domingo, 15 de septiembre de 2013
UNAS PALABRAS PARA CONCLUIR
El arte de amar sin apegos resulta de una extraña mezcla de capacidades difíciles de alcanzar. No solamente por la complejidad que implica la experiencia afectiva, sino por la resistencia que nuestra cultura ha desarrollado al respecto.
La mayoría de los requisitos que se necesitan para amar sin adicciones, no suelen ser bien vistos por los valores sociales tradicionales. Para muchos, la libertad afectiva es una forma de libertinaje que necesita mantener controlado. Como si la ausencia de dependencia fuera en sí misma peligrosa. Un amor independiente siempre incomoda. Un amor sin apegos es irreverente, fantástico, insólito, locuaz, trascendente, atrevido y envidiable.
Amar sin apegos es amar sin miedos. Es asumir el derecho a explotar intensamente el mundo, a hacerse cargo de uno mismo y a buscar un sentido de vida. También significa tener una actitud realista frente al amor, afianzar el autorrespeto y fortalecer el autocontrol. Es disfrutar de la dupla placer/seguridad, sin volverla imprescindible. Es hacer las paces con Dios y la incertidumbre. Es tirar la certeza a la basura y dejar que el universo se haga cargo de uno. Es aprender a renunciar.
El amor está hecho a la medida del que ama. Construimos la experiencia afectiva con lo que tenemos en nuestro interior, por eso nunca hay dos relaciones iguales. El amor es lo que somos. Si eres irresponsable, tu relación afectiva será irresponsable. Si eres deshonesto, te unirás a otra persona con mentiras. Si eres inseguro, tu vínculo afectivo será ansioso. Pero si eres libre y mentalmente sano, tu vida afectiva será plena, saludable y trascendente.
Amar sin apegos no implica insensibilizar el amor. La pasión, la fuerza y el impacto emocional del enamoramiento nunca se merman. El desapego no amortigua el sentimiento; por el contrario, lo exalta, lo libera de sus lastres, lo suelta, lo amplifica y lo deja fluir sin restricciones.
Empieza hoy. Acepta el riesgo de abrazar a tu pareja sin angustias. Si tienes claridad sobre lo que verdaderamente eres y hasta dónde puedes llegar, no habrá temores irracionales. Solamente los roces normales y algunos desacoples. La convivencia no es una panacea, pero tampoco es infelicidad total. El amor interpersonal, vivo y activo, en el cual diseñamos a cada instante nuestro ecosistema afectivo, nuestro lugar en el mundo. Es la operación por la cual nos adaptamos al otro, sin dejar de ser uno. Podemos encajar sin violentarnos, sujetarnos despacio y tiernamente, como quien no quiere lastimar ni lastimarse. Y esa unión maravillosa de ser dos que parecen uno, sólo es posible hacerla con pasión y sin apegos.
Del libro:
AMAR O DEPENDER
Walter Riso
Con este post termina de publicarse por completo el libro de Walter Riso, Amar o Depender, ojala y te des el tiempo de leer por completo el libro, o puedes leer el libro por partes aquí...fue publicado en su totalidad en pequeñas lecturas.
¿Qué lecciones te dejo?, qué movió en tu ser, qué acciones estas por tomar o estas tomando?
Saludos.
sábado, 14 de septiembre de 2013
OM SHANTI OM
Mantra 2 de 21 Om Shanti Om (Paz Interior).
Ajuste Interno: El sonido de este mantra ilumina mi día y me lleva a un lugar de paz interior y calma, incluso cuando surgen dificultades
OM GUM GANATAPAYEI NAMAHA
Mantra 3 de 21
Om gum ganatapayei namaha (nuevos comienzos).
Ajuste Interno: Invito a este mantra a eliminar todos los bloqueos energéticos en mi vida y que bendiga este viaje propicio que emprendo, en el mundo del mantra y la meditación.
Cierra tus ojos y disfruta tu canto...
AHAM PREMA (Yo Soy Amor)
Mantra del día 4 de 21 días.
Aham Prema (Yo soy amor):
Ajuste Interno: A lo largo del día, concentro mi atención una y otra vez en el centro de mi pecho - conocido como el chakra del corazón. Que el amor que soy se irradie en el mundo.
Cierra tus ojos y siente el amor que hay en ti...
NARASIMHA TAVA DASOHUM (mantra)
Bendiciones...es el resplandor del alma...Namaste...(día 5)
El mantra de hoy es: Narasimha Tava Dasohum...
Mantra para la protección contra las influencias negativas.
Ajuste Interno: Este mantra me apoya en los momentos de duda y confusión. Me da la fuerza para confiar en mi voz interior y para guiarme en mi camino a la Luz.
CONTROL DE ESTÍMULO O LAS BUENAS EVITACIONES
Si se desea acabar realmente con una relación enfermiza y no recaer en el intento, la extirpación debe ser radical. No se pueden dejar metástasis. La ruptura debe ser total y definitiva. Veamos algunas estrategias:
TERCER ESTRATEGIA:
c. Control de estímulo o las buenas evitaciones. Hay que cortar las fuentes inconvenientes de información y no someterse a los estímulos que disparan la urgencia afectiva. Durante un tiempo es mejor no llamar ni hablar con la persona que se quiere dejar; no verla, evitar lugares nostálgicos o gente que nos la recuerde. También se deben bloquear, en lo posible, todos aquellos estímulos sensoriales que activen esquemas pasados. Perfumes, fotos, música, texturas o sabores que generen evocación, deben ser totalmente eliminados. Dos o tres meses sin saber de la persona amada pueden ser un buen comienzo. Pero apenas eso. La vigilancia y la atención despierta no debe desfallecer, a veces durante años. Si ocurrieran encuentros cercanos del tercer o segundo tipo, es probable que el adicto recaiga y comience una nueva etapa de descontrol total.
Aunque el autocontrol y la autorregulación del comportamiento no es la solución al problema, ayuda a que se establezcan las condiciones para comenzar un trabajo más profundo, donde se pueda fortalecer el déficit que se esconde detrás de cada apego. La autodisciplina es lo opuesto de la inmadurez; fortalecerla es madurar emocionalmente y aprender a manejar los impulsos que el apego desencadena. No puede haber adicción si hay autocontrol.
Del libro:
AMAR O DEPENDER
Walter Riso
IMBECILIDAD MORAL
En una vieja historia del pueblo judío —todos los pueblos tienen una—, la historia de Mazada, para no entregar la ciudad el pueblo entero se sacrifica hasta morir.
Entre las termitas hay un grupo que se dedica todo el tiempo a comer, como si fuera una ocupación; no
hacen otra cosa. Y su trabajo es salir del hormiguero cuando éste es atacado por arañas o escarabajos. En ese
momento las termitas sacrifican su vida y se dejan comer. Es decir, su función es retrasar a los escarabajos
para que no lleguen al hormiguero.
Parece una actitud maravillosa, ¿hablaríamos de la valentía de estas hormigas? ¿Hablaríamos de su
valor?
No, porque estas hormigas no pudieron elegir, tienen una conducta pautada genéticamente. En cambio, la
gente de Mazada sí pudo elegir.
El hecho concreto de haber podido elegir hace que uno pueda considerar heroica una conducta.
Es absolutamente indiscutible que cada uno de nosotros tiene la limitación de los hechos concretos, de lo
que no puede hacer. Ahora faltará saber si nos vamos a animar a tomar conciencia de que no tenemos más
limitaciones respecto del otro que las que cada uno decida.
Es por eso que llamé “Decisión” a esta etapa del viaje.
La idea de que puedo elegir solamente dentro de lo que el otro o los otros me dicen que puedo es una
idea imbécil, una idea que hemos ido aprendiendo desde nuestro segundo año de vida hasta el último año del
colegio secundario.
Esto muestra de qué manera nuestra educación nos ha conducido a ser imbéciles.
Yo he vivido toda mi vida, hasta no hace muchos años, con una imbecilidad moral poco capaz de ser
empardada, y viviendo en función y atado a las historias de lo que se debía y de lo que no se debía, una
imbecilidad moral tan importante y tan grande como para que yo me enterara de qué decisiones había tomado
respecto de mi vida cuando ya estaba casado y tenía dos hijos.
La verdad es que nunca me había dado cuenta que estaba decidiendo; yo no estaba eligiendo, estaba
haciendo lo que de alguna manera estaba pautado por mi cultura y mi educación.
Pero un día, a los treinta años, me di cuenta que en realidad no había elegido esto, y ese día tuve que
elegir, porque no había más remedio.
Uno podía elegir quedarse con lo que tenía o no, porque eso era la libertad de elegir.
Esto debe haberle pasado también a mucha gente; no siempre en un momento así uno elige quedarse
con lo que ha hecho. A veces uno elige que no, y entonces se enfrenta con los problemas serios de darse
cuenta que gran parte de la vida que uno ha tenido ha sido producto de su imbecilidad, y empieza a darse
cuenta que había recorrido caminos equivocados, y muchas veces eso es doloroso para uno y para los otros.
Del libro:
El Camino de la Auto-Dependencia
Jorge Bucay
viernes, 13 de septiembre de 2013
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