viernes, 24 de noviembre de 2017
jueves, 23 de noviembre de 2017
CONFIAR Y CREER
Si de verdad deseas llegar a confiar, abandona todas tus creencias. No te sirven. Una mente que cree es una mente estúpida. Una mente que confía tiene inteligencia pura. Una mente que cree es una mente mediocre; una mente que confía adquiere la perfección. La confianza genera la perfección.
La diferencia entre creer y confiar es simple. No hablo de la definición del diccionario de estas palabras; en el diccionario puede decir algo como: creer significa confiar, confiar significa tener fe y tener fe significa creer. Yo hablo de la existencia. De una manera existencial, la creencia es prestada y la confianza es propia. Las creencias las crees, pero se esconde la duda bajo la superficie. En la confianza no hay el elemento de duda. La creencia genera una desunión en ti: una parte de tu mente cree, mientras que la otra parte niega. La confianza es la unidad de tu ser, su totalidad.
Pero, ¿cómo puede esa totalidad confiar si no has tenido la experiencia de la confianza? No basta el Dios de Jesús, ni el Dios de mi experiencia, ni el Dios de la experiencia del Buda; tiene que ser tu propia experiencia. Si te aferras a las creencias, una y otra vez te vas a confrontar con experiencias que no se ajustan a esas creencias; entonces surge la tendencia de la mente a no ver esas experiencias, a no prestarles atención porque son muy inquietantes. Te destruyen las creencias, mientras que tú deseas aferrarte a ellas y así progresivamente te vas cegando frente a la vida; la creencia se convierte en una venda en tus ojos.
La confianza te abre los ojos; no tiene nada que perder. Confiar significa que, sea lo que sea, lo real es real: Puedo abandonar mis deseos y anhelos, pues no cambian la realidad. Tan sólo distraen mi mente de la realidad.
Si tienes una creencia y tropiezas con una experiencia que tu creencia no admite como posible, o la experiencia es tal que abandonas la creencia, ¿qué vas a escoger: la creencia o la experiencia? La tendencia de la mente es a escoger la creencia y olvidar la experiencia. Es así como te has perdido de muchas oportunidades cuando Dios ha golpeado a tu puerta.
miércoles, 22 de noviembre de 2017
CUALQUIER PARECIDO...
Un recién nacido fue encontrado en la puerta del Banco Mundial al amanecer, cuando los primeros empleados llegaban a la oficina. Estos tomaron a su cargo a la criatura y presentaron el caso al presidente de la entidad, para que decidiera qué hacer. El presidente emitió el siguiente memorando:
De: Presidente
Para: Recursos Humanos
Tema: NH
Acusamos recibo del informe del hallazgo de un recién nacido de origen desconocido. Formen una comisión para investigar y determinar:
a) Si el encontrado es producto doméstico de la organización.
b) Si algún empleado se encuentra envuelto en el asunto.
Después de un mes de investigaciones, la comisión envió al presidente la siguiente comunicación A:
De: Comisión de investigación
Para: Presidente Tema: NH
Después de cuatro semanas de diligente investigación, concluimos que el N.N. no tiene ninguna conexión con esta organización. Los antecedentes que fundamentan esta conclusión son los siguientes:
a) En el banco, nunca nada ha sido hecho con placer o con amor.
b) Jamás dos personas de esta organización han colaborado tan íntimamente entre si.
c) No encontramos antecedentes concluyentes que indiquen que en esta organización alguna vez se hubiera hecho algo que tuviera ni pies ni cabeza.
d) En esta organización jamás ha sucedido alguna cosa que estuviera lista en nueve meses.
martes, 21 de noviembre de 2017
lunes, 20 de noviembre de 2017
PARA LA CÁTEDRA DE OFTALMOLOGÍA
Estaba sentado a la puerta de una pensión, en el centro de Melo. Inmóvil detrás de sus lentes negros, dejaba pasar el tiempo. Sólo los bostezos le movían la cara. Cuando alguien le preguntaba cómo andaba, él contestaba con un murmullo o gemido.
—Está enfermo de las vistas -me dijeron.
—¿Y no se puede operar?
—Ya lo operaron. Esa fue la desgracia.
No era desventura del destino, era error de cirugía. Según se decía en el pueblo, en el hospital lo habían operado y lo habían dejado mirando para adentro. Y el pobre se aburría, se aburría de verse.
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