Cuando estás enojado, deseas aliviar el sufrimiento que sientes, es una tendencia natural. Hay muchas formas de encontrar alivio, pero el mayor de ellos lo proporciona la comprensión. Cuando la comprensión está presente, la ira desaparece por sí sola. Cuando entiendes la situación de la otra persona, la naturaleza del sufrimiento, la cólera desaparece porque se transforma en compasión.
Observar profundamente la situación es la medicina más recomendable contra la ira. Si la observas, entenderás las dificultades del otro y la aspiración profunda que nunca ha podido alcanzar. La compasión nacerá entonces en ti y será el antídoto para la ira que sientes. Si dejas que la compasión brote en tu corazón, el fuego de la ira se extinguirá en el acto.









