sábado, 1 de mayo de 2021

LA TENDENCIA HABITUAL DE INTENTAR CONSEGUIR ALGO


 

¿QUÉ ES IMPORTANTE?


Un monje de gran devoción e instruido, cruzaba una vez un río en barca cuando al pasar 
al lado de un pequeño islote, oyó una voz de un hombre que muy torpemente intentaba elevar unas plegarias. En su interior no pudo por menos que entristecerse. ¿Cómo era posible que alguien fuera capaz de entonar tan mal aquellos mantras? Tal vez aquel pobre hombre ignoraba que los mantras debían recitarse con la entonación adecuada, el ritmo y la musicalidad precisas, con la pronunciación perfecta. Decidió entonces ser generoso y desviándose de su rumbo se acercó al islote para instruir a aquel desdichado sobre la importancia de la correcta ejecución de los mantras. No en vano, se consideraba un gran especialista y aquellos mantras no tenían para él ningún secreto. Cuando arribó, pudo ver a un pobre andrajoso de aspecto sosegado cantando unos mantras con poco acierto. El monje, con serena paciencia, dedicó algunas horas a instruir minuciosamente a aquel individuo que a cada momento mostraba efusivas muestras de agradecimiento a su improvisado benefactor. Cuando entendió que por fin aquel sujeto sería capaz de recitar los mantras con cierta solvencia se despidió de él, no sin antes advertirle:

-Y recuerda, mi buen amigo, es talla potencia de estos mantras, que su correcta pronunciación permite que un hombre sea capaz de andar sobre las aguas.

Pero apenas había recorrido unos metros con la barca, cuando oyó la voz de aquel hombre recitar los mantras aún peor que antes.

-Qué desdicha -se dijo a sí mismo-, hay personas incapaces de aprender nada de nada.

-Eh, monje -escuchó decir a su espalda muy cerca de él.

Al volverse vio al pobre andrajoso que, caminado sobre las aguas, se acercaba a su barca y le preguntaba:

-Noble monje, he olvidado ya tus instrucciones sobre el modo correcto de recitar los mantras. ¿Serías tan amable de repetírmelo de nuevo?




Del libro:
Los 120 mejores cuentos
de las tradiciones espirituales de oriente
Recopilación de Ramiro Calle y Sebastián Vázquez
Fotografía tomada de internet

viernes, 30 de abril de 2021

TENER OJOS Y NO TENER MIEDO


 

NO ES DEMASIADO TARDE


Recuerdo aquella hermosa historia del pescador que salió temprano, por la mañana, 
para pescar, cuando aún estaba oscuro. Su pie tropezó con algo que parecía una bolsa, que probablemente había llegado arrastrada por la marea desde algún barco naufragado.

La recogió, la abrió y se dio cuenta de que contenía pequeñas piedras; las agarró y se entretuvo hasta el amanecer, arrojándolas lejos, en el mar, para ver si podía calcular, por el ruido que producían la distancia, a que había lanzado cada una. Pues bien, cuando comenzó a amanecer, miró dentro de la bolsa y vio allí tres piedras preciosas.

¡Dios!, había estado llena de piedras preciosas y él no se había dado cuenta. ¡Demasiado tarde!, demasiado tarde . . . ¡No era demasiado tarde! ¡Quedaban tres piedras todavía!

No era demasiado tarde, no era demasiado tarde..

Supongamos que a aquellos nativos "sentados" sobre aquellas minas de diamantes, muertos de hambre, con sus chicos desnutridos, dedicados a buscar comida, a mendigar, alguien les dijera:

-¡No vendan esa propiedad, hay en ella minas de diamantes! ¿Ven esto? ¡Es un diamante! Pueden venderlo, pueden obtener 100.000 dólares por esto...

Ellos dirían, seguramente:

- Eso no ser diamante; eso ser piedra.

En su mente eso es una piedra; se niegan a escuchar.

-¡No!, eso es una piedra.

Ésa es la actitud de las personas en todas partes: no quieren oír, no quieren escuchar. Tú les dices:

- La vida es extraordinaria, la vida es maravillosa; tú podrías disfrutarla; no tendrías ni un minuto de tensión, ni uno, ninguna presión, ninguna ansiedad. ¿Lo deseas?

-¡ No es posible! ¡ Nunca se ha logrado!

¡No puede lograrse! - será tu respuesta.

No hay ningún espíritu de búsqueda, de investigación, como ser:

-¡Tratemos de averiguar! Tratemos...

¡No, no, no! Esto no es lo que sucede.

En cambio, dices:

- No puede lograrse.

- No quiero oírte.

- Un sacerdote me ha dicho que no puede lograrse; mi psicólogo me dice que no puede lograrse.. ¡Usted viene a decir que puede lograrse! ¡Fuera!

-¡Mala suerte!

Pues bien, entonces, lo que ahora te planteo es si estás preparado para admitir que tu vida es un enredo. Luego - y esto es un poco más duro - sostengo que tú no quieres salir del enredo. Habla con cualquiera que merezca el nombre de "psicólogo" y lo confirmará: la última cosa que quiere un paciente es la cura; no quiere curarse, busca alivio. Eric Berne, uno de los grandes psiquiatras norteamericanos, lo expresa muy gráficamente. Imagina tú un paciente que está metido hasta sus narices en una letrina y pide ayuda. ¿Sabes lo que dice? :

-¿Podrían ayudarme a que la gente no haga olas?

-¿No quiere salir?

-¡Oh, no! ¡No, no! ¿Salir? ¡Por Dios! ¡No! ¡Sólo ayúdenme a que no hagan olas!

Eso es lo que él quiere. No quiere salir.

¿Quieres hacer una prueba contigo mismo? Te daré un par de minutos; podrás hacerla ahora mismo. Bien, aquí va:

- Supónte que pudieras ser inmensamente feliz, pero renunciando a obtener tu título profesional. ¿Estás preparado para cambiar ese título por felicidad? No conseguirás esa novia (o ese novio, según sea el caso). ¿Estás preparado para cambiarla (o cambiarlo) por felicidad? ¿,Sabes algo?: no alcanzarás el éxito. Fracasarás, y todos dirán: "¡Es un vagabundo!" Pero serás feliz , serás inmensamente feliz. ¿Estás preparado para cambiar la "buena opinión" de la gente con ese fin?

-¡Oh, no!

- Te daré tiempo para pensar en eso más adelante.



Extracto del libro:
Redescubrir la vida
Anthony de Mello
Fotografías tomadas de Internet

jueves, 29 de abril de 2021

SIEMPRE RÍE


Ocurrió que el Mulla Nasruddin estaba escuchando con mucha atención a un extraño que contaba una larga historia en un café. Pero el hombre hablaba de una manera tan confusa y enredó tanto el final, que el cuento ya no era chistoso y nadie se rió, excepto el Mulla. Pero el Mulla se rió con gran entusiasmo.

-Por qué te reíste, Nasruddin? -le pregunté más tarde cuando el forastero se había ido-.

-Siempre lo hago -me contestó Nasruddin-. Si no te ríes, corres el peligro de que te cuenten el mismo cuento otra vez.



FUENTE: OSHO: ‘El Hombre que Amaba las Gaviotas y Otros Relatos’, Grupo Editorial Norma, Bogotá, 2003, ISBN 958-04-7279-3, Pag. 297

PARA LLEGAR A LA VERDAD ABSOLUTA


 

miércoles, 28 de abril de 2021

SI SE CALCULARÁ EL PRECIO DE LA INFELICIDAD


 

LA VIDA COMO AVENTURA EXTRAORDINARIA


CAPITULO 14
LA VIDA COMO AVENTURA EXTRAORDINARIA

Después de haber utilizado el Don de la Sabiduría para ver lo que se opone a ti (nada) y lo que te está invitando (todo), puedes aplicar la Alegría de la Maravilla. Esta fórmula dice así: «Todas las cosas están llenas de maravilla, pues la maravilla es la naturaleza de Dios, la esencia de la Divinidad y tu estado natural de ser. Entra en la maravilla que eres y, desde ese lugar de maravilla, imagínate tu futuro, tu vida y tu realidad colectiva en la próxima versión, la más grandiosa, de la visión más grande que hayas tenido nunca de Quién Eres. Con esto, difundes la maravilla por tu mundo y consigues el propósito para el que has venido al mundo.»

La Alegría de la Maravilla te otorga imaginación, permitiéndote tomar todo lo que te has atraído por medio de la Energía de Atracción y de la Ley de los Opuestos, y permitiéndote producir tu vivencia de ello de todas las maneras creativas que sólo puede evocar una rica imaginación.

Cuando aplicas la Energía de Atracción, la Ley de los Opuestos, el Don de la Sabiduría y la Alegría de la Maravilla para magnetizar, contextualizar, discernir y seleccionar lo que quieres vivir aquí mismo, ahora mismo, la vida se convierte en una aventura extraordinaria.

El modo en que se está creando ahora mismo tu vida sobre la tierra es consecuencia de todo esto. Si no te gusta alguna parte de lo que has creado, de manera individual o colectiva, puedes recrearla de nuevo... en la próxima versión, la más grandiosa, de la visión más grande que hayas tenido nunca de Quién Eres.

Cuanto mayor sea la creación, más poder hará falta para modificarla. Si se trata de que tienes hambre, podrás modificar esa creación con relativa facilidad. Si se trata del hambre en el mundo, hará falta más poder (es decir, más de ti) para alterar la creación, para recrearla de nuevo.

Es una cosa que la mayoría de los seres humanos no han estado dispuestos a hacer hasta ahora. Esta situación mundial, como otras creadas también por la humanidad, no existe porque no se pueda cambiar, sino porque no ha existido la voluntad colectiva de cambiarla.

Cuando hay voluntad de hacer algo, se encuentra el modo de hacerlo.

No tienes por qué sentirte desanimado eternamente por las circunstancias negativas que hayan prevalecido, ya sea en la vida colectiva de la humanidad o en tu propia vida individual.



Del libro:
Dios es felicidad
Convierte tu vida en una experiencia extraordinaria
Neale Donald Walsh
Foto tomada de internet

¿POR QUÉ TEMER A LAS SOMBRAS?


 

ESTAMOS "SENTADOS" SOBRE UNA MINA DE DIAMANTES Y NO LO SABEMOS


¿Sabes cómo se descubrieron las minas de diamantes en Sudáfrica? Es una historia 
muy interesante; la he leído hace algún tiempo. Un hombre blanco, sentado en la choza del jefe de una aldea de nativos, en Sudáfrica, vio como los chicos jugaban con cosas parecidas a bolitas. De pronto, su corazón se sobresaltó al darse cuenta de que, en realidad, eran diamantes. Recogió un par de ellos, . . . ¡diamantes! Entonces, le dijo al jefe de la aldea:

-¿Podría darme alguna de estas bolitas? ¡ Usted sabe! , tengo chicos en casa que también juegan a esta clase de juego, y las suyas son algo diferentes..

-¿Podría usted...?

A cambio, yo estaría dispuesto a darle una bolsa de tabaco.

El jefe rió y dijo:

- Mire, eso sería un abuso de mi parte, quiero decir, sería un verdadero robo aceptar su tabaco a cambio de estas cosas. Tenemos miles de ellas aquí.

Y le dio una canasta llena. Luego el blanco regresó a su país, volvió con mucho dinero, compró todas las tierras del lugar y en diez años fue el hombre más rico del mundo.

Esta historia real es como una parábola.

Reflexiono sobre mi propia vida y pienso: "¿Por qué la desperdicié?" ¡La desperdicie en toda clase de cosas maravillosas, ¡créeme!: ministerios pastorales, emprendimientos teológicos, servicios litúrgicos, etcétera. Nosotros, los sacerdotes, cuanto más ocupados, estamos en las cosas de Dios, más probable es que olvidemos lo que significa Dios, y más probable es que nos volvamos más complacientes. (¡Esa es la historia de Jesús!

¿Quiénes hicieron a un lado a Jesús? Los sacerdotes. ¿Quién más? la gente religiosa.)

Entonces, ahora pienso: "¡Desperdicié la vida! No tengo ni un minuto para arrepentirme. ¡Para qué perder siquiera un minuto en lamentar el pasado!" ¿No es así?

Pero el hecho es que la desperdicié.



Extracto del libro:
Redescubrir la vida
Anthony de Mello
Fotografías tomadas de Internet
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