martes, 31 de mayo de 2022

LA ACEPTACIÓN Y LA ENTREGA


 

¿NADIE ES REPONSABLE DE LO QUE HACE?


Mientras su mente con sus patrones condicionados dirijan su vida, mientras usted sea su mente ¿qué elección tiene? Ninguna. Usted ni siquiera está ahí. El estado de identificación con la mente es gravemente disfuncional. Es una forma de locura. Casi todo el mundo sufre de esa enfermedad en grados diferentes. En el momento en que se dé cuenta de eso; no puede haber más resentimiento. ¿Cómo puede resentirse con la enfermedad de alguien? La única respuesta apropiada es la compasión.

¿Entonces eso significa que nadie es responsable de lo que hace? No me gusta esa idea.

Eckhart Tolle:
Si usted es manejado por su mente, aunque no tiene elección aún sufrirá las consecuencias de su inconsciencia y creará un sufrimiento mayor. Usted llevará el peso del miedo, el conflicto, los problemas y el dolor. Eventualmente el sufrimiento creado así lo obligará a salir de su estado inconsciente.

Lo que usted dice sobre la elección también se refiere al perdón, supongo. Usted necesita estar completamente consciente y entregarse antes de poder perdonar.

Eckhart Tolle:
"Perdón" es un término que se ha usado durante dos mil años, pero la mayoría de las personas tiene una visión muy limitada de lo que significa. Usted no puede perdonarse verdaderamente, o perdonar a los demás, mientras derive su sentido de sí mismo del pasado. Sólo accediendo al poder del Ahora, que es su propio poder, puede haber verdadero perdón. Esto hace impotente al pasado y usted comprende profundamente que nada de lo que haya hecho o que le hayan hecho pudo siquiera tocar en lo más mínimo la esencia radiante de quien usted es. Todo el concepto de perdón se vuelve entonces innecesario.

¿Y cómo llego a este punto de realización?

Eckhart Tolle:
Cuando se entrega a lo que es y así se vuelve completamente presente, el pasado deja de tener poder alguno. No lo necesita ya. La presencia es la clave. El Ahora es la clave.

¿Cómo sabré cuándo me he entregado?

Eckhart Tolle:
Cuando ya no necesite hacer esa pregunta.


Del libro:
El Poder del Ahora
Eckhart Tolle
Imagen tomada del internet

lunes, 30 de mayo de 2022

POR AMOR A APRENDER


 

LA AUTOACEPTACIÓN ES LA CONDICIÓN PREVIA DEL CAMBIO


La autoaceptación pide que enfoquemos nuestra experiencia con una actitud que haga 
irrelevantes los conceptos de aprobación o desaprobación: el deseo de ver, de saber, de conocer. Ahora bien, aceptarnos a nosotros mismos no significa carecer del afán de cambiar, mejorar o evolucionar. 

Lo cierto es que la autoaceptación es la condición previa del cambio. Si aceptamos lo que sentimos y lo que somos en cualquier momento de nuestra existencia, podemos permitirnos ser conscientes de la naturaleza de nuestras elecciones y acciones, y nuestro desarrollo no se bloquea.

Nathaniel Branden



Extracto del libro:
365 semillas de conciencia para una vida plena
Fotografías tomadas de Internet

domingo, 29 de mayo de 2022

EN LUGAR DE QUEJAS, AGRADECER


 

EL PATITO


El santón sufí Shams-e Tabrizi cuenta acerca de sí mismo la siguiente historia:

Desde que era niño se me ha considerado un inadaptado. Nadie parecía entenderme. Mi propio padre me dijo en cierta ocasión: «No estás lo suficientemente loco como para encerrarte en un manicomio ni eres lo bastante introvertido como para meterte en un monasterio. No sé qué hacer contigo».

Yo le respondí: «Una vez pusieron un huevo de pata a que lo incubara una gallina. Cuando rompió el cascarón, el patito se puso a caminar junto a la gallina madre, hasta que llegaron a un estanque. El patito se fue derecho al agua, mientras la gallina se quedaba en la orilla cloqueando angustiadamente. Pues bien, querido padre, yo me he metido en el océano y he encontrado en él mi hogar. Pero tú no puedes echarme la culpa de haberte quedado en la orilla».



Del libro:
Anthony de Mello
El Canto del Pájaro
Fotografía tomada del internet

sábado, 28 de mayo de 2022

DEMASIADO


 

LA AUTOACEPTACIÓN


La autoaceptación no es nada más que un cambio en la conciencia. Solo exige un cambio 
de mentalidad. Si se te cae el cabello, tienes la alternativa de disimularlo, preocuparte o aceptarlo. La aceptación significa que, en realidad, no tienes que hacer nada al respecto.

Simplemente, respetas tu cuerpo y la inteligencia divina que está obrando sobre ti.

Cuando algún otro te indica que tienes un problema porque se está cayendo el pelo, ni siquiera te preocupas por la observación. La aceptación elimina de un plumazo la etiqueta de «problema».

No se trata aquí de una actitud fingida. Lo que haces es, simplemente, apartar al ego de tus valoraciones internas, centradas en la aprobación de los demás. Gracias a la autoaceptación, puedes decir honestamente: «Soy lo que soy y lo acepto». Una vez que hayas instalado firmemente esta actitud, desde una postura de honestidad contigo mismo, la certeza de que mereces recibir los dones del universo estará alineada con ese divino poder.

El autorechazo, en cambio, provoca un desajuste en la alineación con tu divinidad.

Solo tú puedes efectuar ese cambio. Se trata simplemente de cambiar tu percepción interna.


Wayne W. Dyer



Extracto del libro:
365 semillas de conciencia para una vida plena
Fotografías tomadas de Internet

viernes, 27 de mayo de 2022

WALTER RISO. DERECHO HUMANOS Y LA PAREJA. ART. 20(1)


 

39. ¿PARA QUIÉN ES EL ZEN?


Puesto que es un método que ensancha la percepción y reacondiciona la mente, 
es básicamente útil para toda persona que no esté conforme con su manera de ser, su personal manera de interpretarse a sí mismo y al mundo.

Como consecuencia, sufre y hace sufrir. No sabe pedir ayuda, ni siquiera sabe que la necesita o en qué pudiera consistir. Si le interesa ayudar a otros, ¿cómo hacerlo sin antes ayudarse a sí mismo?

Quizás con una corta casuística logre dar a entender el sentido de lo que trato de trasmitir.

Por ejemplo: para los desilusionados que creyeron que las cosas eran o podían ser de otra manera, así lo deseaban y resultaron de otra dolorosa.

Por ejemplo: para los que han observado que la vida no tiene sentido alguno ya para ellos y en consecuencia no aspiran a nada que hacer.

Por ejemplo: para los que repiten maneras que conducen al fracaso y al sufrimiento.

Por ejemplo: los que han llegado al límite de su resistencia ante pérdidas continuadas.

Por ejemplo: los agobiados por la falta de libertad en los medios en los que se desenvuelven tales como la familia, el trabajo, deudas, enfermedades, cárcel, política, religión…

Por ejemplo: para los que cargan con una conciencia moral culpable por hechos graves.

Por ejemplo: cobardes, traidores, engañados, de destruir los asuntos, que se desprecian a sí mismos o son despreciados o perseguidos.

Por ejemplo: los que no han sido pagados como se merecían; una y otra vez explotados.

Por ejemplo: los que han participado en acciones violentas obligados por circunstancias políticas, profesionales, delictivas…

Por ejemplo: los pasivos que no han participado, hecho, emprendido, creado,…nada y se sienten inútiles, como los que lo hicieron y han sido retirados.

Por ejemplo: los que por causas diversas desean desaparecer, morir o suicidarse.

Hay una pequeña proporción de personas que perciben intuitivamente y sin formación especial, que la vida no puede ser lo que se ve. Que tiene que ser otra cosa. También perciben una llamada natural o bien, que todo es impermanente, todo pasa y se deshace como si jamás hubiera existido. Así por millones de años, cambiando.

Algunos piensan o saben que sufren sin real motivo, sólo porque se han acostumbrado a interpretar las cosas en una sola dirección que es la acostumbrada.



Bibliografía:
La luciérnaga ciega: Soko Daido Ubalde
Fotografía tomada de internet
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