lunes, 3 de agosto de 2015

ASAMBLEA EN LA CARPINTERÍA


Hubo en la carpintería una extraña asamblea; las herramientas se reunieron para arreglar sus diferencias. El martillo fue el primero en ejercer la presidencia, pero la asamblea le notificó que debía renunciar. ¿La causa? Hacía demasiado ruido, y se pasaba el tiempo golpeando.

El martillo reconoció su culpa, pero pidió que fuera expulsado el tornillo: había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo.

El tornillo aceptó su retiro, pero a su vez pidió la expulsión de la lija: era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás.

La lija estuvo de acuerdo, con la condición de que fuera expulsado el metro, pues se la pasaba midiendo a los demás, como si el fuera perfecto.

MISTERIOS


domingo, 2 de agosto de 2015

BONDAD


En todo tipo de situaciones podemos averiguar la verdad simplemente estudiando todos nuestros rincones y escondrijos, cada agujero negro y cada punto brillante, sea lóbrego, tétrico, espeluznante, espléndido, espantoso, pavoroso, alegre, inspirador, pacífico o iracundo. Podemos mirarlo todo. Hacerlo nos da muchos ánimos, y el método que hemos de seguir es el de la meditación. Cuando me topé con el budismo me sentí muy aliviada al comprobar que éste no consistía sólo en enseñanzas, sino que también ofrecía una técnica que podía usar para explorar y verificar esas enseñanzas. Desde el primer día me dijeron que, como Bodhidharma, tenía que encontrar la verdad por mí misma.

Sin embargo, sentarnos a meditar y mirar nuestras mentes honestamente tiende a convertirse en un proyecto más bien mórbido y deprimente. Podemos perder el sentido del humor y sentarnos con la torva determinación de llegar al fondo de todo nuestro horrible lío. Cuando la gente practica con esta actitud, después de cierto tiempo empiezan a sentirse tan culpables y alterados que entran en crisis y podrían decir a alguien de confianza: «¿Dónde está la alegría en medio de todo esto?»

¿QUIERES SER FELIZ?


sábado, 1 de agosto de 2015

FIJAR METAS ALTAS*


Un maestro quería enseñarles una lección especial a sus alumnos, y para ello les dio la oportunidad de escoger entre tres exámenes: uno de cincuenta preguntas, uno de cuarenta y uno de treinta. A los que escogieron el de treinta les puso una “C”, sin importar que hubieran contestado correctamente todas las preguntas. A los que escogieron el de cuarenta les puso una “B”, aun cuando más de la mitad de las respuestas estuviera mal. Y a los que escogieron el de cincuenta les puso una “A”, aunque se hubieran equivocado en casi todas.

LA ETERNIDAD DE UN INSTANTE


viernes, 31 de julio de 2015

EL MAL NO EXISTE


Párate a pensar si, en algún momento de tu vida, has hecho mal a sabiendas, y si no lo has hecho, ¿Por qué crees tú que los demás sí son capaces de hacerlo?. Algún enfermo mental puede qué lo haga, pero éste no es responsable de sus actos. Todos, sin excepción, buscamos nuestro bien, aunque lo disimulemos, pero la mayor parte de las veces ese «bien» es equivocado, no es bien en realidad.

El miedo y el recelo a perder el «bien» nos hace egoístas, interesados y hasta crueles. ¡Cuando el verdadero bien es libre y gratuito y está dentro de nosotros!. Cuando creemos atrapar el bien nos volvemos vanidosos, ¡Tonto, pero si ha estado siempre contigo y no es obra tuya!.

El bien existe, es la esencia de la vida. Cuando no sabemos verlo o disfrutarlo, a esa sensación le llamamos «mal», pero en sí el mal no existe, lo que apreciamos es una ofuscación o menor percepción del bien, y a eso le llamamos «mal» y nos da miedo, porque estamos hechos para el bien y la felicidad, y el perderlos de vista nos asusta, nos inquieta hasta el sufrimiento cuando no somos capaces de ver la realidad tal cual es.

Si lo comprendes todo, lo perdonas todo, y sólo existe el perdón cuando te das cuenta de que, en realidad, no tienes nada que perdonar. Así es el perdón del Padre. La civilización no ha avanzado lo suficiente para comprender que el criminal es un enfermo que no es responsable de sus actos, como no lo son los locos. Ambos necesitan cura y no que los encierren.

HUMILDAD, LIBERTAD, FORTALEZA Y LUCIDEZ


jueves, 30 de julio de 2015

LA VOZ CRÍTICA


Esta voz crítica nunca es tuya. Eras niño y el padre te decía: «No hagas esto»; y la madre te decía: «No hagas esto». Lo que querías hacer siempre estaba mal, y lo que nunca querías hacer, ellos querían que lo hicieras... y siempre estaba bien.

Te encuentras en un doble aprieto. Tienes el derecho de no hacer lo que no quieres hacer... de manera que si lo haces, lo realizas como un deber. Entonces no hay júbilo; sientes que te estas destruyendo, que desperdicias tu vida. Si haces aquello que te gusta, te sientes culpable, consideras que haces algo malo. 

De modo que tienes que deshacerte de tus padres, eso es todo. Y es algo muy sencillo, porque ya eres adulto... ellos no están presentes, solo están en el interior de tu mente. 

No me refiero a que vayas a matarlos... me refiero a que mates esto... esta simple resaca del pasado. Ya no eres niño: reconoce ese hecho. Asume la responsabilidad, es tu vida. Así que haz lo que más te apetezca, y jamás hagas algo que no desees. Si tienes que sufrir por ello, sufre. Hay que pagar un precio por todo; nada es gratis en la vida. 

EQUIVOCACIONES


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