La soledad posee ambas, una especie de tristeza y de pesar y, a la vez, una paz y un silencio muy profundos. De modo que depende de cómo la contemples.
Puede resultar muy difícil tener el espacio propio... y a menos que lo tengas, jamás llegaras a entablar conocimiento con tu propio ser. Siempre ocupado en mil y una cosas -en relaciones, en asuntos mundanos, en ansiedades, planes, futuro, pasado-, uno vive continuamente en la superficie.
Cuando uno está solo, puede empezar a asentarse, a ir hacia dentro. Como no estas ocupado, no te sentirás como te has sentido siempre. Será diferente; esa diferencia también es extraña. Y desde luego uno echa de menos a sus amantes, seres queridos, amigos, pero no es algo que vaya a durar para siempre. Es solo una disciplina pequeña.
Y si te amas profundamente y te adentras en ti mismos estarás preparado para amar aún más hondamente, porque alguien que no se conoce a sí mismo no puede amar muy profundamente. Si vives en la superficie, tu relación no puede ser de profundidad. Después de todo, es tu relación. Si tienes profundidad, entonces tu relación la tendrá.
Del libro:
DÍA A DÍA
Osho
Día 156
DÍA A DÍA
Osho
Día 156
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