viernes, 26 de julio de 2013

SOLEDAD


La soledad posee ambas, una especie de tristeza y de pesar y, a la vez, una paz y un silencio muy profundos. De modo que depende de cómo la contemples.

Puede resultar muy difícil tener el espacio propio... y a menos que lo tengas, jamás llegaras a entablar conocimiento con tu propio ser. Siempre ocupado en mil y una cosas -en relaciones, en asuntos mundanos, en ansiedades, planes, futuro, pasado-, uno vive continuamente en la superficie. 

Cuando uno está solo, puede empezar a asentarse, a ir hacia dentro. Como no estas ocupado, no te sentirás como te has sentido siempre. Será diferente; esa diferencia también es extraña. Y desde luego uno echa de menos a sus amantes, seres queridos, amigos, pero no es algo que vaya a durar para siempre. Es solo una disciplina pequeña. 

Y si te amas profundamente y te adentras en ti mismos estarás preparado para amar aún más hondamente, porque alguien que no se conoce a sí mismo no puede amar muy profundamente. Si vives en la superficie, tu relación no puede ser de profundidad. Después de todo, es tu relación. Si tienes profundidad, entonces tu relación la tendrá.

Del libro:
DÍA A DÍA
Osho
Día 156

SI ERES HONESTO


LA ILUMINACIÓN


jueves, 25 de julio de 2013

VIVIENDO EL AQUÍ Y EL AHORA

HAZTE AMIGO DE TUS SUEÑOS

 

Tienes que aprender a hacerte amigos de tus sueños. Los sueños son una comunicación del inconsciente. El inconsciente quiere decirte algo. Tiene un mensaje para ti. Está tratando de tender un puente con la mente consciente.

El análisis no es necesario, porque si analizas el sueño, entonces otra vez el consciente se transforma en el acaso. Intenta diseccionar y analizar, y fuerza significados que no son del inconsciente. Este emplea el lenguaje poético. El sentido es muy sutil. El análisis no puede encontrarlo. Solo se puede localizar si empiezas a aprender el lenguaje del sueño. De modo que el primer paso es hacerte amigo del sueño. 

Así que cuando tengas un sueño que parezca importante -quizá violento, de pesadilla, pero tal vez sientas que tiene alguna importancia-, entonces por la mañana, antes de que lo olvides, siéntate en la cama y cierra los ojos. O incluso si te despiertas por la noche, siéntate en la cama y hazte amigo del sueño, dile: «Estoy contigo y preparado para ir a tu lado. Condúceme allí adonde quieras conducirme; estoy disponible». Simplemente entrégate al sueño. Cierra los ojos y muévete con él, disfrútalo  deja que se despliegue. Te sorprenderá la cantidad de tesoros que oculta un sueño y veras cómo continúa desplegándose.

Del libro:
DÍA A DÍA
Osho
Día 155

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