viernes, 30 de junio de 2017

ANSHI


Érase una vez ... una suegra atroz, como sólo existen en los cuentos, injusta, áspera, cruel. Había acogido de mala gana a la esposa principal que su hijo había elegido. Anshi, sin embargo, era bella, demasiado quizá para el gusto de la madrastra. Hija de un señor de la corte que había tenido la mala suerte de disgustar al emperador y había caído en desgracia, la noble muchacha había tenido que casarse con un funcionario menesteroso. Conservaba muchos rasgos de su pasado esplendor: su larga cabellera, sus maneras delicadas, la gracia de su silueta, el nácar de sus mejillas, la elegancia de su porte. Pero a la odiosa suegra todo esto la traía sin cuidado y abrumaba a su nuera con tareas domésticas: cocinar, lavar, barrer... La infeliz trabajaba sin descanso a lo largo de todo el día, y como premio no recibía más que palabras hirientes: 

-Aquí no estás en la corte -vociferaba la arpía-. 

¡Has tenido mucha suerte de casarte con mi hijo, inútil, pretenciosa, desvergonzada! 

Anshi se callaba. En la época Heian20, el código japonés, en el capítulo «De los hogares», indicaba los diferentes motivos que justificaban el repudio de una esposa, es decir, su deshonor, su muerte social. Los dos primeros: la esterilidad y el adulterio; el tercero, que es el que nos interesa aquí: «La falta de piedad filial respecto a los suegros». 

Esta cláusula dejaba de hecho a la joven recién casada a la merced de su familia política, y de su suegra en particular. Señalemos, a título de información, otros tres motivos de repudio, que dan que pensar: 

HOMBRES LIBRES


jueves, 29 de junio de 2017

PREGUNTAS Y RESPUESTAS 1


Si tienen alguna pregunta sobre la práctica de la consciencia plena las contestaré con mucho gusto ahora.

P: ¿Se ha enojado alguna vez? ¿Cuándo fue la última vez que se enojó?

R: Como ser humano llevo en mi la semilla del enojo, pero gracias a la práctica soy capaz de manejar mi enojo. Si el enojo se manifiesta en mi, sé como cuidarlo. No soy un santo—pero como sé practicar, ya no soy víctima de mi enojo.

P: ¿Cuánto se tarda en llegar a practicar con éxito?

R: No es cuestión de tiempo. Si lo hacen correctamente y con placer, pueden tener éxito rápidamente, pero si dedican mucho tiempo a practicar y no lo hacen correctamente, no consiguen nada. Es como la respiración consciente. Si la practican correctamente, la primera inhalación les puede aportar algo de alivio y alegría. Pero si no la practican correctamente, tres o cuatro horas no les traerán el efecto buscado. Es bueno tener un amigo, un hermano o una hermana que practique con éxito y les ayude y apoye.

También pueden hacerlo solos. Al inhalar, permítanse hacerlo en forma natural. Concentren toda su atención en la inhalación. Al exhalar, permítanse exhalar en forma normal. Limítense a tomar consciencia de su exhalación; no interfieran con ella. No usen la fuerza. Si se permiten inhalar y exhalar de forma natural y toman consciencia de su respiración, habrá mejoría en apenas quince o veinte segundos. Empezarán a sentir placer inhalando y exhalando.

CONOCIMIENTO DE DIOS


miércoles, 28 de junio de 2017

MENTES JÓVENES


¿PARA QUÉ PROFUNDIZAR?


«¿PARA QUÉ PROFUNDIZAR?» 
DE UN PENSAMIENTO SIMPLISTA A UN PENSAMIENTO COMPLEJO

«No hay mayor pecado que el de la estupidez.»
OSCAR WILDE

Hace poco tuve la posibilidad de conversar con un experto en neurociencia, que en sus treinta años de práctica profesional ha realizado infinidad de investigaciones y estudios sobre el funcionamiento profundo del cerebro y su estructura interna. La charla no fue muy fluida que digamos, porque en todos los temas que tocamos el hombre terminaba reduciéndolo todo al funcionamiento de las neuronas. Desde su punto de vista, el arte, la guerra o el amor no son otra cosa que el resultado de conexiones bioquímicas. El siguiente diálogo reproduce la parte final de nuestra conversación, cuando yo le pregunté sobre la ética y la influencia de la cultura:

—¿No cree que la cultura es la principal responsable de la ética o la moral?

—No habría cultura sin cerebro.

—Bueno, pero hay animales que tienen cerebro y no poseen una sociedad en el sentido amplio del término.

—El cerebro está más desarrollado en el ser humano.

—Pero estará de acuerdo conmigo en que «cerebro» y «cultura» interaccionan permanentemente, ¿o no?

—No puede haber nada sin cerebro.

—Sí, claro, y tampoco sin átomos ni moléculas, pero no creo que sea correcto explicar la maravilla de la Capilla Sixtina, sólo por poner un ejemplo, como un resultado de los postulados de la física cuántica... El arte requiere de un nivel  de análisis distinto. El cerebro está allí; es una condición necesaria pero no suficiente para explicar el fenómeno de la vida humana.

—Usted toca temas que no son mi especialidad. Le dejo el arte a los artistas; la psicología, si es que existe, a los psicólogos, y la economía, a los políticos. Yo estudio el cerebro...

—¿Y los valores?, ¿la mente?

LO QUE NO ES


martes, 27 de junio de 2017

REVELACIÓN DE LO DIVINO


Divinidad 
Búsqueda 
Revelación 
El yo

Lo divino está aquí, y nunca lo encuentras. Quien busca nunca encuentra.

Eso no quiere decir que no debas buscar. De­berás hacerlo en un comienzo; no hay otra vía. Al comienzo, debes buscar; debes buscar y ha­cer todos los esfuerzos que puedas. Sólo ha­ciendo todos los esfuerzos y transformándote en un fanático buscador, llegarás a darte cuen­ta de que sólo se producirá cuando tengas una mentalidad de no búsqueda.

A veces, mientras descanses, vendrá a ti. A veces, mientras duermas, se te presentará. A ve­ces, mientras camines por la calle, allí estará. A veces, mientras contemples el amanecer (sin hacer nada más que estar en una pasiva obser­vación), mientras mires el sol que se asoma o la luna que brilla en el lago en una noche fría, o una flor que abre sus pétalos, y tú no eres más que una conciencia pasiva... No es necesario nada de tu parte. Cuando una flor se abre, no necesita que la ayudes.

Hay gente tonta que tratará de ayudar. Des­truirán toda la belleza de la flor, y además la flor nunca se abrirá realmente. Aun si la fuerzas para que se abra, será una flor cerrada. No se produjo su florecimiento; fue algo forzado. Nunca florece algo a la fuerza. No es necesario que ayudes a que salga el sol. Hay gente que cree que se necesita su colaboración. Es gente que hace mu­cho daño, mucho daño, por suponer que su ayuda es nece­saria en todas partes.

DISCUSIONES VANAS


lunes, 26 de junio de 2017

EL NOCHERO


Gonzalo Muñoz, cuya imagen de color sepia integra mi álbum de familia, había nacido para vivir de noche y dormir de día.

El pasaba las noches en blanco, velando fantasmas, pero durante el día siempre había mucho para hacer, de modo que no tenía más remedio que dormir de a pedacitos. Caía dormido en cualquier momento, y al despertar se confundía de hora, y a veces hasta de especie. Más de una vez don Gonzalo, que era búho, cantó como gallo, en plena tarde, saludando al amanecer desde la azotea, y esos errores suyos no caían nada bien en el vecindario.

En las reuniones sociales, estaba en plena charla y el sueño lo acometía. Entonces apoyaba el puño en el mentón, decía:

—Pues sí. Pues sí señor —y ahí nomás se desplomaba en la alfombra, dormido como piedra. Entonces alguna dama de la familia lo abanicaba, simulando desmayo súbito o ataque fulminante.

Una noche, don Gonzalo acudió al estreno de un drama en el teatro Solís de Montevideo. Era función de gala, elenco europeo. En el segundo acto, como tenía costumbre, don Gonzalo se durmió. Se durmió justo cuando el personaje principal, un marido de mal carácter, se estaba agazapando, pistola en mano, detrás de un biombo. Poco después, cuando la esposa infiel entró en escena, el marido saltó de su escondite y disparó. Los balazos voltearon a la pecadora y levantaron a don Gonzalo, que despertó súbitamente, se alzó en medio de la platea y, abriendo los brazos, exclamó:
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