sábado, 3 de agosto de 2013

RESPETANDO AL MIEDO


Había una vez una joven guerrera. Su profesora le dijo que tenía que luchar con el miedo, pero ella no quería hacerlo. Le parecía algo demasiado agresivo, temerario; le parecía poco amistoso. Pero la profesora insistió y le dio las instrucciones para su batalla. Llegado el día, la estudiante estaba de pie en un lado y el miedo estaba al otro lado. La guerrera se sentía muy pequeña y el miedo parecía muy grande e iracundo. Ambos tenían asidas sus armas. La joven guerrera se levantó, fue hacia el miedo, se postró tres veces ante él y le preguntó: «¿Me das permiso para entrar en esta batalla contigo?» El miedo dijo: «Gracias por mostrar tanto respeto al pedirme permiso.»

La joven guerrera volvió a preguntar: «¿Cómo puedo derrotarte?» Y el miedo replicó: «Mis armas son que hablo muy rápido y me sitúo muy cerca de tu cara. Entonces te pones muy nerviosa y haces lo que te digo. Si no hicieses lo que te digo, no tendría ningún poder. Puedes escucharme y puedes respetarme, puedo incluso convencerte con mis argumentos; pero si no haces lo que te digo, no tengo poder.» De esta forma la estudiante guerrera aprendió a derrotar al miedo.

Así es como funcionan las cosas en la realidad. 
Tenemos que sentir cierto respeto por el nerviosismo, 
tenemos que comprender que nuestras emociones tienen 
el poder de hacernos dar vueltas en círculos. Dicha 
comprensión nos ayuda a descubrir cómo aumentamos 
nuestro dolor y confusión, cómo nos dañamos a nosotros 
mismos. Por medio de nuestra bondad básica, de nuestra 
sabiduría básica, de nuestra inteligencia básica, podemos 
dejar de hacernos daño a nosotros mismos y a los demás.

Del libro:
Cuando Todo Se Derrumba
Pema Chödron

¿LUCHAR O VIVIR?


NO ESTA FUERA DE TI, ESTA EN TI


ALGUNOS QUE NO TIENEN PERRO


viernes, 2 de agosto de 2013

LA GENTE ZEN NUNCA HABLA DE DIOS



La gente Zen nunca habla de Dios, porque, dicen ellos, "si hablamos de Dios tendremos que decir tú". Buda nunca habló de Dios, y dijo: "No recéis, porque vuestra oración mantendría la división, la dualidad, la visión dual: yo y tú".

Osho
Tomado del blog:
Osho-Despierta

¡NINGUNA ORACIÓN!


¡Ninguna oración!

Y sólo cuando tú mueres entras en lo Divino. Pero entonces lo Divino ya no es un Dios ajeno, ya no hay otro al que te puedas dirigir, de aquí que en el Budismo no exista ninguna oración.

De forma que los cristianos no pueden entender qué tipo de religión es el Budismo.

¡Ninguna oración!

"¿Cómo puedes rezar?", dijo Buda. "Porque la oración sólo es posible en la división: Yo rezando, Tú escuchando. ¿Cómo puedes rezar?". 

Osho

ATENCIÓN Y REFRENAMIENTO


Una vez me dieron una práctica de meditación muy interesante que combinaba la atención y el refrenamiento (de contenerse).

.....Se nos dijo que debíamos notar cuáles eran nuestros movimientos físicos cuando nos sintiéramos incómodos.

Yo empecé a notar que cuando estaba incómoda hacía ciertas cosas, como estirarme la oreja, rascarme la cabeza o la nariz aunque no me picaran, y enderezar el cuello.

Hacía todo tipo de pequeños movimientos saltarines y nerviosos cuando empezaba a sentirme insegura. Nuestras instrucciones eran que debíamos tratar de no cambiar nada y de no criticarnos por lo que estuviéramos haciendo; simplemente debíamos ver que lo hacíamos.

Una de las formas de entrar en contacto con la ausencia de suelo bajo los pies es percibir cómo tratamos de evitarlo. Refrenarse —no actuar siguiendo un hábito cuando notamos un impulso— tiene que ver con renunciar a la mentalidad del entretenimiento. Al refrenarnos, vemos que hay algo entre el surgimiento del anhelo —o la agresión, o la soledad, o lo que sea— y cualquier acción resultante. Hay algo en nosotros que no queremos experimentar y, de hecho, no lo experimentamos porque actuamos muy rápidamente.

Debajo de nuestras vidas ordinarias, debajo de todo lo que hablamos, de todo lo que nos movemos, de todos los pensamientos de nuestra mente, hay una fundamental falta de suelo bajo los pies. Esta ausencia está allí, borboteando constantemente; la experimentamos como inquietud y nerviosismo, y también como miedo. Es lo que motiva la pasión sexual, la agresión, la ignorancia, los celos y el orgullo, pero nunca descendemos hasta su esencia. 

Refrenarse (contenerse) es el método que permite llegar a conocer la naturaleza de la inquietud y del miedo, es un método para asentarse en esa falta de suelo bajo los pies. Si nos entretenemos inmediatamente con charlas, actos, pensamientos —si no hacemos ninguna pausa— nunca podremos relajarnos. Pasaremos toda la vida acelerados, siempre seremos lo que mi abuelo llamaba un buen caso de espasmo nervioso. Refrenarse es la forma de hacerse amigo de uno mismo al nivel más profundo posible. 

Podemos empezar a relacionarnos con lo que está debajo de las burbujas, de los pedos y eructos, de todo el material que se expresa como rigidez, control, comportamiento manipulativo o lo que sea. Por debajo de todo eso hay algo suave, muy tierno, que experimentamos como miedo o nerviosismo. 

Del libro:
Cuando Todo Se Derrumba
Pema Chödron

LA CONSTANTE SORPRESA


LA ORACIÓN NO PUEDE SER LO ÚLTIMO


Intenta comprender la diferencia: la oración mantiene la vieja división entre Yo y Tú, la meditación abandona la división. La oración tiene que conducir finalmente a la meditación. La oración no puede ser lo último. Es hermosa, pero no es lo Supremo. Lo Supremo sólo puede ser esto: Cuando ambos han desaparecido y sólo existe la Unidad.

¡Tremendo! ¡Enorme! ¡Te asusta! Todas las cómodas divisiones de Yo y Tú desaparecen. Desaparece toda relación, ese es el miedo; Si no hay ni Yo ni Tú ya no es posible ninguna relación. 

La relación te da un hogar; la relación te da una sensación de comodidad; la relación te da algo que no parece un tremendum, que no es atemorizador. La meditación tiene que ser lo Supremo, porque la oración nunca puede conducir a lo no-dual.

"Mientras sigas viendo doble, diciendo yo no y tú sí, y así sucesivamente, tus ojos estarán nublados". 

Osho
Leído y tomado del blog:
OshoDespierta

jueves, 1 de agosto de 2013

TEPACHE

Cómo preparar Tepache - Bebida fermentada saludable con Piña/Ananá.

El Tepache, bebida ligera y refrescante tradicional de México, es una gran bebida probióticas que restauran nuestra biodiversidad de microorganismos de las defensas y de la digestión. En el pasado, se preparaba con maíz, pero hoy día es mas frecuente usar frutas como piña, manzana y naranja.

Muchas son las formulas y recetas para preparar el tepache, básicamente: La cáscara, la pulpa y el jugo de la fruta se ponen a fermentar a buena temperatura ambiente "20 a 30º C." por uno, dos o 3 días en agua con azúcar de caña en barriles de madera sin tapa llamados "tepacheras", que se cubren con trapos queseros.

Si se deja fermentar por más tiempo, se convierte en una bebida alcohólica y después en vinagre.

Los microorganismos asociados con el producto incluyen al Bacilo Sutbtilis, Torulopsis insconspicna, Saccharomyces cerevisiae y Candida queretana. 
Estos microorganismos residen en la cáscara y pulpa de la fruta madura (por eso siempre preferiremos fruta sin tratar con antifúngicos) Aunque las variedades pueden cambiar de un lugar a otro, ya que cada sitio tiene su propia microbióta en el entorno.

Dependiendo del tiempo que se deje fermentar, de la temperatura y la cantidad de dulce será el grado de alcohol, aunque normalmente no se consume como bebida embriagante.

En casa la podemos hacer preferentemente en un recipiente de vidrio o de cerámica vitrificada intacto, sin desconchones ni ralladuras que podrían facilitar que los compuestos químicos y metales de la loza se disuelvan con la fermentación.

Uno o varios botes de vidrio de 2 a 3 litros es lo adecuado para manejarlo con soltura e higiene en una cocina moderna. 

Ingredientes:

Las cáscaras de 1 piña grande madura (alrededor de 1 1/2 kg.)
3 litros de agua,
600 gr. de piloncillo (Panela) o azúcar morena
1 ramita de canela de unos 8 cm.
3 clavos de olor

Preparación:

Lavar bien la piña, quitar el tallo y cortar rebanar la cáscara para luego cortarla en trozos medianos.

Colocar la cáscara en trozos en un recipiente grande (si es de barro mejor) y agregar 2 litros de agua, el piloncillo, la canela y los clavos. Tapar y dejar reposar en un sitio caliente durante 48 horas. Colar el líquido resultante (el Tepache) y agregar 1 litro de agua y 1/2 de cerveza opcional, dejar reposar otras 12 horas. Colar y añadir 3 cuartos de litro de agua. Servir con cubos de hielo.

Fuente: www.nutribiota.net
Leído y tomado de la pagina:
http://www.unavidalucida.com.ar/2013/08/como-preparar-tepache-bebida-saludable.html

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