miércoles, 21 de septiembre de 2016

30 RAZONES PARA HACER REMEDIOS CASEROS CON SÁBILA

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Más de 6.000 años han pasado desde que los egipcios se referían a la planta de interior común aloe vera o sábila, como la “planta de la inmortalidad”, debido a su gran cantidad de usos para todo, desde el acné hasta la calvicie, insomnio, trastornos digestivos, la sepsis y el cáncer.



30 razones para hacer remedios caseros con sábila

Plantas de sábila producen una variedad de sustancias con propiedades antibacterianas, anti-hongos, anti-virales y propiedades antioxidantes; ganándose un lugar en el mausoleo de las súper hierbas junto a sus compañeras la equinácea, el ajo, la cúrcuma y el jengibre. Si tienes la intención de tomar sábila de manera oral, siempre elige un producto orgánico o hacer crecerlo por tu cuenta.

La planta de sábila ofrece altas cantidades de vitaminas y minerales. El consumo regular de jugo de aloe vera o sábila, proporciona los ocho aminoácidos esenciales que no son producidos por el cuerpo, además de una amplia gama de enzimas.

EL COLECCIONISTA DE INSULTOS


En los días que corren es conveniente cederle un espacio a esta alegoría budista que transcribe Paulo Coelho y que hará pensar a muchos.

Cerca de Tokio vivía un gran samuray, ya anciano, que se dedicaba a enseñar el budismo zen a los jóvenes. A pesar de su edad, corría la leyenda de que era capaz de vencer a cualquier adversario. Cierto día un guerrero conocido por su total falta de escrúpulos pasó por la casa del viejo. Era famoso por utilizar la técnica de la provocación: esperaba que el adversario hiciera su primer movimiento y, gracias a su inteligencia privilegiada para captar los errores, contraatacaba con velocidad fulminante. El joven e impaciente guerrero jamás había perdido una batalla. Conociendo la reputación del viejo samuray, estaba allí para derrotarlo y aumentar aún más su fama.

Los estudiantes de zen que se encontraban presentes se manifestaron contra la idea, pero el anciano aceptó el desafío. Entonces fueron todos a la plaza de la ciudad, donde el joven empezó a provocar al viejo. Arrojó algunas piedras en su dirección, lo escupió en la cara y le gritó todos los insultos conocidos, ofendiendo incluso a sus ancestros. Durante varias horas hizo todo lo posible para sacarlo de casillas, pero el viejo permaneció impasible. Al final de la tarde, ya exhausto y humillado, el joven guerrero se retiró de la plaza.

Decepcionados por el hecho de que su maestro aceptara tantos insultos y provocaciones, los alumnos le preguntaron:

—¿Cómo ha podido soportar tanta indignidad? ¿Por qué no usó su espada, aun sabiendo que podría perder la lucha, en vez de mostrarse como un cobarde ante todos nosotros?

3 COSAS MÁS DIFÍCILES PARA EL SER HUMANO


lunes, 19 de septiembre de 2016

TAO TE KING: PRINCIPIO 10


¿Sabrías modelar tu alma
para que abrace el Uno sin dispersarse?

¿Sabrías armonizar tu fuerza
y ser inflexible como un recién nacido?

¿Sabrías purificar tu visión interior
para que quede libre de manchas?

¿Sabrías amar a los hombres
y gobernar el estado
sin acumular conocimientos?

EL ARQUERO


domingo, 18 de septiembre de 2016

COMO SE PRESENTA LA FELICIDAD


Regrese a usted mismo como a su hogar. Obsérvese. Por eso dije antes, que la autoobservación es algo sumamente agradable y extraordinario. Después de un tiempo, usted no tiene que hacer ningún esfuerzo, porque, a medida que las ilusiones empiezan a derrumbarse, usted empieza a conocer cosas que no pueden describirse. Eso se llama felicidad. Todo cambia, y usted se vuelve adicto a la consciencia.

Hay una historia sobre el discípulo que fue a donde el maestro y le dijo: "¿Podría darme una palabra de sabiduría?" "¿Podría darme algo que me guiara a través de mis días?" Era el día de silencio del maestro, de manera que tomó un bloc. Escribió: "Consciencia". Cuando el discípulo lo vio, dijo: "Es demasiado breve. ¿Puede ampliarlo un poco?" Entonces el maestro tomó el bloc y escribió: "Consciencia, consciencia, consciencia". el discípulo dijo: "Sí, pero ¿qué significa?" El maestro volvió a tomar el bloc y escribió: "Consciencia, consciencia, consciencia significa: consciencia".

Eso es lo que significa autoobservarse. Nadie puede mostrarle a usted cómo hacerlo, porque estaría dándole una técnica, estaría programándolo. Pero obsérvese a usted mismo. Cuando habla con alguien, ¿está consciente de ello o sencillamente se identifica con ello? Cuando se disgustó con alguien ¿estaba consciente de que estaba furioso, o sencillamente se identificó con su cólera? Más tarde, cuando tuvo tiempo, ¿estudió su experiencia y trató de comprenderla? ¿De dónde procedía? ¿Qué la causó? No conozco ninguna otra vía hacia la consciencia. Usted sólo hace cambiar lo que comprende. Usted reprime lo que no comprende y aquello de lo cual no es consciente. Usted no cambia, pero cuando usted lo comprende, eso cambia.

A veces me preguntan: "¿Es este tránsito hacia la consciencia algo gradual, o es algo súbito?" Algunas personas afortunadas lo logran en un instante. Sencillamente, toman consciencia. Otra van avanzando lentamente, gradualmente, progresivamente. Empiezan a ver las cosas. Las ilusiones se acaban, las fantasías desaparecen, y empiezan a ponerse en contacto con los hechos. No hay una regla general. Hay una famosa historia de un león que encontró un rebaño de ovejas, y, con asombro, descubrió un león entre las ovejas. Era un león que había crecido entre las ovejas desde que era cachorro. Balaba como oveja y corría como una oveja. El león se le acercó, y cuando la oveja- león estuvo frente al león real, empezó a temblar. El león dijo:

LIBERTAD MENTAL


sábado, 17 de septiembre de 2016

OPORTUNIDAD


Abandonarse 
Culminantes 
Unidad 
Origen

Cuando Buda estaba por morir, muchos gemían y lloraban. Sólo algunos estaban emotivamente sentados a su alrededor; sólo unos pocos. Eran los culminantes, que se sen­taban emocionados: se habían vuelto uno con el origen. Se habían vuelto uno con el Buda; habían desaparecido el maestro y el discípulo mucho tiempo atrás, y ya no habría muerte. Só­lo unos pocos (un Mahakashyapa, un Sariputta) estaban sentados en silencio, disfrutando. Has­ta Ananda, el principal discípulo de Buda, llo­raba y gemía.

Buda abrió los ojos y le preguntó: -¿Por qué lloras, Ananda? Ananda respondió:

-Estuve contigo durante muchos, muchos años, y me perdí la oportunidad, y ahora ya no estarás. ¿Qué me ocurrirá ahora? Estabas aquí y no pude lograrlo. Ahora, ya no estarás. ¿Qué me sucederá? Ahora, ¿por cuántas vidas tendré que andar a la deriva?

MENTES FLEXIBLES Y EL HUMOR


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