viernes, 7 de julio de 2017

EL CONDICIONAMIENTO CULTURAL


Algo más sobre las palabras: Les dije antes que las palabras son limitadas. Les voy a decir otra cosa. Hay palabras que no corresponden a nada. Por ejemplo yo soy hindú. Ahora supongamos que soy prisionero de guerra en el Pakistán, y que me dicen: "Bueno, hoy lo vamos a llevar a la frontera, y miro y pienso: "Ah, mi país, mi hermoso país. Veo aldeas y árboles y colinas. Ésta es mi tierra, mi tierra natal". Al cabo de un rato, uno de los guardias dice: "Perdone, nos equivocamos. Tenemos que recorrer otros veinte kilómetros". ¿A qué estaba yo reaccionando? A nada. Estaba fijándome en una palabra: India. Pero los árboles son la india, los árboles son árboles. en realidad, no hay fronteras ni límites; los puso allí la mente humana; generalmente los fijaron políticos avaros y estúpidos. En una época, mi país fue uno; ahora son cuatro. Si no nos cuidamos, podría llegar a seis. entonces tendríamos seis banderas, seis ejércitos. Por eso ustedes nunca me verán saludar una bandera. Yo detesto todas las banderas nacionales porque son ídolos. ¿Qué estamos saludando? Yo saludo a la humanidad, no una bandera con un ejército a su alrededor.

Las banderas están en la mente de las personas. en todo caso, hay miles de palabras en nuestro vocabulario que no corresponden a la realidad. ¡Pero cómo nos emocionan! Entonces empezamos a ver cosas que no están allí. Realmente vemos montañas indias cuando ellas no existen, y realmente vemos gente hindú, que tampoco existe. Su condicionamiento hindú existe. Pero eso no es una cosa para regocijarse. En estos días, en los países del tercer mundo, hablamos mucho de la "inculturación". ¿Qué es eso que llamamos cultura? la palabra no me hace muy feliz. ¿Qué quiere decir que a usted le gusta hacer algo porque lo condicionaron para que lo hiciera? ¿Que le gustaría sentir algo porque lo condicionaron para que lo sintiera? ¿No es eso ser mecánico? Imagínense un bebé estadounidense que es adoptado por una pareja rusa y es llevado a Rusia. No tiene idea de que es estadounidense de nacimiento. Crece hablando ruso; vive y muere por la madre Rusia; odia a los estadounidenses. el niño tiene el sello de su propia cultura; está familiarizado con su propia literatura. Mira el mundo a través de los ojos de su cultura. Ahora, si ustedes quieren mostrar su cultura de la misma manera como muestran sus vestidos, está bien. La mujer hindú usaría un sari y la mujer estadounidense usaría otra cosa, y la mujer japonesa usaría su kimono. Aunque nadie se identifica con sus vestidos, ustedes si quieren usar su cultura. están orgullosos de su cultura. Les enseñan a estar orgullosos de ella . Permítanme decirlo tan enérgicamente como pueda. Un jesuita amigo mío me dijo: "Cuando veo a un mendigo o a un pobre, no puedo no darle una limosna. Eso me lo enseñó mi madre". Su madre le daba una comida a cualquier pobre que pasara. Yo le dije: Joe, lo que tú tienes no es una virtud; lo que tienes es una compulsión, una buena compulsión desde el punto de vista del mendigo, pero de todas maneras es una compulsión".

ERRORES



Tomado del libro:
El Librito Que Fortalece
Proverbios reconfortantesy máximas motivadora
Lucia Canovi
Fotografía extraída de internet

jueves, 6 de julio de 2017

MENTES SIMPLES VS MENTES COMPLEJAS


Mentes simples «versus» mentes complejas 

Existe un poso de mediocridad en la mentalidad rígida, aunque a veces se intente ocultar tras cierta erudición. José Ingenieros afirmaba que la Torre de Pisa podía generar tres actitudes posibles, dependiendo de la persona que la mire: escapar, porque se va a caer (hombre mediocre); preguntarse por qué no se cae y generar explicaciones probables (hombre talentoso); o entrar en ella y arrojar dos elementos de distinto peso para ver cuál cae primero (Galileo, hombre genial). La consecuencia lógica de usar anteojeras y no mirar a los lados es que los errores se incrementan y la creatividad decae sustancialmente. 

Podría hacerse otra analogía con la actitud que asumimos frente a un paisaje. Hay personas que lo miran de lejos, otros se adentran en él rápidamente y hay quienes se quedan en la periferia. Ninguno de ellos establece un «contacto íntimo» con los elementos del paisaje y, por lo tanto, no lo conocen plenamente. Por otro lado, están los individuos que deciden explorar el lugar a fondo, en muchas direcciones y sentidos: tocan, huelen, exploran e investigan con la intención de recabar más experiencias y de ampliar sus enfoques. Mientras que unos se han quedado en la epidermis, en las afueras, las mentes inquietas han palpado el paisaje con profundidad. 

Esta actitud vivencial y comprometida la he experimentado en mi relación con los bosques. Siguiendo un poco la mitología céltica, y en un sentido metafórico, siempre he pensado que los árboles son mágicos. Me producen paz; por eso los acaricio, me recuesto a su sombra, los observo desde abajo y trato de implicarme en el movimiento de sus hojas. Cuando estoy en un bosque me asocio a él, me dejo llevar por la intriga que me genera y mi mayor placer es husmear en cada rincón de su territorio. En este juego de explorador / explorado ha habido momentos en que la compenetración con el bosque me ha permitido sentirme parte de él, no en la acepción mística del término sino en un sentido racional / emotivo: te conozco y te degusto.

La flexibilidad cognitiva nos permite acercarnos a la realidad desde múltiples perspectivas que intentaremos integrar en un todo dinámico y coherente. Si cada vez que entramos en el bosque lo hacemos por el mismo lado, transitamos el mismo sendero y nunca nos aventuramos a ir más allá de lo conocido, será difícil hacernos una idea real y completa del lugar. Podremos describir los altibajos del camino con precisión matemática, pero nunca podremos apropiarnos de su verdadera riqueza. Algo similar ocurre cuando queremos comprender un tema complejo o cuando intentamos resolver un problema importante: si sólo miramos en una dirección, no obtendremos respuestas adecuadas. 

DESGRACIAS



Tomado del libro:
El Librito Que Fortalece
Proverbios reconfortantesy máximas motivadora
Lucia Canovi
Fotografía extraída de internet

miércoles, 5 de julio de 2017

APRENDIZAJE


FLUIR




Tomado del libro:
El Librito Que Fortalece
Proverbios reconfortantesy máximas motivadora
Lucia Canovi
Fotografía extraída de internet

ACEPTACIÓN


Absorción 
Libertad 
Plegaria 
Divinidad 
Totalidad

El todo es naturaleza. Digo el todo: no só­lo los árboles, no sólo las nubes. El todo. Sea lo que sea lo que sucedió, ocurrió a causa de la naturaleza. No hay nada que no sea natu­ral: no puede haberlo pues, de ser así, ¿cómo se habría producido? Todo es natural. Entonces, no crees una división: esto es natural y esto no lo es. Sea lo que sea, es natural. Pero la mente se maneja con distinciones, con divisiones. No permitas divisiones; acepta lo que sea, y acép­talo sin analizarlo.

Ya sea que estés en el mercado o en las co­linas, estás en la misma naturaleza. En algunos sitios, la naturaleza ha tomado forma de colinas y árboles; y, en otros sitios, se ha transformado en tiendas comerciales.

Una vez que conoces el secreto de la acepta­ción, hasta el mercado se torna hermoso. El mercado tiene cierta belleza: la vida que reina en él, la actividad, la hermosa locura que circu­la a su alrededor. ¡Tiene su belleza propia! Y re­cuerda: las colinas no serían tan hermosas si no existieran los mercados. Las colinas son tan be­llas y silenciosas porque existe el mercado co­mercial. Éste les aporta silencio a las colinas.

martes, 4 de julio de 2017

EL MINERO


El es uno de los fantasmas. Así llama la gente de Sainte Elie a los pocos viejos que siguen hundidos en el barro, moliendo piedras, escarbando arena, en esta mina abandonada que ni cementerio ha tenido nunca, porque tampoco los muertos han querido quedarse.

Hace medio siglo, este minero llegó al puerto de Cayena y se internó en busca de la tierra prometida. En aquellos tiempos, aquí había florecido el jardín de los frutos de oro, y el oro redimía a cualquier forastero muerto de hambre y lo devolvía a casa muy gordo de oro, si la suerte quería y si no lo degollaba algún amigo en un recodo del camino.

La suerte no quiso. Y de nada sirvió la varilla de azogue negro, que era infalible para atrapar al otro fugitivo, ni sirvió de nada el brujo que espantaba la desgracia. Pero este minero sigue aquí, sin más ropa que un taparrabos, comiendo nada, comido por los mosquitos. Y en busca de nada revuelve la arena día tras día, sentado ante la batea, bajo un árbol más viejo que él, que lo defiende de la ferocidad del sol.

SUFRIMIENTO Y FELICIDAD


Contemplándolos en conjunto, observamos que la felicidad y el sufrimiento son iguales, del mismo modo que el calor y el frío. El calor del fuego puede quemarnos hasta morir, así como el frío del hielo puede congelarnos hasta la muerte. Ninguno de los dos es más importante que el otro. Así ocurre con la felicidad y el sufrimiento. En el mundo, todos desean felicidad y nadie desea sufrimiento. En el Nibbana no hay deseo. Sólo hay tranquilidad.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...