La ira es algo vivo, nace y necesita su tiempo para desaparecer. Aunque tengas una prueba clara para convencer a alguien de que la ira que siente se basa totalmente en una percepción errónea, por favor, no te inmiscuyas enseguida.
Al igual que el vehemente deseo, la envidia y todas las aflicciones, la ira necesita su propio tiempo para extinguirse, incluso después de que la otra persona haya comprendido que ha entendido mal la situación. Cuando apagas un ventilador, sigue dando vueltas antes de detenerse del todo. Con la ira ocurre lo mismo. No esperes que a la otra persona le pase el enojo enseguida, porque eso no es realista. Has de dejar que su ira se vaya extinguiendo poco a poco, no te apresures.