viernes, 8 de noviembre de 2019
LA PÉRDIDA DEL CONTROL
Si ustedes quieren comprender el control, piensen en un niño a quien le dan a probar drogas. Cuando las drogas penetran en el cuerpo del niño, éste se convierte en adicto; todo su ser reclama la droga. Estar sin droga es un tormento tan intolerable que parece preferible morir. Piense en esta imagen: El cuerpo se ha vuelto adicto a la droga. Esto fue exactamente lo que la sociedad les hizo a ustedes cuando nacieron. No les permitió disfrutar del alimento sólido y nutritivo de la vida - es decir, del trabajo, del juego, de la diversión, de la risa, de la compañía de la gente, de los placeres de los sentidos y de la mente. Les dio una prueba de la droga llamada aprobación, aprecio, atención.
Voy a mencionar a un gran hombre llamado A. S. Neil. Es el autor de Summerhill. Neil dice que el síntoma de que un niño está enfermo es que siempre gira alrededor de sus padres; le interesan las personas. El niño saludable no se interesa por las personas, sino por las cosas. Cuando un niño está seguro de que su madre lo ama, se olvida de su madre; sale a explorar el mundo; es curioso. Busca una rana para ponerse en la boca - ese tipo de cosa. Cuando el niño no se despega de su madre, es una mala señal; es inseguro. Tal vez la madre ha estado tratando de que el niño la quiera, no le ha dado toda la libertad y seguridad que necesita. La madre lo ha estado amenazando de muchas maneras sutiles con abandonarlo.
De manera que nos dieron una prueba de adicción a varias drogas: la aprobación, la atención, el éxito, llegar arriba, el prestigio, ser nombrado en el periódico, tener poder, ser jefe. Nos hicieron probar cosas como ser capitán del equipo, ser el director de la banda, etc. Habiendo probado estas drogas, nos convertimos en adictos y empezamos a temer perderlas. Recuerden la falta de control que sentían, el terror ante la perspectiva del fracaso o de cometer errores, ante la perspectiva de que otros lo criticaran. De manera que usted se volvió dependiente de los demás, y perdió su libertar. Otros tienen ahora el poder de hacerlo feliz o desgraciado. Usted necesita sus drogas, pero a pesar de que detesta el sufrimiento que esto implica, usted está completamente indefenso. No hay un minuto en que, consciente o inconscientemente, usted no esté al tanto de las reacciones de otros o sintonizado con ellas y marchando al compás de sus tambores. Una bonita definición de una persona que despertó: una persona que ya no marcha al compás de los tambores de la sociedad, una persona que danza al ritmo de la música que surge de su interior. Cuando a usted no le ponen atención o no simpatizan con usted, siente un aislamiento tan intolerable que se arrastra de nuevo hacia la gente y suplica que le den la droga llamada apoyo y ánimo, seguridad. Vivir con la gente en este estado implica una tensión inacabable. "El infierno son los demás" dijo Sartre. Qué gran verdad. Cuando uno se halla en este estado de dependencia, siempre tiene que comportarse de la mejor manera; nunca puede relajarse; tiene que cumplir las expectativas. Vivir con la gente es vivir tensionado. Estar si ellas produce la agonía del aislamiento, porque la echa de menos. Uno ha perdido la capacidad de ver a los demás exactamente como son y de responderles adecuadamente, porque la percepción que tiene de ellos está distorsionada por la necesidad de obtener la droga o como una amenaza de ser despojado de ella. Conscientemente o inconscientemente, uno siempre mira a la gente con esos ojos. ¿Obtendré de ellos lo que quiero, no obtendré de ellos lo que quiero? Y si no pueden ni apoyar ni amenazar mi droga, no me interesan. Decir eso es una cosa horrible, pero me pregunto si hay alguien aquí de quien no se pueda decir esto.
Extracto del libro:
Despierta (charlas sobre la espiritualidad)
Anthony de Mello
Fotografía tomada de internet
jueves, 7 de noviembre de 2019
LA NATURALEZA DE INTERSER
Si miramos profundamente una hoja de papel, nos daremos cuenta de que en ella reside la totalidad del cosmos: la luz del sol, los árboles, las nubes, la tierra, los minerales, todo…, excepto una cosa. De una sola cosa está despojada la hoja de papel, de identidad separada.
La hoja de papel no puede ser por sí sola, sino que debe interser con el resto del cosmos. Por ello la palabra interser me parece más certera que la palabra ser. Ser, de hecho, significa interser. La hoja de papel no puede ser sin la luz del sol y sin el bosque. La hoja de papel es interdependiente con el bosque y la luz del sol.
Si le preguntases al Buda cómo advino el mundo a la existencia, es decir, a ser, respondería: «Esto es porque aquello es, y aquello no es porque esto no es». La existencia de la hoja de papel depende, pues, de la existencia de la luz del sol. La hoja de papel depende de la existencia del árbol. Y tú tampoco puedes ser por ti solo, sino que inter-eres con el resto del cosmos. Esa es la naturaleza de interser. La palabra interser no está en el diccionario, pero creo que no tardará en estarlo porque refleja y nos ayuda a ver la auténtica naturaleza de las cosas.
Si te aferras a la idea de identidad separada, tendrás mucho miedo, pero si miras profundamente y eres capaz de verte “a ti mismo” en todas partes, perderás ese miedo.
Como monje, yo practico a diario la visión profunda. Pero no solo doy conferencias, sino que también me veo en mis alumnos y en mis ancestros. Veo mi prolongación, en este momento, en cualquier lugar. Cada día hago el esfuerzo de transmitir a mis alumnos la herencia de mis maestros y el resultado de mi práctica.
Yo no creo que un buen día deje de ser. A menudo digo a mis amigos que el siglo XXI es una montaña, una hermosa montaña que, como sangha, debemos ascender juntos. Yo estaré siempre con mi sangha. Pero eso para mí no es ningún problema, porque veo en mí a todo el mundo, y también me veo en ellos. Esa es la práctica de ver profundamente, la práctica de la concentración en la vacuidad, la práctica de interser.
Extracto del libro:
Miedo
Thich Nhat Hanh
Fotografía tomada de internet
miércoles, 6 de noviembre de 2019
ESTAR RELACIONADO
Interlocutor: El reto o la cuestión esencial es la responsabilidad de la relación.
Krishnamurti: La responsabilidad de la relación. ¿Es eso?
Interlocutor: Sólo es parte de ello.
Krishnamurti: Sí, también es un fragmento. La relación: ¿Qué significa estar relacionado con personas, con individuos; estar relacionado con el mundo, con la naturaleza, con todo lo que está ocurriendo? ¿Cómo puede uno estar relacionado, no simplemente con su esposa o marido, sino con todo lo que acontece en el mundo? ¿Cómo es eso posible si usted está aislado, si todo su pensamiento, su actividad, su ocupación, sus palabras, le están aislando, que es como decir «Yo primero, y al diablo con todos los demás»?
Tenemos que detenernos por hoy, pero les ruego que no olviden esta cuestión. Pongan su mente y corazón en ver el mundo como es, no como creen que debería ser, sino como es en realidad. Cuando ustedes lo vean claramente, el mismo acto de ver puede darles la respuesta.
Del libro:
La libertad interior
J. Krishnamurti
Fotografía tomada de la internet
martes, 5 de noviembre de 2019
VIVIR REALMENTE COMO HUMANOS
La virtud es un principio básico para un mundo armonioso en el que la gente pueda vivir realmente como humanos y no como animales. Desarrollar la virtud es el corazón de nuestra práctica. Mantenga los preceptos, cultive la compasión y el respeto para con toda clase de ser viviente. Sea consciente de todas sus acciones y de su lenguaje. Use la virtud para lograr que su vida sea pura y simple. Con la virtud como fundamento de todo lo que hace, su mente se volverá más amable, lúcida y tranquila. En este ambiente de meditación crecerá con soltura.
Extracto del libro:
No Ajahn Chah
Reflexiones
Fotografía de Internet
lunes, 4 de noviembre de 2019
LA LUZ INTERIOR
Un esclavo se presentó ante su amo. Este le dijo:
"¿Quién eres? ¿Vienes de Turquía o del Yemen? Dime la verdad: ¿Qué le ha sucedido a mi esclavo?
¿No lo habrás matado?
-Si lo hubiera matado, respondió el esclavo, ¿estaría yo aquí en este momento?"
El amo insistió:
"¿Dónde está mi esclavo?"
El esclavo respondió:
"Pero ¡si estoy aquí! ¡Me ves transfigurado por el favor divino!"
El amo replicó:
"¿Qué me cuentas? ¿Dónde está mi esclavo? ¡No te dejaré descansar hasta que me hayas dicho la verdad!"
El esclavo dijo entonces:
"Si lo deseas, te contaré toda mi historia desde el día en que me compraste. Te probaré así que sigo siendo el mismo, aunque mi apariencia haya cambiado. ¡Mi exterior ha cambiado de color, pero mi interior nada tiene que ver con los colores!"
¡Los que reconocen el alma son indiferentes ante los colores y ante los números, pues sus dos ojos han sido iluminados por una sola luz!
150 Cuentos sufíes
Maulana Jalāl al-Dīn Rūmī
Fotografía tomada de internet
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