Unidad
Silencio
Mente
Opuestos
Energía
La mente se mueve en forma lineal, simple, directa. Nunca va hacia el polo opuesto. Rechaza los opuestos. Cree en la unidad, mientras que la vida cree en la dualidad. Por eso, todo lo que la mente crea siempre elige la unidad. Si la mente elige el silencio, si la mente se hartó de todo el ruido generado por la vida y decide permanecer en silencio, la mente se va al Himalaya. Quiere estar en silencio. No quiere saber nada con ningún tipo de ruido. Hasta el canto de los pájaros la perturba, y una brisa que atraviesa los árboles es una molestia. La mente quiere silencio. Ha optado por lo lineal; entonces, debe negar completamente al opuesto. Pero este hombre que vive en el Himalaya, buscando el silencio, evitando lo otro, el opuesto, se transformará en un muerto, seguro que se aburrirá. Y, cuanto más elija el silencio, tanto más se aburrirá, porque la vida necesita de la oposición, del desafío de la oposición. Hay un tipo diferente de silencio que existe entre dos opuestos. El primero es un silencio muerto, el silencio de los cementerios. Un hombre muerto está en silencio, pero no querrías ser un muerto. Un hombre muerto está en un silencio absoluto: nadie puede molestarlo. Su concentración es perfecta: no puedes hacer nada que distraiga su mente. Su mente está absolutamente inmóvil. Aun si todo el mundo a su alrededor se enloquece, no perderá su concentración. Pero igual no querrías ser un muerto. Silencio, concentración, o como se llame, no te gustaría ser un muerto, porque cuando estás en silencio, una vez muerto, este silencio no significa nada.
El silencio debe producirse cuando estás absolutamente vivo, vital, burbujeante de vida y energía. Entonces, el silencio adquiere mucha importancia. Pero entonces el silencio será de una cualidad diferente, absolutamente diferente. No será aburrido, será un silencio vivo. Será un sutil equilibrio entre dos polaridades.