Esa mente puede ser pacífica, abierta, sáttvica, acogedora, investigadora, o puede estar cerrada, disociada, ser una mente culpante y fabricadora de estrategias. En esta vida tenemos la oportunidad de decir la verdad sobre lo que está ocurriendo en la mente.

Debes ser consciente de la tendencia de la mente a tomar cualquier enseñanza y convertirla en otra estrategia, en otra excusa o en otro intento de escapar. No hay nada malo en eso.

No es que esté equivocada o sea mala. Sólo está siguiendo su naturaleza. De hecho, esto es muy útil. Darte cuenta de esto te lleva a sentir humildad. Es el antídoto contra cualquier noción de arrogancia, superioridad o del intento de alcanzar algún lugar donde no puedas ser tocado. Cuando estás dispuesto a sentir y a decir: "He sido tocado por esto, duele, ¿qué es?", entonces verás lo que no puede ser tocado, pero no antes. Si es antes, es un truco de la mente, que es una gran especialista en todo tipo de ardides. Si te gusta el juego duro, entonces es una delicia.

Evidentemente, te gusta recrearte estoicamente.

La vigilancia exigida es estar dispuesto a decir despiadadamente la verdad sobre la identificación. A decirla sobre cualquier historia que pase por la mente. Si hay emociones Fuertes y continuas tienes que reconocer que se está contando una historia, aunque no seas consciente de su contenido. Tal vez sea sub-verbal. Tal vez no llegue a ser consciente, pero sigue habiendo cierta historia de sufrimiento y sobre un sufridor.

Estando dispuesto a decir la verdad tienes la oportunidad de encontrarte con cualquiera de los dos. Ambos encuentros son autoindagación. Los dos revelan la inexistencia del sufrimiento y la inexistencia del sufridor. Pero esto sólo se desvela en un verdadero encuentro, no en un concepto. El concepto es simplemente un apoyo para creer en un sufridor que dice que no cree en el sufridor. Decir que no está pasando nada en realidad favorece que ese algo crezca todavía más.

Las emociones no son un problema. Las emociones forman parte de la textura de la vida. Enfado, miedo, pena y tristeza son como la meteorología cambiante. Pero la continuidad de cierta emoción a lo largo del tiempo indica que la mente está fabricándose cierta historia, con pensamientos sutiles o no tan sutiles, y que después va añadiendo otros sobre los primeros. 

Este es el desafío más complicado. Es un reto espiritual. Antes de esto, son simplemente ir tirando, mantenerse de una pieza, encontrar un escape. Este es otro nivel de reto, y no es para encontrar una huida, no es mantenerse de una pieza, no es para hacer que todo sea tranquilo y seguro. Este desafío es nada menos que la invitación a la verdadera vigilancia.



Extracto del libro:
Libertad y resolución
Gangaji
Imágenes tomadas de internet

viernes, 4 de noviembre de 2022

MÚSICA PARA SORDOS



Yo antes estaba completamente sordo. Y veía a la gente, de pie y dando toda clase de vueltas. Lo llamaban baile. A mí me parecía absurdo… hasta que un día oí la música. Entonces comprendí lo hermosa que era la danza.

Ahora veo la absurda conducta de los santos.

Pero sé que mi espíritu está muerto. De manera que suspendo mi juicio hasta que esté vivo. Tal vez entonces comprenda.

Veo también el disparatado comportamiento de los que aman. Pero sé que mi corazón está muerto.

De modo que, en lugar de juzgarlos, he comenzado a orar para que un día mí corazón llegue a vivir.



Del libro:
Anthony de Mello
El Canto del Pájaro
Fotografía tomada del internet
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