Dejemos de lado los dedos acusadores que apuntan al culpable del fracaso sexual.
Sería bueno ver que es lo que está pasando entre nosotros con la eyaculación precoz, con la falta de excitación, con esta falta de lubricación tuya, con esta falta de erección mía, con esta falta de orgasmo que tenés o que tengo.
Hay que entender que estas disfunciones tiene que ver con nosotros dos, con lo que nos pasa, con un desencuentro entre nosotros. Porque la sexualidad siempre es algo comprometido.
Y como las dificultades son compartidas, se solucionan compartidamente.









