martes, 5 de febrero de 2013

EL PODER DE LA IMAGINACIÓN

“ Erase una vez tres gusanos de seda que ignoraban su futuro como mariposas. Sus nombres eran: Pesimista, Realista e Idealista. Se les acercaba la hora de su transformación y empezaron a sentir los primeros síntomas.... Su voraz apetito fue desapareciendo, su movilidad menguaba a gran velocidad y, finalmente, sintieron como el capullo les aislaba del mundo conocido, de la seguridad de lo cotidiano. En la oscuridad del misterio de su futuro, tuvieron pensamientos distintos:

Pesimista se dijo a sí mismo que estaba viviendo el final de su vida, y en lo más profundo de su sentir, se despidió de los buenos momentos.

Realista se dio ánimos diciéndose que todo aquello sería momentáneo y que, tarde o temprano, todo volvería a la normalidad.

Idealista sintió que, aquello que le estaba ocurriendo, podría ser la oportunidad para que se cumpliese su sueño más preciado: poder volar. Y aprovechó la oscuridad para perfeccionar sus sueños.

Cuando los tres capullos se abrieron, dejaron ver tres realidades iguales y distintas, a la vez...

Pesimista era una bellísima mariposa, pero.... estaba muerta... Había muerto de miedo.

Realista era una hermosísima mariposa, pero.... a pesar de ello, empezó a arrastrarse como cuando era gusano. Con satisfacción, dio las gracias al cielo por haber podido seguir igual.

Idealista, nada más ver la luz del día, buscó sus alas... y al verlas, su corazón rezumó alegría, emprendió el vuelo, y dio las gracias, repartiendo su dicha por todo el bosque.”

Del libro:
VEINTITRÉS MAESTROS,
DE CORAZÓN
Un salto cuántico en la enseñanza
Por Carlos González Pérez

DESPRENDERSE AMANDO

Un adolescente que había decidido “desprenderse amando”, le envío una carta a su novia contándole la noticia, la cual ella devolvió en una pequeña bolsa de basura vuelta añicos. Cito a continuación un trozo de la misma: “… Si estás a mi lado, me encanta, lo disfruto, me alegra, me exalta el espíritu; pero si no estás, aunque lo resienta y me hagas falta, puedo seguir adelante. Igual puedo disfrutar de una mañana de sol, mi plato preferido sigue siendo apetecible (aunque como menos), no dejo de estudiar, mi vocación sigue en pie y mis amigos me siguen atrayendo. Es verdad que algo me falta, que hay algo de intranquilidad en mí, que te extraño, pero sigo, sigo y sigo. Me entristece, pero no me deprimo. Puedo continuar haciéndose cargo de mí mismo, pese a tu ausencia. Te amo, sabes que no te miento, pero esto no implica que no sea capaz de sobrevivir sin ti. He aprendido que el desapego es independencia y ésa es mi propuesta… No más actitudes posesivas y dominantes… Sin faltar a nuestros principios, amémonos en libertad y sin miedo a ser lo que somos…”

Del libro:
AMAR O DEPENDER
Walter Riso

lunes, 4 de febrero de 2013

MENTIRAS ÚTILES

El sabio contestó que en algunas circunstancias se podía mentir, si la “mentira” se convertía en algo útil.

El individuo lo retó a que pusiera un ejemplo…

El sabio relató como curó al rey de una falsa parálisis… (Ningún médico de la corte acertaba con el tratamiento a seguir y el rey cada vez tenía más dificultades para moverse…)

El sabio dijo que lo curaría, pero puso una condición. Debería de estar a solas con el rey en una gran habitación con ventanas. Así se dispuso… En el momento que el rey (sentado en su silla) y el sabio estuvieron a solas. El sabio sacó una gran navaja y se abalanzó sobre el rey gritando ¡Muerte al rey!

El rey se levantó como impulsado por un resorte y salió corriendo y gritando hacia la puerta de la habitación…Llamando a su guardia real…

Momento que el sabio aprovechó para escapar por la ventana…

-El resultado fue que una mentira útil salvó al rey de su parálisis…

Tomado del blog: Plano Creativo

EL PENSAR


APEGADOS AL DESAPEGO

Declararse afectivamente libre es promover afecto sin opresión, es distanciarse en lo perjudicial y hacer contacto en la ternura. El individuo que decide romper con la adicción a su pareja entiende que desligarse psicológicamente no es fomentar la frialdad afectiva, porque la relación interpersonal nos hace humanos (los sujetos “apegados al desapego” no son libres, sino esquizoides). No podemos vivir sin afecto, nadie puede hacerlo pero sí podemos amar sin esclavizarnos. Una cosa es defender el lazo afectivo y otra muy distinta ahorcarse con él. El desapego no es más que una elección que dice a gritos: el amor es ausencia de miedo.

Del libro:
AMAR O DEPENDER
Walter Riso

sábado, 2 de febrero de 2013

LA NECESIDAD DE APROBACIÓN

Autodependencia significa dejar de colgarme del cuello de los otros. Puedo necesitar de tu ayuda en algún momento, pero mientras sea yo quien tenga la llave, esté la puerta cerrada o abierta, nunca estoy encerrado.

Y entonces, me olvido de todas las cosas que ya no me sirven (si la puerta está con llave, si Fernando está en Buenos Aires, si el actor que me secunda querrá o no filmar esta escena) y empiezo a transitar este espacio de autodependencia que significa:

Me sé dependiente, pero a cargo de esta dependencia estoy yo.
Autodependencia es, para mí, sinónimo de salud mental.
Del afuera necesito, por ejemplo, aprobación.
Todos necesitamos aprobación.
Pero cuando tenía cinco años, la única persona que me podía dar aprobación era mi mamá. No había ninguna otra persona que pudiera reemplazarla.
Una vez adulto, me di cuenta que si ella no me daba esta aprobación, otra persona podía hacerlo.
Puede suceder que algunas de las cosas que yo creo o disfruto, a mi esposa, con la que vivo hace veintisiete años, no le gusten...
Pero lo que debo hacer no es romperlas porque a ella no le gustan.
Quizás a otros sí les gusten.
Quizás pueda compartirlas con otra persona.
Quizás pueda aceptar que es suficiente con que me gusten a mí.

El hecho concreto de que a mí no me interese para nada el realismo mágico no quiere decir que mi esposa deba dejar de leer a su autor preferido.

En el peor de los casos, si ella quiere mantener conversaciones sobre los autores que le interesan y yo ni siquiera soporto hablar del tema, deberá buscarse alguna otra persona con quien compartir esas inquietudes.

Podrá ir a ver las películas de Richard Gere con alguien que no sea yo si es que a mí no me interesa Richard Gere.

No tendrá por qué someterse al martirio de acompañarme a la ópera si no le gusta, porque siempre puedo ir solo o invitar a Miguel o a Lita, a quienes sé que les gusta.

Esto significa ser autodependiente.

Del libro:
EL CAMINO DE LA AUTODEPENDENCIA
JORGE BUCAY

TRABAJO

EL GIMNASIO (algo para reír)


TOBILLO TORCIDO

CHISTE

Un señor va donde el médico:
-Doctor, me he torcido un tobillo.
-¡Bueno, vamos a ver eso! ¡Quítese el zapato y párese delante de esta ventana sacando la lengua, lo más que pueda!
El paciente obedece. El médico, sin moverlo de ese sitio, le examina el tobillo durante media hora.
-Es sólo un problema muscular. Ahora entre la lengua y siéntese mientras escribo su receta.
-¿Por qué, doctor, mientras que me examinaba, me puso en la ventana con toda la lengua afuera? Eso no tiene nada que ver con mi tobillo.
-Así es, no tiene nada que ver. Le dije que hiciera eso simplemente porque detesto a mi vecina de enfrente.

CONCIENCIA.
Todo el día la vecina de enfrente ve a los pacientes sacarle la lengua… Esto me hace pensar que existen personas que se aprovechan de nosotros. Hay que fijarse mucho con quién nos mezclamos, porque pueden, sin que nos demos cuenta, utilizarnos para otros fines que los que hemos previsto. Esto sucede sobre todo en grupos donde reinan Maestros o instructores embarcados en sueños de poder. Tienes que darte cuenta claramente si vas ahí para que te curen el tobillo (liberarte del ego egoísta) o para que te hagan sacar la lengua (entregarle tu energía vital al Ego desmesurado del gurú). Este chiste también se puede aplicar a la pareja: te enredas con una persona pensando que vas a encontrar el amor. En lugar de darte el cariño que buscas, te utiliza como pantalla de proyección, echándote encima los problemas neuróticos que tiene con su madre , su padre o ambos. Te lías con un cordero que al final se comporta como un tremendo lobo hambriento… Y también se puede aplicar este chiste a la relación paciente-psicoanalista: vas a que te curen lo más rápido posible de una depresión, y el psicoanalista, para que le sigas pagando, te mantiene en ese estado durante años.

Alejandro Jodorowsky
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