lunes, 9 de noviembre de 2015
domingo, 8 de noviembre de 2015
¿CÓMO TE SIENTES AL CULPAR, AL RECHAZAR, AL ODIAR O AL ESTAR INDIGNADO?
En la enseñanza mahayana*1 hay un lema que dice:
«Dirige toda la culpa hacia ti mismo.» La esencia del lema es: «Si algo me duele mucho es porque me estoy aferrando muy intensamente.» No quiere decir que debamos golpearnos a nosotros mismos, no aboga por el martirio. Lo que el lema indica es que el dolor procede del apego a hacer las cosas a nuestro modo, y que cuando nos sentimos incómodos porque estamos en un lugar o situación en la que no queremos estar, una de las principales salidas que tomamos es culpar a alguien o algo.
Generalmente erigimos una barrera llamada culpa que nos impide comunicar de manera genuina con los demás, y la fortificamos con nuestras ideas sobre quién tiene razón y quién no. Es algo que hacemos con las personas cercanas, con los sistemas políticos y con todo lo que no nos gusta de nuestros asociados o de la sociedad. Culpar a los demás es una herramienta muy común, antiquísima y muy perfeccionada con la que tratamos de sentirnos mejor. Culpar es una forma de proteger nuestros corazones, de proteger lo suave, lo abierto y lo tierno que hay dentro de nosotros. En lugar de adueñarnos de nuestro propio dolor, lo que hacemos es tratar de ponernos cómodos.
sábado, 7 de noviembre de 2015
CREAR UNA FUERZA POLICIAL COMPASIVA
Ser bueno no significa ser pasivo, y ser compasivo no significa que te dejes pisotear o destruir. Has de protegerte a ti mismo y a los demás. Si necesitas encarcelar a alguien porque es peligroso, debes hacerlo, pero con compasión. Tu motivación es evitar que esa persona siga su curso de destrucción y alimente su ira.
Para ser compasivo no necesitas ser un monje, puedes ser un policía, un juez o el guardia de una prisión. Pero como policía, juez o guardia de una prisión, necesitamos que seas un Bodhisatva, un ser con una gran, compasión. Aunque tengas que ser muy firme, mantén siempre viva la compasión que hay en ti.
Para ser compasivo no necesitas ser un monje, puedes ser un policía, un juez o el guardia de una prisión. Pero como policía, juez o guardia de una prisión, necesitamos que seas un Bodhisatva, un ser con una gran, compasión. Aunque tengas que ser muy firme, mantén siempre viva la compasión que hay en ti.
Y si practicas el vivir conscientemente, has de ayudar a que el policía actúe movido por la compasión y no por el miedo. En nuestra época los policías están llenos de miedo, cólera y estrés porque han sido agredidos en muchas ocasiones. La gente que odia a los policías y los insulta, lo hace porque no los comprende. Por la mañana, cuando un policía se pone el uniforme y se ajusta el revólver, no está seguro de si volverá a casa vivo por la noche. Los policías sufren mucho, y sus familias también. No disfrutan pegando a la gente ni disparándole, pero como no saben manejar los bloques de miedo, sufrimiento y violencia que hay en ellos, se convierten en víctimas de la sociedad como les ocurre a otras personas. Si eres un jefe de policía que comprende de verdad la mente y el corazón de la gente que trabaja en la fuerza policial, te prepararás de tal modo que nacerá la compasión y la comprensión en tu corazón. En tal caso, podrás educar y ayudar a los hombres y mujeres policías que han de patrullar por la calle cada mañana y cada noche, para realizar la dura tarea de velar por la paz de la ciudad.
viernes, 6 de noviembre de 2015
LA GENTE QUE ME GUSTA*
Primero que todo me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, que sabe lo que hay que hacer y lo hace en menos tiempo del esperado.
Me gusta la gente con capacidad para medir las consecuencias de sus actuaciones. La que no deja las soluciones al azar.
Me gusta la gente estricta con su gente y consigo misma, que no pierde de vista que somos humanos y que podemos equivocarnos.
Me gusta la gente que piensa que el trabajo en equipo, entre amigos, produce más que los caóticos esfuerzos individuales.
jueves, 5 de noviembre de 2015
TEORIZAR
El filósofo inventa la verdad; no es un descubrimiento.
Es su propia invención intelectual. Teoriza; realiza conjeturas.
La verdad no ha de inventarse. Todo lo que se inventa será falso. La verdad ya está ahí... o aquí. Hay que descubrirla. No hay necesidad de inventarla, porque aquello que inventes va a ser falso. No sabes qué es la verdad; ¿cómo podrías inventarla? Al no conocerla, resulta imposible inventarla. Aquello que se invente en la ignorancia no será más que una proyección de ignorancia. La verdad no puede inventarse; solo puede descubrirse, porque ya es el caso.
miércoles, 4 de noviembre de 2015
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