Carta 15
La brújula interior
«Haz las cosas que te salen del corazón. Cuando las hagas, no estarás insatisfecho, no tendrás envidia, no desearás las cosas de otra persona. Por el contrario, lo que recibirás a cambio te abrumará.»
Morrie Schwartz, Martes con mi viejo profesor (citado por Mitch Albom)
Mi querido jefe y amigo:
Decía Jorge Luis Borges que «el peor de los pecados es no haber sido feliz». Y tenía toda la razón.
El diccionario define la felicidad como «estado de ánimo que se complace en la posesión de un bien...». Cuando leo esta definición pienso: «¡Qué horror! ¡Es una definición vulgar y fácil, pues asocia la felicidad con la posesión de objetos, de productos!».
La gran mayoría de nosotros nos hemos tragado en algún momento de nuestra vida que la felicidad llega cuando estamos cargados de cosas. Nos hemos creído que la felicidad es eso: complacerse en la posesión de un exceso de bienes, en el sentido económico y acumulativo del término.
Tener, tener y tener, hasta que nos olvidamos de ser.
Fíjate en lo siguiente:









