jueves, 28 de enero de 2021
OPRESIÓN
El Maestro siempre permitía que cada cual creciera a su propio ritmo. Que se sepa, nunca pretendió "presionar" a nadie. Y él mismo lo explicaba con la siguiente parábola.
"Una vez, al observar un hombre como una mariposa
luchaba por salir de su capullo, con demasiada lentitud
para su gusto, trató de ayudarla soplando delicadamente.
Y en efecto, el calor de su aliento sirvió para acelerar el proceso.
Pero lo que salió del capullo no fue una mariposa, sino una criatura con las alas destrozadas.
Cuando se trata de crecer, concluyó el Maestro, no se puede acelerar el proceso, porque lo único que puede conseguirse es abortarlo.
Anthony de Mello
Fotografía tomada del internet
miércoles, 27 de enero de 2021
LA PERCEPCIÓN DEL MUNDO
Si la creencia en la muerte crea el cuerpo ¿por qué un animal tiene cuerpo? Un animal no tiene un ego y no cree en la muerte...
Eckhart Tolle
Pero a pesar de ello, muere, o eso parece.
Recuerde que su percepción del mundo es un reflejo de su estado de conciencia. Usted no está separado de él y no hay mundo objetivo allá afuera. En cada momento, su conciencia crea el mundo que usted habita. Una de las grandes comprensiones que ha surgido de la física moderna es la de la unidad entre el observador y lo observado: la persona que dirige el experimento -la conciencia observadora- no puede separarse de los fenómenos observados, y una forma diferente de mirar hace que los fenómenos observados se comporten de modo diferente. Si usted cree, en un nivel profundo, en la separación y la lucha por la supervivencia, entonces ve esta creencia reflejada alrededor de usted y sus percepciones son gobernadas por el miedo. Usted habita un mundo de muerte y de cuerpos que luchan, matan, y se devoran unos a otros.
Nada es lo que parece ser. El mundo que usted crea y ve a través de la mente egotista puede parecer un lugar muy imperfecto, incluso un valle de lágrimas. Pero cualquier cosa que usted perciba es solamente una especie de símbolo, como una imagen en un sueño. Es la forma en que su conciencia interpreta e interactúa con la danza de energía molecular del universo. Esta energía es la materia prima de la "llamada" realidad física. Usted la ve como cuerpos y nacimiento y muerte, o como lucha por la supervivencia. Es posible y de hecho existe, un número infinito de interpretaciones completamente diferentes, de mundos completamente diferentes, según la conciencia que los percibe. Cada ser es un punto focal de conciencia y cada punto focal crea su propio mundo, aunque todos los mundos están interconectados. Hay un mundo humano, un mundo de las hormigas, un mundo de los delfines, etcétera. Hay innumerables seres cuya frecuencia de conciencia es tan diferente de la suya, que probablemente usted es inconsciente de su existencia, como ellos lo son de la suya. Los seres altamente conscientes, que se dan cuenta de su conexión con la Fuente y con los demás, habitarían un mundo que parecería un reino celestial; y sin embargo todos los mundos son finalmente uno.
Nuestro mundo humano colectivo se crea en gran medida por medio del nivel de conciencia que llamamos mente. Incluso dentro del mundo colectivo humano hay grandes diferencias, muchos "submundos" diferentes, dependiendo de los que perciben o crean sus mundos respectivos. Puesto que todos los mundos están interconectados, cuando la conciencia colectiva humana se transforme, la naturaleza y el reino animal reflejarán esa transformación. De ahí la frase de la Biblia que dice que en los tiempos venideros "El león descansará con el cordero". Esto señala la posibilidad de un orden de realidad completamente diferente.
Del libro:
El Poder del Ahora
Eckhart Tolle
Imagen tomada del internet
martes, 26 de enero de 2021
LA PUERTA
A Carlos, que después de esta historia, ya en plena democracia, volvió a prisión por el delito de ser periodista.
En una barraca, por pura casualidad, Carlos Fasano encontró la puerta de la celda donde había estado preso
Durante la dictadura militar uruguaya, él había pasado seis años conversando con un ratón y con esa puerta de la celda número 282. El ratón se escabullía y volvía cuando quería, pero la puerta estaba siempre. Carlos la conocía mejor que la palma de su mano. No bien la vio, reconoció los tajos que él había cavado con la cuchara, y las manchas, las viejas manchas de la madera, que eran los mapas de los países secretos adonde él había viajado a lo largo de cada día de encierro.
Esa puerta y las puertas de todas las otras celdas fueron a parar a la barraca que las compró, cuando la cárcel se convirtió en shopping center. El centro de reclusión pasó a ser un centro de consumo y ya sus prisiones no encerraban gente, sino trajes de Armani, perfumes de Dior y videos de Panasonic.
Cuando Carlos descubrió su puerta, decidió quedársela. Pero las puertas de las celdas se habían puesto de moda en Punta del Este, y el dueño de la barraca exigió un precio imposible. Carlos regateó y regateó hasta que por fin, con la ayuda de algunos amigos, pudo pagarla. Y con la ayuda de otros amigos, pudo llevarla: más de un musculoso fue necesario para acarrear aquella mole de madera y hierro, invulnerable a los años y a las fugas, hasta la casa de Carlos, en las quebradas de Cuchilla Pereira.
Allí se alza, ahora, la puerta. Está clavada en lo alto de una loma verde, rodeada de verderías, de cara al sol. Cada mañana el sol ilumina la puerta, y en la puerta el cartel que dice: Prohibido cerrar.
Tomado de:
Cuentos de Galeano en la Jornada
Eduardo Galeano
Fotografía de internet
lunes, 25 de enero de 2021
LA CÉLULA DE CÁNCER
Una pequeña célula embrionaria, una célula embrionaria de cáncer, se encontró con otra célula embrionaria de cáncer en el torrente sanguíneo de un cuerpo donde ambas nadaban. La primera le preguntó a la segunda:
-No te ves bien. Estás enferma o algo?
Y la otra le respondió:
-Creo que he contraído penicilina’.
FUENTE: OSHO: ‘El Hombre que Amaba las Gaviotas y Otros Relatos’, Grupo Editorial Norma, Bogotá, 2003, ISBN 958-04-7279-3, Pag. 249
domingo, 24 de enero de 2021
GRANDEZA
Lo malo de este mundo, dijo el Maestro tras suspirar hondamente, es que los seres humanos se resisten a crecer. ¿Cuándo puede decirse de una persona que ha crecido?, preguntó un discípulo. El día en que no haga falta mentirle acerca de nada en absoluto.
Anthony de Mello
Fotografía tomada del internet
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