Supe de un niño pequeño; y me gustaría ser como ese niño pequeño. Era muy vivo. El niñito se perdió durante un paseo dominical. Su madre comenzó una búsqueda desesperada y pronto oyó una voz infantil que llamaba "Estelle, Estelle". Rápidamente la madre divisó al pequeño y se apresuró a tomarlo en sus brazos.
-Por qué me llamaste por mi nombre, Estelle, en lugar de 'mami'?‘- le preguntó, pues nunca antes la había llamado así.
FUENTE: OSHO: =El Hombre que Amaba las Gaviotas y Otros Relatos‘, Grupo Editorial Norma, Bogotá, 2003, ISBN 958-04-7279-3, Pag. 10
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