martes, 28 de mayo de 2019
lunes, 27 de mayo de 2019
LA MEZQUITA
Unos hipócritas se reunieron y decidieron construir una hermosa mezquita para honrar la fe.
Construyeron, pues, una, justamente al lado de la que el profeta había edificado él mismo. Su fin era en realidad, dividir a la comunidad. Cuando hubieron terminado el tejado, la cúpula y el techo, llegaron ante el profeta y, arrodillándose ante él, le pidieron que honrase su nueva mezquita con su presencia.
"Esta mezquita, dijeron, ha sido edificada para convertirse en un lugar de paz, en un lugar de abundancia para los necesitados. Ven a honrar este lugar con tu presencia para que todos se alegren."
¡Qué maravilla si tales palabras hubieran salido realmente de su corazón!
El profeta, que era comprensivo con todos, los escuchaba sonriente y nuestros hipócritas pensaban, por tanto, que iba a aceptar, pero él distinguía sus pretextos tan claramente como un pelo en un tazón de leche. Iba, sin embargo, a decidirse a ir allí, cuando Dios lo inspiró diciendo:
"¡Te han dicho todo lo contrario de lo que piensan!"
En efecto, su intención era hacer venir a esta mezquita a un predicador de Sham. El profetá les respondió:
"Habría aceptado con gusto vuestra petición, pero es la hora del combate y tengo que salir de viaje.
Cuando estemos de vuelta, iremos a haceros una visita."
A su vuelta, los hipócritas le recordaron su promesa y Dios dijo a su profeta:
"Desenmascara su hipocresía, aunque sea a costa de una guerra!"
El profeta dijo entonces a los hipócritas:
"No insistáis más si no queréis que yo desvele vuestros secretos ante todo el mundo."
Pretendía mostrar así que no lo engañaban, pero los hipócritas protestaron:
"¡Dios nos proteja! ¡Juramos que nuestras intenciones son puras!"
Juraron con gran insistencia, pero los justos no necesitan jurar.
El profeta preguntó:
"¿A quién debo creer a vosotros o a Dios ?-¡Juramos sobre el libro de Dios de que hemos edificado esta mezquita en su honor!"
A pesar de esas manifestaciones, el profeta se negó finalmente a ceder.
Ahora bien, uno de los compañeros del profeta se puso a pensar:
"¿Qué significa esto? El profeta siempre ha evitado avergonzar a cualquiera. ¿Qué quiere decir esta nueva manera de actuar? ¿No son los profetas los que cubren la vergüenza de los pecadores?"
Al mismo tiempo que pensaba esto, se arrepentía de este pensamiento y, con la cabeza llena de contradicciones, acabó por dormirse...
Tuvo entonces un sueño en el que vio la mezquita de los hipócritas llena de boñiga de vaca. De los muros de la mezquita rezumaba un acre humo negro que quemaba su nariz. Se despertó entonces y se puso a llorar:
"¡Oh, Señor mío! ¡Perdóname mi rebeldía para con tu mensajero!"
150 Cuentos sufíes
Maulana Jalāl al-Dīn Rūmī
Fotografía tomada de internet
domingo, 26 de mayo de 2019
¿ES VERDADERO, O ES UNA HISTORIA?
ES POSIBLE QUE EN LA ÚLTIMA investigación tomaras conciencia de alguna de las historias que te cuentas a ti mismo, o que tu cultura te ha contado, respecto a quién eres.
Contar historias es una actividad maravillosa y permite abordar todo el espectro de la existencia humana. Las historias pueden enseñar, entretener, seducir, fortalecer y aterrorizar.
Los seres humanos cuentan historias para expresar los infinitos aspectos del ser. Hay historias sobre seres físicos que pueden ser tocados, medidos y pesados; y también sobre seres sub atómicos, microscópicos, minerales, vegetales, animales, insectos, vertebrados, invertebrados, planetarios y cósmicos. Hay historias sobre seres que sólo pueden ser imaginados, soñados o conjurados.
Y después hay historias de tipo emocional: los complejos, interimbricados y siempre cambiantes vientos de la ira, el miedo, la tristeza, la desesperación, la alegría, el amor y la dicha. Hay historias mentales, con comienzos, desarrollos y finales, con explicaciones y justificaciones. Hay historias circunstanciales que interrelacionan los cuatro elementos básicos, fuego, aire, tierra y agua, con sus influencias físicas, emocionales y mentales en individuos, parejas, familias, tribus, sociedades, culturas, subculturas, naciones, religiones, clases, casas, planetas, etcétera.
Esta inabarcable inmensidad del ser expresa a través de la transmisión de una y otra historia. Cada cultura, familia y personas tiene una historia con pasado, presente, futuro, esperanza, miedos, dioses, demonios, milagros, desastres, éxitos, fracasos, caos, armonía, magnificencia y desesperación, desde las de mayor enjundia a las de menor calado.
Generalmente, traduces cada momento consciente de tu vida en función del contexto de una historia personal, compuesta por sucesivos sustratos físicos, emocionales y mentales de enfermedad, recuperación, valentía, debilidad, sexualidad, procreación, estatus, poder, conquista, rendición, posesión y pérdida. Las culturas de Mesopotamia y la antigua China, así como el holocausto de la Segunda Guerra Mundial, están codificados en nosotros. La historia del ser de cuenta por doquier, desde la capilla Sixtina hasta los pequeños restaurantes del delta del Mississippi. La historia, lo recordada y la olvidada, es el conjunto de las historias transmitidas.
¡Qué despliegue tan extraordinario! Que belleza exquisita y horrorosa. El único elemento trágicamente ausente en la mayoría de las historias es eso que no puede ser traducido a las dimensiones físicas, emocionales, mentales o circunstanciales. Sin embargo, este elemento está presente en cada suceso físico, emocional, mental o circunstancial de cualquier magnitud. La verdad que cualquier historia expresa brillante e imperfectamente es la verdad de la seidad misma. La verdad sobre ti.
¿Son ciertas las historias? Sí y no: sí como relatos de las experiencias, no como puntos finales del ser; sí como un aspecto de la totalidad, no como una totalidad misma.
Extracto del libro:
El Diamante en tu bolsillo: Descubre tu verdadero resplandor
Gangaji
Imágenes tomadas de internet
sábado, 25 de mayo de 2019
CARTOGRAFIAR LA ISLA DEL TESORO
Aprender a aprender es la habilidad más importante de la vida.
Tony Buzan
Un inversionista estadounidense dijo una vez a un hombre que le daba un grueso dossier para un negocio: «Sólo confío en las ideas que caben detrás de una tarjeta de visita».
Cuando elaboramos cualquier proyecto, sea empresarial o personal, es importante representar de forma muy simple aquello que nos proponemos. Sólo así podremos hacer una hoja de ruta, lo que en este libro denominamos «mapa del tesoro», con las diferentes etapas que nos conducirán hacia el objetivo que nos hemos fijado.
En esta línea, lo que el psicólogo británico Tony Buzan ha bautizado como mind maps, «mapas mentales», es un método para identificar nuestros deseos y planificar cómo cumplirlos. Estas hojas de ruta ya habían sido utilizadas por los pensadores clásicos o incluso por el místico Ramon Llull. Buzan asegura que la mente «lee» una hoja de notas globalmente, en vez de linealmente. Por este motivo desarrolló una técnica para representar de forma visual el tema principal y las diferentes ideas o derivaciones como ramas.
Un mapa del tesoro es la representación de un objetivo que para nosotros es muy valioso. Sobre todo si se trata de un hito difícil de lograr, no tener un plan de acción, paso a paso, nos puede hacer abandonar nuestro propósito. Por eso es importante trazar un plan, dibujar en nuestro mapa los caminos que nos pueden llevar hacia el objetivo, indicando las diferentes etapas y también los peligros y dificultades que podemos encontrar en nuestro camino.
Cuando no sabemos por dónde empezar, esta técnica no sólo nos ayuda a encontrar la salida y nos guía en esos momentos de confusión, sino que también nos enseña a desarrollar las herramientas necesarias.
Del libro:
El mapa del tesoro
Álex Rovira/
Francesc Miralles
Fotografía tomada de internet
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