Así pues la identificación le impide manejar el cuerpo del dolor. Algunas mujeres que son ya suficientemente conscientes para haber abandonado su identidad de víctimas en el nivel personal todavía se aferran a una identidad colectiva de víctimas: "lo que los hombres les hicieron a las mujeres". Tienen razón, y también están equivocadas. Están en lo cierto en cuanto que el cuerpo del dolor femenino colectivo se debe en gran parte a la violencia infligida por el varón a la mujer y a la represión del principio femenino por todo el planeta durante milenios. Están equivocadas si derivan un sentido de identidad de este hecho y por lo tanto se mantienen aprisionadas en una identidad colectiva de víctimas. Si una mujer aún se aferra a la rabia, el resentimiento o la condenación, se está aferrando a su cuerpo del dolor. Esto puede darle una sensación consoladora de identidad, de solidaridad con otras mujeres, pero la mantiene atada al pasado y bloquea el acceso completo a su esencia y al verdadero poder. Si las mujeres se excluyen de los hombres, eso alimenta un sentido de separación y por lo tanto un fortalecimiento del ego. Y cuanto más fuerte es el ego, más distante está usted de su verdadera naturaleza.
Así que no use el cuerpo del dolor para darle identidad. Úselo en cambio para la iluminación. Transmútelo en conciencia. Uno de los mejores momentos para esto es durante el periodo menstrual. Creo que, en los próximos años, muchas mujeres entrarán en el estado de conciencia total durante esos días. Generalmente, es un tiempo de inconsciencia para muchas mujeres, puesto que son dominadas por el cuerpo del dolor colectivo. Una vez que usted ha alcanzado un cierto nivel de conciencia, sin embargo, puede cambiar esto, así que en lugar de volverse inconsciente puede volverse más consciente. He descrito el proceso básico ya, pero permítame hacerlo de nuevo, esta vez con referencia especial al cuerpo del dolor femenino colectivo.
Cuando sepa que se acerca el flujo menstrual, antes de que sienta los primeros signos de lo que se llama comúnmente tensión premenstrual, el despertar del cuerpo del dolor femenino colectivo, póngase muy alerta y habite su cuerpo tan plenamente como sea posible. Cuando aparezca el primer signo, debe estar suficientemente alerta para "atraparlo" antes de que la domine. Por ejemplo, el primer signo puede ser una fuerte irritación repentina o un relámpago de rabia, o puede ser un síntoma puramente físico. Sea lo que sea, atrápelo antes de que domine su pensamiento o su conducta. Esto significa simplemente enfocar su atención en él. Si es una emoción, sienta la fuerte carga de energía que hay tras ella. Sepa que es el cuerpo del dolor. Al mismo tiempo, sea el que conoce; es decir, dése cuenta de su presencia consciente y sienta su poder. Cualquier emoción a la que aplique su presencia disminuirá rápidamente y se transmutará. Si es un síntoma puramente físico, la atención que le dé evitará que se convierta en una emoción o un pensamiento. Después continúe alerta y espere el siguiente signo del cuerpo del dolor. Cuando aparezca, atrápelo de nuevo de la misma manera que antes.
Más tarde, cuando el cuerpo del dolor haya despertado completamente de su estado latente, usted puede experimentar una turbulencia considerable en su espacio interior por un tiempo, quizá varios días. Cualquier forma que tome, manténgase presente. Entréguele su atención completa. Observe la turbulencia que hay en su interior. Sepa que está allá. Mantenga el conocimiento y sea el que conoce. Recuerde: no deje que el cuerpo del dolor use su mente y se apodere de su pensamiento. Obsérvelo. Sienta su energía directamente dentro de su cuerpo. Como sabe, atención plena significa aceptación completa.