jueves, 29 de noviembre de 2012
miércoles, 28 de noviembre de 2012
CRISTALES SUCIOS
La primera mañana en la casa, mientras tomaba café, la mujer vió a través de la ventana, que una vecina colgaba sábanas en el tendedero y dijo:
El marido miró y quedó callado. Y así, cada dos o tres días, la mujer repetía su discurso, mientras la vecina tendía sus ropas al sol y el viento. Al mes, la mujer se sorprendió al ver a la vecina tendiendo las sábanas limpias, y dijo al marido:- ¡Que sábanas tan sucias cuelga la vecina en el tendedero!- ¿Quizás necesita un jabón nuevo?- Me agradaría ayudarla a lavar las sábanas.
Todo depende del estado de la ventana a través de la cual observamos los hechos. Antes de criticar, conviene que averiguamos si hemos limpiado el corazón para poder ver más claro.- Mira, por fin la vecina ha aprendido a lavar la ropa …- ¡Qué bien!El marido le respondió:- Mmm … no es lo que piensas.- Hoy me he levantado más temprano y he lavado los vidrios de nuestra ventana.
Tomado del Blog de Joan
http://blocjoanpi.blogspot.mx/
DESEOS
Hay un deseo común, que es el cumplimiento de lo que se cree que va a dar felicidad al yo, al ego. Ese deseo es apego, porque ponemos en él la seguridad, la certeza de la felicidad.
Es el miedo el que nos hace desear agarrar con las manos la felicidad, y ella no se deja agarrar. Ella es. Esto sólo lo descubrimos observando, bien despiertos, viendo cuándo nos mueven los miedos y cuándo nuestras motivaciones son reales. Si nos aferramos a los deseos, es señal de que hay apego.
El apego habrá perdido la batalla cuando lo descubras, y ya no tendrá el poder que la inconciencia le daba. Tú mandarás sobre él.
La aprobación, el éxito, la alabanza, la valoración, son las drogas con las que nos ha hecho drogadictos la sociedad, y al no tenerlas siempre, el sufrimiento es terrible.
El día en que entres de pleno en tu realidad, el día en que ya no te resistas a ver las cosas como son, se te irán deshaciendo tus ceguedades. Puede que aún sigas teniendo deseos y apegos, pero ya no te engañarás.
La base del sufrimiento es el apego, el deseo. En cuanto deseas una cosa compulsivamente y pones todas tus ansias de felicidad en ella, te expones a la desilusión de no conseguirla. El estar despierto y mirar sin engaños no quiere decir que desaparezca tu programación, sino que allí estará, pero la verás claramente, y al apego lo llamarás apego, y a lo que creías amor lo llamarás egoísmo.
Del libro:
Lo Mejor de Anthony de Mello
Anthony de Mello
Lo Mejor de Anthony de Mello
Anthony de Mello
PERDONANDO A NUESTROS PADRES
Lo más difícil del mundo es poder relacionarse con los propios padres. Perdonarlos es una de las cosas más complicadas, porque te han traído al mundo... ¿cómo los podrás perdonar?
A menos que empieces a amarte, a menos que alcances un estado en el que estés encantado con tu ser..., ¿cómo podrías darles las gracias antes? Estarás furioso... te trajeron al mundo y ni siquiera te consultaron. Han creado a esa persona horrible, a ese ser nauseabundo. Pero tú odias. ¿Por qué deberías sufrir porque ellos decidieron dar a luz a un bebé? Tú no tuviste nada que ver en el asunto. ¿Por qué te han arrastrado al mundo? Por eso la furia.
Si llegas al punto en el que eres capaz de amarte, en el que te sientas extático por ser, donde tu gratitud no conoce limites, entonces, de pronto, sientes que surge un gran amor por tus padres. Han sido las puertas por las que has entrado en la existencia.
De lo contrario, ese éxtasis no habría sido posible... ellos lo han hecho posible.
Solo entonces hay una relación nueva. Si no, cada sociedad del mundo ha estado entrenando a los niños para ser respetuosos con los padres, porque todas las sociedades saben que si los niños no son condicionados para ser respetuosos, ¡matarían a sus padres!
Pero si puedes celebrar tu ser -y ese es todo el objetivo de mi trabajo, ayudarte a celebrar tu ser-, entonces podrás sentir gratitud por los padres, por su compasión y amor. Y así no podrás únicamente perdonarlos, sino que además te puedes sentir tremendamente agradecido.
OSHO
Día a Día
Día 48
martes, 27 de noviembre de 2012
DAR EL CORAZÓN A LA VIDA
La polución propagandística no favorece la paz soñada, que brota, como fruto maduro, de los caminos auténticos de la vida. Nuestro mundo actual rebosa de estímulos engañosos, que golpean dolorosamente a los incautos y engañan hasta a los bien intencionados. Seduce a las personas con el espejismo de quimeras inconsistentes y de dudoso contenido. Las desvía del centro dinámico de su interioridad y las sacia con bocados azucarados de escaso valor alimenticio. Y la persona, lejos de encontrarse con los anhelos profundos de su mundo más verdadero, se pierde en las arenas movedizas y atormentadas de su propio yo.
Allí, ávidamente, goza de los dividendos fáciles de conquistas deslumbrantes, pero acaba arrastrándose y haciéndose sorda a las llamadas más íntimas que le vienen de su mundo más hondo. En vez de responder a ellas y de vivir lo que es, se contenta con la careta que le hace tan sólo parecer que es. Vive pendiente de la última moda, vagabundeando, sin una orientación personalizada, sin un compromiso engrandecedor, esclavizada por las propagandas consumistas que sólo la satisfacen por el momento, sin darle un rumbo claro y seguro.
Pero nosotros somos realmente más, mucho más que esas lentejuelas con que el mundo nos reviste. Deseamos más, mucho más que esta posición social a que nos aferramos y que se nos reconoce. Somos un reino infinitamente rico y divinamente fascinante, que todavía está por conquistar. Para ello es preciso armarse de coraje y atreverse a ser grande, enfrentándose con las mentiras tentadoras que impiden el acceso a la intimidad del corazón.
Y, principalmente, es preciso darle el corazón a la vida, en vez de pretender el corazón de ella. Fuimos hechos y existimos, no para aprisionar corazones, sino para liberar el nuestro.
Bernard Shaw dijo, en cierta ocasión, que todos somos reyes, con la desgracia de que vivimos fuera de nuestro reino. Porque no somos dueños de nuestro corazón, no podemos dárselo a nadie. Y ésta es la más trágica de las pobrezas y la más lamentable de las desgracias.
Neylor J. Tonin
autor de “Historias de Sabiduría y Sabiduría de la A a la Z”
Anthony de Mello
Lo Mejor de Anthony de Mello
EL ORIGEN DE LA DEPENDENCIA
Dice Bucay respecto a como se origina la dependencia de humano:
....El bebé humano recién nacido es el ser vivo más frágil, dependiente y vulnerable que existe en la creación. Cualquier otra criatura viva, desde los unicelulares hasta los animales más avanzados, tiene una pequeña posibilidad de sobrevida cuando nace si no está la mamá o el papá para hacerse cargo.
Desde los insectos, que son absolutamente autodependientes cuando nacen, hasta los mamíferos más desarrollados, que a las pocas horas de nacer pueden ponerse en pie y buscar la teta de la propia madre o caminar hasta encontrar otra, todos tienen una posibilidad, aunque sea una en mil.
Las tortugas de mar desovan fuera del agua. Las madres recorren con enorme dificultad y torpeza doscientos metros por la playa, ponen centenares de huevos entre la arena y se van. Cuando las tortuguitas nacen, muchas se pierden intentando llegar hasta el agua, son devoradas por las aves y los reptiles o se calcinan al sol... Sólo una o dos de cada mil sobrevive.
Un bebé humano no tiene ni siquiera una posibilidad en un millón, es absolutamente dependiente.
La solución que la naturaleza encontró para resolver esta dependencia absoluta de los humanos fue crear una relación donde difícilmente los padres puedan abandonar a los hijos. El instinto o el amor (prefiero pensar en el amor) nos lleva a sentir a estos “cachorros” como parte de nosotros; dejarlos sería una mutilación, sería como decidir renunciar a una parte de nuestro propio cuerpo.
Esto protege a los bebés humanos recién nacidos del abandono de los padres y asegura que haya alguien a su cuidado.
Pero este mecanismo no sólo aporta seguridad, también genera problemas.
JORGE BUCAY
El Camino de la Autodependecia
ESA CAUDALOSA LUZ
Tu atesoras un bien espiritual: no se trata de algo que puedas hacer, ni tampoco describir. En tu ser no está Buda, ni el nirvana, ni un camino que practicar, ni una doctrina que actualizar. El camino no está en la existencia o en la no-existencia. Entonces ¿qué método debería uno practicar? Esa caudalosa luz, dondequiera que estés, en cualquier situación, es el gran camino.
Tan-hsia (739-824)
Enseñanzas del Zen
LA POBREZA
Tarde o temprano la pobreza exterior va a desaparecer, ya que ahora poseemos tecnología para hacerla desaparecer, y entonces surgirá el verdadero problema.
Las personas realmente pobres son aquellas a las que les falta amor; y la totalidad de la Tierra está llena de esa pobre gente hambrienta. Tarde o temprano la pobreza exterior va a desaparecer, ya que ahora poseemos tecnología para hacerla desaparecer, y entonces surgirá el verdadero problema. El verdadero problema será la pobreza interior. Ninguna tecnología nos puede ayudar en eso. El hambre exterior desaparecerá -podemos alimentar a las personas, somos capaces de hacerlo ahora, pero ¿quién alimentará el espíritu, el alma? La ciencia no puede hacer eso. Hace falta algo más, y ese algo es lo que yo llamo religión. Entonces la ciencia habrá hecho su trabajo; entonces solo la verdadera religión entrará en el mundo.
Hasta ahora la religión ha sido únicamente un fenómeno raro... de vez en cuando aparece un Buda, un Jesús, un Krishna. Estas son personas excepcionales; no representan a la humanidad. Simplemente anuncian una posibilidad, un futuro. Pero ese futuro se acerca. En cuanto la ciencia haya liberado los poderes potenciales de la materia y el hombre quede físicamente satisfecho -posea un refugio, suficiente alimento y educación-, entonces verá por primera vez que va a necesitar un alimento muevo. Ese alimento es el amor, y la ciencia no puede brindárselo al Hombre; la ciencia carece de formas de entender el amor. Eso solo puede conseguirlo la religión. La religión es la ciencia del amor.
OSHO
Día a Día
Día 47
OSHO
Día a Día
Día 47
lunes, 26 de noviembre de 2012
EL PASADO
La mente no puede existir en el presente. Si puedes estar aquí, totalmente presente, la mente desaparecerá. La mente puede desear, puede soñar: ¡soñar mil y un pensamientos!, puede ir hasta el mismísimo fin del mundo, puede ir al mismísimo principio del mundo, pero no puede estar aquí y ahora, eso es imposible para ella. Toda la ignorancia consiste en no saber esto.
Y entonces te preocupas por el pasado, que ya no existe: ¡es absolutamente estúpido! No puedes hacer nada con el pasado. ¿Qué puedes hacer con algo que ya no existe? No se puede hacer nada, ya se ha ido; pero tú te preocupas por él, y preocupándote por él, te malgastas a ti mismo.
Osho
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