sábado, 6 de julio de 2019

LA AUTOINDAGACIÓN EXPONE LA HISTORIA


LA AUTOINDAGACIÓN NO SE corresponde con una pregunta concreta, ¿quién soy yo?, sino que se trata de una forma de ser, un estilo de vida. Es una disposición a detenerse en cualquier momento y preguntarse: ¿qué está pasando? ¿Qué está siendo pensado? ¿Qué está siendo creído? ¿Es real? ¿Es cierto? En esta investigación abierta es posible reconocer que, cualquiera que sea mi historia, siempre está compuesta únicamente de pensamiento. Por fuertes que sean los pensamientos, por relativamente real que pueda parecer la historia, sólo está hecha de pensamientos. Más profunda que esos pensamientos, previa a ellos, posterior a ellos, e incluso maravillosamente simultánea a ellos, está la verdad de quien eres. Es posible descubrir esa verdad sin negar la relevancia de ningún pensamiento particular.

La autoindagación directa cuestiona la suposición básica de que eres “alguien”. Esta suposición raras veces examina, porque a continuación suele venir “lo que necesito, lo que quiero, lo que tengo, lo que no tengo, lo que debería tener…”, y así sucesivamente. Estas historias te mantienen identificado con una persona separada de la inmensidad de tu verdadera identidad. Te mantienen identificado con una forma particular, un cuerpo que está sujeto al nacimiento y a la muerte. Esta identificación es la individualización consciente. No hay nada malo ni equivocado en la individualización. Es algo natural en evolución y el desarrollo del ser humano. Es parte del misterio humano.

La mayoría de los buscadores espirituales creen que la identificación personal obstaculiza la autorrealización, y eso da lugar al impulso de librarse de la historia personal. Pero ésta sólo es una parte más de la historia. Es muy importante reconocer esto. Intentar librarse de la historia personal sólo es una nueva versión de la historia, otro ejemplo del poder que tiene la mente para controlar.

He visto muchas veces que, en los círculos espirituales, la gente, en lugar de hacer un examen real de sus historias, tiende a suprimirlas. En esta supresión puede parecer que la historia ha sido eliminada, pero siguen sin sentirse en paz. No puedes descansar en tu propia belleza y trascendencia mientras suprimas tu historia. La historia sigue desarrollándose, pero como te identificas como buscador espiritual, la apartas de tu conciencia. El condicionamiento espiritual ha tomado el lugar del condicionamiento mundano. La historia sigue operando, pero ahora lo hace de forma subconsciente. Y no sabes por qué sigues sufriendo. El sufrimiento continuado es una prueba de que sigues contándote una historia. Si está dispuesto a no etiquetar ese sufrimiento como malo, estarás en condiciones de ver cuál es tu historia.




Extracto del libro:
El Diamante en tu bolsillo: Descubre tu verdadero resplandor
Gangaji
Imágenes tomadas de internet

BIENVENIDA A LA VIDA


jueves, 4 de julio de 2019

ELOGIO DE LA PRENSA


Alberto Villagra era un glotón del diario. A la hora del desayuno, las noticias, recién salidas del horno, le crujían en las manos. 

Una mañana, juró: 

—Alguna vez voy a leer el diario arriba de un elefante. 

Y juntó dinero hasta que pudo viajar a la India y se sacó las ganas. No consiguió desayunar a lomo de elefante, pero pudo leer un diario de Bombay sin caerse de allá arriba. 

Helena, la hija, también es diariómana. El primer café no tiene aroma, sabor ni sentido si no ha llegado acompañado por el diario del día. Y si el diario no está, de inmediato aparecen los primeros síntomas, temblores, mareos, tartamudeos, del síndrome de abstinencia. 

El testamento de Helena pide que no le lleven flores a la tumba: 

—Llévenme el diario —pide.



Tomado de:
Cuentos de Galeano en la Jornada
Eduardo Galeano
Fotografía de internet

AUTOCONCEPTO


miércoles, 3 de julio de 2019

EL RATÓN


Un ratón se apoderó un día de la brida de un camello y le ordenó que se pusiera en marcha. El camello era de naturaleza dócil y se puso en marcha. El ratón, entonces, se llenó de orgullo.

Llegaron de pronto ante un arroyo y el ratón se detuvo.

"¡Oh, amigo mío! ¿Por qué te detienes? ¡Camina, tú que eres mi guía!"

El ratón dijo:

"Este arroyo me parece profundo y temo ahogarme."

El camello:

"¡Voy a probar!"

Y avanzó por el agua.

"El agua no es profunda. Apenas me llega a las corvas."

El ratón le dijo:

"Lo que a ti te parece una hormiga es un dragón para mí. Si el agua te llega a las corvas, debe cubrir mi cabeza en varios cientos de metros."

Entonces el camello le dijo:

"En ese caso, deja de ser orgulloso y de creerte un guía. ¡Ejercita tu orgullo con los demás ratones, pero no conmigo!

-¡Me arrepiento! dijo el ratón, ¡en nombre de Dios, ayúdame tú a atravesar este arroyo!"



150 Cuentos sufíes
Maulana Jalāl al-Dīn Rūmī
Fotografía tomada de internet

MÁS ALLÁ DE TU CONTROL


martes, 2 de julio de 2019

LA MIEL DEL VINO


Alguien acusaba a un sheij diciendo:

"No es más que un hipócrita. Bebe vino a escondidas. ¿Cómo creer que un hombre semejante pueda ayudar a sus discípulos?"

Un fiel le dijo:

"Ten cuidado con tus palabras. Dios no permite tener tales pensamientos sobre hombres santos. Aunque lo que dices fuera verdad, ese sheij no es un estanque tan pequeño que pueda enturbiarlo un poco de barro. Es más bien un océano.

-Sí, replicó el otro, pero yo lo he visto en un estado poco conveniente. No reza y tiene un comportamiento indigno de un sheij. ¡Si no me crees, ven conmigo esta noche y verás! ¡Su ocupación es ser hipócrita de día y pecar de noche!"

Llegada la noche, se encontraron bajo la ventana del sheij y lo vieron, con una botella en la mano.

El hombre gritó entonces:

"¡Oh, sheij, la verdad sale a luz! ¡Y tú nos decías que el diablo metía sus pezuñas en la copa de vino!"

El sheij respondió:

"Mi copa está tan llena que nada puede penetrar en ella."

El hombre comprobó entonces que la botella estaba llena de miel y quedó avergonzado. El sheij le dijo:

"Antes de apesadumbrarte, ve a buscar vino. Estoy enfermo y lo necesito. En un caso semejante, las cosas normalmente prohibidas se hacen lícitas."

El hombre fue a la taberna pero, en cada tonel, no encontró sino miel. Ni rastro de vino. Preguntó al tabernero dónde estaba el vino.

Cuando hubieron comprobado esta extraña metamorfosis, todos los bebedores de la taberna se pusieron a llorar y vinieron ante el sheij.

"¡Oh, maestro! ¡Sólo has venido una vez a nuestra taberna y todo nuestro vino se ha transformado en miel!"

Este mundo está lleno de alimento ilícito, pero el fiel no debe tocarlo.




150 Cuentos sufíes
Maulana Jalāl al-Dīn Rūmī
Fotografía tomada de internet

EL SER ENTERO


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