sábado, 16 de febrero de 2019

LOS CIEGOS Y EL ELEFANTE


Se hallaba el Buda en el bosque de Jeta cuando llegaron un buen número de ascetas de diferentes escuelas metafísicas y tendencias filosóficas. 

Algunos sostenían que el mundo es eterno, y otros, que no lo es; unos que el mundo es finito, y otros, infinito; unos que el cuerpo y el alma son lo mismo, y otros, que son diferentes; unos, que el Buda tiene existencia tras la muerte, y otros, que no. Y así cada uno sostenía sus puntos de vista, entregándose a prolongadas polémicas. Todo ello fue oído por un grupo de monjes del Buda, que relataron luego el incidente al maestro y le pidieron aclaración. El Buda les pidió que se sentaran tranquilamente a su lado, y habló así: 

--Monjes, esos disidentes son ciegos que no ven, que desconocen tanto la verdad como la no verdad, tanto lo real como lo no real. Ignorantes, polemizan y se enzarzan como me habéis relatado. Ahora os contaré un suceso de los tiempos antiguos. Había un maharajá que mandó reunir a todos los ciegos que había en Sabathi y pidió que los pusieran ante un elefante y que contasen, al ir tocando al elefante, qué les parecía. Unos dijeron, tras tocar la cabeza: “Un elefante se parece a un cacharro”; los que tocaron la oreja, aseguraron: “Se parece a un cesto de aventar”; los que tocaron el colmillo: “Es como una reja de arado”; los que palparon el cuerpo: “Es un granero”. Y así, cada uno convencido de lo que declaraba, comenzaron a querellarse entre ellos. 

El Buda hizo una pausa y rompió el silencio para concluir: 

--Monjes, así son esos ascetas disidentes: ciegos, desconocedores de la verdad, que, sin embargo, sostienen sus creencias. 

***

El Maestro dice: La visión parcial entraña más desconocimiento que conocimiento. 



Tomado del libro:
101 Cuentos clásicos de la India
Recopilación de Ramiro Calle
Fotografía de Internet

AVERÍGUALO POR TI MISMO


viernes, 15 de febrero de 2019

LA BODA


Se fueron por las calles los recién casados. En el Central Park, María Hinojosa y Germán Pérez habían jurado que se amarían hasta el mutuo exterminio. Cuando acabó la ceremonia, los padrinos los acompañaron, en bullanguera procesión, por las calles de Nueva York. 

Iban tronando tambores los padrinos de la música. Los padrinos del fuego marchaban con velas encendidas. Los padrinos del aire soltaban palomas, y echaban puñados de tierra los padrinos de la tierra: tierra de México, donde nació ella, y tierra de la Dominicana, donde nació él. Y caminaban salpicando agua, agua que había sido bendita por la gente más querida, los padrinos del agua.



Tomado de:
Cuentos de Galeano en la Jornada
Eduardo Galeano
Fotografía de internet

MENDRUGOS DE PLACER


jueves, 14 de febrero de 2019

EL MENDICANTE GOLPEADO


Al amanecer, un monje mendicante dejó el monasterio para ir a mendigar su alimento. Iba tranquilamente caminando cuando vio que un terrateniente golpeaba cruelmente a uno de sus sirvientes. El monje, lleno de compasión corrió hasta el terrateniente e intercedió por el que estaba siendo tan severamente castigado. El terrateniente la emprendió entonces con el pacífico monje y le propinó tal paliza que lo dejó medio muerto. Un par de horas después, otros monjes del monasterio lo hallaron en tan lamentable estado y lo condujeron prestos a su celda en el monasterio. Uno de los monjes le estuvo curando las heridas con mucho cariño. Cuando el herido se reanimó, le dio leche y le preguntó: 

--Hermano, ¿me conoces? 

--Claro que te conozco, hermano -dijo con un hilo de voz el herido-. 

Aquel que me golpeó, me está ahora cuidando y alimentando con leche. 

***

El Maestro dice: Así es el carácter de unidad para un iluminado.



Tomado del libro:
101 Cuentos clásicos de la India
Recopilación de Ramiro Calle
Fotografía de Internet

ESTADO DE BIENESTAR


miércoles, 13 de febrero de 2019

TAO TE KING: PRINCIPIO 50


La vida es una salida, y la muerte una entrada.
Tres de cada diez son amigos de la vida.
Tres de cada diez son amigos de la muerte.
Tres también de cada diez
son los que mientras viven, se acercan a la muerte.

¿A qué se debe esto?
A que pretenden aumentar su vida.

He oído decir que el que sabe vivir
camina por el mundo
sin tropezar ni con rinocerontes ni con tigres.

Atraviesa por mitad del ejército
sin esquivar las armas ni los carros de combate.

En él, el rinoceronte no halla nada donde clavar su
cuerno.
Ni el tigre donde hundir sus garras.
El arma no halla nada que reciba su corte.

¿Por qué?
Porque no tiene ningún punto débil,
ningún punto que pueda ser presa de la muerte.



Extracto del libro:
Lao-Tsé
Tao Te King
Fotografía tomada de internet

MI MENTE


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