domingo, 19 de noviembre de 2017
sábado, 18 de noviembre de 2017
LA ACRÓBATA
Yolanda Barnés empezaba el día saludando a sus dos pescaditos, el triste y el entusiasta, en su casa de Los Angeles.
Cuando murió el entusiasta, el triste creció, brilló y pasó del color gris al rojo fuego. A los saltos saludaba y exigía su comida. Así Yolanda descubrió que el pescadito era pescadita, porque esas son cosas que a veces ocurren a las viudas.
La pescadita saltaba cada vez más alto, y daba vueltas en el aire. Una mañana, Yolanda encontró la pecera vacía. En vano buscó a la acróbata por toda la cocina, hasta que por fin la descubrió hundida en un plato de ajos a medio pelar. La devolvió al agua, la pescadita quedó aplastada contra el fondo de la pecera.
Así pasaron los días. La pescadita continuaba su quieta agonía, echando una burbuja que otra. Yolanda, que se sentía mirada por esos ojos rodeados de orillas de sangre, discó el primer número que le vino a la cabeza, pero era el teléfono de un amigo que entendía de autos y de vacas, y que sólo había visto peces en el plato, fritos o a la plancha.
La pescadita no tenía nombre. Yolanda pensó que era muy triste morirse sin nombre, pero no se le ocurrió ninguno. Pegada al vidrio, le dijo que ella era lo más interesante que había conocido en su vida en materia de peces, y le dijo adiós. Y se marchó a comprar leche y huevos y también un pescadito nuevo. Pero sólo trajo la leche y los huevos.
viernes, 17 de noviembre de 2017
LLAMA A LAS PERSONAS POR SU NOMBRE
Supe de un niño pequeño; y me gustaría ser como ese niño pequeño. Era muy vivo. El niñito se perdió durante un paseo dominical. Su madre comenzó una búsqueda desesperada y pronto oyó una voz infantil que llamaba "Estelle, Estelle". Rápidamente la madre divisó al pequeño y se apresuró a tomarlo en sus brazos.
-Por qué me llamaste por mi nombre, Estelle, en lugar de 'mami'?‘- le preguntó, pues nunca antes la había llamado así.
-De nada hubiera servido gritarte 'mami'- contestó el chico-. Este lugar está lleno de mamis.
EL REZO DEL NIÑO
Un pequeño niño estaba rezando y terminó la oración con la siguiente solicitud: ¡Querido Dios, cuida a mi mamá, a mi papá, a mi hermanita, a la tía Emma y al tío John y a la abuelita y al abuelito y por favor, Dios, cuídate tú mismo porque si no, todos estaremos en un lío!
FUENTE: OSHO: =El Hombre que Amaba las Gaviotas y Otros Relatos‘, Grupo Editorial Norma, Bogotá, 2003, ISBN 958-04-7279-3, Pag. 6
jueves, 16 de noviembre de 2017
MEJOR CAMBIEMOS DE TEMA» O «YA ES SUFICIENTE»
«Evitar el tema le sirve a las mentes simples para no seguir ahondando en algo que no les gusta o no les conviene. Cuando ven que sus argumentos empiezan a ser insuficientes, deciden evitar la discusión por puro miedo a la contradicción.
Una madre se negaba a hablar sobre sexo con su hija de doce años porque pensaba que podía crear en la niña «necesidades» que aún no tenía. Cuando le pregunté de dónde había sacado esa idea, me respondió: «Eso está más que comprobado... La sexualidad no es un juego de niños.» Entonces volví a preguntar: «¿Tiene alguna revista o algún dato que pueda facilitarme o la fuente de esas comprobaciones? Me interesaría leerlas...» A lo que ella replicó con firmeza: «¡Pero si eso es de sentido común!»
Es decir: una decisión tan importante para ella, como era la educación sexual de su hija, la dejaba a expensas de un rumor en vez de investigar el tema seriamente. Se podría pensar que la mujer no quería acercarse a otro tipo de información porque temía que la hicieran cambiar de parecer, pero no. En las siguientes consultas me di cuenta de que estaba realmente a gusto con la teoría que se había montado junto a unas amigas: «Ya es suficiente.» Lo que «sé» me basta y me sobra, aunque esté equivocado.
miércoles, 15 de noviembre de 2017
EL TIGRE QUE BALABA
Al atacar a un rebaño, una tigresa dio a luz y poco después murió. El cachorro creció entre las ovejas y llegó él mismo a tomarse por una de ellas, y como una oveja llegó a ser considerado y tratado por el rebaño.
Era sumamente apacible, pacía y balaba, ignorando por completo su verdadera naturaleza. Así transcurrieron algunos años.
Un día llegó un tigre hasta el rebaño y lo atacó. Se quedó estupefacto cuando comprobó que entre las ovejas había un tigre que se comportaba como una oveja más. No pudo por menos que decirle:
--Oye, ¿por qué te comportas como una oveja, si tú eres un tigre?
Pero el tigre-oveja baló asustado.
Entonces el tigre lo condujo ante un lago y le mostró su propia imagen.
Pero el tigre-oveja seguía creyéndose una oveja, hasta tal punto que cuando el tigre recién llegado le dio un trozo de carne ni siquiera quiso probarla.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)